Geografía de Michoacán

El estado de Michoacán se ubica en el centro-oeste del territorio mexicano. Limita al norte con los estados de Guanajuato y Querétaro, al este con el Estado de México, al sur con Guerrero al suroeste con el océano Pacífico y el noroeste con Colima y Jalisco. Cubre una superficie de 58 599 km², que representa el 3  % de la superficie total del país,[1] por lo que ocupa el lugar número 16 en extensión entre las 32 entidades federativas de México. Se encuentra ubicado entre las coordenadas 17° 55' y 20° 24' de latitud norte, y las coordenadas 100° 04' y 103° 44' de longitud oeste.[2]

Geografía de Michoacán
Localización
Continente América
Región América del norte
División México México
Características geográficas
Superficie 58 599 km²
Línea de costa 228 km
Características singulares
Lago más grande Cuitzeo
Puntos extremos
Punto más bajo Nivel del mar
Punto más alto Pico de Tancítaro (3840 m s. n. m.)
 

Geografía física

Fisiografía

México tiene una vasta diversidad de formas del relieve que incluyen además su propia variedad de paisajes.[3] En este sentido, su territorio se puede regionalizar en provincias fisiográficas: conjuntos estructurales de origen geológico uniforme que tienen su morfología propia.[3] Estas provincias se dividen, además, en subprovincias diferenciadas por sus características particulares.[3]

De modo general, el estado de Michoacán está enmarcado dentro de la provincia del Eje Neovolcánico (45,7 % de su superficie).[4] Su origen es el resultado de la subducción de la placa de Cocos debajo de la corteza continental de México, lo que provoca que los magmas asciendan a la superficie.[5] Esta provincia se divide en las subprovincias: Depresión de Chapala (6 %), Sierras y Bajíos Michoacanos (10,7 %), Mil Cumbres (8.4 %), Neovolcánica Tarasca (13,2 %), Escarpa Limítrofe del Sur (6,6 %) y Otros (0,7 %).[4]

Al sur del estado se encuentra la provincia de la Sierra Madre del Sur (54,3 % de su superficie).[6]Está dividida en las subprovincias: Cordillera Costera del Sur (27 %), Depresión del Balsas (15,7 %), Depresión de Tepalcatepec (4,7 %), Costas del Sur (6,6 %) y Otros (0,3 %).[6]

Tanto el Eje Neovolcánico como la Sierra Madre del Sur están delimitados por el terreno estrato-tectónico compuesto Guerrero, cuya formación fue el resultado de múltiples secuencias de arcos volcánicos, de diversa intensidad magmática en el Jurásico tardío hasta el Cretácico temprano,[7] que se incorporaron a la corteza continental mexicana durante el Mesozoico.[8]

Eje Neovolcánico

Principales elevaciones de Michoacán[4]
Elevación Altitud
Pico de Tancítaro 3840 m s. n. m.
Cerro el Campanario 3640 m s. n. m.
Cerro San Andrés 3600 m s. n. m.
Cerro Patamban 3500 m s. n. m.
Cerro la Nieve 3440 m s. n. m.
Sierra de Chincua 3400 m s. n. m.
Cerro el Tecolote 3360 m s. n. m.
Cerro el Zirate 3340 m s. n. m.
Cerro de Enmedio 3320 m s. n. m.
Cerro el Cacique 3200 m s. n. m.
Cerro el Águila 3080 m s. n. m.
Cerro Uripitijuata 3000 m s. n. m.
Cerro Azul 2780 m s. n. m.
Volcán Paricutín 2760 m s. n. m.
Quinceo 2740 m s. n. m.

De los sectores que componen el Eje Neovolcánico, Michoacán se halla en el sector Central, cuya antigüedad se remonta a 11-17 millones de años y presenta un basamento de la era Mesozoica relacionado con magmatismo marino y al terreno Guerrero.[9] En este sector se encuentra el campo volcánico Michoacán-Guanajuato, que contiene alrededor de 1000 conos monogenéticos[10]  —pequeños, de corta duración y con una sola erupción―.

Una de sus subprovincias la conforma la «Depresión de Chapala». Ésta se formó por actividad tectono-volcánica que ha ocasionado además un conjunto de fallas extensionales de orientación norte-sur y noroeste-sureste, lo que dio origen a su vez a sistemas de horst-graben; en Michoacán son parte de esta depresión la Ciénega de Chapala y los valles de Zamora y Chavinda, entre otras planicies.[11] De la misma subprovincia se desprenden las sierras de Jalisco —que se adentran al estado—, de procedencia volcánica y tectono-volcánica, a partir de arcos magmáticos durante el Mioceno medio-tardío y el Plioceno tardío, suscitados por la interacción entre la placa Norteamericana y la placa de Cocos.[12] Como parte de estas sierras en el estado se encuentran la sierra de Pajacuarán, al margen de la Depresión de Chapala, y las sierras de Tarecuato y San Ángel, entre el valle o rift de Cotija, uno de los tantos valles transversales de origen tectónico de las sierras.[12]

Al norte de la entidad se localizan las «Sierras y Bajíos Michoacanos». Al occidente de esta subprovincia se encuentra la Depresión del río Lerma, de origen volcánico y estructural, cuya erosión ha formado planicies —han sido moldeadas por procesos fluviales y están rodeadas de lomeríos y montañas de idéntico origen— entre las que se encuentran los valles del Lerma, Puruándiro y de Penjamillo; se destacan además las sierras de Zirato, Penjamillo y Purépero. Al oriente, se presentan depresiones de origen volcánico, como la del Lago de Cuitzeo, la ciénega de Zacapu y el valle de Coeneo-Huaniqueo.[11]

Al noroeste del estado se encuentra la subprovincia «Mil Cumbres», un macizo creado en los sistemas estructurales de la falla mayor de Tzitzio, de orientación nornoroeste-sursureste y con una separación longitudinal en un graben al este y un semigraben al oeste, además de bloques basculados[nota 1] en el sur.[13] Está también asociado con el sistema estructural Acambay-Morelia.[14] La actividad de los dos sistemas estructurales ha propiciado el levantamiento del bloque central entre ambos, a modo de un horst con dirección noroeste-sureste con estructuras volcánicas internas[15] que han formado las sierras de Mil Cumbres (Otzumatlán), San Andrés, Fraile, Ucareo, Angangueo y Tlalpujahua.[14] Las planicies de Maravatío y Contepec, albergadas en la subprovincia, son de origen volcánico y estructural.[14]

Nacimiento del volcán Paricutín en 1943.

La subprovincia «Altiplanicie Neovolcánica Tarasca», también conocida como Meseta Purépecha, es donde se ha producido la mayor actividad volcánica en el Eje Neovolcánico, al generar aparatos volcánicos monogenéticos desde el Cuaternario, como el Paricutín (1943) y El Jorullo (siglo XVIII).[14] Los conos volcánicos en esta región han producido, debido a sus derrames de lava grandes superficies conocidas como malpaís,[16] así como han dado lugar a sierras como la de Comanja-Nahuatzen, Paracho, Tancítaro, Patamban, Acuitzio, del Tigre (Quiroga) y Tingambato.[17] Los volcanes posibilitan la generación de corrientes de agua sobre los valles intermontanos, lo que ha dado lugar a lagos como el de Pátzcuro y Zirahuén, por nombrar unos ejemplos.[18]

Entre la Meseta Purépecha y la Depresión de Tepalcatepec se encuentra una macropendiente con bastante inclinación denominada «Escarpa Limítrofe Sur».[18]

Sierra Madre del Sur

La Sierra Madre del Sur es un terreno originalmente alóctono a la masa continental que conformaba México, compuesto por bloques corticales delimitados por fallas y unidades litólogicas distintas, los cuales llegan a formar terrenos tectono-estatigráficos con características específicas.[18] La parte michoacana se enmarca dentro de lo que es el terreno Guerrero, y las subprovincias que la conforman son el resultado de procesos geológico-morfológico originados de la interacción entre la placa de Cocos y la placa continental Norteamericana, y de la reconstrucción neotéctonica de la morfoestructura paleomesozoica anterior.[19]

El límite entre la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico lo conforma la subprovincia «Depresión de Tepalcatepec», un área formada por una secuencia volcano-sedimentaria del Pleistoceno-Holoceno y por depósitos fluviales que proceden de la Meseta Purépecha; su relieve más abundante son las planicies con algunas rampas de piedemonte erosivo-denudativas que se encuentran en el oeste y el este de la subprovincia, así como una pequeña cantidad de montañas volcánicas en la sierra de Acahuato y conos de ceniza con derrames de lava al este.[20]

Presa Infiernillo en temporada seca.

La subprovincia «Depresión del Balsas» se encuentra al noreste de la Cordillera Costera Sur y al sur del Mil Cumbres; presenta un basamento de rocas metamórficas del Jurásico con cubertura de secuencias marinas del Cretácico generadas por un arco volcánico; y está formada de modo general por Sierras y valles intermontanos.[21] La subprovincia se relaciona con el subterreno Zihuatanejo del terreno Guerrero: se divide al oriente en la «sucesión volcano-sedimentaria Huetamo», donde se han encontrado afloramientos de rocas metaturbidíticas precretácicas, del mismo modo que sucesiones continentales y marinas; al occidente, por otro lado, se divide en la sucesión volcano-sedimentaria Zihuatanejo-Colima.[20] Al noroccidente de la depresión del Balsas se encuentra la formación Cutzamala, que se conforma de sucesiones de conglomerados, limolitas y areniscas, en la que se identifican facies sedimentarias, debido a depósitos fluviales y valles inundables.[22] Su formación remonta el Paleoceno tardío.[23] Al este de la formación Cutzamala se encuentra la sucesión Huetamo, con mesetas de aluvión, cañadas, valles y sierras del Neógeno, conformado por rocas plutónicas pertenecientes al Cretácico-Paleógeno.[22] Al oriente de la depresión del Balsas el relieve está constituido por montañas de origen téctono-volcánico, con una rampa de piedemonte entre el municipio de Nocupétaro y el municipio de Turicato, de origen coluvial.[22] Al centro de la depresión, se ubica el anticlinal de Tzitzio, una discordancia estatigráfica que va de norte a sur, de Mil Cumbres hasta Huetamo, y separa rocas del Mesozoico arriba de las del Cenozoico;[22] eran materiales depositados que se plegaron y se distorsionaron entre el Triásico-Jurásico.[24] El relieve es de origen estructuro-tectónico y predominan las montañas.[25] Al sur de la megaforma del Balsas se localiza la formación San Lucas, una sucesión marina de turbiditas al sur y de conglomerados, lutitas y areniscas al norte; rodea el anticlinal de Tzitzio y en en la formación se encuentra una falla de norte-sur.[25]

Al sur de la depresión de Tepalcatepec se encuentran las «Cordilleras Costeras del Sur», las cuales están relacionadas con el terreno Guerrero, resultado de la subducción de la placa de Cocos por debajo de Norteamericana que formó elementos morfotectónicos en el borde del continente, debido a la ausencia de subducción de porciones menos densas, que crecen y se deforman al transcurrir los años.[26] En esta zona el único subterreno entre los que se divide el terreno Guerrero que se encuentra en Michoacán es el subterreno Zihuatanejo.[19] En la parte occidental de las Cordilleras Costeras del Sur y parte de este subterreno se encuentra el Complejo litológico Arteaga, formado por turbiditas distales depositadas en lo que habrían sido las profundidades marinas, y se encuentran en él un sistema de fallas que orientan el sistema de montañas, la sierra de Coalcomán y la sierra de Arteaga, ambos de origen estructural —a causa de la tectónica—.[27] Al noroccidente de la subprovincia se encuentra la falla de Tamazula, de rumbo noroeste-suroeste, y el relieve del área se relaciona con la dinámica de la tectónica y la convergencia entre las placas norteamericana y las placas de Cocos y de Rivera; por lo común son montañas de origen volcánico y tectónico-volcánico.[28] Al oriente de la subprovincia se encuentra la zona volcánica más grande de la Sierra Madre del Sur[29] y un sistema de fallas con dirección noroeste-sureste.[27]

Playa de Colola, Aquila.

La subprovincia «Costas del Sur» se conforma principalmente por planicies de origen estructural con depósitos aluviales y fluviales marinos.[30] Al este del rift de Colima se hallan llanuras costeras angostas formadas entre el Cretácico y el Neógeno, entre las que se encuentran planicies costeras conformadas por depósitos eólicos[nota 2] marinos, donde en algunos casos se forman campos de dunas.[21] Al norte de la subprovincia se encuentran las sierras de Aquila, Maquilí, Cachán y la Parota, originadas por el plegamiento de rocas a partir de la subducción de la placa oceánica, lo que da lugar a anticlinales y sinclinales.[21] Sus pendientes son fuertes y con amplia disección, por lo que le suceden procesos erosivos-denudativos.[30] Debido a la subducción de la placa de Cocos existe una alta sismicidad en la subprovincia.[21] Al este se hallan secuencias de rocas vulcano-sedimentarias de la era Mesozoica compuestas por aglomerados y derrames andesítico-basáltico. Debido a la compresión generada se generan fallas de dirección este-oeste.[21] Hacia el municipio de Lázaro Cárdenas existen planicies de formación tectónica y tectóno-volcánica en el borde costero.[30] Se presentan llanuras costeras onduladas conformadas entre el Mioceno y el Plioceno.[30] También hay compresión en el área, dando a lugar fallas y rocas metamórficas con mucha deformación que se prolongan a Guerrero.[21]

Edafología

Los suelos que conforman la entidad son los siguientes:[31]

  • Fluvisol (0,93 %): es un tipo de suelo productivo formado con materiales aluviales aportados por corrientes de agua.[32] Se localiza en las cercanías del río Tepalcatepec y al sureste del lago de Cuitzeo.
  • Leptosol (19,53 %): es un suelo muy superficial formado sobre roca o áreas pedregosas.[32] Tiene presencia en el centro-sur del entidad.
  • Luvisol (17,71 %): es un tipo de suelo rojizo que se forma en zonas llanas y con climas con estación seca y húmeda, producto de la acumulación de arcillas.[33] Está repartido por todo el estado.
  • Phaeozem (11,10 %): es un suelo fértil oscuro, rico en materia orgánica.[34] Tiene concentraciones en toda la superficie de la entidad.
  • Regosol (12,66 %): es un suelo conformado por materiales no consolidados, asentado en pendientes agudas.[32] Presenta mayor concentración en el oriente y sur del estado.
  • Vertisol (15,61 %): es un tipo de suelo muy fértil de color oscuro, con 30 % o más de arcilla, al que se le suele generar grietas en temporada seca.[35] Es predominante en la región Lerma-Chapala, centro-norte de la Región Bajío y el occidente de la Escarpa Limítrofe Sur.
  • Andosol (13,68 %): es un suelo fértil y oscuro, formado a partir de rocas volcánicas.[32] Se encuentra en los bosques del Eje Neovolcánico.
  • Cambisol (2,80 %): es un suelo fértil con cambios de arcilla y color entre sus capas.[36] Tiene presencia en toda la entidad.
  • Otros (5,98 %).

Hidrología

Entre las dos principales sierras del estado se encuentra una región baja y muy calurosa, la Depresión del Balsas, por la cual corren los caudalosos ríos Balsas y Tepalcatepec, los cuales reciben la aportación de innumerables ríos, como el Cutzamala, Tuzantla, Tuxpan, Purungueo, San Diego, El Marqués, Cupatitzio.

Los lagos más importantes son: Lago de Cuitzeo, Lago de Pátzcuaro, Zirahuén, Camécuaro y el Lago de Chapala. Entre las presas destacan las del Infiernillo, La Villita y Tepuxtepec.

Climatología

Climas siguiendo la clasificación de Köppen-Geiger:

Mapa de Michoacán con la Clasificación Climática Köppen-Geiger.
  • Tropical de sabana (Aw): clima tropical con estación seca; cálido, sin temperaturas medias menores a 18 °C.[37]
  • Semiárido cálido (Bsh): clima seco con inviernos suaves y con veranos de cálidos a muy cálidos; la precipitación es escasa.[37]
  • Oceánico templado (Cfb): clima templado húmedo sin estación seca; el verano es fresco al no superarse en el mes más cálido los 22 °C.[37]
  • Subtropical húmedo con estación seca (Cwa): clima templado con invierno seco; el verano es caluroso al superarse en el mes más cálido los 22 °C.[37]
  • Templado con invierno seco. (Cfb); clima templado con invierno seco; el verano es fresco al no superarse en el mes más cálido los 22 °C.[37]
  • Mediterráneo típico (Csa): clima templado con verano seco; el verano es caluroso al superarse en el mes más cálido los 22 °C.[37]
  • Mediterráneo oceánico (Csb): clima templado con verano seco; el verano es fresco al no superarse en el mes más cálido los 22 °C.[37]

Climas siguiendo la modificación de García (2004):

Mapa climático de Michoacán de acuerdo con la adaptación de García.
  • A(w) - Cálido subhúmedo con lluvias en verano (34,08 %).
  • ACm - Semicálido húmedo con abundantes lluvias en verano (0,51 %).
  • ACw - Semicálido subhúmedo con lluvias en verano (20,60 %).
  • C(m) - Templado húmedo con abundantes lluvias en verano (0,83 %).
  • C(w) - Templado subhúmedo con abundantes lluvias en verano (28,19 %).
  • C(E)(m) - Semifrío húmedo con abundantes lluvias en verano (0,26 %).
  • C(E)(w) - Semifrío subhúmedo con lluvias en verano (0,24 %).
  • BS1(h') - Semiseco muy cálido y cálido (10,59 %).
  • BS(h') - Seco muy cálido y cálido (4,70 %).

    Flora y fauna

    La vegetación y la fauna son variadas y se distribuyen en cinco zonas distintivas de la entidad. La Ciénaga presenta bosques mixtos con encino, pino y fresno; encontramos animales como: paloma, codorniz, tordo, picaza, coyote, zarigüeya, zorro, tejón, mapache, zorrillo, venado, conejo, pato, armadillo, ardilla, liebre, lince y cacomixtle. En el Occidente encontramos bosque de pino y encino, parota, ceiba y tepehuaje; viven ardillas, armadillos, cacomixtles, zorrillos, zarigüeyas, venados y tejones. En el Oriente hay pino, oyamel, encino, cedro, aile, ziranda, ceiba, cirán y guaje; viven animales como: conejo, ardilla, comadreja, cacomixtle, zorrillo, tejón, pato, liebre, coyote, gato montés y armadillo. En la llamada Tierra Caliente hallamos especies vegetales como parota, tepeguaje, ceiba, cactus y tepemezquite; habitan animales como: venado, zorro, zorrillo, armadillo, conejo, coyote, águila, cuervo, gavilán, codorniz, perico, picaza, boa, carpa, mojarra y tejón. En la costa crecen árboles muy diferentes: ceiba, pino, fresno, sauce, palma, chirimoya, guanábana, zapote y sabino, y se cría zorrillo, conejo, armadillos, zarigüeya, nutrias, coyote, pato, huilota y torcaza, además de diversas especies de tortuga marina, mojarra, langosta, tiburón y tonina.

    Se han decretado varias áreas naturales protegidas en el estado, abarcando en conjunto una superficie de más de 40,000 hectáreas, entre las que destacan los Parques nacionales Barranca de Cupatitzio, Bosencheve, Cerro de Garnica, Insurgente José María Morelos, Lago de Camécuaro, Pico de Tancítaro y Rayón, y la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.

    Ecorregiones

    Geografía humana

         I. Lerma-Chapala      II. Bajío      III. Cuitzeo      IV. Oriente      V. Tepalcatepec      VI. Purépecha      VII. Pátzcuaro      VIII. Tierra Caliente      IX. Costa      X. Infiernillo
    Regiones de Michoacán.

    La población del estado de Michoacán, de acuerdo con el censo de 2020, es de 4 748 846 hab.,[39] lo que determina una densidad de 81,07 hab./km2. La población se concentra principalmente en el norte de la entidad; el centro está regularmente habitado y el sur tiene poca densidad poblacional.

    En 2020 el 71,10 % de los habitantes residían en zonas urbanas, mientras que el 28,89 % de la población habitaba en localidades rurales.[40] La Zona metropolitana de la capital, Morelia, concentró en 2020 alrededor de un quinto de la población (988 704 hab.)[41] por lo que es la zona más poblada en la entidad. En cambio, el municipio de Uruapan ocupó el segundo lugar, con 356 786 habitantes.[42] El tercero y cuarto lugar se encuentran la Zona metropolitana de Zamora (273 641 hab.)[43] y la Zona metropolitana de La Piedad-Pénjamo (261 450 hab.).[44]

    Indígena purépecha de Charapan.

    La entidad está dividida en 10 regiones socioeconómicas donde se agrupan los 113 municipios: Lerma-Chapala (619 450 hab.), Bajío (452 673 hab.), Cuitzeo (1 173 150 hab.), Oriente (632 511 hab.), Tepalcatepec (393 170 hab.), Purépecha (608 476 hab.), Pátzcuaro (220 840 hab.), Tierra Caliente (204 840 hab.), Costa (280 410 hab.) e Infiernillo (155 462 hab.).[45][46]

    El español es la lengua materna de la mayoría de la población y coexiste con diversas lenguas indígenas en el estado, habladas por el 3,4 % (154 943) de la población.[47] Entre estas lenguas el purépecha es la que tiene mayor número de hablantes, con 128 620 habitantes en total,[48] asentados principalmente en la meseta purépecha, la zona lacustre, la ciénega de Zacapu y la Cañada de los Once Pueblos (Chichota).[49] Le sigue el náhuatl, con 12 022 hablantes en la Sierra-Costa,[48][50] particularmente en el municipio de Aquila y con débil presencia en los municipios de Coalcomán, Chinicuila y Coahuayana.[51] El mazahua es la tercera lengua con mayor número de hablantes en el estado, con 4525,[48] entre los municipios de Zitácuaro y Susupuato.[51] El cuarto idioma con mayor presencia es el mixteco, con 4304 hablantes[48] en los municipios de Buenavista y Lázaro Cárdenas, aunque tiene presencia en todo el estado debido a la migración del pueblo mixteco a territorio michoacano —el mixteco es una lengua alóctona del estado—.[52][53] Por último, la lengua otomí tiene también presencia en Michoacán, con 1493 habitantes que la poseen como lengua materna,[48] específicamente en el municipio de Zitácuaro.[51]

    En cuanto a la población afromexicana o afrodescendiente, residen en Michoacán 73 424 (1,5 %) de este grupo étnico.[39] En 2015, los municipios de Coahuayana, Nocupétaro, Carácuaro, Tangancícuaro y Turicato presentaron mayor presencia de afromexicanos o afrodescendientes cuyos ancestros fueron trasladados forzosamente de África a México durante el Virreinato de Nueva España.[54]

    Véase también

    Referencias

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    2. INEGI, 2017, p. 18.
    3. «Geografía y Medio Ambiente». Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 19 de mayo de 2019. Consultado el 24 de septiembre de 2023.
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    5. «Geología de la República Mexicana». Instituto Nacional de Geografía y Estadística: p. 57. ISBN 968-881-060-6. Consultado el 24 de septiembre de 2023.
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    Notas

    1. Bloque tectónico que debido a fallas ha sido rotado, por lo que ha terminado inclinado.
    2. Arcillas, arenas y limos finos transportados por el viento.

    Bibliografía

    Bibliografía consultada

    Bibliografía recomendada

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