Los inútiles

Los inútiles (título original: I vitelloni) es una película italiana (drama) de 1953, en blanco y negro, dirigida por Federico Fellini, escrita por Fellini y Ennio Flaiano, y con la música de Nino Rota. Fue galardonada con el León de Plata en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 1953.

I vitelloni

Los cuatro amigotes. En primer término, en plano
medio, el personaje representado por Alberto Sordi.
Ficha técnica
Dirección Federico Fellini
Producción Lorenzo Pegoraro
Guion
Música Nino Rota
Fotografía Otello Martelli
Montaje Rolando Benedetti
Protagonistas
Ver todos los créditos (IMDb)
Datos y cifras
País
Año 1953
Género Coming-of-age, comedia y drama
Duración 100 minutos
Idioma(s) Italiano
Compañías
Distribución
Ficha en IMDb
Ficha en FilmAffinity

Sinopsis y análisis de los personajes

Fin de verano en la ciudad balnearia de Rímini, en la costa del Adriático: un aguacero interrumpe la elección de «Miss Sirena 1953», y la hermosa joven Sandra se desmaya. Así se revela su embarazo a su familia y a su novio, Fausto. El joven Moraldo (hermano de Sandra y amigo de Fausto) y el propio padre de Fausto aconsejan fuertemente a este que se case en breve plazo con Sandra.

Tras la boda y el regreso de viaje de luna de miel de la joven pareja, en la estación balnearia fría y desierta y en sus playas venteadas y desoladas,[1] se revelan los caracteres de Fausto y de su pandilla. Excepto Moraldo, son «becerrones» de cerca de 25 años, inmaduros, que se tumban a la bartola en la vida, vagando en un estado de tedio, parasitando a sus familias, esquivando el trabajo y evitando contraer responsabilidades. La palabra «vitellone» («becerrón») se empleaba en Pescara, de donde es natural el guionista Ennio Flaiano, para referirse a un joven zángano.

Pero cada «vitellone» tiene sus propias carencias:

  • Fausto es un mujeriego incorregible: aún joven casado y con niño, sigue corriendo las faldas, a veces ante los ojos de su joven esposa. Cuando su padre le facilita conseguir un trabajo en la tienda de un amigo suyo (que vende artículos de piedad), ese tenorio de playa se atreve a perseguir la dueña de cerca y el marido le despide con cajas destempladas…
  • Alberto es un tímido en la calle, pero a casa señorea su madre viuda y vigila celosamente a su hermana. Durante la fiesta de Carnaval, pierde todo comedimiento, se emborracha y, debajo de una máscara, baila sin freno…
  • Ricardo es un tonto, buen cantante, siempre listo para seguir a los otros de jarana.
  • Leopoldo es un escritor de poco fuste. Cuando un actor maduradísimo viene a actuar en el teatro de la ciudad, trata de mostrarle una de sus obras de teatro. Pero el joven se da a la fuga cuando se percata de que el viejo libidinoso[2] se interesa más por él que por su obra...

Un día Fausto, una vez más, vuelve a casa por la madrugada y se percata de que Sandra ha desaparecido con el bebé. Asustado, los busca por todas partes con sus amigos, hasta descubrirla en casa de su propio padre. El padre de Fausto, harto de las inconsecuencias de su hijo, lo muele a puñetazos y golpes de cinturón, lo que quizás surtirá un buen efecto de ahora en adelante…

Pero Moraldo, cansado de debilitarse en ese marco estéril con esos amigos sin porvenir, sube de repente en el tren para Roma: va a buscar trabajo y una vida más amplia. Y el tren se lanza, mientras que los vitelloni, envarados en su mediocridad, se quedan en sus camas.

Reparto

Actores de doblaje

Comentarios

  • El guion fue escrito en principio por Ennio Flaiano con la intención de que la historia se ambientase en Pescara. Fellini decidió después ambientarla en Rímini, si bien las escenas se rodarían en Florencia, Viterbo, Ostia y Roma.
  • I vitelloni, segundo film rodado por Fellini solo después de El jeque blanco, es un film eje en su carrera. En blanco y negro y de estilo todavía vecino del neorrealismo[3] I Vitelloni le llevó el éxito y dio a conocer también a Eleonora Ruffo, tierna figura femenina y materna y a Alberto Sordi.
  • En 1955, en Francia, I vitelloni triunfó en el certamen Étoile de Cristal:[5] Premio internacional a Federico Fellini - Premio a la mejor actriz extranjera a Eleonora Ruffo - Premio al mejor actor extranjero a Franco Fabrizi.
  • Es una obra claramente autobiográfica: Fellini tenía 32 años de edad (poco más que los caracteres que pinta) cuando rueda I vitelloni, pero se trasladó de Rímini a Roma a los 19 años. Es la propia voz de Fellini la que dice en la última escena: Adiós, Guido...
  • Es también un análisis sociológico: Fellini describe, con agudeza pero sin hacerse un moralista, la carencia de educación y la pérdida de puntos de referencia debidas a la guerra, que conducen a la desocialización (aquí un entontecimiento) de algunos jóvenes. Sin embargo, cuando los vitelloni se quedaban en sus camas, para otros jóvenes italianos ese periodo fue el de una gran oportunidad: el «boom económico italiano».[7] El análisis sociológico de Fellini destaca también el papel importante de la mujer, paciente y estable frente al macho mediterráneo.

Notas y referencias

  1. Las escenas mostrando a los muchachos vagando en invierno a orillas de la mar sombría y agitada (por supuesto recuerdos de los paseos del joven Fellini alrededor de su ciudad de Rímini) prefiguran la famosa escena de la resaca matutina en la playa, en el fin de La Dolce Vita.
  2. Vittorio de Sica rechazo cortésmente el papel…
  3. Y así muy diferente de las películas coloradas, oníricas y fantásticas del Fellini de los años 1970 y 80
  4. El León de Oro de 1953 no fue otorgado...
  5. Premio muy codiciado en el ambiente del cine, el concurso Étoile de Cristal («Estrella de Cristal de Roche» en español), creado por Georges Auric, existió desde 1955 hasta 1975
  6. « ‘’campione de incassi’’ » según WP it.
  7. Ver el articulo en WP it.

Enlaces externos

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