Patriarcado de Jerusalén
El patriarcado de Jerusalén (en griego: Πατριαρχεῖον Ἱεροσολύμων; en latín: Patriarchatus Hierosolymitanus) fue uno de los patriarcados más prestigiosos de la cristiandad, debido al hecho de que a la Ciudad Santa, Jerusalén, se le considera la Iglesia madre, por haber sido el escenario de los sucesos de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Fue uno de los cuatro patriarcados orientales del cristianismo comprendidos, junto a Roma, en la teoría de la pentarquía (los otros fueron Constantinopla, Alejandría y Antioquía).
Por la división del patriarcado a lo largo del tiempo, en la actualidad hay tres patriarcas en Jerusalén: el patriarca ortodoxo griego de Jerusalén, el patriarca armenio de Jerusalén y el patriarca latino de Jerusalén; además de un patriarca titular: el patriarca melquita de Antioquía.
Historia
Orígenes del cristianismo
En la era apostólica la Iglesia se organizó como un número indefinido de Iglesias locales que en los primeros años consideraron a Jerusalén como su principal centro y punto de referencia. Según la tradición, los apóstoles confiaron la Iglesia de Jerusalén a Santiago el Justo,[1] quien es descrito como el primer obispo de Jerusalén y fue martirizado alrededor del año 62. Las persecuciones romanas que siguieron a las revueltas judías contra Roma en los siglos I y II posteriores también afectaron a la comunidad cristiana de la ciudad, y llevaron a Jerusalén a ser eclipsada en importancia por otras sedes, particularmente las de Antioquía, Alejandría y Roma. Jerusalén fue un simple obispado griego dependiente de la sede de Cesarea Marítima, que arrancó a partir del año 132, cuando se estableció una comunidad cristiana gentil en la nueva ciudad fundada por el emperador romano Adriano, con el nombre de Aelia Capitolina. El aumento de peregrinos durante y después del reinado de Constantino el Grande mejoró la situación de la sede de Jerusalén y en 325 el Concilio de Nicea I le otorgó un honor especial, sin modificar su estatus de sede sufragánea de Cesarea.[2][3]
Dado que prevalece una costumbre y antigua tradición en el sentido de que el obispo de Aelia debe ser honrado, que se le otorgue todo lo que sea consecuente con este honor, salvando la dignidad propia del metropolitano.
Establecimiento del patriarcado
Jerusalén continuó siendo un obispado hasta que en 451 el Concilio de Calcedonia le otorgó la independencia respecto de Cesarea, de Antioquía y de cualquier otro obispo de mayor rango, lo que ahora se conoce como autocefalía. En la séptima sesión del concilio el Decreto sobre la jurisdicción de Jerusalén y Antioquía estableció:
(...) el obispo de Jerusalén, o más bien la Iglesia más santa que está bajo su mando, tendrá bajo su propio poder a las tres Palestinas
Esto llevó a Jerusalén a convertirse en patriarcado cuando el título de patriarca se oficializó siglos después. Su jurisdicción se extendió sobre las 3 provincias romanas de Palestina.[4][5]
El rey persa Cosroes II ocupó Jerusalén en 614 y tomó prisionero al patriarca Zacarías, se llevó la Vera Cruz y la puso bajo los pies de su trono, como símbolo de su desprecio a la religión de los cristianos. El emperador bizantino Heraclio venció a los persas en 628, recuperó la cruz y en una ceremonia celebrada el 14 de septiembre de ese año, la regresó a Jerusalén.
En 637, después de un largo asedio a Jerusalén, el patriarca Sofronio entregó la ciudad al califa Úmar ibn al-Jattab, pero por un pacto se le reconoció los derechos de los cristianos a ser protegidos. Sin embargo, los cristianos sufrieron muchas persecuciones. Los santuarios cristianos fueron saqueados y desfigurados repetidamente por los sucesores de Úmar. El califa fatimí al-Hákim bi-Amrillah ordenó la destrucción de la Iglesia del Santo Sepulcro. En el siglo XI, el califa Ali az-Zahir, en virtud de un tratado con Bizancio, permitió la reconstrucción de los santuarios.
División del patriarcado
Durante las controversias cristológicas de los siglos V y VI, el patriarcado se mantuvo fiel a la ortodoxia de Calcedonia. No obstante, cuando murió el patriarca de Sofronio I en 638, los árabes musulmanes no permitieron la elección de un nuevo patriarca hasta 692; entonces la Iglesia apostólica armenia, que no aceptó las resoluciones tomadas en Calcedonia, comenzó a nombrar a sus propios obispos para las necesidades de sus propios fieles; desde ese momento, Jerusalén cuenta con un patriarca armenio y otro griego.
Durante el cisma de 1054, que separó a la Iglesia ortodoxa, por un lado, de la Iglesia católica, por el otro, el patriarcado ortodoxo griego de Jerusalén se alineó a la sede de Constantinopla. En 1099, cuando los cruzados capturaron Jerusalén, establecieron el Reino de Jerusalén y una jerarquía latina bajo un patriarca latino, expulsando al patriarca ortodoxo. El patriarca latino residió en Jerusalén desde 1099 hasta 1187, mientras que los patriarcas griegos continuaron siendo nombrados, pero residieron en Constantinopla. En 1187 los cruzados se vieron obligados a huir de Jerusalén y el patriarca ortodoxo regresó a la ciudad. La Iglesia católica continuó nombrando patriarcas latinos, aunque el titular de la sede residió en Roma hasta 1847, cuando las autoridades otomanas les permitieron regresar a Oriente Medio.
Patriarcados de Jerusalén actuales
El patriarcado de Jerusalén está actualmente dividido entre 3 patriarcas que residen en la ciudad y un patriarca titular:
- Patriarcado greco-ortodoxo de Jerusalén. Desde el 22 de noviembre de 2005 su líder es Teófilo III, que ostenta el título de patriarca de la Ciudad Santa de Jerusalén y toda Palestina, Siria, más allá del río Jordán, Caná de Galilea y la Santa Sión. Su jurisdicción se extiende a todos los cristianos ortodoxos de Israel, Palestina y Jordania.
- Patriarcado armenio de Jerusalén (o sede apostólica de Santiago en Jerusalén), jurisdicción autónoma de la Iglesia apostólica armenia establecida en esta ciudad para la feligresía de rito armenio desde el año 638. Desde 2013 el patriarca es Nurhan Manougian.
- Patriarcado latino de Jerusalén, establecido después del cisma de 1054, durante la primera cruzada (1099). Tras la pérdida de la ciudad, el título de patriarca latino de Jerusalén se convirtió en puramente honorífico en la Iglesia católica (1374), pero volvió a tener jurisdicción sobre los católicos occidentales en Tierra Santa el 4 de octubre de 1847, en cumplimiento de la carta apostólica de Pío IX Nulla celebrior (23 de julio). Desde el 24 de octubre de 2020 el patriarca latino de Jerusalén es Pierbattista Pizzaballa, tras el retiro de Fouad Twal.
- El patriarca melquita de Antioquía en comunión con la Iglesia de Roma, también lleva el título de patriarca de Jerusalén y tiene jurisdicción sobre los católicos orientales de la Iglesia greco-católica melquita en Tierra Santa desde 1772 (véase Territorio de Jerusalén dependiente del patriarca de Antioquía de los melquitas).
Obispos de Jerusalén
Obispos judeocristianos de Jerusalén (antes de 135)
- San Jacobo el Justo † (?-62 falleció)
- San Simeón I † (62-107 falleció)
- Justo I † (107-113 falleció)
- San Zaqueo † (113-circa 116 falleció)
- Tobías †
- Beniamino †
- Juan I †
- San Matías † (?-circa 120 falleció)
- Filipo † (?-circa 124 falleció)
- Séneca †
- Justo II †
- Levi †
- San Efrén I †
- José I †
- Judas † (?-circa 135 falleció)
Obispos de Aelia Capitolina (135-325)
- San Marcos I † (135-?)
- Casiano †
- Poplio †
- Máximo I †
- Juliano I †
- Cayo I †
- Simmaco †
- Cayo II † (?-162)
- Juliano II † (162-?)
- Capito †
- Máximo II †
- Antonino †
- Valente †
- Duliquiano † (?-185)
- San Narciso † (185-? renunció)
- Dius †
- Germano †
- Gordiano † (?-211)
- San Narciso † (211-231 falleció) (por segunda vez)
- San Alejandro † (231 por sucesión-249 falleció)
- Mazabeno † (249-260 falleció)
- Himeneo † (260-276 falleció)
- San Zamudas o Zambda † (276-283 falleció)
- Hermón † (283-314 falleció)
- San Macario I † (314-325 obispo de Jerusalén)
Obispos de Jerusalén (325-451)
Patriarcas de Jerusalén hasta la división del patriarcado calcedoniano
- Juvenal † (451-458 falleció)
- Anastasio I † (458-478 falleció)
- Martirio † (478-486 falleció)
- Sallustio † (486-494 falleció)
- San Elías I † (494-516 depuesto)
- Juan III † (516-524 falleció)
- Pedro † (524-552 falleció)
- Macario II † (552 depuesto)
- Eustoquio † (552-564 depuesto)
- Macario II † (564-575 falleció) (por segunda vez)
- Juan IV † (575-594)
- Amos † (594-601)
- Isaac † (601-609 falleció)
- Zacarías † (609-630 falleció)
- San Modesto † (630-634 falleció)
- San Sofronio I † (634-638 falleció)
- Sede vacante (638-692 ca.)
- Anastasio II † (circa 692-706 falleció)
- Juan V † (706-735 falleció)
- Teodoro † (745-770 falleció)
- Eusebio † (770 falleció) (patriarca electo)
- Elías II † (770-797 falleció)
- Jorge † (797-807 falleció)
- Tomás I † (807-820 falleció)
- Basilio † (820-838 falleció)
- Juan VI † (838-842 falleció)
- Sergio I † (842-844 falleció)
- Sede vacante (844-855)
- Salomón † (855-860 falleció)
- Sede vacante (860-862)
- Teodosio † (862-878 falleció)
- Elías III † (878-907 falleció)
- Sergio II † (908-911 falleció)
- Leoncio I † (912-929)
- Atanasio I † (929-937)
- Cristódulo I † (937-950)
- Agatone † (950-964 falleció)
- Juan VII † (964-966 falleció)
- Cristódulo II † (966-969 falleció)
- Tomás II † (969-978 falleció)
- Sede vacante (978-980)
- José II † (980-983 falleció)
- Orestes † (983-1005 falleció)
- Sede vacante (1005-1012)
- Teófilo I † (1012-1020 falleció)
- Nicéforo I † (1020-después de 1048)
- Giovannichio ?[6]
Divisiones del patriarcado
Referencias
- Eusebio de Cesarea. (c. 324). Historia Eclesiástica, II, 1 § 2-5. Editorial CLIE.
- Concilio de Nicea, Nicea (325)
- Canon 7 de Nicea I
- Karen Rae Keck, "St. Juvenal of Jerusalem" en The Saint Pachomius Library
- Philip Schaff, "Excursus on the Rise of the Patriarchate of Jerusalem" en The Seven Ecumenical Councils
- Hay dudas sobre la existencia de este patriarca, que no es recordado por todas las fuentes disponibles: algunos historiadores creen que es un benefactor de la Iglesia de Jerusalén, ingresado en la lista de patriarcas debido a un error de los copistas; così ad es. Ph. Grierson, The Dates of Patriarch Sophronius of Jerusalem, en Revue des études byzantines, vol. XLIII, 1985, pp. 231-235.