Ciencia en la Edad Antigua

La ciencia en la Edad Antigua documenta el desarrollo de la ciencia, la técnica y la tecnología en la Edad Antigua. Comienza con la invención de la escritura y el fin de la prehistoria, y concluye con la caída del Imperio romano de Occidente.

Medición de la Tierra por Eratóstenes (240 a. C.) Los científicos alejandrinos cartografiaron los cielos y la Tierra con esferas celestes y terrestres. Pues se dice que el primer globo terráqueo fue construido por Crates de Malos. En cuanto al primer mapa1995 (quizá el de Anaximandro de Mileto, ca. 550 a. C.), es fama que durante la revuelta de Jonia (499 a. C.), Hecateo de Mileto mostró uno para demostrar la inmensidad de Persia en relación con las ciudades griegas. También se dice que cuando los jonios pidieron ayuda a las ciudades de Grecia continental les mostraron su situación en relación con cada una de las partes en conflicto en un mapa. Hiparco de Nicea, en sus Explicaciones de los fenómenos de Arato y Eudoxo (129 a. C.) incluyó un catálogo de más de mil estrellas y otros datos astronómicos. No se ha conservado, pero se especula que se utilizó para la confección del Atlas Farnese.

Que la ciencia esté sujeta a evolución o sea susceptible de progreso es una idea ajena a las épocas históricas anteriores a la Edad Moderna (polémica de los antiguos y los modernos, 1688-1704) y nuestra percepción del «atraso» científico relativo a una época, un lugar o una rama del saber con respecto a otra proviene específicamente del positivismo de Auguste Comte, para quien hay «tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el metafísico o estadio abstracto; y por último, el científico o positivo» (Curso de filosofía positiva, 1830-1842). No habría ciencia, desde esa definición, antes de la revolución científica del siglo XVII. No hay términos universalmente aceptados para calificar a la forma de conocimiento del hombre prehistórico (que representaba artísticamente su visión del mundoarte paleolítico— e incluso ha dejado algunas muestras de cómputos numéricos, como el hueso de Ishango); las producciones intelectuales, muy sofisticadas, de las primeras civilizaciones (para las que se han propuesto las expresiones «pensamiento pre-filosófico» o «mitopoeico»);[1] la ciencia griega (cultura griega), que fue esencialmente un ejercicio teórico que no se sometía al método experimental, y que no se implicaba en la esfera de la producción (el modo de producción esclavista no demandaba innovaciones tecnológicas); o la ciencia romana (cultura romana), continuadora intelectual de la helenística (cultura helenística) en una civilización de inclinación marcadamente pragmática, donde sobresalió una notable ingeniería.

El De divinatione de Cicerón (44 a. C.), que rechaza la astrología y otras técnicas supuestamente adivinatorias, es una rica fuente histórica para conocer la concepción de la cientificidad en la antigüedad romana clásica.[2]

Oriente

Oriente Próximo

Tabla de arcilla mesopotámica, fechada en el año 492 a. C. que recogía información astronómica.

A partir de sus principios perros n Sumeria (actualmente en Irak) alrededor del 3500 a. C., en Mesopotamia, los pueblos del norte comenzaron a intentar registrar la observación del mundo con datos cuantitativos y numéricos sumamente cuidados. Pero sus observaciones y medidas aparentemente fueron tomadas con otros propósitos más que la ley científica. Un caso concreto es el del teorema de Pitágoras, que fue registrado, aparentemente en el siglo XVIII a. C.: la tabla mesopotámica Plimpton 322 registra un número de trillizos pitagóricos (3,4,5) (5,12,13)...., datado en el 1900 a. C., posiblemente milenios antes de Pitágoras,[3] pero no era una formulación abstracta del teorema de Pitágoras.

Egipto

La ciencia en el Antiguo Egipto gozó de gran prestigio desde tiempo remotos. Es enormemente significativo el alto nivel que desarrolló esta civilización y la amplitud de conocimientos que llegaron a dominar. La tradición refleja que los hombres sabios de la antigua Grecia habían ido aprender a Egipto, en donde existía una ciencia venerable y un elevado nivel de conocimientos científicos, aunque mezclados algunas veces con prácticas mágicas.

Las ciencias en el Antiguo Egipto estaban dominadas por un saber empírico organizado por sacerdotes y registrado por cultos escribas. El conjunto de la población vivía al ritmo de las crecidas del Nilo, destructoras y generadoras de la riqueza del país, que necesitaban de un cálculo preciso para su previsión y la posterior restauración de los terrenos de cultivo tras las crecidas. Para ello los egipcios fueron capaces de idear una matemática práctica, útiles instrumentos de medida, eficaces herramientas y una tecnología que posibilitó organizar y realizar faraónicas obras de canalización y erigir monumentales construcciones.

En todo caso es necesario indicar que no existía una ciencia o método científico en el sentido moderno del término sino más bien un conjunto de reglas e instrumentos que se utilizaban de manera empírica, aunque muchos de sus logros no fueron superados por la cultura occidental hasta bien entrado el siglo XVII.

India

China

Un método para elaborar instrumentos de observación astronómica en la época de la Dinastía Qing.

La historia de la ciencia y la tecnología en China es a la vez larga y rica con muchas contribuciones para la ciencia y para la tecnología. En la Antigüedad, independientemente de los filósofos griegos y de otras civilizaciones, los filósofos chinos hicieron importantes avances en los campos de la ciencia, tecnología, matemática, astronomía y una escritura basada en símbolos. Las primeras observaciones registradas de cometas, eclipses solares y supernovas provienen de China.[4] También se practicaron la medicina china tradicional, acupuntura y medicina herbal.

Entre los primeros inventos chinos se encuentra el ábaco, el «reloj de sombra» y las primeras máquinas voladoras, tales como los cometas y las linternas celestes.[5] Los cuatro grandes inventos de la Antigua China, la brújula, la pólvora, el papel y la impresión, se encuentran entre los avances tecnológicos más importantes, recién conocidos en Europa hacia fines de la Edad Media. En particular, la época de la Dinastía Tang (618-906) fue de gran innovación.[5] Mientras que buena parte del intercambio entre Occidente y China tuvo lugar durante el período de la Dinastía Qing. Las misiones jesuitas en China de los siglos XVI y XVII introdujeron la ciencia, que estaba teniendo su propia revolución, a China. Asimismo, el conocimiento de la tecnología china fue llevado a Europa.[6][7] Gran parte del estudio occidental sobre la historia de la ciencia en China fue realizado por Joseph Needham.

Como apunta Joseph Needham, [los eruditos clásicos chinos] consideraban el mundo como un flujo de fenómenos concretos merecedores de una observación cuidadosa y de una relación cronológica: sin embargo, no se valían mucho de categorías analíticas. La construcción de un sistema lógico no era su fuerte. ... debemos deducir su sistema desde una confusa clasificación de expresiones registradas, glosas de los clásicos, cartas a amistades y otros documentos dispersos ... eran por educación más compiladores que creadores. Habiendo memorizado largas secuencias de los clásicos y otras historias, construían sus propias obras mediante un extenso trabajo de montaje de frases y pasajes extraídos de aquellas fuentes. A esta citación no acreditada hoy se le denominaría plagio; sin embargo, los escritores chinos antiguos se consideraban a sí mismos preservadores del registro más que sus creadores ... Casi no se utilizaban hipótesis o condiciones teóricas contrarias al hecho; lo mismo ocurría con el razonamiento lógico inductivo o deductivo. [Las escasas formas de generalizar o de expresar conceptos abstractos] dificultaba[n] la introducción de nuevas ideas extranjeras en el lenguaje escrito. En última instancia ello puede haber hecho más difícil el desarrollo de los aspectos teóricos de la ciencia. El problema más conocido con un término ... fue la frase gewu (kewu), utilizada por Zhu Xi y traducida como la investigación de las cosas. Algunos estudiosos modernos pensaron que se refería a un estudio científico de la naturaleza, pero ... el significado real era: la adquisición del conocimiento moral a través del estudio cuidadoso de los clásicos y de la inspección minuciosa de los principios tras la historia y la vida diaria.
John King Fairbank (1996) China: una nueva historia
A pesar del extraordinario número de innovaciones técnicas consideradas inventos chinos, la cultura china respondía a las peculiares circunstancias de lo que, en términos marxistas, se ha denominado modo de producción asiático o despotismo hidráulico, en el que las fuerzas productivas ligadas a la ciencia y la tecnología no cumplen la misma función transformadora de las relaciones socioeconómicas que en otros modos de producción.[8]

Occidente

Grecia

La máquina de Anticitera, considerada la primera computadora analógica[9][10][11][12] de la antigüedad, fue hallado en el Mar Egeo y data de los siglos II ó III a. C.. Se presume que tenía funciones para predecir posiciones astronómicas, los eclipses, con propósitos también calendáricos.[13][14][15]
Herma doble de Heródoto y Tucídides, los fundadores de la historiografía griega, y de otras ciencias sociales, como la geografía y la etnografía.

La ciencia en la Antigua Grecia sentó las bases de la ciencia moderna.

La matemática, que es la base de todo conocimiento científico, fue cultivada por la escuela filosófica que acaudillaba Pitágoras. Destacándose tanto en geometría (recuérdese el famoso teorema de Pitágoras que permite resolver los triángulos rectángulos) como en aritmética, los números y las líneas ocuparon un lugar muy importante en sus especulaciones.

Antes del surgimiento de la medicina como ciencia, los griegos consideraban las enfermedades como un castigo de los dioses. El dios griego de la medicina era Asclepio y Apolo, y en sus templos la gente enferma les ofrecía sacrificios, pasando allí la noche con la esperanza de que al amanecer ya se hubiesen curado.

Muchas de las sustancias que usaban los antiguos egipcios en su farmacopea, fueron exportadas a Grecia y su influencia aumentó tras el establecimiento de una escuela de medicina griega en Alejandría, ciudad fundada por Alejandro Magno en Egipto tras liberarlos de Persia.

Hipócrates, el «padre de la Medicina», estableció su propia escuela de medicina en Cos y creó la Medicina Hipocrática. Una de las características de la medicina hipocrática es la teoría de los cuatro humores, que está relacionada con la teoría de los cuatro elementos (propuesta por Empédocles). También, Hipócrates y algunos contemporáneos acordaron que las enfermedades se encontraban en la sangre, por lo que empezó la práctica de extraer un poco de sangre de los brazos de los pacientes, pero en la mayoría de los casos se les recetaban diferentes hierbas. En todos los casos Hipócrates hablaba de los beneficios del agua (hidroterapia) y de las plantas.

La astronomía fue estudiada por los griegos desde tiempos antiguos. Ésta se suele dividir en dos períodos: Grecia Clásica y Helenística. Recibió importantes influencias de otras civilizaciones de la Antigüedad, y las que ejercieron mayor influencia fueron las provenientes de India y Babilonia. Durante la época helenística y el Imperio romano, muchos astrónomos trabajaron en el estudio de las tradiciones astronómicas clásicas, en la Biblioteca de Alejandría y en el Museion. Los calendarios de los antiguos griegos estaban basados en los ciclos lunares y solares. El calendario helénico incorporó esos ciclos, Un calendario lunisolar basado en ambos ciclos es difícil de aplicar, por lo que muchos astrónomos se dedicaron a la elaboración de un calendario basado en los eclipses.

Los antiguos griegos fueron los creadores de la lógica deductiva y el método axiomático, pero consideraban innecesaria e incluso degradante la comprobación experimental de las conclusiones. Incluso consideraban degradante para el filósofo de la época sugerir que las conclusiones obtenidas en un proceso mental lógico necesitaban ser confirmadas por la comprobación experimental. Esta manera de ver las cosas no variaría sustancialmente hasta mediados del siglo XVII, cuando gracias a figuras como Francis Bacon y René Descartes, los fundamentos experimentales, que son la base de la ciencia, llegan a ser filosóficamente respetables.

Roma

Pont du Gard, puente que sirve a la vez de viaducto y acueducto. Las técnicas romanas de construcción de obras públicas eran notabilísimas y eficaces. En concreto, la necesidad de salvar grandes distancias para el suministro de agua a las ciudades se resolvió con una ingeniería hidráulica muy ingeniosa.

El De divinatione de Cicerón (44 a. C.), que rechaza la astrología y otras técnicas supuestamente adivinatorias, es una rica fuente histórica para conocer la concepción de la cientificidad en la antigüedad romana clásica.[16]

Plinio el Viejo (23–2022) recopiló en su Naturalis Historia la ciencia en la Antigua Grecia. A pesar de que la ciencia en la Antigua Roma no tuvo el mismo desarrollo que en la cultura helénica, fue una civilización con enormes avances en cuanto a la sistematización y organización del conocimiento clásico.

Los romanos se destacaron en la tecnología aplicada, sobre todo en agricultura, obras públicas y tecnología militar: molinos hidráulicos, sistema de calefacción central y aislamiento contra la humedad de las viviendas; catapultas, ballestas, torres de asalto instaladas sobre ruedas; faros en los puertos y, sobre todo, un sistema de construcción de calzadas, con firme de piedra amalgamada con mortero, bordillos y zanjas de desagüe, que han permitido que aún se conserve gran parte del trazado viario romano. El desarrollo de la ingeniería en instrumentos de alta construcción, como poleas, grúas, molinos, así como el desarrollo del arco en la arquitectura establecen precedentes en la forma de concebir la tecnología y la ciencia aplicada. La organización de las ciudades y el establecimiento de nuevos mecanismos de transporte y comunicación son también parte de sus desarrollos ingenieriles. Destaca el trabajo de Plinio, el viejo como un heredero de la filosofía natural helénica, quien recopila en más de 37 volúmenes y textos diversas observaciones de la filosofía natural en latín. Claudio Ptolomeo en Almagest describe un modelo de movimiento planetario, así como también su obra populariza la idea geocéntrica del universo. El establecimiento del calendario romano basado en los ciclos del sol, así como en su propia mitología son también parte de la herencia científica de Roma.

En medicina retoman las diversas influencias de las escuelas helénicas de Hipócrates y Asclepiades. El temor de la helenización por parte de Cator y otros intelectuales romanos mantuvo la práctica médica desregulada durante gran parte de la república y el imperio. La educación médica era privada y su desempeño basado en prácticas no sistemáticas. El principal autor del periodo fue Galeno, quien sistematizó y reprodujo durante su vida la obra de la medicina helénica al latín, así como incluyó detalladas descripciones de disecciones animales y humanas. Estos trabajos fueron de enorme influencia durante la Edad Media. También hay registro de que Celso practicó técnicas de cirugía plástica durante su vida.

Galería

Véase también

Referencias

  1. Henri Frankfort, El Pensamiento prefilosófico: Egipto y Mesopotamia. I, Fondo de Cultura Económica, 1988, ISBN 9681605551. Henri Frankfort, et al. The Intellectual Adventure of Ancient Man: An Essay on Speculative Thought in the Ancient Near East. Chicago: University of Chicago Press, 1977. Fuente citada en en:Mythopoeic thougt. El término "mitopoeia" (mythopoeia) fue acuñado por J. R. R. Tolkien para la lengua inglesa como un neologismo de raíces griegas (en castellano tienen uso mitopoyética, mitopoyético, mitopoyesis y mitopoiesis). John Adcox, Can Fantasy be Myth? Mythopoeia and The Lord of the Rings, fuente citada en en:Mythopoeia
  2. Fernandez-Beanato, Damian (2020). «Cicero's Demarcation of Science: A Report of Shared Criteria». Studies in History and Philosophy of Science Part A. doi:10.1016/j.shpsa.2020.04.002.
  3. Ancient Chinese Astronomy
  4. Inventions (Guías de bolsillo).
  5. Woods
  6. Agustín Udías, p. 53.
  7. John King Fairbank, China: una nueva historia, pg. 134. La frase en cursiva es una cita de Derk Bodde. También se cita como fuente (de la primera frase) a Joseph Needham.
  8. «The Antikythera Mechanism Research Project» Archivado el 21 de febrero de 2011 en Wayback Machine.. The Antikythera Mechanism Research Project. Consultado el 1 de julio de 2007. «The Antikythera Mechanism is now understood to be dedicated to astronomical phenomena and operates as a complex mechanical 'computer' which tracks the cycles of the Solar System.»
  9. Seaman, Bill; Rössler, Otto E. (1 de enero de 2011). Neosentience: The Benevolence Engine. Intellect Books. p. 111. ISBN 978-1-84150-404-9. Consultado el 28 de mayo de 2013. «Mike G. Edmunds and colleagues used imaging and high-resolution X-ray tomography to study fragments of the Antikythera Mechanism, a bronze mechanical analog computer thought to calculate astronomical positions».
  10. Swedin, Eric G.; Ferro, David L. (24 de octubre de 2007). Computers: The Life Story of a Technology. JHU Press. p. 1. ISBN 978-0-8018-8774-1. Consultado el 28 de mayo de 2013. «It was a mechanical computer for calculating lunar, solar, and stellar calendars.»
  11. Paphitis, Nicholas (30 de noviembre de 2006). «Experts: Fragments an Ancient Computer». Washington Post. «Imagine tossing a top-notch laptop into the sea, leaving scientists from a foreign culture to scratch their heads over its corroded remains centuries later. A Roman shipmaster inadvertently did something just like it 2000 years ago off southern Greece, experts said late Thursday.»
  12. Freeth, Tony; Bitsakis, Yanis; Moussas, Xenophon; Seiradakis, John. H.; Tselikas, A.; Mangou, H.; Zafeiropoulou, M.; Hadland, R. et al. (30 de noviembre de 2006). Nature.pdf «Decoding the ancient Greek astronomical calculator known as the Antikythera Mechanism». Nature. 444 Supplement (7119): 587-91. Bibcode:2006Natur.444..587F. PMID 17136087. doi:10.1038/nature05357. Consultado el 20 de mayo de 2014.
  13. Freeth, Tony; Jones, Alexander (2012). The Cosmos in the Antikythera Mechanism. Institute for the Study of the Ancient World. Consultado el 19 de mayo de 2014.
  14. Pinotsis, A. D. (30 de agosto de 2007). «The Antikythera mechanism: who was its creator and what was its use and purpose?». Astronomical and Astrophysical Transactions 26. doi:10.1080/10556790601136925. Consultado el 9 de enero de 2015.
  15. Fernandez-Beanato, Damian (2020). «Cicero's Demarcation of Science: A Report of Shared Criteria». Studies in History and Philosophy of Science Part A. doi:10.1016/j.shpsa.2020.04.002.
  16. «“Disco de Nebra” la obra de un genio». Deutsche Welle. Consultado el 5 de septiembre de 2014.

Bibliografía

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