Carolina de Reuss-Greiz

Carolina era hija de Enrique XXII, príncipe reinante de Reuss-Greiz, y su esposa, la princesa Ida, hija del príncipe Adolfo I de Schaumburg-Lippe. Su madre murió en 1891, y su padre murió en 1902. Solo tenía un hermano varón sobreviviente, el príncipe Enrique XXIV de Reuss-Greiz, quien era incapaz de gobernar debido al padecimiento físico y mental resultado de un accidente durante la infancia. Como consecuencia, el poder pasó a su primo una vez fallecido su padre. Su hermana menor, la princesa Herminia de Reuss-Greiz más tarde se casaría con el emperador Guillermo II de Alemania como su segunda esposa.

El compromiso de la princesa Carolina y Guillermo Ernesto, el gran duque reinante de Sajonia-Weimar-Eisenach desde 1901, fue anunciado el 10 de diciembre de 1902.[2] En el castillo de Buckeburg (hogar de su tío), se casaron el 30 de abril de 1903.[3] Carolina, según se registra, estaba muy en contra de este enlace; en el último segundo de su boda, trató de echarse atrás, solo para ser persuadida a la fuerza por el emperador Guillermo II y la emperatriz Augusta Victoria para proceder con el matrimonio.[4] Carolina llevaba un vestido de satén blanco adornado con encajes; sus primos, el príncipe Jorge de Schaumburg-Lippe y el príncipe Enrique XIV de Reuss, así como la madre de Guillermo Ernesto, la gran duquesa viuda Paulina, asistieron al enlace.[3] Su prima, la reina Guillermina de los Países Bajos, y su consorte, el príncipe Enrique de Mecklemburgo-Schwerin, también asistieron a la boda.[5]

Carolina de Reuss-Greiz con un vestido oficial de la corte.

El matrimonio no fue feliz, en tanto que Carolina encontró la rígida etiqueta de la corte de Weimar intolerable. La corte generalmente era considerada como una de las más asfixiante y guiadas por la etiqueta en Alemania.[4] Un fuente consideró:

"Envuelve a la realeza en una especie de cautividad, y mientras el gran duque se presta a la misma y es demasiado conservador para admitir cualquier cambio, abruma con sus trabas a los miembros más animosos de la familia".[4]

Su marido fue descrito como:

"Uno de los soberanos más ricos de Europa; impasible, de buena educación, imbuido de gran orgullo de raza, y un estricto sentido de lo que se debe al ungido del Señor. Es también uno de los más severamente respectados y capaces de los gobernantes alemanes... El gran duque es muy sombrío, y su corte y su ambiente reflejan su carácter en este aspecto, hasta tal punto que Weimar se ha convertido en la capital más triste de Europa".[4]

Carolina causó un escándalo buscando refugio en Suiza; su marido no tardó en ir tras ella, ya que se dio a entender que ella no habido huido del matrimonio sino que en su lugar simplemente pretendía alejarse de su séquito en Weimar.[4][6] Finalmente fue inducida a volver, pero pronto perdió la salud y cayó en la melancolía. Murió dieciocho meses después de su matrimonio, el 17 de enero de 1905, bajo misteriosas circunstancias.[4] La causa oficial de su muerte fue neumonía después de una gripe; otras fuentes sin embargo han sugerido suicidio.[4] La pareja no tuvo hijos conjuntamente. Fue el último miembro de la Casa de Sajonia-Weimar en ser enterrado en el Weimarer Fürstengruft, la cripta de la familia real. Guillermo Ernesto se casó más tarde de nuevo con la princesa Feodora de Sajonia-Meiningen.