Luis Fajardo y Chacón

En 1593 participa en un transporte de plata desde Las Azores bajo el mando de Francisco de Coloma. En los años posteriores participa en procesos contra los responsables de los saqueos ingleses de Cádiz y en expediciones contra los corsarios que acosaban a la Flota de Indias y es nombrado General de la Guarda de la Flota de las Indias. En este mismo año, fue oficialmente nombrado General de la Armada de la Guarda de la Carrera de Indias.

En 1601 Fajardo con siete galeones había cruzado el océano y arribado al Mar del Plata, para defender los intereses de la Corona de las escuadras de los corsarios Richard Lawson y William Monson. En 1602, después de derrotar a una escuadra corsaria inglesa a la vuelta de un viaje de Indias, logró desembarcar con el transporte de setenta millones de reales, la cantidad más grande que se transportó en una sola expedición. En 1604 se le nombra Capitán General de la Armada del Mar Océano y continúa su campaña contra los corsarios ingleses, franceses y holandeses. En 1605 rindió una escuadra de navíos en las Salinas de Araya y eficazmente desarmó a los holandeses que bloqueaban el comercio de perlas de Cumaná e Isla Margarita. En años posteriores continuó con éxitos contra los corsarios que acechaban con gran despliegue de navíos en el Cabo San Vicente.

En 1605 se decreta la expulsión de los moriscos que pasan en gran medida a integrarse en las flotas de los corsarios berberiscos, franceses y turcos por lo que es llamado a desde Indias a Cartagena para una campaña contra el corsario Simon Dancer en Orán y la bahía de Túnez con buques al mando de su hijo Juan Fajardo de Tenza y un tercer cuerpo con tropas de Málaga y Almería en una operación ejemplar y compleja en la que se quemaron y apresaron muchos navíos enemigos. Continuó participando en el transporte de los moriscos expulsados desde Cartagena al norte de África.

A principios del siglo XVII, en las Antillas y en Tierra Firme, los holandeses multiplicaron el contrabando y la piratería. Principalmente buscaban abastecerse de sal en las salinas de Araya, en Venezuela, y contrabandear diversas mercancías. En 1601, más de cien urcas, con una capacidad promedio de trescientas toneladas, fueron en busca de sal a ese destino. Cabe señalar que estos navíos no descuidaron su defensa, ya que navegaban con importante artillería a bordo. Para frenar las actividades ilegales de los holandeses en las Antillas, cada vez más preocupantes para la Corona española, en septiembre de 1605 una escuadra de catorce galeones, comandada por Luis Fajardo, partió de Lisboa rumbo a Venezuela. De las diecinueve urcas cargadas de sal encontradas en Araya, doce fueron capturadas y el resto hundidas. Sin piedad para los vencidos, Fajardo ordenó el ahorcamiento de toda la tripulación capturada. Tras la acción, se desplegaron cinco galeones para perseguir y atacar a dieciséis barcos, también de Holanda, que se encontraban frente a Manzanillas, Cuba. Tres de estos barcos fueron hundidos y otros dos fueron capturados. Los españoles perdieron un galeón en la operación.[4]

En 1614 partió con una gran escuadra de 7000 soldados y buques de guerra y de transporte contra el corsario Muley Cidan que daba apostadero a los holandeses al sur de Larache en el fuerte de la Mámora. Se produjo el desembarco de 2000 hombres y el apoyo de la artillería de las galeras del conde de Elda y el duque de Fernandina. Los barcos holandeses fondeados se declararon neutrales y los enemigos se encontraron bajo fuego cruzado, huyendo tierra adentro y retornando Luis Fajardo a Cádiz.

Durante su carrera como marino fue requerido por Felipe III para dar informe de la superioridad de los buques corsarios frente a los españoles. El motivo era el desgaste que sufrían las maderas de los navíos en las aguas de las Antillas, la curación de la madera empleada y la menor maniobrabilidad de los barcos por su mayor tamaño.[5]