Sofía de los Países Bajos

Sofía era la hija menor del rey Guillermo II. Le dieron los nombres de Guillermina, por la madre de su padre; Sofía María por la madre de su madre; y Luisa, por una tía de su padre. Sofía tenía tres hermanos mayores.

Sofía creció en el Palacio de Soestdijk, intercalada con estancias en La Haya, el Palacio Het Loo, Bruselas y Tervuren. Guillermo dejó su educación a su esposa. Durante su educación, le enseñaron más sobre qué no hacer que qué hacer. Debido a esto, tuvo un pequeño retraso en el aprendizaje.

Sofía cayó gravemente enferma a fines de la década de 1830. Para recuperar su fuerza, fue a Weimar con su madre. Aquí conoció al gran duque hereditario Carlos Alejandro de Sajonia-Weimar-Eisenach. Cuando a su vez llegó a los Países Bajos en 1841, se enamoraron durante un viaje por Frisia. Se casaron el 8 de octubre de 1842 en el Palacio de Kneuterdijk, en La Haya. Carlos Alejandro era su primo completo. Su madre era la hermana de su madre. Carlos Alejandro era hijo del gran duque Carlos Federico de Sajonia-Weimar-Eisenach y de la gran duquesa María Pávlovna de Rusia. La pareja se estableció en Weimar y tuvieron cuatro hijos.

• Su Alteza Real Carlos Augusto (Weimar, 31 de julio de 1844-Roquebrune-Cap-Martin, 20 de noviembre de 1894), se casó con la princesa Paulina de Sajonia-Weimar-Eisenach.
• Su Alteza María Alejandrina Ana (Weimar, 20 de enero de 1849-Trebschen, 6 de mayo de 1922), se casó en 1876 en Weimar con el príncipe Enrique VII de Reuss-Köstritz.
• Su Alteza María Ana Sofía (Weimar, 29 de marzo de 1851-ibidem, 26 de abril de 1859).
• Su Alteza Isabel Sibila (Weimar, 28 de febrero de 1854-Wiligrad, 10 de julio de 1908), se casó en 1886 en Weimar con el duque Juan Alberto de Mecklemburgo-Schwerin.

En octubre de 1892, Sofía y Carlos Alejandro celebraron su boda de oro. Se celebró una gran reunión. Guillermina y Emma también estuvieron presentes. Para esta ocasión, Richard Strauss había escrito un artículo titulado "Variationen über" Wilhelm von Oranien "". Esto se olvidó rápidamente hasta que apareció en los archivos de la Casa Real en 1999. Guillermina conoció a su esposo posterior, el príncipe Enrique, por primera vez en esta reunión. Estaba aquí porque su medio hermano estaba casado con la hija de Sofía, Isabel.

La muerte de su hija, Sofía oscureció su vida. Su hijo mayor murió en 1894. Esto la golpeó fuerte. Desde entonces, su salud se deterioró lentamente y su enfermedad alérgica empeoró. En 1894, ella dijo: He sufrido infinitamente.

Sofía y Carlos Alejandro con motivo de la celebración de sus bodas de oro en 1892.

La corte de Weimar se distinguió de otras cortes europeas, porque en 1816 Weimar había adoptado una serie de leyes constitucionales que establecían el tono. La cultura también jugó un papel importante allí. Su esposo ascendió al trono de Sajonia-Weimar-Eisenach, conocido como el centro de la cultura y la ciencia en 1853. Ella y su esposo eran amigos de Hans Christian Andersen y Richard Wagner, entre otros, quienes se quedaron en Weimar por un tiempo.

La gran duquesa Sofía también se dedicó a la literatura y, después de que el nieto de Johann Wolfgang von Goethe le entretuvo su legado literario, inició la "Sophienausgabe" de 143 partes de su trabajo. Después de que se le confiaran los documentos de Friedrich von Schiller en 1889, fundó Goethe-Schiller-Archiv en Weimar.

Debido a que su esposo y su hijo se quedaron con sus tropas durante la guerra franco-prusiana (1870-1871), ella era regente sobre el Ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach.[1]

Sofía siguió de cerca el estado de las cosas en los Países Bajos y se mantuvo en contacto con sus familiares holandeses. Fue una fiel consejera de las reinas Emma de Waldeck-Pyrmont y Guillermina de los Países Bajos. Guillermina también era muy aficionada a su tía, ya que su padre murió cuando ella tenía solo 10 años. En su autobiografía la llamó "el único padre sobreviviente".

En su autobiografía Guillermina escribió sobre ella:

Tía vino a quedarse con nosotros todos los años y luego disfrutó de estar de regreso en su antigua patria. Tía fue el último padre sobreviviente para mí, lo que me dio un vínculo especial, y ella sería mi sucesora en caso de que algo me sucediera. Incluso cuando era niña, la última, que era ella a quien dejaría la patria, pesaba mucho sobre mí. Hubo una gran amistad y un fuerte aprecio mutuo entre tía Sophie y madre. Tía, que se había mantenido al día con la vida aquí en el país, era una compañera de discusión para madre como ninguna otra. Madre podía hablar con ella sobre cualquier cosa. Tía tenía algunos regalos especiales y estaba dotada de una mente aguda y genial. Tía y yo también éramos grandes amigas y todavía recuerdo vívidamente las horas confidenciales de conversación en su habitación. Fueron horas que me ayudaron mucho. Tía era muy guapa e hizo mucho por Weimar. ¡Dama del campo con gran estilo!

En el verano de 1896, Sofía llegó por última vez a los Países Bajos con su esposo. Se quedaron en el Palacio Soestdijk, porque Sofía le recordó a su madre, Ana Pávlovna. En los Países Bajos celebraron el 38 cumpleaños de la reina regente Emma.

Sofía murió el día 23 de marzo del año 1897 en la ciudad de Weimar, a los 72 años, seis meses después de su última visita a los Países Bajos. Su esposo no estaba en casa ese día.

Guillermina dice lo siguiente sobre su muerte:

Al final de ese primer invierno ocupado, el 23 de marzo, recibimos noticias de la repentina muerte de tía Sophie. En medio de su trabajo, se derrumbó y murió en cuestión de horas. Nos entristeció profundamente extrañar a este último del Padre, también por todo el amor que experimentamos de ella y porque ella siempre estaba lista para nosotros con su mente clara. Como ya he mencionado, ella fue mi sucesora en caso de que algo me pasara. Su fallecimiento fue una parte de la vida real que experimenté y que me hizo madurar. Fortaleció aún más mi sentido de responsabilidad hacia mi futura tarea.

Después de la muerte de Guillermo III de los Países Bajos fue, en los primeros años del reinado de Guillermina, la primera en la fila para la sucesión en los Países Bajos. Después de la muerte de Sofía, si Guillermina hubiera quedado sin hijos, el nieto de Sofía, Guillermo Ernesto de Sajonia-Weimar-Eisenach, probablemente sería el sucesor.

Sofía ha hecho mucho por Weimar. El 8 de octubre de 1924, su centenario se conmemoraba en Sajonia-Weimar-Eisenach en presencia de su nieta y homónima, Sofía de Reuss, hija de María.

• 8 de abril de 1824-8 de octubre de 1842: Su Alteza Real la princesa Sofía de los Países Bajos, princesa de Orange-Nassau.
• 8 de octubre de 1842-8 de julio de 1853: Su Alteza Real la gran duquesa heredera de Sajonia-Weimar-Eisenach.
• 8 de julio de 1853-23 de marzo de 1897: Su Alteza Real la gran duquesa de Sajonia-Weimar-Eisenach.

• Lothar Ehrlich und Justus H. Ulbricht: "Carl Alexander von Sachsen-Weimar-Eisenach. Erbe, Mäzen und Politiker" (Gebundene Ausgabe - junio de 2004)
• Detlef Jena: "Das Weimarer Quartett. Die Fürstinnen Anna Amalia - Louise - Maria Pawlowna - Sophie" (gebundene Ausgabe - marzo de 2007)

Predecesor: María Pávlovna de Rusia

Gran duquesa consorte de Sajonia-Weimar-Eisenach 8 de julio de 1853-23 de marzo de 1897

Sucesor: Carolina de Reuss-Greiz

1. Historiek.net