Alonso de Mercadillo

Alonso de Mercadillo era natural de Loja, un pequeño municipio del reino de Granada (hoy Comunidad Autónoma de Andalucía), recuperado por los Reyes Católicos tras la definitiva expulsión de los árabes de la península ibérica en 1492, año en que sucedió también el descubrimiento de América. El nombre de Loja proviene de Loxa, cuya pronunciación primitiva era Losha, ya que en castellano antiguo la letra equis tenía el sonido de s y h juntas. El toponímico significa tienda, almacén o lugar de abastecimiento. La hipótesis de que Loja fuera una palabra de origen árabe no tiene sustento alguno, ya que la existencia de Loja en la península ibérica data de la época de la Hispania romana, mucho antes de la llegada de los árabes. Y tampoco la fonética corresponde a la lengua árabe, ni al supuesto significado que se le atribuye: "custodia protectora".

La fecha de nacimiento del capitán Mercadillo se desconoce, pero probablemente se sitúa a inicios del siglo XVI. Mercadillo vivió bajo el reinado de Carlos I de España (o Carlos V del Sacro Imperio Germánico), por entonces el monarca más poderoso de la tierra, y también bajo el reinado de Felipe II de España. La España de Carlos I comprendía los Países Bajos, los reinos de Nápoles, Cicilia y Cerdeña, además de los reinos de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada . Los territorios españoles de ultramar fueron en principio extensión del gran reino de Castilla. Los territorios españoles alcanzarían después los cinco continentes, de forma que España llegaría a ser el imperio donde el sol no se pone.

No se puede soslayar el carácter[1] de los soldados españoles de entonces. El afán de gloria y el sentir religioso, sumado al deseo de aventuras y grandes riquezas, fue lo que les movió a realizar las más increíbles y maravillosas proezas que se hayan llevado a cabo jamás. Mercadillo participaba de esa estirpe guerrera de los famosos tercios españoles, infantería invencible por casi tres siglos en Europa, fogueada por siglos de guerras, en cuya mentalidad no cabía la capitulación ni la marcha atrás. "No hay un lugar de la tierra sin una tumba española". "Solo después de muertos hablaremos de rendirnos". Imbuido del espíritu caballeresco del siglo XVI, el soldado español no estaba arredrarse ante nadie. Las sergas de Espladián; Amadís de Gaula, etc., fueron los libros de caballería que inspiraron sus grandes gestas. Nombres como California, Orlando, Amazonas, etc., provienen precisamente de aquella literatura caballeresca, muy popular en esa época.

Según el hispanista Marcos Jiménez de la Espada, Alonso de Mercadillo se embarcó para América en 1535, en el puerto de Sanlúcar de Barrameda, en una expedición destinada a pacificar la Gobernación de Veragua (hoy Panamá), otorgada a los descendientes de Cristóbal Colón. Después de muchas vicisitudes, Mercadillo llegó al Perú para ponerse bajo las órdenes de Francisco Pizarro. Participó en la batalla de Salinas, donde el bando pizarrista triunfó del criptojudío Diego de Almagro. Posteriormente, al sublevarse Gonzalo Pizarro contra la corona española en la Rebelión de los encomenderos (que se negaban a acatar la prohibíción de esclavizar a los indios), Alonso de Mercadillo tomó partido por el rey de España en la batalla de Xaxilajuana, que terminó con la decapitación de Gonzalo Pizarro.

Dos años antes de fundar la ciudad de Loja en el valle de Cuxibamba, Alonso de Mercadillo fundó La Zarza, por órdenes de Gonzalo Pizarro, en un lugar llamado Carrochamba, cuya ubicación se discute hasta hoy. Según una probanza de Juan de Salinas y Loyola, cronista y brazo derecho de Mercadillo, esta fundación fue un primer intento de poblar la ciudad de Loja, pero no prosperó por ser un sitio insalubre. La definitiva fundación de Loja se haría en 1548 por orden del Pacificador Pedro de la Gasca, en el valle de Cuxibamba, y la ciudad fundada tomó el nombre de la Inmaculada Concepción de Loja.

Jiménez de la Espada recoge que Mercadillo fue uno el primeros en descubrir las regiones orientales del Marañón Amazonas, ricas en yacimientos auríferos. La expedición de Alonso de Mercadillo en 1538 estuvo a un paso de descubrir el Marañón-Amazonas, y solo fracasó por el boicot que le armaron sus hombres debido a los innumerables peligros de la terrible aventura. Regresaron con Mercadillo encadenado a Xauxa, para entregarlo al Tribunal del Santo Oficio con la acusación de irascible y blasfemo. El Tribunal no halló materia grave y fue absuelto. De no haberlo impedido el boicot, Mercadillo hubiera llegado al Marañón Amazonas cuatro años antes de que lo hiciera Francisco de Orellana, con la expedición salida de Quito en 1542.

El pacificador Pedro de la Gasca ordenó al capitán Mercadillo continuar poblando el sur de la Real Audiencia de Quito, fundando villas. A esta orden obedecen las fundaciones de Zaruma y Zamora.

Según las probanzas del adelantado Juan de Salinas y Loyola, la Gobernación de Loja aspiraba a convertirse en una suerte de corredor geográfico entre el Pacífico y el Atlántico, teniendo como vía principal el río Amazonas; una región rica en yacimientos auríferos, donde Loja fungiera de capital estratégica. Desde Loja partirían posteriormente las expediciones de Juan de Salinas y Diego Vaca de Vega para descubrir el nororiente peruano, las gobernaciones de Jaén y de Mainas[2], que formaron parte de la Real Audiencia de Quito.

Alonso de Mercadillo murió en la ciudad de Loja en el año de 1560.[3] Su casa, heredada por su viuda, doña Francisca de Villalobos, se ubicaba frente a la plaza Central, junto a los actuales Museo del Ministerio de Cultura y Gobernación de Loja. Un alcalde desconocedor de la historia ordenó la demolición de la última part esquinera , en1967, cuando la casa estaba ya en ruinas.