Un perfeccionista es alguien cuyas expectativas son muy altas y que espera que su vida sea perfecta. Muchos perfeccionistas crecen con la mentalidad de “Lo logro, luego existo”.[1] Si bien los perfeccionistas pueden empujarse a sí mismos a hacer cosas excelente y a menudo siguen hasta el final en sus objetivos sin importar lo que suceda, puede ser un reto compartir un espacio con tales personas que buscan alcanzar grandes cosas. Vivir con un perfeccionista significa tener que lidiar con su sentido de perfección y control de manera constante y eso a menudo puede conducir a discusiones y bastante estrés. Sin embargo, existen cosas que puedes hacer para vivir de manera práctica con un perfeccionista y convivir en relativa paz.

Método 1
Método 1 de 2:
Establecer rutinas y reglas de la casa

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    Establece responsabilidades y funciones en la casa. Para hacer que la vida sea más fácil para el perfeccionista y para ti, deberás establecer responsabilidades y funciones en la casa para que así quede claro quién es responsable de determinadas tareas. Esto servirá para evitar discusiones sobre deberes y tareas de la casa.[2] [3]
    • Debes sentarte con el perfeccionista y hacer una lista de roles y responsabilidades. Pasa habitación por habitación y anota todas las tareas que se tienen que hacer, tales como limpiar el baño una vez a la semana o barrer el piso del pasillo una vez al día. Divide esas tareas entre ustedes y anota cuándo se tienen que hacer para que así quede claro quién es responsable de hacer qué y cuándo.
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    Pregunta al perfeccionista cómo le gusta que se hagan las cosas. A menudo los perfeccionistas tienen una forma en que les gusta hacer las cosas y se podrían molestar si no se hace una tarea según sus normas. Comunícate con el perfeccionista para que así sepas cómo hace las cosas y cómo su estilo se contrasta con el tuyo.[4] [5]
    • Ten una conversación con el perfeccionista sobre lo que hace cuando limpia el mostrador o barre los pisos. Déjale que te muestre cómo hace las cosas para que así mires sus expectativas. Esto te dará una mejor idea de cómo le gusta hacer las cosas y podrás conocer sus expectativas.
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    Encuentra un término medio y ajústate a él. Una vez que hayas visto cómo realizas los deberes de la casa y como el perfeccionista realiza los suyos, deberán trabajar en conjunto para llegar a un compromiso sobre cómo se deberán hacer las cosas. De esta manera, será menos probable que entren en discusiones y sabrán cómo ambos realizarán los deberes de la casa.[6]
    • Por ejemplo, si el perfeccionista prefiere comidas de una determinada forma, tú podrías estar de acuerdo en que prepare la mayoría de las cenas para ambos siempre y cuando tú saques la basura y mantengas limpia la cocina. O bien, ambos podrían acordar barrer el piso de una determinada forma para que así no hayan problemas cuando el perfeccionista o tú lo hagan.
    • También podrían conversar sobre establecer una rutina en la que acuerdes una hora para levantarte en la mañana o una hora en la que no harás bulla en la noche. Si el perfeccionista prefiere levantarse temprano pero tú sueles dormir, pídele que no haga bulla en las mañanas. Si él quiere establecer las 9:00 p. m. como la hora en que no habrá bulla en las noches y tú prefieres las 10:00 p. m., acuerden establecer tal hora a las 9:30 p. m.
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    Informa al perfeccionista si habrá una interrupción en la rutina del hogar. Muchos perfeccionistas se descolocan si se cambian o varían repentinamente las reglas establecidas y la rutina normal. En vez de motivar el cambio en el perfeccionista, infórmale con anticipación para que así se pueda preparar y ajustar.[7]
    • Por ejemplo, si planeas tener una estancia de invitados contigo durante el fin de semana, infórmaselo al perfeccionista con al menos una semana de anticipación de que eso pase. Si son compañeros de habitación, explica dónde se quedará la persona en la casa y por cuánto tiempo. También debes asegurarte de que el invitado conozca las reglas de la casa y de que esté de acuerdo en cumplirlas.
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    Establece límites sobre el espacio y funciones domésticas. Si bien puedes hacer tu mejor esfuerzo en ajustarte a las rutinas y reglas de la casa, es posible que hayan ocasiones en las que no tendrás el tiempo o energía de hacer una tarea del hogar de acuerdo a las expectativas del perfeccionista. Debes hablar sobre establecer límites con el perfeccionista para que así hayan espacios en la casa en los que podrás seguir tus propias pautas y reglas cuando se trate de la limpieza. Establecer límites ayudará a evitar conflictos posteriores y te permitirá ser tú mismo en tu espacio.[8]
    • Por ejemplo, podrías decirle al perfeccionista “Mantendré todos los espacios compartidos, como la cocina, sala de estar y baño, de acuerdo a tus expectativas; sin embargo, mi habitación es mi espacio y no tengo que seguir tus reglas cuando esté ahí”.

Método 2
Método 2 de 2:
Hablar los asuntos de manera franca y respetuosa

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    Trata de no reaccionar de manera exagerada si el perfeccionista te molesta. Si bien puede ser un reto vivir con un perfeccionista, deberás tratar de no gritar o perder el control si el perfeccionista te molesta. Respira un poco profundamente y luego pídele al perfeccionista si pueden hablar ambos el asunto de manera franca y respetuosa.[9] [10]
    • Podrías proponer que ambos practiquen la escucha activa y que se turnen para escucharse entre sí hablar sobre el asunto. Al hacerlo la conversación se mantendrá cordial y ayudará a ambos a alcanzar un compromiso.
    • Por ejemplo, podrías empezar diciéndole al perfeccionista “Tengo dificultades con tus expectativas por mantener la cocina, trabajo hasta tarde y recién puedo limpiarla en la mañana; sin embargo, sé que despertar y ver una cocina sucia te molesta y entonces tú me regañas por eso. ¿Hay alguna manera en que podamos aceptar concesiones sobre este asunto?”.
    • Después debes escuchar con atención mientras el perfeccionista responde a tu pregunta. No lo interrumpa ni lo cortes. Trabajen juntos en llegar a un acuerdo en vez de pelear sobre el asunto.
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    Toma nota de los casos específicos en que tuviste problemas con el perfeccionista. Evita declaraciones generalizadas cuando hables los asuntos con el perfeccionista, tales como “Siempre quieres que todo sea perfecto” o “Nada de lo que hago está siempre a la altura de tus normas perfectas”. En vez de eso, enfócate en los casos específicos en los que sientas que el perfeccionista excedió tus límites y en los que te molestó con una necesidad de perfección.
    • Por ejemplo, podrías darte cuenta de que el perfeccionista siempre se queja de la manera en que lavas los platos o limpias la mesa. Entonces, podrías decirle “Me he dado cuenta de que has estado comentando la manera en que lavo los platos y yo pienso que hago un muy buen trabajo, aun si no están perfectos. ¿Podemos llegar a un acuerdo sobre esto?”.
    • Debes plantear el asunto tan pronto como se produzcan y evita mantener tu incomodidad. De este modo, ambos podrán abordar el asunto y solucionarlo de inmediato. Al hacerlo también evitarás que te sientas resentido o enojado con el perfeccionista.
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    Enfócate en los aspectos positivos de vivir con un perfeccionista. En realidad existen muchos aspectos positivos al vivir con un perfeccionista y enfocarte en ellos te podría ayudar a apreciar al perfeccionista, especialmente en los momentos de conflicto. Los perfeccionistas a menudo trabajan mediante objetivos y prestan atención a los pequeños detalles, lo cual significará que suelen ser personas de confianza y fiables. Dado que ellos se sienten determinados a hacer las cosas perfectamente, eso también significará que se enfocarán en hacer las cosas de forma correcta y sin atajos. A menudo los perfeccionistas ayudarán a los demás a terminar las cosas y mostrarán cómo hacerlas adecuadamente.[11] [12]
    • Es posible que quieras pensar en un caso en el que el perfeccionista se tomó el tiempo de ayudarte a hacer algo adecuadamente o en el que te ayudó a enfocarte en los detalles pequeños e importante de una situación. Por ejemplo, tal vez olvidaste enviar un correo importante pero el perfeccionista terminó haciéndolo por ti a fin de asegurarse de que no olvidaras un plazo importante. O bien, tal vez el perfeccionista te ayudó a solucionar un problema con tu auto y pasó tiempo arreglándolo de la forma correcta para que así no tengas más problemas.
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    Sugiere al perfeccionista que busque ayuda profesional si se descontrola. Algunas veces el perfeccionista puede llegar al límite y eso dará lugar a condiciones médicas, tales como un trastorno de pánico o un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Si te das cuenta de que el perfeccionista se vuelve más y más intenso y exigente contigo y con los demás y eso parece estar relacionado con la ansiedad y estrés externo, es posible que tengas que sugerirle que busque ayuda profesional.[13] [14]
    • Para hacerlo invita al perfeccionista a que tome asiento en un lugar privado y tranquilo. Empieza por darte cuenta de que el perfeccionista parece ponerse más intenso y que se está volviendo más difícil vivir con él. Luego podrías informarle que hay ayuda profesional disponible si tiene dificultades con otros asuntos (como ansiedad, estrés o depresión) que podrían estar provocando su perfeccionismo.
    • Muchos perfeccionistas tienen dificultades para admitir que tienen problemas ya que no desean ser vistos como imperfectos. Si te das cuenta de que el perfeccionista parece estar equivocado o de que parece estar paralizado o atrapado en su perfeccionismo, es posible que tengas que sugerirle que vea a un terapeuta o psiquiatra. Así el psiquiatra podría diagnosticarle TOC o un trastorno de pánico al perfeccionista y le recomiende opciones de tratamiento. De este modo, los problemas no se saldrán de control.

Acerca de este wikiHow

Tracy Carver, PhD
Coescrito por:
Psicóloga titulada
Este artículo fue coescrito por Tracy Carver, PhD. La Dra. Tracy Carver es una psicóloga licenciada galardonada que reside en Austin, Texas. Se especializa en consejería para problemas relacionados con la autoestima, ansiedad, depresión e integración psicodélica. Tiene una licenciatura en psicología de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia, una maestría en psicología educativa y un doctorado en psicología de consejería de la Universidad de Texas en Austin. La Dra. Carver también completó una pasantía en psicología clínica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. Fue elegida como una de las mejores profesionales de la salud mental en Austin por cuatro años consecutivos por la revista Austin Fit. También ha aparecido en Austin Monthly, Austin Woman Magazine, Life in Travis Heights, y KVUE (la afiliada de Austin para ABC News). Este artículo ha sido visto 19 132 veces.