Judaísmo catalán

Judaísmo catalán (en hebreo: יהדות קטלוניה) es la comunidad judía que vivió en la península ibérica, en las tierras de Cataluña, Valencia y Mallorca[1] hasta la expulsión de 1492. Su esplendor fue en los siglos XII al XIV, en los cuales prosperaron dos centros importantes de enseñanza de la Torá en Barcelona y Gerona. La comunidad judía catalana desarrolló características únicas, que incluyen costumbres, un rito de oración (Núsaj Cataluña),[2] y una tradición propia en la emisión de dictámenes legales (halajá).[3] Aunque los judíos de Cataluña tenían costumbres y un rito de oración diferentes[4] a los de Sefarad,[5] hoy en día se les suele incluir en la comunidad de los judíos sefardíes.

Sinagoga en Cataluña. Haggadá de Sarajevo (ca. 1350).

A raíz de los disturbios de 1391 y la expulsión de 1492, los judíos que no se convirtieron al cristianismo se vieron obligados a emigrar a Italia, el Imperio Otomano, el norte de África y la Tierra de Israel.

Historia temprana

Los historiadores afirman que los judíos llegaron a la península ibérica antes de la destrucción del Segundo Templo, aunque por lo que respecta a restos arqueológicos, las lápidas funerarias más antiguas que se han encontrado, y que testimonian la existencia de comunidades judías, datan del siglo III.

El término Aspamia deriva del nombre Hispania  y se refiere a la península ibérica en el época romana.[6] A principios del siglo V, la dominación romana de la península cayó en manos de los visigodos. Durante el periodo visigodo se emitieron numerosos decretos contra los judíos y, a veces, fueron obligados a convertirse al cristianismo o ser expulsados.

En el año 711 los musulmanes comenzaron la conquista de la península ibérica. Las zonas conquistadas que quedaron bajo dominio del Islam fueron llamadas al-Ándalus (en árabe: الأندلس ). No sabemos mucho sobre la historia de los judíos al comienzo del dominio islámico, pero tenemos constancia de que los judíos comenzaron a emplear el término Sefarad[7] para referirse a estas tierras.[8]

En un proceso de reocupación territorial llamado reconquista, los reinos cristianos fueron conquistando de norte a sur todos los territorios islámicos. Con la reconquista cristiana, los territorios ocupados por los reinos de Castilla y Portugal también fueron llamados por los judíos Sefarad, mientras que Cataluña y los otros reinos del norte fueron llamados Edom o Esaú.[9]

El proceso de reconquista de Cataluña comenzó bajo los auspicios de los reyes francos, que hicieron retroceder a los musulmanes que habían conseguido atravesar los Pirineos en la batalla de Poitiers en el año 732. Todas las tierras liberadas de los musulmanes se convirtieron en condados y permanecieron bajo la organización administrativa de los francos. Los condados catalanes, liderados por los condes de Barcelona, se fueron desligando poco a poco de los francos y comenzaron a gobernar de forma independiente. Cataluña la vieja se convirtió en una zona de contención (Marca Hispánica) contra la propagación del islam. Los judíos se trasladaron a menudo de Sefarad (la zona musulmana) a las tierras del norte (los reinos cristianos), y viceversa. El hecho de que muchos hablaran la lengua árabe y también las lenguas romances les ayudó a servir de intérpretes y adquirir posiciones importantes tanto en los gobiernos islámicos como en los cristianos. Los judíos poseían campos y viñedos y muchos se dedicaban a la agricultura.

En este período temprano, los sabios judíos de Cataluña que querían completar sus estudios talmúdicos solían ir a estudiar a las academias talmúdicas (yeshivot) del sur. También los que querían estudiar ciencias o lingüística solían ir a Sefarad, tal y como hizo rabí Menajem ben Saruq (920-970), que nació en la ciudad catalana de Tortosa y se trasladó con toda su familia a Córdoba para estudiar y dedicarse a la lengua hebrea bajo el patrocinio del gobernador Shemuel ibn Nagrela.

Las primeras evidencias de un importante asentamiento judío en Barcelona y Gerona son del siglo IX. Sabemos que en los siglos XI y XII en Barcelona había un tribunal rabínico (Bet Din) y un importante centro de enseñanza de la Torá. En este periodo Barcelona se convirtió en un eslabón en la cadena de transmisión de las enseñanzas de los Gueonim[10].

Los rabinos que conocemos de esta época son rabí Yitsjaq ben Reuvén al-Bargeloní (1043-?), rabí Yehudá ben Barzilay ha-Barceloní , llamado Yehudá ha-Nasí de Barcelona (finales del siglo XI, comienzo del siglo XII) y rabí Avraham bar Jiyya (finales del siglo XI, primera mitad del siglo XII), Nasí.[11] Sabemos que dos de los grandes sabios de Provenza, rabí Yitsjaq ben Abba Mari (1122-1193) y rabí Avraham ben rabí Yitsjaq (1110-1179), se trasladaron a Barcelona.

Cataluña se unió con Provenza el año 1112 y con Aragón del año 1137, y de esta manera Barcelona se convirtió en la capital del reino unificado que se llamó Corona de Aragón. Los reyes de la Corona de Aragón extendieron sus dominios a los países occitanos.

Siglos XII y XIII

Sello atribuido al Rambán, copia del Museo de Historia de los Judíos de Gerona.

En los siglos XII y XIII prosperaron las academias talmúdicas. En la ciudad de Gerona se destacaron los grandes rabinos y cabalistas Ezra y Azriel bené Shelomó (finales del siglo XII, principios del siglo XIII) alumnos del famoso rabí Yitsjaq el Ciego (1160-1235), hijo de rabí Avraham ben David (Raabad) de Posquières (1120-1198). También podemos incluir a rabí Yaaqov ben Shéshet (siglo XII) entre los cabalistas gerundenses de este periodo. De Gerona también fue rabí Avraham ben Yitsjaq he-Jazán (siglos XII-XIII) autor del piyyut[12] 'Ajot qetaná'. De la ciudad de Gerona surgió el más grande de los sabios de Cataluña, rabí Moshé ben Najmán (Rambán, o Najmánides) (1294/70), el nombre catalán del cual era Bonastruc ça Porta.

Aunque la ciudad de Gerona fue un importante centro de Torá donde había un Bet Midrash dedicado al estudio de la Cábala, la ciudad principal era Barcelona, donde el Rambán ejerció como jefe de la comunidad. Durante este periodo ejercieron en Barcelona rabí Yoná Girondi (1210-1263) y sus famosos alumnos rabí Aharón ben Yosef ha-Leví de Barcelona (Reah) (1335-03) y rabí Shelomó ben Adret (Rashba) (1235-1310). También ejercieron en Barcelona rabí Asher ben Yejiel (Rosh) (1250-1327), su hijo rabí Yaaqov ben Asher (Baal ha-Turim) (1269-1343), y rabí Yom Tov ben Avraham ha-Sevilli (Ritba) (1250-1330), alumnos del Rashba y del Reah. Se puede decir que en aquella época Barcelona se convirtió el centro de estudios rabínicos más importante de toda la judería.

Heqdesh del rabino Shemuel ha-Sardí en la ciudad vieja de Barcelona.

En la Cataluña del siglo XIII los judíos fueron víctimas de libelos de sangre, y se les obligó a vestir una señal distintiva (Rodella). Las autoridades prohibieron a los judíos ejercer cargos públicos y se les obligó a participar en disputas públicas con representantes del cristianismo, como por ejemplo la Disputa de Barcelona del año 1263 en la que participó el Rambán como representante del judaísmo. Los judíos eran propiedad privada de los monarcas que los cobraban impuestos a cambio de protección.

Los reyes de la Corona de Aragón expandieron los dominios catalanes y conquistaron Mallorca, Valencia, Ibiza y Menorca. El 1258 firmaron el tratado de Corbeil con el rey franco y renunciaron a sus derechos sobre las tierras occitanas. A cambio, los francos renunciaron a sus demandas sobre las tierras catalanas.

siglo XIV

Lápida conmemorativa de la sinagoga de Gerona (siglo XIV).

En el siglo XIV el fanatismo cristiano se impuso en toda la península ibérica y tuvieron lugar muchas persecuciones contra los judíos. Podemos nombrar entre los sabios de Cataluña de este periodo a rabí Péretz ben Yitsjaq ha-Kohén (1304-1370) que nació en Provenza pero ejerció en Barcelona, rabí Nisim ben Reuvén Girondi (Ran) (1315-1376) que ejerció como rabino de Barcelona, rabí Jasday ben Yehudá Crescas (el viejo), rabí Yitsjaq bar Shéshet Perfet (Ribash) (1326-1408), rabí Jasday ben rabí Avraham Crescas (Rajaq) (1340-1412), rabí Yitsjaq ben Moshé ha-Leví (Profiat Durán, ha-Efodí) (1350-1415), y rabí Shimón ben Tsémaj Durán (Rashbats) (1361-1444). De este mismo periodo podemos incluir el cartógrafo de Mallorca Avraham Crescas (siglo XIV) y el poeta Shelomó ben Meshulam de Piera (1310/50-1420/25).

Sello para las Matsot (siglo XIV), copia del Museo de Historia de los Judíos de Gerona.

Rabí Nisim (Ran) retomó la actividad de la yeshivá de Barcelona en los años 50 y 60, después de que la comunidad judía se vio fuertemente afectada por la Peste Negra en el año 1348. En el año 1370 los judíos de Barcelona fueron víctimas de un libelo de sangre[cita requerida], algunos judíos fueron asesinados y los adelantados[13] de la comunidad fueron encarcelados en la sinagoga durante varios días sin comida.

A finales de siglo acontecieron los disturbios de 1391, y como resultado de los asaltos, muchos judíos murieron mártires y muchos otros fueron obligados a convertirse al cristianismo. Los que pudieron huir fueron hacia el Norte de África (como por ejemplo el Ribash y el Rashbats), Italia y el Imperio Otomano. Los asaltos de 1391 fueron el final de las comunidades de Valencia y Barcelona, la comunidad de Mallorca aguantó hasta el año 1435, en que los judíos fueron obligados a convertirse al cristianismo; la comunidad de Gerona aguantó a duras penas hasta la expulsión de 1492.

Rabí Jasday Crescas, en una carta que envió a la comunidad judía de Aviñón nos ofrece un relato de los disturbios de 1391.[14] En resumen, podemos concluir de su relato que los disturbios comenzaron el día primero del mes hebreo de Tamuz (domingo, 4-6-1391) en Sevilla, Córdoba, Toledo y cerca de setenta localidades más. A partir del día siete del mes de Av (domingo, 9-7-1391) se extendieron a otras comunidades de la Corona de Aragón: Valencia, Barcelona, Lérida, Gerona y Mallorca. Durante los disturbios de 1391 fueron destruidas la mayor parte de las comunidades judías de Sefarad, Cataluña y Aragón.

Durante los siglos XIII, XIV y XV los reyes de la Corona de Aragón expandieron el territorio hacia las tierras del mediterráneo, conquistaron Sicilia (1282), Córcega (1297-1516), Atenas (1311), Neopatria (1318), Cerdeña (1323-1326) y Nápoles (1435-1442).

siglo XV

El siglo XV fue muy duro para la vida judía en la península ibérica. Las comunidades que sobrevivieron los disturbios de 1391 tuvieron que hacer frente a una gran presión por parte de la iglesia y de la población cristiana. Los reyes, que se encontraban en una situación económica difícil, impusieron pesados impuestos a las comunidades. La vida de los judíos conversos al cristianismo tampoco fue fácil, la iglesia los tildó de cristianos nuevos y los tuvo siempre bajo sospecha, ya que muchos de ellos aceptaron el cristianismo solo de cara a fuera, pero mantuvieron el judaísmo en secreto. La Inquisición persiguió y castigó a los cristianos nuevos que observaban los preceptos del judaísmo.

En Cataluña se celebró una de las disputas más largas de la Edad Media, la famosa Disputa de Tortosa (1413-1414). En el siglo XV encontramos en Cataluña el poeta Shelomó ben Reuven Bonafed.

En el año 1469 se casaron el rey Fernando de Aragón (1452-1516) y la reina Isabel de Castilla (1451-1504) uniendo de esta manera los dos reinos. En 1492 completaron la reconquista con la derrota del reino de Granada y expulsaron a los judíos de todos sus reinos.

La diáspora de los judíos de Cataluña

El primer grupo de judíos exiliados de Cataluña salió a raíz de los disturbios de 1391, estos se dirigieron principalmente a Italia (Sicilia, Nápoles, Roma, Livorno), el norte de África (Argelia) y el Imperio Otomano (principalmente Salónica, Constantinopla y la Tierra de Israel). El segundo grupo salió exiliado a raíz del edicto de expulsión de los reyes católicos. El edicto fue decretado el 31 de marzo de 1492, y se dio tiempo a los judíos para vender sus propiedades y marcharse hasta el 31 de julio, que según el calendario hebreo cayó ese año en las vísperas del ocho del mes Av, lo cual quiere decir que los judíos se encontraron viajando expulsados en los barcos el día de Tishá be-Av. Muchos judíos se convirtieron para quedarse en Cataluña.

El asentamiento en Italia

Muchos de los judíos catalanes llegaron a Italia y encontraron refugio en Sicilia, Nápoles, Livorno y la ciudad de Roma.

Sicilia

Arón ha-Qódesh o Arca para los rollos de la Torá de la comunidad judía catalana de Agira, Sicilia (1453).

En Sicilia se asentaron judíos provenientes de la península ibérica desde el siglo XI.[15] El famoso cabalista rabí Avraham Abulafia (1240-1291), que estudió durante muchos años en Cataluña, se instaló en Sicilia al final de sus días, donde escribió la mayor parte de sus obras.[16] Sicilia formó parte durante muchos años de la Corona de Aragón y las comunidades judías permanecieron allí hasta finales del siglo XV, con la orden de expulsión de los judíos de la isla el 18 de junio de 1492. Tenemos conocimiento de la existencia de una comunidad judía catalana en Sicilia gracias a la identificación de un manuscrito[17] del siglo XIV como Sidur núsaj Cataluña.[18] El año 2017 se redescubrió en la ciudad de Agira (Enna) un antiguo Arón ha-Qódesh de piedra, el armario sagrado de la sinagoga donde se guardan  los rollos de la Torá.[19] Fue encontrado en la iglesia del Sancta Sanctorum Salvatore y conmemora la construcción de la sinagoga de los judíos catalanes en 1453; este es el Arón más antiguo de Europa.

Roma

Faja de la sinagoga catalano-aragonesa de Roma (1838).

Los judíos catalanes se exiliaron también en la ciudad de Roma. El año 1517 la comunidad judía catalana de Roma estaba bien organizada y construyó una sinagoga propia que seguía el minhag[20] Cataluña (Schola hebreorum Nationis Catalanorum).[21] El año 1519 el Papa León X (1475-1521) les otorgó un permiso para ensanchar la comunidad y trasladar la sinagoga a unos apartamentos nuevos, les permitió hacer reformas con el fin de adecuarlos y convertirlos en un lugar de oración según su costumbre. A finales de 1527, la comunidad catalana y la comunidad aragonesa decidieron unirse. La sinagoga conjunta de Cataluña y Aragón cambió de lugar otra vez en el 1549. En el año 1555, la comunidad aprobó los gastos para la construcción de otra sinagoga. Disponemos de documentación que atestigua que la comunidad catalano-aragonesa luchó para no fusionarse con las comunidades sefardíes. Todas las demás comunidades provenientes de la península ibérica se fusionaron en una sola comunidad "ibérica" unida de Roma, excepto los catalanes que se unieron a los aragoneses. Con el establecimiento del gueto en el año 1555, la comunidad catalana aguantó por separado teniendo su propia sinagoga. En un censo realizado el año 1868 se puede observar que del total de 4995 judíos que había en Roma, 838 pertenecían a la comunidad de Cataluña. En el año 1904 la sinagoga catalana terminó uniéndose a las otras sinagogas de Roma formando una única sinagoga que fue construida en la ribera del río Tíber. Desde entonces no tenemos información sobre la comunidad catalana.

El asentamiento en el Imperio Otomano

Los judíos exiliados de Cataluña llegaron también al Imperio Otomano donde se organizaron en comunidades según su lugar de origen que se denominaron Qehalim.[22] Hubo Qehalim catalanes en Estambul, Edirne, Salónica y Safed, entre otros.[23]

La comunidad judía catalana de Salónica

Majzor según el rito de Barcelona y la costumbre de Cataluña. Salónica, año 1527.[24]

Los judíos de Cataluña formaron una comunidad en Salónica que se llamó "Catalán".[25] A pesar de ser una minoría, los catalanes lucharon para no fusionarse con las comunidades sefardíes y mantuvieron sus antiguas costumbres. Los dirigentes religiosos de las comunidades santas de Cataluña en Salónica recibieron el título de Marbits Torá[26] y no el título de rabino. El primero que conocemos es Eliézer ha-Shimoní, que llegó a Salónica en el año 1492. Tuvo una gran influencia sobre todas las comunidades de Salónica y fue uno de los primeros en firmar los acuerdos (Haskamot) de los sabios. Posteriormente tenemos noticia del famoso Moshé Capsali. También tenemos noticia del sabio Yehudá ben Benveniste, que llegó también después de la expulsión y estableció una biblioteca muy importante. Otro sabio de la comunidad judía catalana fue rabí Moshé Almosnino, Marbits Torá, exegeta y filósofo, hijo de Baruj Almosnino, que había reconstruido la sinagoga catalana tras el incendio que hubo en 1545.[27]

El año 1515 la comunidad se dividió en dos Qehalim, que se llamaron "Catalán antiguo" y "Catalán nuevo".[28]

El año 1526 se publicó por primera vez el majzor de Yamim Noraim, conocido como 'Majzor le-núsaj Bartselona minhag Cataluña'[29]. Según el colofón, sabemos que la impresión se terminó la víspera de Yom Kippur del año 5287.[30]

Los judíos catalanes publicaron varias reimpresiones del majzor el siglo XIX. En 1863 imprimieron una edición titulada Majzor le-Rosh ha-Shaná ve-Yom ha-Kippurim ke-minhag qahal qadosh Qatalán yashán ve-jadash asher be-irenu zot Saloniqi[31]. Esta edición fue publicada por Yitsjaq Amariliyo.

En 1869 se imprimió el Majzor ke-minhag qahal qadosh Qatalán yashán ve-jadash, los editores fueron: Moshé Yaaqov Ayash y rabí Janoj Pipano, y quienes llevaron a cabo la impresión fueron: David, llamado Bejor Yosef Arditi, Seadi Avraham Shealtiel. El majzor fue publicado con el título Majzor le-Rosh ha-Shaná kefí minhag Sefarad ba-qehilot ha-qedoshot Saloniqi, e incluye las oraciones de la comunidad de Aragón y de las comunidades Qatalán yashán ve-jadash’.

Majzor según la costumbre de las comunidades santas Catalán (vol. 1: Tefilat Shemuel). Salónica, 1927.[32]

La comunidad judía catalana de Salónica existió como tal hasta el Holocausto.[33] El año 1927 la comunidad publicó una edición numerada en tres volúmenes del majzor que llevó por título Majzor le-Yamim Noraim kefí minhag q[ahal] q[adosh] Qatalán, ha-yadúa be-shem núsaj Bartselona minhag Qatalunya.[34] En el segundo volumen Tefilat Yaaqov , hay una larga introducción histórica sobre la comunidad judía catalana y la edición del majzor escrita en judío-español,[35] la misma introducción resumida se encuentra en el primer volumen Tefilat Shemuel, escrita en hebreo. A continuación, un fragmento de la traducción de la versión hebrea.

«Una de las perlas más preciosas que nuestros antepasados trajeron del exilio de Cataluña, cuando tuvieron que marcharse exiliados, fue el antiguo orden de las oraciones de Rosh ha-Shaná y Yom Kippur, conocido con el nombre 'núsaj Bartselona, minhag Qatalunya'.

Y por causa de las desgracias y la sacudida del exilio, que llegaron de forma fatal sobre los pobres refugiados errantes, la mayoría de las costumbres se confundieron y poco a poco casi todos adoptaron un mismo orden de oraciones llamado 'núsaj Sefarad', casi todos, excepto algunas comunidades excepcionales que no cambiaron sus costumbres.

Los miembros de la comunidad santa Catalán de nuestra ciudad de Salónica no cambiaron su costumbre, y hasta el día de hoy mantienen la tradición de sus antepasados y ofrecen sus oraciones a Dios en los días solemnes siguiendo el antiguo núsaj que trajeron de Cataluña.

Los judíos de Cataluña fueron los más destacados de entre sus hermanos del resto de países de Sefarad, y eran superiores en sabiduría y ciencia. Las distinguidas comunidades de Barcelona se glorificaron en todo tiempo que de su seno salieron grandes rabinos y prohombres que iluminaron los ojos de toda la diáspora judía. Había un dicho que solían decir los judíos sefardíes: "el aire de Barcelona, te vuelve sabio".

La comunidad judía catalana fue totalmente aniquilada al Holocausto. Los pocos supervivientes emigraron a Israel después de la guerra entre los años 1945 y 1947.

El asentamiento en el norte de África (Argelia)

Las costas de Cataluña, Valencia y Mallorca están frente a las costas de Argelia y durante mucho tiempo estas tierras mantuvieron relaciones comerciales; también las comunidades judías mantuvieron estrechos vínculos. Después de los disturbios de 1391 un grupo numeroso de judíos catalanes huyeron hacia las costas de Argelia. Sabemos que una gran parte de los judíos de Barcelona huyeron y se establecieron en la ciudad de Argel. En aquella época se habían establecido en el norte de África tres reinos, después de la caída de los Almohades, uno en la zona que hoy ocupa el actual Marruecos, otro en Túnez y un tercero en Argelia, que fue gobernado por la dinastía de Beni-Ziyan desde la antigua capital de Tlemcén. Podemos afirmar de forma general que los judíos de Castilla fueron hacia Marruecos, mientras que los judíos de Cataluña, Valencia, Mallorca y Aragón fueron hacia Argelia y Túnez.

Los judíos de Argel

Majzor Qatán, según la costumbre de las comunidades santas de Argel, Livorno, 1886.[36]

Los gobernantes musulmanes de Argelia recibieron a los exiliados judíos con los brazos abiertos. Cuando las autoridades cristianas vieron que los judíos, y también muchos conversos, estaban huyendo en barcos hacia Argelia, prohibieron abandonar el país, incrementaron las persecuciones, y la fuga se hizo más difícil. Los judíos que se establecieron en Argelia recibieron el estatus de dhimmis como es habitual en los países islámicos a cambio del pago de impuestos. La situación de los judíos en Argelia antes de la llegada de los judíos catalanes, valencianos y aragoneses era muy pobre, tanto su situación económica como el nivel en los estudios de Torá. Los refugiados contribuyeron a levantar la economía del país gracias a las actividades comerciales con las tierras europeas, y mejoraron el nivel de los estudios de Torá.

Dos grandes Rishonim, rabí Yitsjaq bar Shéshet Perfet (Ribash)[37] y rabí Shimón ben Tsémaj Durán (Rashbats)[38] huyeron hacia Argelia. El Ribash había sido durante mucho tiempo el Gran Rabino de Cataluña, y el Rashbats, a pesar de su gran preparación y conocimiento de la Torá, se había dedicado a la profesión médica. Al cabo de un tiempo el Ribash fue nombrado Mara de-Atra (máxima autoridad rabínica) y jefe del Tribunal Rabínico de la comunidad de Argel, y el Rashbats fue nombrado Dayán (juez) en su tribunal. Cuando el Ribash murió el Rashbats ocupó su lugar. Los judíos de Argelia aceptaron la autoridad de estos dos grandes rabinos, los cuales fueron seguidos por los descendientes del Rashbats, su hijo rabí Shelomó ben Shimón (Rashbash) y sus alumnos. A lo largo de las generaciones, los judíos de Argelia han mantenido fiel y meticulosamente el legado espiritual y las costumbres que llegaron de Cataluña. Hasta nuestros días, el Ribash, el Rashbats y el Rashbash son los rabinos de Argel.

Una de las características de la forma de dictaminar la halajá de los rabinos de Argel a lo largo de las generaciones ha sido el respeto por las costumbres y las tradiciones, la costumbre siempre ha estado por encima de la halajá, y esta es una característica que fue heredada del Bet Midrash del Rambán. En temas de halajá en Argel siempre se dictaminó siguiendo la escuela del Ribash , el Rashbats y el Rashbash, y no según los dictámenes de Marán ha-Bet Yosef (Yosef Caro, y su obra el Shulján Aruj).[39] De hecho, los judíos de Argel siguieron la forma de dictaminar heredada del Bet Midrash catalán del Rambán y el Rashba. Así, por ejemplo, respondió rabí Avraham ibn Taua (1510-1580),[40] nieto del Rashbats, a una pregunta que le hicieron los rabinos de Fez sobre una cuestión referente a las leyes del Shabbat:[41]

«Respuesta: Estimados rabinos, que Dios os guarde; sabed que nosotros somos [descendientes de los] expulsados de la tierra de Cataluña, y según lo que acostumbraron nuestros padres de bendita memoria en aquellas tierras, así también nosotros acostumbramos en estos lugares donde nos hemos dispersado a causa de nuestros pecados. Vosotros sabéis que los rabinos de Cataluña, según los dictámenes de los cuales se fundamentan todas las costumbres de nuestra comunidad, son el Rambán, el Rashba, el Reah y el Ran, de bendita memoria; y otros grandes rabinos que los acompañaron en su generación, aunque sus dictámenes no fueron publicados. Por lo tanto, no se deben cuestionar las costumbres de nuestra comunidad, ya que por mucho que no encontréis algún asunto explícitamente mencionado en los libros, se debe suponer que siguieron la costumbre según estos grandes rabinos».

También por lo que respecta al orden de las oraciones y los piyyutim, los judíos de Argel fueron estrictamente conservadores con las costumbres que llegaron de Cataluña. El majzor minhag Argel, por ejemplo, llegó de Cataluña alrededor del año 1391.[42]

Jojmat Miskén: ve-hú séfer Qrovats, Livorno 1772.[43]

En el siglo XVIII surgieron algunos eruditos que cuestionaron algunas de las costumbres antiguas diciendo que iban en contra de los dictámenes de rabí Yitsjaq Luria Ashkenazi (Arizal). La antigua costumbre que provenía de Cataluña consistía en recitar piyyutim (y también oraciones y súplicas) en medio de la tefilá. Estos argumentaron que la costumbre de la ciudad tenía que cambiar. Así pues, comenzaron a cambiar el núsaj de las oraciones que había estado vigente en Argel desde antiguo. Los rabinos de Argel se opusieron a ello argumentado que no se podía cambiar la costumbre antigua,[44] pero a pesar de ello en las generaciones siguientes, la mayoría de sinagogas de la ciudad de Argel cambiaron la tradición y adoptaron la costumbre del Arizal (conocida como la costumbre de los cabalistas, minhag ha-mequbalim),[45] y solo en dos sinagogas se siguió manteniendo la antigua costumbre (conocida como la costumbre de los "literalistas", minhag ha-pashtanim): en la Gran Sinagoga y en la sinagoga Yajín u-Boaz (que más tarde cambió el nombre a "Sociedad Guggenheim").

Los piyyutim mencionados anteriormente, que se recitan en ocasión de los Shabbatot especiales y en las festividades, etc., fueron editados en el libro llamado Qrovats' 'Jojmat Miskén.[46] Los judíos pashtanim de Argel han conservado hasta hoy en día los textos y las melodías que llegaron a Argel durante el periodo del Ribash y el Rashbats. Según la tradición, se mantienen las mismas melodías originales que llegaron de Cataluña con estos grandes sabios.[47]

En el año 2000 se celebró el Taller anual de Etnomusicología,[48] que se centró en las costumbres y la a tradición litúrgica del judíos de Argelia.[49] Asistieron cantores argelinos provenientes de Francia e Israel. El taller fue grabado y hoy se pueden escuchar las grabaciones en la web de la Biblioteca Nacional de Israel. Se registró la liturgia de Shabbat , Rosh Jódesh, Yamim Noraim, festividades, ayunos, y piyyutim para diversas celebraciones. A pesar de que han transcurrido más de 600 años, y seguro ha habido alteraciones, podemos afirmar que la singularidad de la tradición litúrgica de los judíos de Argel conserva en gran parte la tradición de los cantos litúrgicos de los judíos de Cataluña en la Edad Media.

Véase también

Bibliografía

  • Yitzhak Baer, Historia de los judíos en la España cristiana, Barcelona: Editorial Riopiedras, 1998.
  • Jean Régné, History of the Jews in Aragon: regesta and documents, 1213-1327 Jerusalem: 1978.
  • Yom Tov Assis, The Golden Age of Aragonese Jewry. Community and society in the Crown of Aragon, 1213-1327, London: 1997.
  • Ariel Toaff, «The jewish communities of Catalonia, Aragon and Castile in 16th century Rome», Ariel Toaff, Simon Schwarzfuchs (eds.), The Mediterranean and the Jews. Banking, Finance and International Trade (XVI-XVIII centuries), Ramat Gan: Bar-Ilan University Press, 1989, pp. 259-270.
  • Eduard Feliu, «La trama i l'ordit de la historia dels jueus a la Catalunya medieval», I Congrés per a l'estudi dels jueus en territori de llengua catalana. Barcelona: 2001, pp. 9-29.
  • Cataluña judía: Catálogo de la exposición celebrada en Gerona en el Museu d'Història de Catalunya, 2002; Incluye referencias bibliográficas.
  • Simon Schwarzfuchs, «La Catalogne et l'invention de Sefarad», Actes del I Congrés per a l'estudi dels jueus en territori de llengua catalana: Barcelona-Girona, del 15 al 17 d'octubre de 2001, Barcelona: Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 2004, pp. 185-208.
  • Historia de la Cataluña judía. Vida y muerte de las comunidades judías de la Cataluña medieval / Sílvia Planas, Manuel Forcano; fotografía, Josep M. Oliveras. 2009, incluye referencias bibliográficas.
  • Manuel Forcano, Els jueus catalans: La història que mai no t'han explicat, Barcelona: Angle Editorial, 2014.

Referencias

  1. Véase: Yitzhak Baer, Historia de los judíos en la España cristiana, Barcelona: Editorial Riopiedras, 1998.
  2. Según rabí Yitsjaq Luria Ashkenazi (Arizal), el núsaj Cataluña es uno de los 12 nusajim que existen y que se corresponden a las 12 tribus de Israel (rabí Jayim Vital, Séfer Shaar ha-Kavanot, núsaj ha-tefilá, el secreto de las 12 puertas). En cuanto a las diferentes tradiciones y costumbres, el Arizal divide el pueblo de Israel en cuatro grandes familias: Sefarad, Ashkenaz, Cataluña e Italia (Shené Lujot ha-Berit, Torá she-bijtav, Bemidbar).
  3. Rabí Shimón ben Tsémaj Durán (Rashbats) menciona en varias ocasiones que en Cataluña la tradición se regía según los dictámenes de rabí Shelomó ben Adret (Rashba) mientras que en Sefarad se seguían los dictámenes de rabí Asher ben Yejiel (Rosh), rabí Yaaqov ben Asher (Baal ha-Turim) y rabí Moshé ben Maymón (Rambam): «En Cataluña se siguen los dictámenes de la halajá del Rashba, mientras que en Sefarad se sigue al Baal ha-Turim y al Rambam» (referencia: Tashbets, vol 3, 257, vol 3, 327, véase también: Tashbets vol 2, 141, vol 3, 86, vol 3, 118, vol 4, columna 3, 10).
  4. Recientemente se ha publicado el Sidur Catalunya, que constituye la primera reconstrucción del antiguo núsaj Cataluña. El Sidur está basado en seis manuscritos hebreos medievales (de los siglos XIV al XVI) e incluye también una serie de comentarios, leyes y costumbres que fueron compilados por un discípulo de rabí Yona Girondi en la academia talmúdica de Barcelona.
  5. En la literatura halájica y de Responsa de los Rishonim se hace una clara diferenciación entre Sefarad y Cataluña (diferente al uso actual de estos términos), tanto a nivel de costumbres como por lo que respecta al rito de oración. Véase Responsa de rabí Avraham ben David (Raabad) 131, Responsa de rabí Shelomó ben Adret (Rashba) nuevas 345, Responsa de rabí Yitsjaq bar Séshet (Ribash), 79, 369. Responsa de rabí Shimón ben Tsémaj Durán (Rashbats), vol. 3, 118; vol. 4 (Jut ha-Meshulash), columna 3, 10; vol 3, 257; vol 2, 141, vol 3, 86, vol 3, 118; vol 4, columna 3, 10. Para más información sobre las diferencias entre las costumbres de Cataluña y las de Sefarad véase: Aharón Gabbai, «Hanajat Tefilín be-jol ha-moed». Haotzar 16 (5778), pp. 366-379 (en hebreo). Aharón Gabbai, «Núsaj Jatimat birkat ha-erusín», Moriá año 36, 1-2 (5778), pp. 349-369 (en hebreo).  
  6. Siglo III a. C. – siglo V d. C.
  7. El nombre Sefarad aparece por primera vez en el libro de Abdías: «Los deportados israelitas que se encuentran aquí se establecerán desde el territorio de los cananeos hasta Tsarefat, y los deportados de Jerusalén que están en Sefarad se establecerán en el Néguev». Rashi se basó en el Targum Yonatán, que tradujo el nombre Sefarad por el término Aspamia: «Sefarad, tradujo Yonatán: Aspamia».
  8. De la carta de rabí Jasdai ibn Shaprut al rey de los Kuzarim, podemos deducir que el nombre Sefarad se refería a le tierras que estaban bajo dominio del Islam, es decir, al-Ándalus: «Sepa el señor Rey, que el nombre de nuestra tierra en la que vivimos, en la lengua sagrada es Sefarad y en la lengua de los ismaelitas (árabes) que la habitan es al-Ándalus, y el nombre de su capital es Córdoba». La carta fue escrita por rabí Yehudá ha-Leví, y por tanto, la frase sólo refleja el tiempo del autor.
  9. Así escribe rabí Moshé ben Maymón (Maimónides) en su libro Mishné Torá: «Las sinagogas y las casas de estudio deben ser tratadas con respeto y deben ser desempolvadas (limpiadas). En Sefarad y en occidente (Marruecos), en Babilonia y en Tierra Santa, es habitual encender las luminarias en las sinagogas y extender esteras en el suelo sobre las que se sientan los feligreses. En las tierras de Edom (tierras cristianas) en las sinagogas la gente se sienta en sillas [o bancos]» (Hiljot tefilá, 11, 5).
  10. El período de los Gueonim va de finales del siglo VI a mediados de siglo XI.
  11. Barcelona era conocida como la ciudad de los Nesiím (patriarcas), debido a la gran cantidad de prohombres que disponían de este título honorífico.
  12. Poema litúrgico.
  13. Secretarios de la Aljama.
  14. La carta fue publicada en el libro Shévet Yehudá, de rabí Yehudá ibn Verga (edición de Hannover, 1924).
  15. En algunos manuscritos que se conservaron en la Guenizá de El Cairo se mencionan judíos con los adjetivos 'el sefardí' o 'el andalusí'. Véase: Menahem ben Sassoon, Yehudé Sicilia, teudot u-meqorot, Jerusalén: 1991 (en hebreo).
  16. Moshe Idel, «The Ecstatic Kabbalah of Abraham Abulafia in Sicily and its Transmission during the Renaissance», Italia Judaica V: Atti del V Convegno internazionale (Palermo, 15-19 giugno 1992), Roma: Ministerio per i benni culturali e ambientali, pp. 330-340.
  17. En el Sidur Cataluña se identificó el manuscrito Parma Palatina 1750 como núsaj Cataluña. Antes de la lectura de la Torá de Shabbat aparece la 'bendición del rey' en la que se menciona el rey Don Fadrique de Aragón, que seguramente se trata del rey Fadrique III (1341-1377) que reinó en Sicilia los años 1355 -1377. Este manuscrito representa el primer documento que se refiere a la comunidad judía catalana de Sicilia, que como se puede ver ya existía antes de los disturbios de 1391.
  18. Hasta ahora se había creído que la ola migratoria de judíos catalanes a Sicilia comenzó a raíz de los disturbios de 1391. Véase: Nadia Zeldes, «Els jueus i conversos catalans a Sicília: migració, relacions culturals i conflicte social», Roser Salicrú i Lluch et. al. (eds.), Els catalans a la Mediterrània medieval: noves fonts, recerques i perspectives, Barcelona: Institut de Recerca en Cultures Medievals, Facultat de Geografia i Història, Universitat de Barcelona, 2015, pp. 455-466.
  19. Véase: Ariela Piatelli, «Gli ebrei catalani nella Sicilia del ’400. In un armadio di pietra la loro storia», La Stampa (13 setembre 2017).
  20. Tradición, costumbre.
  21. Los documentos de archivo fueron publicados en: Ariel Toaff, «The jewish communities of Catalonia, Aragon and Castile in 16th century Rome», Ariel Toaff, Simon Schwarzfuchs (eds.), The Mediterranean and the Jews. Banking, Finance and International Trade (XVI-XVIII centuries), Ramat Gan: Bar-Ilan University Press, 1989, pp. 259-270.
  22. Se organizaron en siete Qehalim llamados: Catalán, Aragón, Castilla, Lisbon, Guerush Sefarad, Mallorca y Sicilia.
  23. Los censos fueron publicados en: Simon Schwarzfuchs, «La Catalogne et l'invention de Sefarad», Actes del I Congrés per a l'estudi dels jueus en territori de llengua catalana: Barcelona-Girona, del 15 al 17 d'octubre de 2001, Barcelona: Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 2004, pp. 185-208.
  24. Biblioteca Nacional de Israel R 52 A 347.
  25. El cementerio de la comunidad judía de Salónica fue establecido el siglo XVI y fue destruido en 1943. Hoy día, se encuentra en el mismo lugar la Universidad de Salónica. Aunque las lápidas fueron destruidas algunos investigadores locales transcribieron las inscripciones, por lo que nos ha llegado el texto de las lápidas funerarias de la comunidad catalana.
  26. Maestro de Torá, líder religioso comunitario.
  27. En las respuestas de rabí Samuel de Medina, éste dictaminó en favor de Moshé Almosnino para construir una sinagoga de la comunidad santa de Cataluña.
  28. Encontramos evidencias de esta división en las respuestas de rabí David ben Zimra (Radbaz), primera parte, 292.
  29. Majzor según el rito de Barcelona i la costumbre e Cataluña.
  30. En las respuestas de rabí Shelomó ben Avraham ha-Kohén (Maharshaj) se menciona el «majzor le-Yamim Noraim be-núsaj qahal qadosh Qatalán».
  31. Majzor de Rosh ha-Shaná y Yom Kippur según la costumbre de la comunidad santa Catalán antiguo y nuevo de nuestra ciudad de Salónica.
  32. Biblioteca Nacional de Israel R 41 A 257.
  33. Yitsjaq Shemuel Immanuel, Guedolé Saloniqi le-dorotam, Tel Aviv: 1936 (incluye listas con los apellidos de las comunidades Qatalán yashán y Qatalán jadash).
  34. Primer volumen: «Tefilat Shemuel. Majzor le-Rosh ha-Shaná»; segundo volumen: «Tefilat Yaaqov. Majzor le-Shajarit ve-Musaf Yom Kippur»; tercer volumen: «Tefilat Seadi. Majzor leil Kippur u-Minjá u-neilá».
  35. La comunidad sefardí (Castilla) se convirtió en la más grande e influyente de Salónica, así fue como la lengua judeo-española (llamada también ladino, judezmo, españolit, etc.) se convirtió en la lengua franca de todas las comunidades judías (incluidas las de Cataluña, Francia y Ashkenaz).
  36. Biblioteca Nacional de Israel R 56 A 346.
  37. El Ribash fue durante muchos años esl gran Rabino de Cataluña.
  38. El Rashbats, se había dedicado en Mallorca a la profesión médica. Una vez en Argelia, donde no había tanta demanda de esta profesión, se vió obligado a ganarse la vida como rabino. (Maguén Avot, cap. 4, 45).
  39. Así, por ejemplo, escribió el rabino de Argel rabí Refael Yedidya Shelomó Tsror (1682-1729) autor de la obra Pri Tsadiq, en su introducción al libro Tashbets: «en las regiones de Argel se sigue la costumbre local, y no se dictamina según el Bet Yosef ».
  40. Rabí Avraham ibn Taua fue descendiente del Rashabts, y al mismo tiempo también del Rambán, y ejerció como jefe de la la yeshivá de Argel. Sus respuestas fueron compiladas en dos libros, uno de los cuales se publicó en la tercera parte del libro Jut ha-meshulash, y que los impresores añadieron al cuarto volumen del libro de respuestas Tashbets.
  41. Tashbets, vol. 4 ('Jut ha-meshulash'), 3, 10.
  42. Rabí Yitsjaq Morali (1867-1952), en su introducción al majzor minhag Argel, escribe: «Este majzor lo trajeron nuestros padres de Sefarad cuando huyeron de los disturbios de 1391, y lo mantuvieron nuestros rabinos, el Ribash, el Rashbats y el Rashbash, de santa y bendita memoria, y así han acostumbrado las generaciones posteriores».
  43. Biblioteca Nacional de Israel R 23 V 2883.
  44. Véase: Shelomó Ouaknin, «Teshuvot jajmé Algir ve-Tunis be-inyán shinuy be-minhag ha-tefilá be-Algir», Mekabtziel 39, pp. 33-102 (en hebreo).
  45. El minhag ha-mequbalim se estableció alrededor del año 1765.
  46. Nehoray ben Seadya Azoviv, Jojmat Miskén: ve-hú séfer Qrovats she-nahagú leomram ha-qahal ha-qadosh she-be-ir Argel, Livorno 1772.
  47. En las sinagogas donde se impuso el minhag ha-mequbalim mantuvieron también las melodías y el núsaj de los piyyutim, aunque los pasaron decir fuera de la tefilá (amidá) y de las bendiciones de la lectura del Shemá, tal como se acostumbra hoy en día en el minhag de los sefaradim.
  48. El taller fue organizado por la facultad de música de la Universidad de Bar-Ilan con la colaboración de la fonoteca de la Biblioteca Nacional de Israel y el Centro de investigación de música judía de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
  49. Edwin Seroussi & Eric Karsenti, «The Study of Liturgical Music of Algerian Jewry». Pe’amim 91 (2002), pp. 31-50.

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