Fujishock
Se conoce como Fujishock (o Fujichoque)[1] al plan económico neoliberal realizado durante el gobierno de Alberto Fujimori. Fue realizado dos días después de llegar a la presidencia, en 1990, como medida drástica para ajustar la economía del país que se adoptó previamente en el primer gobierno de Alan García en la llamada década perdida.[2][3][4]
Contexto
Durante la campaña electoral presidencial que obtuvo su victoria en 1990, Alberto Fujimori no presentó una política económica para su gobierno,[5] aunque ya se conocía la crisis económica que atravesaba con una caída del PBI a la décima parte en la denominada década perdida.[6] Estaba convencido de que adoptaría soluciones económicas neoliberales después de asumir el cargo, probablemente por los creadores del Plan de Gobierno (Plan Verde) asociados a los servicios militares especiales.[7][8] En 1990, la situación económica del Perú fue delicada: un porcentaje significativo de la población vivía en la pobreza, el presupuesto estatal no estaba equilibrado, faltaban fondos para pagar la deuda externa y la hiperinflación continuaba.[9] Las reformas neoliberales, inspiradas en el consenso de Washington y políticas similares ya seguidas por varios países latinoamericanos, también fueron sugeridas antes de 1990 por el oponente más serio de Fujimori en las elecciones presidenciales: Mario Vargas Llosa y su base política.[7]
En julio de 1990, durante la visita del presidente electo Fujimori a Japón y Estados Unidos,[10] se enteró de que la falta de reformas en Perú (incluida la falta de control de la inflación) terminaría por excluir al país de la comunidad financiera internacional y perdería el apoyo del exterior. En relación con este tipo de presiones y la adopción por parte de Fujimori del Plan de Gobierno como su propia plataforma política, el 8 de agosto de 1990 se anunció un programa de reformas radicales por recomendación de los especialistas Hernando de Soto y Carlos Rodríguez Pastor.[11] Por este motivo, el programa de estabilización se conoció comúnmente como Fujishock.[12] Este suceso se hizo público en un mensaje de la nación por Miller en ese día con su frase de despedida «¡Que Dios nos ayude!».[3]
Planificación
El principal propulsor del plan de políticas de choque fue el ministro de Economía, Juan Carlos Hurtado Miller, y su principal objetivo fue introducir una disciplina monetaria y fiscal junto a la reducción considerable del déficit presupuestario.[13] Fujishock también supuso una liberalización total de los precios, entre ellos, un aumento de los precios de los combustibles en un 3000% (de 41 800 intis a 1 200 000 intis por galón),[5][14][15] la modificación de las tarifas y su fijación a un nivel entre el 10 y el 50% (para mercancías importadas), una limitación radical de las restricciones relacionadas con la importación de objetos a Perú, la abolición de las restricciones al flujo de capital extranjero, la reforma tributaria, incluida la suspensión de todas las deducciones y la fijación del nivel del impuesto sobre las ventas en 14%, la reducción de los préstamos preferenciales para la agricultura, el aumento del salario mínimo en 300 % y el pago de una compensación adicional por el monto de un salario mensual por cada empleado.[12]
También se ha unificado el valor del mercado, entre ellas, está la eliminación del dólar M.U.C. (siglas de Mercado Único de Cambios).[16]
El aumento de los precios de los productos fabricados en empresas estatales, combinado con la liberalización de precios en el sector privado, conseguía activar el mecanismo de autorregulación del mercado, dotar al gobierno de los ingresos necesarios y frenar el endeudamiento del Banco Central de Reserva.[12][17]
Principales medidas del programa de agosto de 1990
Fuente:[18]
Política cambiaria | Política monetaria | Política fiscal | Política salarial |
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Efectos
Contrariamente a las suposiciones de los creadores, el Fujishock no trajo resultados inmediatos. Meses después del discurso de Miller, no se detuvo la caída del PBI y no se eliminó la inflación. Las protestas sociales contra el programa fueron menores,[12] y las liquidaciones de las entidades bancarias fueron alrededor de una docena antes del autogolpe de 1992.[17] Pese a ello el Departamento de Estado de EUA elogió esta medida en su comunicado.[1]
Según Félix Jiménez la inflación monetaria en 1990 alcanzó al récord de 7649.6 %.[19] Mientras que el Banco Mundial calculó que en agosto de 1990 fue del 12379%.[20] En noviembre de 1991 se estimó que el índice se redujo al 140% mensual.[21]
En febrero de 1991, cuando eran necesarios nuevos aumentos de precios y salarios para mantener la estabilidad de la economía, Alberto Fujimori llevó al empresario Carlos Boloña Behr, también partidario del libre mercado, al cargo de ministro de Economía. Subió los impuestos, trabajó para eliminar los obstáculos estructurales a la estabilización económica del estado y así lograr el equilibrio presupuestario. También se han reducido los aranceles aduaneros y se ha iniciado un amplio proceso de privatización. El nuevo ministro llegó a un acuerdo con el FMI, logrando apoyo para reformas en Perú.[12][22] En total se realizaron 178 decretos para liberalizar los mercados e impulsar la inversión privada.[23]
Contrariamente a los anuncios del gobierno, el Fujishock no se asoció con paliar a la pobreza.[24] Aunque el número de personas que vivían en la pobreza extrema se redujo entre 1991 y 1997 (del 26.7 % de la población al 14.7 %), la tasa de pobreza general seguía siendo del 50% para el año 2000.[24] Según Piotr Latinski, el fujishock no consiguió elevar el nivel económico del habitante medio del Perú ni obtuvo cambios radicales en la estructura social. Además, ante el crecimiento generalizado del número de habitantes del país, en términos absolutos, también incrementó el número de personas en situación de pobreza.[25] La Iniciativa Nacional de Anticorrupción señaló que hubo una pérdida en el PBI, y que Proética (de Transparencia Internacional) señaló que «la corrupción en el régimen fujimorista incidió claramente en los altos niveles de pobreza que afrontó el país».[26]
Entre 1990 y 1996 se redujo la tasa de natalidad nacional (de 62 a 43 por mil), el número de viviendas sin agua (de 40% a 33%) y las viviendas sin electricidad (del 43 % al 35 %).[12] Finalmente, se combatió la hiperinflación y Perú se convirtió en el país líder de América Latina en términos de inversión extranjera. El índice del PBI y los salarios reales también aumentaron.[12] Los sistemas de salud y educación aún funcionaban a un bajo nivel, y la modernización de la economía aumentó las brechas sociales. No obstante, el mercado laboral en Perú se volvió menos estable y la informalidad laboral aumentó.[25]
Véase también
Referencias
- Comas, José (10 de agosto de 1990). «Cuatro muertos a balazos tras el 'fujichoque'». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 18 de enero de 2022.
- «Hoy se cumplen 29 años del 'Fujishock', una de las medidas más drásticas en la economía peruana (VIDEO)». Correo. 9 de agosto de 2019. Consultado el 18 de enero de 2022.
- PERÚ, NOTICIAS EL COMERCIO (8 de agosto de 2019). «A 29 años del "Fujishock": estado de la economía de los años noventa | ECONOMIA». El Comercio Perú. Consultado el 18 de enero de 2022.
- «Fujishock». Debate (Apoyo Comunicaciones) XX (100): 97-98. Mayo-Junio de 1998. Consultado el 30 de abril de 2023.
- Robinson, Eugene (26 de setiembre de 1990). «'FUJISHOCK' PULLS PERU UP SHORT». The Washigton Post. Consultado el 18 de enero de 2022.
- Palacios Rodríguez, Raúl (Noviembre de 2014). «El retorno a la democracia». En López Martinez, Héctor, ed. Historia de la República del Perú [1933-2000] 18. Lima: Producciones Cantaria. pp. 239-240. ISBN 978-612-306-400-6.
- Łaciński, Piotr (2006), Peru między populizmem a liberalizmem, Varsovia: Oficyna Wydawnicza ASPRA-JR, pp. 166-168, ISBN 83-89964-91-0, OCLC 749142156.
- Tanaka, Martín; Marcus-Delgado, Jane (2001). Lecciones del final del fujimorismo : la legitimidad presidencial y la acción política (I edición). Instituto de Estudios Peruanos. p. 18. ISBN 9972-51-062-X. OCLC 49696614. Consultado el 18 de enero de 2022.
- PERU21, NOTICIAS (8 de agosto de 2020). «A 30 años del ‘Fujishock’ y el “¡Qué Dios nos ayude!”». Peru21. Consultado el 18 de enero de 2022.
- Tanaka, Martín; Marcus-Delgado, Jane (2001). Lecciones del final del fujimorismo : la legitimidad presidencial y la acción política (I edición). Instituto de Estudios Peruanos. p. 32. ISBN 9972-51-062-X. OCLC 49696614. Consultado el 18 de enero de 2022.
- «'Fujishock': Hoy se cumplen 25 años del "que Dios nos ayude" | VIDEO». larepublica.pe. 7 de agosto de 2015. Consultado el 18 de enero de 2022.
- Łaciński, Piotr (2006), Peru między populizmem a liberalizmem, Varsovia: Oficyna Wydawnicza ASPRA-JR, pp. 169-171, ISBN 83-89964-91-0, OCLC 749142156.
- Murakami, Yusuke (2012). Perú en la era del chino: la política no institucionalizada y el pueblo en busca de un salvador. Ideología y Política (Segunda edición revisada y actualizada). Instituto de Estudios Peruanos. p. 243. ISBN 978-9972-51-345-9. Consultado el 27 de septiembre de 2023. «Once días después de la toma de posesión de Fujimori, el 11 de agosto en la noche, Hurtado Miller, Primer Ministro y ministro de Economía y Finanzas, anunció en un discurso transmitido por los medios de comunicación la imposición de una serie de medidas de emergencia imprescindibles para reducir la inflación y poder situarla a fines de 1991 por debajo del promedio latinoamericano; ellas consistieron, fundamentalmente, en la revisión de las tarifas de servicios públicos, la mejora del tesoro público contemplándose incluso el alza de los precios de determinados productos básicos controlados por el gobierno, la introducción del libre cambio de divisas y la eliminación del sistema de dos tasas de cambio tomado por el gobierno anterior para proteger la industria doméstica, la liberalización del comercio exterior, la realización de ayuda social de emergencia y la reconciliación con las organizaciones financieras internacionales. La mayoría de estas medidas constituían “políticas de choque” —propuestas por el Frente Democrático pero rechazadas en su campaña por Fujimori— que, dada su naturaleza, afectaron duramente la vida de la gente común. Al ser ejecutadas por Fujimori, fueron denominadas “Fujishock“ ».
- «'Fujishock' fue doloroso pero necesario, asegura Hurtado Miller». canaln.pe. Consultado el 18 de enero de 2022.
- Brooke, James (12 de agosto de 1990). «Peru's Poor Feel Hardship of 'Fuji Shock' Austerity». The New York Times (en inglés estadounidense). ISSN 0362-4331. Consultado el 18 de enero de 2022.
- AFP (10 de agosto de 1990). «FUJISHOCK CAUSA CONMOCIÓN». El Tiempo. Consultado el 18 de marzo de 2022.
- Romero, Lucía (1992). «La economía después del golpe». Argumentos (Instituto de Estudios Peruanos) (1): 7-9. ISSN 2076-7722. Consultado el 21 de agosto de 2022.
- Velarde, J. (1 de enero de 1992). El programa económico de agosto de 1990: Evaluación del primer año. Consorcio de Investigación Económica. p. 18.
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- «Qué lecciones puede sacar Venezuela de las hiperinflaciones en Perú, Nicaragua y Bolivia, las peores registradas en América Latina». BBC News Mundo. Consultado el 18 de enero de 2022.
- Gorriti, Gustavo (26 de noviembre de 1991). «El Gobierno de Fujimori consigue un espectacular decenso de la inflación». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 18 de enero de 2022.
- Verdera, Francisco (1992). «A un año del programa económico del Perú acordado con el FMI». Argumentos (Instituto de Estudios Peruanos) (1): 13-14. ISSN 2076-7722. Consultado el 21 de agosto de 2022.
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- Łaciński, Piotr (2006), Peru między populizmem a liberalizmem, Varsovia: Oficyna Wydawnicza ASPRA-JR, pp. 172-173, ISBN 83-89964-91-0, OCLC 749142156.
- «La corrupción en el régimen fujimorista aumentó la pobreza extrema». La República (Perú). 17 de abril de 2011. Archivado desde el original el 20 de mayo de 2013. Consultado el 19 de julio de 2022.