Composición genética de Chile

Aunque el perfil de los ancestros de la población chilena ha sido históricamente un tema de análisis de diversos investigadores, la introducción de la genética estos estudios pudieron basarse en evidencias científicas sistematizadas, permitiendo incluso realizar estudios segmentados a nivel geográfico o socioeconómico. El primer análisis genético publicado se remonta al año 1984, realizado por el médico Carlos Valenzuela Yuraidini.[1]

Según los principales estudios publicados, la población chilena tiene una composición genética compuesta por un origen europeo-caucásico y un origen amerindio. Esta distribución, sin embargo, tiene marcadas diferencias dependiendo de factores socioeconómicos y geográficos. Así, los grupos de ingresos altos presentan mayores niveles de presencia genética europea, mientras los grupos de bajos ingresos tienen mayor dominancia étnica amerindia.[2][3] En cuanto a distribución geográfica, la participación europea es mayor en las regiones del centro del país y la Patagonia, mientras la participación amerindia aumenta en las regiones del norte y sur del país. Si bien la presencia de genes asociados a orígenes africanos es baja en todo el país, esta aumenta levemente en las regiones del extremo norte.[4][5]

Estudios genéticos generales

Europeo Americano Africano Asiático Estudio, notas y referencias
67,9 %32,1 %Valenzuela et al. (1984): Marco de referencia sociogenético para los estudios de salud pública en Chile.
Fuente: Revista Chilena de Pediatría.[1][6][n 1]
64,0 %35,0 %Cruz-Coke et al. (1994): Genetic epidemiology of single gene defects in Chile.
Fuente: Universidad de Chile.[2]
51,6 %42,1 %6,3 %Oliveira (2008): O impacto das migrações na constituição genética de populações latino-americanas, fuente: Universidad de Brasilia.[7] Posteriormente referenciada y promediada con Fuentes et al. (2014), en Fuerst et al. (2016).[8]
51,9 %44,3 %3,8 %Fuentes et al. (2014): Gene geography of Chile: Regional distribution of American, European and African genetic contributions, fuente: PubMed.[5] Muestra replicada en Ruiz-Linares et al. (2014).[9]
54,0 %43,4 %2,6 %Eyheramendy et al. (2015). Genetic structure characterization of Chileans reflects historical immigration patterns.

Resultado promedio de tres modelos diferentes (Lamp-ld, Rfmix, particular).[n 2] Fuente: Nature.[4]

57,2 %38,7 %2,5 %1,7 %Homburger et al. (2015): Genomic Insights into the Ancestry and Demographic History of South America.
Fuente: Plos One Genetics.[10]

Estudios en grupos socioeconómicos

Según Valenzuela (1984), en Vanegas et al (2008):[6]

Nivel socioeconómico Porcentaje de la población Aporte europeo Aporte amerindio
Alto5%100%0%
Medio20%80%20%
Bajo75%60-65%35-40%

Cruz-Coke et al. (1994) también estudio la composición genética de los distintos niveles socieconómicos:[2]

Ciudad Nivel socioeconómico Aporte europeo Aporte amerindio
Gran Santiago Alto91%9%
Medio70%30%
Bajo41%59%
Gran Valparaíso Alto73%27%
Medio68%32%
Bajo48%52%

Acuña et al. (2002) hace un análisis a las clases medias y bajas de Chile, con los siguientes resultados:[11]

Nivel socioeconómico Aporte europeo Aporte amerindio
Estrato socioeconómico medio76,3%23,7%
Estrato socioeconómico bajo62,9%37,1%

Bermedo et al. (2017) reutilizan la muestra de Ruiz-Linares et al. (2014) para generar una descomposición por clase social, con los siguientes resultados:[3]

Nivel
Socioeconómico
Aporte amerindio
A (est. HGDP)
Aporte mapuche
B (no HGDP)
Aporte aimara
C (no HGDP)
Aporte europeo
1—2% AFR—A
1—3% AFR—BC
ABC128,0%34,0%1,0%70,0%—62,0%
C236,0%38,0%6,0%62,0%—53,0%
C340,0%40,0%8,0%58,0%—49,0%
DE39,0%40,0%7,0%59,0%—50,0%

Estudios regionales

Estudios en metrópolis

Distribución regional de la ancestría europea, indígena y africana en Chile.

Cruz-Coke et al. (1994) determinó que la composición genética de tres ciudades del centro de Chile era la siguiente:[2]

Región Aporte europeo Aporte amerindio
Gran Concepción75%25%
Gran Santiago Este81%19%
Gran Santiago Norte61%39%
Gran Valparaíso77%23%

Estudios en regiones

Según el método Lamp-ld de Eyheramendy et al. (2015),[4] como así también el trabajo de Fuentes et al. (2014),[5] dan muestra de resultados a nivel de regiones:

Regiones Aporte europeo
Aporte amerindio
Aporte africano
EstudioEy-2015Fu-2014Ey-2015Fu-2014Ey-2015Fu-2014
Arica-Parinacota50,0%44,8%46,2%51,1%3,9%4,1%
Tarapacá50,0%41,2%46,2%53,1%3,9%5,7%
Antofagasta50,0%44,2%46,2%50,6%3,9%5,0%
Atacama50,0%47,0%46,2%51,2%3,9%1,9%
Coquimbo50,0%44,9%46,2%52,1%3,9%3,0%
Valparaíso57,1%53,6%40,4%42,1%2,5%4,3%
Metropolitana57,1%54,9%40,4%40,6%2,5%4,5%
O'Higgins57,1%56,6%40,4%40,5%2,5%2,9%
Maule55,6%54,8%42,4%43,0%2,0%2,2%
Bíobío[n 3]55,6%51,1%42,4%45,3%2,0%3,6%
La Araucanía48,9%43,7%49,5%53,2%1,6%3,1%
Los Ríos48,9%43,8%49,5%53,8%1,6%2,5%
Los Lagos48,9%47,5%49,5%50,2%1,6%2,3%
Aysén51,7%44,2%46,9%55,6%1,3%0,3%
Magallanes51,7%56,8%46,9%41,1%1,3%2,2%

Estudios semirregionales

  • 49,0 % europeo; 48,0 % americano; 5,0 % africano (Ruiz-Linares et al., 2014): Admixture in Latin America: Geographic Structure, Phenotypic Diversity and Self-Perception of Ancestry, fuente: PLoS Genetics.[9] Estudio hecho en Arica, con 2/3 de la muestra provenientes de militares, proveniente de Fuentes et al. (2014), y 1/3 de estudiantes de la Universidad de Tarapacá. Muestra posteriormente reutilizada por Montalva et al. (2018) para estudios sobre persistencia de la lactasa.[12]

Por grupos étnicos

Ruiz-Linares et al. (2014) indagó la composición genética de acuerdo a la autopercepción étnica de la muestra tomada en Arica, 2/3 militar y 1/3 estudiantes de la Universidad de Tarapacá. Los resultados se muestran en la siguiente tabla:[9]

Grupo étnico Proporción de la muestra Aporte africano Aporte amerindio Aporte europeo
Negro0,9%13%48%39%
Blanco37,9%5%40%54%
Indígena9,0%3%76%22%
Mestizo52,2%5%47%49%

En pueblos indígenas

En consideración del número de apellidos americanos en progenitores, el promedio estimado para descendientes de americanos en el año 2015 es así:[13]

Número de apellidos indígenas en progenitores Promedio europeo Promedio americano
0 de 4 (88,3%)62,0%38,0%
1 de 4 (6,6%)50,0%50,0%
2 de 4 (2,8%)40,0%60,0%
3 de 4 (1,2%)30,0%70,0%
4 de 4 (1,0%)18,0%82,0%

De acuerdo a Cruz-Coke et al. (1994), la composición genética en aislamientos indígenas de Chile se distribuyó de la siguiente forma:[2]

Pueblo Aporte amerindio Aporte europeo
Alacaluf91%9%
Atacameño88%12%
Aimara96%4%
Mapuche77%23%
Pehuenche95%5%

Rocco et al., (2002),[14] y García et al., (2004),[15] generan una recopilación de los haplogrupos matrilineales dominantes de origen americano, diferenciado por zona geográfica, población y/o aislamiento indígena, a partir de los estudios de Merriwether et al., (1995), Moraga et al., (2000), Lalueza et al., (1996) y sus propias aportaciones. Los resultados, que son los siguientes, muestran una gran diversidad en el componente americano materno, dominante tanto entre poblaciones y aislamientos indígenas como en la muestra no indígena, y con una variación y diferencias importantes entre norte y sur:[14][15]

Localidad o población indígena h. mt.
A
h. mt.
B
h. mt.
C
h. mt.
D
Total mt.
ABCD
Fuente
aimaras 17,0%68,0%12,0%13,0%98,0%Merriwether et al. (1995)
aimaras 27,0%57,0%18,0%16,0%98,0%Rocco et al. (2002)
atacameños 112,0%72,0%11,0%6,0%100,0%Merriwether et al. (1995)
atacameños 29,0%61,0%26,0%4,0%100,0%Rocco et al. (2002)
Santiago 17,0%21,0%33,0%23,0%84,0%Rocco et al. (2002)
Santiago 27,0%26,0%31,0%20,0%84,0%Rocco et al. (2002)
huilliches3,8%28,8%18,8%48,8%100,0%Merriwether et al. (1995)
Carelmapu (Maullín)4,3%29,8%38,3%25,6%98,0%García et al. (2004)
Quetalmahue (Ancud)0,0%30,9%35,7%26,1%92,7%García et al. (2004)
Detif (Puqueldón)11,1%22,2%37,0%29,6%89,9%García et al. (2004)
mapuches0,0%7,2%44,1%48,6%99,9%Moraga et al. (2000)
pehuenches 12,9%10,5%41,0%45,6%98,0%Moraga et al. (2000)
pehuenches 22,0%9,0%37,0%52,0%100,0%Merriwether et al. (1995)
Laitec (Quellón)0,0%0,0%35,7%57,1%92,8%García et al. (2004)
fueguinos0,0%0,0%42,2%56,8%100,0%Lalueza et al. (1996)
yámanas0,0%0,0%48,0%52,0%100,0%Moraga et al. (2000)

En base a la tabla anterior, se hace una comparación de proporciones haplogrupales, de las herencias americanas respecto a pueblos nativos orientales:

Localidad o población oriental h. mt.
A
h. mt.
B
h. mt.
C
h. mt.
D
h. Y
Q
Fuente h. mt. ABCD Fuente h. Y-Q Similitud matrilineal Similitud a nativoamericanos
teóricamente puros
yakutios (Yakutsk)
(Sajá-Yakutia, Rusia)
2,4%2,8%45,7%32,9%s.d.Fedorova et al. (2013)[16]79,8% mapuches
77,1% pehuenches
75,1% fueguinos
39,9% mapuches
38,6% pehuenches
37,6% fueguinos
kets (Yeniséi)
(Siberia Central, Rusia)
7,9%0,0%s.d.2,6%93,8%Starikovskaya (2005)[17]Karafet (2002)[18]52,2% atacameños
49,4% pehuenches
48,2% mapuches
karakalpakís (Yomud)
(Karakalpakstan, Uzbekistán)
s.d.s.d.s.d.20,0%73,0%Comas et al. (2004)[19]Skhalyakho (2016)[20]20% mapuches y fueguinos46,5% mapuches
46,5% huilliches
46,5% fueguinos

Por líneas de herencia

  • 8,5 % amerindio por línea paterna (DYS199T: ADN-y); 88,2 % amerindio por línea materna (ADN-mt) en Vieira-Machado et al. (2016): Uniparental ancestry markers in Chilean populations.[21]
  • 11,0 % europeo; 88,0 % amerindio; 1,0 % africano; por línea materna (ADN-mt) en Gómez-Carballa et al. (2016): Revealing latitudinal patterns of mitochondrial DNA diversity in Chileans.[22]

Notas

  1. Resultados a partir de la descomposición por grupos socioeconómicos de (Valenzuela, 1984), citado en (Vanegas et al, 2008): Los estratos sociogenéticos son: alto (5%), de población sin componente amerindio, un estrato medio (20%) con 20% de mezcla amerindia, y un estrato bajo (75%) con 35% a 40% de mezcla amerindia.[6] Aporte europeo deducido.
  2. Resultados de los tres modelos aplicados en (Eyheramendy et al, 2015): 55,2 % europeo; 42,4 % americano; 2,4 % africano según (modelo Lamp-ld); 54,4 % europeo; 43,2 % americano; 2,4 % africano según (modelo Rfmix); y 52,3 % europeo; 44,7 % americano; 3,0 % africano según (modelo propio).[4]
  3. A la fecha de los estudios, la Región de Ñuble no había sido creada, por lo que el análisis de esta población fue incorporada dentro de la Región del Biobío, de la que formó parte hasta 2018.

Referencias

  1. Valenzuela C. (1984). Marco de Referencia Sociogenético para los Estudios de Salud Pública en Chile. Revista Chilena de Pediatría; 55: 123-7.
  2. Cruz-Coke, Ricardo (1994). «Genetic epidemiology of single gene defects in Chile» (PDF). Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (Santiago de Chile). Consultado el 7 de octubre de 2011.
  3. Bermejo, Justo Lorenzo; Boekstegers, Felix; Silos, Rosa González; Marcelain, Katherine; Benavides, Pablo Baez; Ponce, Carol Barahona; Müller, Bettina; Ferreccio, Catterina et al. (25 de mayo de 2017). «Subtypes of Native American ancestry and leading causes of death: Mapuche ancestry-specific associations with gallbladder cancer risk in Chile». PLOS Genetics (en inglés) 13 (5): e1006756. ISSN 1553-7404. PMC 5444600. PMID 28542165. doi:10.1371/journal.pgen.1006756. Consultado el 30 de abril de 2022.
  4. Eyheramendy, Susana; Martinez, Felipe I.; Manevy, Federico; Vial, Cecilia; Repetto, Gabriela M. (17 de marzo de 2015). «Genetic structure characterization of Chileans reflects historical immigration patterns». Nature Communications (en inglés) 6 (1): 6472. ISSN 2041-1723. doi:10.1038/ncomms7472. Consultado el 30 de abril de 2022.
  5. Fuentes, Macarena; Pulgar, Iván; Gallo, Carla; Bortolini, María-Cátira; Canizales-Quinteros, Samuel; Bedoya, Gabriel; González-José, Rolando; Ruiz-Linares, Andrés et al. (2014-03). «Gene geography of Chile: Regional distribution of American, European and African genetic contributions». Revista médica de Chile 142 (3): 281-289. ISSN 0034-9887. doi:10.4067/S0034-98872014000300001. Consultado el 30 de abril de 2022.
  6. Vanegas, J.; Villalón, M.; Valenzuela, C. (2008). Consideraciones acerca del uso de la variable etnia/raza en investigación epidemiológica para la Salud Pública: A propósito de investigaciones en inequidades. Revista Médica de Chile, 136(5), 637-644. doi: 10.4067/S0034-98872008000500014.
  7. de Oliveira Godinho, Neide Maria (2008). «O impacto das migrações na constituição genética de populações latino-americanas». Universidad de Brasilia. Consultado el 30 de abril de 2022.
  8. «Admixture in the Americas: Regional and National Differences». Consultado el 7 de agosto de 2018.
  9. Ruiz-Linares et al (2014). «Admixture in Latin America: Geographic Structure, Phenotypic Diversity and Self-Perception of Ancestry». Consultado el 3 de abril de 2017.
  10. Homburguer et al (2015). Genomic Insights into the Ancestry and Demographic History of South America 11 (12). PloS One Genetics. doi:10.1371/journal.pgen.1005602. Consultado el 19 de agosto de 2016.
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  12. Montalva, N.; Adhikari, K.; Liebert, A.; Mendoza, J. (2018). Adaptation to milking agropastoralism in Chilean goat herders and nutritional benefit of lactase persistence. Annals of Human Genetics · September 2018 with 249 Reads. doi: 10.1111/ahg.12277.
  13. Cifuentes, Lucía (13 de octubre de 2015). «"Todos somos mestizos"». Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (Santiago). Archivado desde el original el 1 de junio de 2017. Consultado el 30 de abril de 2022.
  14. Rocco P, Paola; Morales G, Carmen; Moraga V, Mauricio; Miquel P, Juan Francisco; Nervi O, Flavio; Llop R, Elena; Carvallo S, Pilar; Rothhammer E, Francisco (2002-02). «Composición genética de la población chilena: Distribución de polimorfismos de DNA mitocondrial en grupos originarios y en la población mixta de Santiago». Revista médica de Chile 130 (2): 125-131. ISSN 0034-9887. doi:10.4067/S0034-98872002000200001. Consultado el 30 de abril de 2022.
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  22. Gómez-Carballa et al (2016). Revealing latitudinal patterns of mitochondrial DNA diversity in Chileans. Science Direct. doi:10.1016/j.fsigen.2015.10.002. Consultado el 19 de agosto de 2016.
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