Invernal

Invernal es un tipo de edificación o recinto aislado destinado a albergar el ganado durante buena parte de las estaciones equinocciales, simultaneándolo con majadas,[1] establos, o corrales.[2] Algunos etnógrafos los consideran endémicos de la cordillera Cantábrica.[3]

Invernales en la majada de Monsacro, en Morcín (Asturias, España).

Geografía

Los invernales, construidos y explotados por sus propietarios, se sitúan en prados de altura que, a diferencia de las brañas, poseen un dueño y suelen estar cercados por muros de piedra. Son construcciones rurales endémicas de la región cantábrica, abundantes en los Picos de Europa, tanto en Cantabria como en Asturias.[4]

Emplazamiento

Aparecen aislados en prados en mitad del monte o bien agrupados formando conjuntos de prados e invernales. Junto a ellos suele existir el llamado sel, un cercado de piedra circular destinado a la protección y sesteo del ganado.[3] El tamaño del invernal es mayor que el de la cabaña de montaña, cumpliendo funciones similares a la de las bordas en el País Vasco. En siglos pasados era habitual que en verano, y coincidiendo con el periodo de siega, los invernales albergaran a las familias de los pastores. El acondicionamiento se llevaba a cabo transformando el pajar en vivienda.[5]

Estructura

Predominan los invernales de planta cuadrangular con techo a dos aguas. Los vanos, a excepción de la puerta y el bocarón del pajar, suelen ser escasos y de pequeño tamaño. Están construidos mediante mampostería, siendo los esquinales del edificio, y los dinteles y jambas de las ventanas y puertas, de piedra de sillería toscamente labrada. El tejado es de ripia cubierta de teja árabe —o bien de lascas de piedra en los montes del Pas (Cantabria)— y sostenido por vigas de roble o eucalipto en zonas bajas y épocas más recientes. Puede poseer un tascón o pajar en la parte superior para guardar la hierba, al que se accede por el bocarón que suele estar sobre la puerta o bien en el muro posterior a ras del suelo, aprovechando el desnivel del terreno, lo que permite las labores de ensilado.[5]

Véase también

Referencias

  1. «Diferencia entre majada e invernal». Archivado desde el original el 15 de marzo de 2010. Consultado el 22 de abril de 2011.
  2. Definición de la RAE
  3. Gómez Pellón, Eloy (1999). Viejas culturas lácteas de Cantabria. Universidad de Cantabria. p. 217. ISBN 8481022381.
  4. «Fotografía y arquitectura rural en Asturias». Archivado desde el original el 29 de enero de 2012. Consultado el 22 de abril de 2011.
  5. Ruiz de la Riva, Eduardo (1991). Casa y aldea en Cantabria. Un estudio sobre la arquitectura del territorio en los Valles del Saja-Nansa. Universidad de Cantabria. p. 563. ISBN 8485429990.

Enlaces externos


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