Pinus radiata

Pinus radiata, (sin. Pinus insignis), llamado pino insigne,[1] pino de Monterrey o pino de California[2] es una especie arbórea perteneciente a la familia de las pináceas, originaria del suroeste de los Estados Unidos, principalmente California.

Conos.
Detalle de las hojas.
Tronco.
Pabellón de Chile en la Expo 92, construido con madera de pinus radiata
Pino insigne

Ejemplar de edad media
Estado de conservación
En peligro (EN)
En peligro (UICN)
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Pinophyta
Clase: Pinopsida
Orden: Pinales
Familia: Pinaceae
Género: Pinus
Especie: P. radiata
D.Don, 1836
Distribución
Distribución natural en la costa oeste de Norteamérica.
Distribución natural en la costa oeste de Norteamérica.

Características

Es un árbol de talla media, de aproximadamente 45 metros de altura. Su crecimiento es rápido en los primeros años, su tronco puede alcanzar un diámetro de más de 50 cm en 20 años. Posteriormente su crecimiento se ralentiza. Posee una copa piramidal en su juventud y aplanada o abovedada en su madurez, con ramas inferiores extendidas. Tiene el tronco recto, cubierto por una corteza gruesa y resquebrajada, de color pardo-rojizo. Las hojas de los braquiblastos son agujas son de unos 15 cm de longitud, agrupadas de tres en tres. Fructifica en estróbilos, ovoides de 7-14 cm de longitud y a menudo agrupados en verticilos de hasta cinco. Los escudetes que reciben mayor insolación son prominentes y ganchudos. Los orientados hacia la sombra son casi planos. Manifiestan una acusada serotinia, por lo que las ramas de los árboles adultos mantienen numerosas piñas cerradas.

Distribución y hábitat

Pinus radiata es endémico en una pequeña región disjunta situada en la costa oeste de Norteamérica, en los condados de Monterey, San Luis Obispo y Santa Cruz en California, y las islas mexicanas de Guadalupe y Cedros, pero debido a su utilidad como árbol maderero, actualmente se cultiva en regiones muy alejadas de su área silvestre. Se desarrolla en casi cualquier suelo pero prefiere suelos silíceos profundos. Necesita climas húmedos, templados o cálidos, puesto que no soporta inviernos muy fríos pero soporta hasta temperaturas ocasionales de hasta -12 °C . En cuanto a las precipitaciones el óptimo para la especie es de 800 a 1700 mm anuales, por otro lado puede tolerar hasta 4 meses de sequía estival.

Se ha introducido en Europa, Nueva Zelanda, sudoeste de Australia, Chile, Brasil, Colombia y Sudáfrica. Las mayores plantaciones están en Chile y Nueva Zelanda, donde estas exceden el 60 % de la superficie total de plantación.

Usos

Es una especie de gran interés para la industria por la calidad de su madera y su rápido crecimiento, que hace que su cultivo comience a dar beneficios en pocos años.

Su madera es muy versátil aprovechandose para diferentes fines, entre los que destacan la pasta de papel, tableros contrachapados, madera aserrada y la fabricación de tableros de aglomerado. Se cultiva en muchos países para hacer repoblaciones, principalmente por la rapidez de su crecimiento.

Con frecuencia se utiliza como cortavientos.

Plantaciones foráneas

España

En la península ibérica desde el siglo XIX se han ido introduciendo sobre todo en la zona norte con el fin de aprovechar su madera para la fabricación de pasta de papel y para labores de entibamiento en minas de carbón. Se encuentra en zonas de baja altitud de las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León y Euskadi, y excepcionalmente en algunas zonas de Andalucía, como Málaga, Cádiz y Sierra Morena. En las islas Canarias fue introducido en los años 1940-50.

De todas las regiones españolas donde se cultiva destaca especialmente Euskadi, que acumula el 47'56% de los pinares de esta especie en España, siendo la especie forestal más común del territorio y elemento paisajístico característico de los montes vascos.

El 13% de la madera que se corta anualmente en España es de pino radiata.[3]

Chile

En Chile fue introducido el año 1888 por Arturo Junge Sahr en la ciudad de Concepción, a partir de semillas encargadas al vivero alemán G. Porzel en Erfurt. Al encontrar un rápido crecimiento, se fue popularizando y hoy es uno de los monocultivos arbóreos con mayor superficie plantadas en el país, dando origen a una industria forestal que hoy en día tiene un aporte anual del 2,8% del producto interno bruto (PIB).[4]

Sin embargo, la industria forestal, basada principalmente en monocultivos de Pinus radiata, ha tenido importantes consecuencias ambientales. Si bien en un inicio las plantaciones forestales se establecieron en lugares degradados por la agricultura, posteriormente fueron plantadas en lugares donde reemplazó al bosque nativo. Cabe destacar que según el Catastro Vegetacional de Conaf revisión 2017 el bosque nativo en Chile posee 14 millones de hectáreas y las plantaciones forestales de exóticas 3 millones. En el sector donde se ubica la gran mayoría de las plantaciones es entre la Región de O´Higgins y la Región de los Ríos, donde la superficie de bosque nativo llega a 3,5 millones y las plantaciones a 3 millones de hectáreas aproximadamente.

La expansión de este tipo de plantaciones forestales fue estimulada principalmente por la elaboración del Decreto Ley 701, creado durante la dictadura de Augusto Pinochet con el objetivo de expandir la industria forestal hacia un modelo exportador de materias primas. Posteriormente, este decreto se modificó en 1998, prorrogándose por 15 años más durante el mandato del presidente Eduardo Frei (ley 19.561). El DL 701 consideraba bonificaciones para todo tipo de propietarios forestales por la plantación de árboles en terrenos de aptitud forestal que no contaran con bosque, fuera por deforestación antigua o reciente, inclusive la que se hacía con el fin de acogerse a los beneficios de esta ley.

Australia

P. radiata es la especie arbórea de plantación dominante en Australia, ocasionando una importante pérdida del hábitat nativo de vida silvestre. En las Montañas Azules (Nueva Gales del Sur), la especie es considerada como una mala hierba y se alienta su retirada.[5] También es la especie más común de Árbol de Navidad.[6]

Taxonomía

Pinus radiata fue descrita por David Don y publicado en Transactions of the Linnean Society of London 17: 442. 1836.[7]

Etimología

Pinus: nombre genérico dado en latín al pino.[8]

radiata: epíteto latino que significa "radial, con rayos".[9]

Sinonimia
  • Pinus adunca Bosc. ex Poir.
  • Pinus californica Loisel.
  • Pinus insignis Douglas ex Loudon
  • Pinus insignis var. laevigata Lemmon
  • Pinus insignis var. macrocarpa Hartw. ex Carrière
  • Pinus montereyensis Rauch. ex Gordon
  • Pinus rigida Hook. & Arn.
  • Pinus sinclairii Hook. & Arn.
  • Pinus tuberculata D.Don[10][11]

Nombres

La especie es conocida por los siguientes nombres comunes:

  • Pino, pino de Monterrey, pino insigne, pino insignis, pino radiata, pino candelabro, pino volador.[12]

Biometría

Referencias

  1. Nombre vulgar preferido en español, en Árboles: guía de campo; Johnson, Owen y More, David; traductor: Pijoan Rotger, Manuel, ed. Omega, 2006. ISBN 978-84-282-1400-1 Versión en español de la Collins Tree Guide.
  2. Inforjardín. Pinus radiata. Consultado el 25 de abril de 2010.
  3. Los pinares de pino radiata Ministerio de Medio Ambiente. Gobierno de España.
  4. «Copia archivada». Archivado desde el original el 9 de marzo de 2017. Consultado el 8 de marzo de 2017.
  5. Radiata Pine – Weeds of Blue Mountains Bushland. Consultado el 1 de agosto de 2015.
  6. Un Mundo Ecosostenible (3 de diciembre de 2022). «Pinus Radiata». Consultado el 2 de septiembre de 2023.
  7. «Pinus radiata». Tropicos.org. Jardín Botánico de Misuri. Consultado el 7 de abril de 2013.
  8. En Nombres Botánicos
  9. En Epítetos Botánicos
  10. «Pinus radiata». World Checklist of Selected Plant Families. Consultado el 7 de abril de 2013.
  11. Pinus radiata en PlantList
  12. «Pinus radiata». Real Jardín Botánico: Proyecto Anthos. Consultado el 7 de abril de 2013.

Bibliografía

  1. CONABIO. 2009. Catálogo taxonómico de especies de México. 1. En Capital Nat. México. CONABIO, Ciudad de México.
  2. Comité editorial de Flora of North America, e. 1993. Pteridophytes and Gymnosperms. Fl. N. Amer. 2: i–xvi, 1–475.
  3. Gibbs Russell, G. E., W. G. M. Welman, E. Retief, K. L. Immelman, G. Germishuizen, B. J. Pienaar, M. Van Wyk y A. Nicholas. 1987. List of species of southern African plants. Mem. Bot. Surv. S. Africa 2(1–2): 1–152(pt. 1), 1–270(pt. 2).
  4. Hokche, O., P. E. Berry y O. Huber. (eds.) 2008. Nuevo Cat. Fl. Vasc. Venezuela 1–860. Fundación Instituto Botánico de Venezuela, Caracas.
  5. Jepson, W. L. 1909. Fl. Calif. vol. 1. 578 pp. Cunningham, Curtiss & Welch, San Francisco.
  6. Jørgensen, P. M. y C. Ulloa Ulloa. 1994. Seed plants of the high Andes of Ecuador---A checklist. AAU Rep. 34: 1–443.
  7. Jørgensen, P. M. y S. León-Yánez. (eds.) 1999. Cat. Vasc. Pl. Ecuador Monogr. Syst. Bot. Miss. Bot. Gard. 75: i–viii, 1–1181. Jardín Botánico de Misuri, S. Luis.
  8. Killeen, T. J., E. García Estigarribia y S. G. Beck. (eds.) 1993. Guía Árb. Bolivia 1–958. Herbario Nacional de Bolivia y Jardín Botánico de Misuri, La Paz.
  9. Lawesson, J. E., H. Adsersen y P. Bentley. 1987. An updated and annotated check list of the vascular plants of the Galapagos Islands. Rep. Bot. Inst. Univ. Aarhus 16: 1–74.
  10. Marticorena, C. y M. Quezada. 1985. Catálogo de la Flora Vascular de Chile. Gayana, Bot. 42: 1–157.
  11. Munz, P. A. y D. D. Keck. 1959. Cal. Fl. 1–1681. University of California Press, Berkeley.
  12. Zuloaga, F. O., O. N. Morrone, M. J. Belgrano, C. Marticorena y E. Marchesi. (eds.) 2008. Catálogo de las Plantas Vasculares del Cono Sur (Argentina, Sur de Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay). Monogr. Syst. Bot. Missouri Bot. Gard. 107(1): i–xcvi, 1–983; 107(2): i–xx, 985–2286; 107(3): i–xxi, 2287–3348.

Enlaces externos

http://www.conaf.cl/nuestros-bosques/bosques-en-chile/catastro-vegetacional/


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