Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí

El Monasterio de la Transfiguración o Monasterio de Santa Catalina (en griego: Μονὴ τῆς Ἁγίας Αἰκατερίνης) está situado en la boca de un cañón de difícil acceso a los pies del monte Sinaí, en Egipto. Está construido donde la tradición supone que Moisés vio la «zarza que ardía sin consumirse». Se trata de uno de los monasterios más antiguos que continúan habitados. También se le conoce con el nombre de Monasterio de la Zarza Ardiente. Pertenece a la Iglesia ortodoxa autónoma de Monte Sinaí, dependiente de la Iglesia ortodoxa de Jerusalén. En 2002 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.[1]

Zona de Santa Catalina

Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Vista del monasterio
Monasterio de Santa Catalina del Sinaí
Localización
País Egipto Egipto
Coordenadas 28°33′21″N 33°58′32″E
Datos generales
Tipo Cultural
Criterios i, iii, iv, vi
Identificación 954
Región Estados árabes
Inscripción 2002 (XXVI sesión)
Sitio web oficial

Historia

Moisés y la zarza ardiente. Icono del siglo XII

Santa Elena, la madre del emperador Constantino I el Grande, mandó construir una capilla en el lugar donde según la tradición Moisés habló con Dios en el episodio bíblico de la «zarza ardiente». Posteriormente el emperador Justiniano I mandó construir un monasterio en aquel lugar, junto a la capilla mencionada. El monasterio fue construido entre los años 527 y 565. Supuestamente la zarza que se conserva es la original, convirtiendo al monasterio en un lugar sagrado para las tres grandes religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islam. Aunque su verdadero nombre es Monasterio de la Transfiguración, es conocido también como Monasterio de Santa Catalina, recibiendo este nombre de Santa Catalina de Alejandría, una mártir cristiana que fue sentenciada a morir en la rueda de tortura. La tradición transmitió que la rueda se rompió y que finalmente fue decapitada. Su cuerpo fue trasladado por los ángeles al Monte Sinaí y los monjes del monasterio encontraron sus restos sobre el año 800, en una gruta de la montaña, momento a partir del cual el monasterio custodió sus reliquias y se convirtió en un importante centro de peregrinación.

La Escalera del divino ascenso, Monasterio de Santa Catalina

Según un documento en posesión del monasterio, y supuestamente del puño y letra del mismo Mahoma, el mismo profeta dio su protección al monasterio tras haberle concedido refugio de sus enemigos. Gracias a este documento y a que se construyó una mezquita fatimí en el interior de sus muros, el monasterio perduró a la dominación musulmana de la región. La mezquita está cerrada y nunca ha sido usada ya que, por error, no está orientada hacia La Meca.

Los anacoretas del Sinaí fueron eliminados durante el siglo VII y solo el monasterio perduró gracias en parte a las fortificaciones que lo protegían. Este aún conserva los muros que servían de defensa. El acceso al interior del recinto se efectuaba hasta el siglo XX mediante una puerta elevada en el muro exterior. Las cruzadas aumentaron el interés de los peregrinos hacia el monasterio, que se convirtió en centro de peregrinaje entre los años 1099 y 1270. El monasterio se mantenía gracias a dependencias del mismo en Egipto, Palestina, Siria, Creta, Chipre y Constantinopla.

Geografía

El sistema de clasificación climática Köppen-Geiger clasifica su clima como desierto frío (BWk). Tiene las noches más frías de cualquier localidad en Egipto.[2] Su humedad es muy baja. Las montañas más altas de Egipto rodean el monasterio con muchos valles más pequeños que van desde la cuenca a las montañas en todas las direcciones. El monasterio se encuentra a una altura de 1600 m s. n. m. La gran altitud del monasterio y las altas montañas que la rodean proporcionan un clima agradable, con refrescantes noches frescas de verano y una excelente primavera, mientras que los días de invierno son frescos para la región y las noches podrían alcanzar los -14 °C en raras ocasiones. Las nevadas poco frecuentes en Santa Catalina tienen lugar durante los meses de invierno de diciembre, enero y febrero, sin embargo, la nieve también ha ocurrido en otoño y primavera. Una pequeña ciudad con hoteles y piscinas, llamada Santa Catalina, ha crecido alrededor del monasterio.

Patrimonio

Imagen de un texto en siríaco.
Imagen de san Pedro.

El monasterio tiene gran importancia debido a su antigua y valiosa biblioteca que guarda la segunda colección más extensa de códices y manuscritos del mundo, solo superada en número de ejemplares por la Biblioteca Vaticana.[3][4] En ella se pueden encontrar unos 3500 volúmenes escritos en griego, copto, árabe, armenio, hebreo, georgiano, siríaco y otras lenguas. Es notable una copia de Ashtiname de Mahoma, un documento en el cual el profeta islámico le concede protección al monasterio.[5]

En el complejo se encuentran obras de arte únicas, entre las que se encuentran mosaicos, iconos rusos y griegos, pinturas encáusticas, ornamentos religiosos, cálices y relicarios. Entre los iconos que guarda se encuentran algunos de los más antiguos del mundo, datados de los siglos siglo V y VI. Cabe destacar el Pantocrátor del Sinaí, del siglo  VII, el libro de La escalera del divino ascenso, un icono del siglo XII del libro de San Juan Clímaco, o el icono más antiguo sobre un tema del Antiguo Testamento.

Manuscritos e iconos

Ashtiname de Mahoma por el que se concede protección y otros privilegios a los seguidores de Jesús.

La biblioteca, fundada en algún momento entre el 548 y el 565, es la más antigua del mundo en funcionamiento ininterrumpido.[6] Contiene manuscritos y libros en griego, arameo palestino cristiano, siríaco, georgiano, árabe, etíopae/Ge'ez, latín, armenio, eslavo eclesiástico, y albanés caucásico,[7] y además de algunos libros coptos raros, en lengua hebrea.[8][9]

En mayo de 1844 y febrero de 1859, Constantin von Tischendorf visitó el monasterio para investigar y descubrió el Códice Sinaítico, que data del siglo IV, en aquel momento el manuscrito más antiguo de la Biblia conservado casi completo. El hallazgo salió del monasterio hacia Rusia, en circunstancias largamente discutidas. Pero en 2003 los estudiosos rusos descubrieron el acta de donación del manuscrito, firmada por el Consejo del Metochion de El Cairo y el arzobispo Calístrato el 13 de noviembre de 1869. El monasterio recibió 9000 rublos como regalo del zar Alejandro II de Rusia.[10] El códice fue vendido por Stalin en 1933 al Museo Británico y actualmente se encuentra en la Biblioteca Británica de Londres, donde se expone al público. Antes del 1 de septiembre de 2009, en la biblioteca del monasterio se descubrió un fragmento inédito del Codex Sinaiticus,[11][12] así como entre los nuevos hallazgos de 1975.[13][9] En otras visitas, en 1855 y 1857, Constantin von Tischendorf también descubrió allí más manuscritos valiosos (escritos en griego, arameo cristiano palestino , georgiano y siríaco) y se los llevó a San Petersburgo y Leipzig, donde se conservan en la actualidad.[14][15][16][17][18][19][20]

En febrero de 1892 Agnes Smith Lewis descubrió en la biblioteca un antiguo palimpsesto del Evangelio que pasó a conocerse como el Sinaítico siríaco y que todavía está en posesión del monasterio.[21] Agnes junto con su hermana Margaret Dunlop Gibson volvió en 1893 con un equipo de Cambridge: dos eruditos y sus esposas, y también J. Rendel Harris para fotografiar y transcribir el manuscrito en su totalidad, así como para preparar los primeros catálogos de los manuscritos siríacos y árabes.[22][23][24] Entre los nuevos hallazgos salieron a la luz dos palimpsestos adicionales que contenían pasajes adicionales de los Antiguos Evangelios Siríacos.[25]

Además, el monasterio alberga un ejemplar de Mok'c'evay K'art'lisay, una colección de libros complementarios de la Kartlis Cxovreba, que data del siglo IX.[26]

Desde entonces, los manuscritos más importantes han sido filmados o digitalizados, por lo que son accesibles a los estudiosos. Con la ayuda de planificación de Ligatus, un centro de investigación de la Universidad de las Artes de Londres, la biblioteca fue ampliamente renovada, reabriendo a finales de 2017.[27][28][9]

Proyecto Palimpsestos del Sinaí

Desde 2011, un equipo de científicos especializados en la obtención de imágenes[29][9] y expertos en el desciframiento de palimpsestos[30][9] de Estados Unidos y Europa han fotografiado, digitalizado y estudiado la colección de palimpsestos de la biblioteca durante el proyecto internacional de palimpsestos del Sinaí.[31][9][32][33]

Los palimpsestos destacan por haber sido reutilizados una o más veces a lo largo de los siglos. Como el pergamino era caro y su producción requería mucho tiempo, los monjes borraban ciertos textos con zumo de naranja o los raspaban y escribían encima.[34][9] Aunque en su día se dio por perdido el texto original,[35] los científicos utilizaron técnicas y tecnologías de imagen multiespectral de banda estrecha para revelar características que eran difíciles de ver por el ojo humano, incluyendo residuos de tinta y pequeños surcos en el pergamino.[32][4] Cada página tardó aproximadamente ocho minutos en ser escaneada por completo.[4] Estas imágenes han sido posteriormente digitalizadas y ahora están disponibles de forma gratuita para la investigación en la biblioteca en línea de la UCLA para uso académico.[9]

Hasta junio de 2018, se habían identificado al menos más de 160 palimpsestos, con más de 6800 páginas de textos recuperadas.[9] Los hallazgos más recientes se descubrieron en un depósito aislado de la Torre de San Jorge en 1975.[36][37][38][39][40][41] Destacan las «108 páginas de poemas griegos hasta ahora desconocidos y la receta más antigua conocida atribuida al médico griego Hipócrates»; folios adicionales para la transmisión de los Antiguos Evangelios Siríacos;[25] dos testigos no atestiguados de un texto apócrifo cristiano temprano la Dormición de María (Transitus Mariae) del que se ha perdido la mayor parte del texto griego;[42] un martirio hasta ahora desconocido de Patriklos de Cesárea Marítima (Palestina), uno de los once seguidores de Pánfilo de Cesárea; así como el conocimiento de lenguas muertas, como el albanés caucásico, apenas atestiguada hasta ahora,[43][44] y arameo cristiano palestino, el dialecto local de la primera época bizantina, con muchos testigos textuales sin parangón.[9]

El monasterio

El monasterio data de los tiempos de Justiniano. Esteban de Aila, el arquitecto del monasterio, construyó una basílica de tres naves, de basalto, con el techo de madera y capiteles labrados en un estilo derivado del corintio. La basílica tiene cinco naves laterales y unas torres en el extremo occidental. La «zarza ardiente» se encuentra situada en el extremo oriental.

El monasterio ha experimentado pocos cambios desde su construcción. La misma puerta de madera cierra el portal occidental y el techo de madera descansa sobre vigas con grabados en honor del emperador Justiniano y su esposa Teodora, todo ello del siglo VI. Las inscripciones habían sido observadas y comentadas por los distintos viajeros que por allí habían pasado hasta el siglo XVIII. Sin embargo, en 1958 se realizó una expedición que estudió detenidamente las escrituras de las vigas, descubriendo su contenido; en ellas decía, «nuestro emperador más pío», refiriéndose a Justiniano, y «su difunta emperatriz», refiriéndose a Teodora. El monasterio debió terminarse entre la muerte de la emperatriz y la del emperador, es decir, entre 548 y 565.

También se pueden encontrar los restos de la mezquita de los siglos X y XI. Los estudios arqueológicos realizados han encontrado cruces cristianas en su interior. En el monasterio también se encuentra la Capilla de San Trifón, que es usada de osario para los hermanos difuntos.

El monasterio, junto a algunas dependencias del exterior, como el cercano monasterio de Raithu, constituye la Iglesia ortodoxa del Monte Sinaí. Esta iglesia es autónoma y está encabezada por un arzobispo, que es el mismo abad del monasterio. Este arzobispo es tradicionalmente consagrado por el Patriarca ortodoxo de Jerusalén.

Fundación Santa Catalina

La Fundación Santa Catalina es una organización sin ánimo de lucro que desea preservar este sitio tan importante de la UNESCO. La conservación de las estructuras arquitectónicas, las pinturas preciosas y los libros derivan mucho de esta organización. Este instituto tiene el importante objetivo de promover el conocimiento del monasterio con diferentes publicaciones del tema.

Imagen panorámica del Monasterio de Santa Catalina

Véase también

Referencias

  1. «Centro del Patrimonio Mundial -». UNESCO World Heritage Centre. Consultado el 24 de enero de 2020.
  2. «Climatological Information for St. Katrine, Egypt». http://www.weather.gov.hk (en inglés). Hong Kong Observatory. Archivado desde el original el 21 de abril de 2014. Consultado el 20 de noviembre.
  3. Español, Marc (14 de noviembre de 2020). «El guardián de los códices del Sinaí». El País. Consultado el 3 de noviembre de 2022.
  4. Macdonald, Fleur (13 de junio de 2018). «Escritura oculta en manuscritos antiguos». BBC News (en inglés británico). Archivado desde el original el 2 de julio de 2018. Consultado el 3 de noviembre de 2022.
  5. Brandie Ratliff, "The monastery of Saint Catherine at Mount Sinai and the Christian communities of the Caliphate." «Sinaiticus. The bulletin of the Saint Catherine Foundation». 2008. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  6. Esparza, Daniel (19 de agosto de 2019). «La biblioteca de Santa Catalina del Monte Sinaí nunca ha cerrado sus puertas.». Consultado el 11 de agosto de 2020.
  7. Jost Gippert, La creación de los alfabetos caucásicos como fenómeno de la historia cultural, en Referate des Internationalen Symposiums (Wien, 1. -4. Dezember 2005), ed. por Werner Seibt, Johannes Preiser-Kapeller, pp. 39-50, Wien: Verlag der Österreichischen Akademie der Wissenschaften 2011.
  8. Bo Isaksson, "The Monastery of St. Catherine and the New Finds", en Built on Solid Rock: Studies in Honour of Professor Ebbe Egede Knudsen on the Occasion of his 65th Birthday April 11th 1997, editado por Elie Wardini, pp. 128-140, Oslo: Novus forlag, 1997.
  9. «Sinai Palimpsests project». sinai.library.ucla.edu.
  10. La historia de la adquisición de la Biblia del Sinaí por el Gobierno ruso en el contexto de los recientes hallazgos en los archivos rusos (edición en inglés en Internet) Archivado el 21 de diciembre de 2019 en Wayback Machine.. El artículo de A.V. Zakharova se publicó por primera vez en Montfaucon. Études de paléographie, de codicologie et de diplomatique, Moscú-San Petersburgo, 2007, pp. 209-66) véase también Alexander Schick, Tischendorf und die älteste Bibel der Welt. Die Entdeckung des Codex Sinaiticus im Katharinenkloster (Tischendorf y la Biblia más antigua del mundo - El descubrimiento del Códice Sinaítico en el Monasterio de Santa Catalina), Muldenhammer 2015, pp. 123-28, 145-55.
  11. «Fragment from world's oldest Bible found hidden in Egyptian monastery». The Independent (en inglés). 1 de septiembre de 2009. Consultado el 3 de noviembre de 2022.
  12. «Oldest known Bible to go online» (en inglés británico). 3 de agosto de 2005. Consultado el 3 de noviembre de 2022.
  13. David C. Parker (2010), CODEX SINAITICUS: The Story of the World's Oldest Bible. Londres. British Library, p. 18. ISBN 9780712358033
  14. M. F. Brosset (1858), Note sur un manuscrit géorgien de la Bibliothèque Impériale publique et provenant de M. Tischendorf, Mélanges Asiatiques 3, pp. 264-280.
  15. N. Pigoulewsky (1934), Fragments syro-palestiniens des Psaumes CXXIII-IV, Revue Biblique 43, pp. 519-527.
  16. N. Pigoulewski (1937), Manuscrits syriaques bibliques de Léningrad, Revue Biblique 46, pp. 83-92; N. Pigoulewski, Manuscrits syriaques bibliques de Léningrad (suite), Revue Biblique 46, 1937, pp. 225-230; 556-562.
  17. Julius Assfalg (1963), Georgische Handschriften (= Verzeichnis der orientalischen Handschriften in Deutschland, III) (Wiesbaden); Julius Assfalg (1965), Syrische Handschriften (= Verzeichnis der orientalischen Handschriften in Deutschland, V) (Wiesbaden).
  18. Sebastian P. Brock (2012), Sinai: a Meeting Point of Georgian with Syriac and Christian Palestinian Aramaic, en The Caucasus between East & West (Tbilisi), pp. 482-494.
  19. Grigory Kessel (2016), Membra Disjecta Sinaitica I: A Reconstitution of the Syriac Galen Palimpsest, en André Binggili et al. (eds.), Manuscripta Graeca et Orientalia: Mélanges monastiques et patristiques en l'honneur de Paul Géhin (Lovaina: Peeters), pp. 469-498.
  20. Paul Géhin (2017), Les manuscrits syriaques de parchemin du Sinaï et leur membra disjecta, CSCO 665 / Subsidia 136 (Lovaina: Peeters).
  21. El texto fue descifrado por Francis C Burkitt y Robert L. Bensly, véase Gibson, Margaret Dunlop (1893). Cómo se encontró el códice. Cambridge: Macmillan & Bowes. pp. 36-38.
  22. Gibson, Margaret Dunlop (1893). How the Codex was Found. Cambridge: Macmillan & Bowes. pp. 60-67.
  23. Agnes Smith Lewis (1894), Catalogue of the Syriac MSS. in the Convent of S. Catharine on Mount Sinai, Studia Sinaitica, I (Londres: C. J. Clay and Sons).
  24. Margaret Dunlop Gibson (1894), Catalogue of the Arabic mss. in the Convent of Saint Catharine on Mount Sinai. Studia Sinaitica, III (Londres: C. J. Clay and Sons).
  25. Sebastian P. Brock, Two Hitherto Unattested Passages of the Old Syriac Gospels in Palimpsests from St Catherine's Monastery, Sinai, Δελτίο βιβλικῶν Μελετῶν 31, 2016, pp. 7-18.
  26. Kavtaradze, Giorgi (2001). «Las Crónicas GEORGIANAS Y LA RAISON D'ÈTRE DEL REINO IBÉRICO». Journal of Historical Geography of the Ancient World.
  27. Recuperado el 20 de mayo de 2018
  28. voanews.com/middle-east/egypt-reopens-ancient-library-st-catherine-monastery «Egipto reabre la antigua biblioteca del monasterio de Santa Catalina». Voice of America (en inglés). Consultado el 23 de noviembre de 2019.
  29. Keith Knox (asesor científico jefe, EMEL, EE.UU.); Roger Easton (Centro Chester F. Carlson para la obtención de imágenes, Rochester, EE.UU.); William Christens-Barry (científico jefe, Equipoise Imaging, LCC, MD, EE.UU.); David Kelbe (Centro para la Tecnología de la Ciencia Espacial, Alexandra, Nueva Zelanda)
  30. Zaza Aleksidze (Tbilisi, Georgia); André Binggeli (París, Francia); Sebastian Brock (Oxford, Reino Unido); Michelle Brown (Londres, Reino Unido); Guglielmo Cavallo (Roma, Italia); Steve Delamarter (Portland, OR, EE.UU.); Alain J. Desreumaux (París, Francia); David Ganz (Cambridge, Reino Unido); Paul Géhin (París, Francia); Jost Gippert (Fráncfort, Alemania); Sidney Griffeth (Washignton DC, Estados Unidos); Getachew Haile (Minnesota; Nueva York, Estados Unidos); Dieter Harlfinger (Hamburgo, Alemania); Hikmat Kashouh (Metn, Líbano); Vasilios Katsaros (Tesalónica, Grecia); Grigory Kessel (Viena, Austria); Daniela Mairhofer (Princeton, NJ, EE.UU.); Heinz Miklas (Viena, Austria); Christa Müller-Kessler (Universidad de Jena, Alemania); Panayotis Nicolopoulos (Atenas, Grecia); Pasquale Orsini (Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales, Instituto Central de Archivos, Italia); Bernard Outtier (París, Francia); Claudia Rapp (Viena, Austria); Giulia Rossetto (Viena, Austria); Alexander Treiger (Nueva Escocia, Canadá); Agammenon Tselikas (Atenas, Grecia); Nigel Wilson (Oxford, Reino Unido).
  31. Los responsables originales del proyecto fueron la profesora de estudios bizantinos Claudia Rapp de la Universidad de Viena y Michael Phelps de la Early Manuscripts Electronic Library (EMEL), de Los Ángeles.
  32. Schrope, Mark (6 de septiembre de 2012). «In the Sinai, a global team is revolutionizing the preservation of ancient manuscripts». The Washington Post (en inglés estadounidense). ISSN 0190-8286. Consultado el 2 de julio de 2018.
  33. Hsing, Crystal (15 de abril de 2011). «Los estudiosos utilizan herramientas tecnológicas para revelar textos». Daily Bruin. Consultado el 2 de julio de 2018.
  34. Reviel Netz y William Noel (2008), The Archimedes Codex: Revealing the Secrets of the World's Greatest Palimpsest (Londres: Phoenix), pp. 120-124.
  35. Marchant, Jo (11 de diciembre de 2017). com/history/archaeologoists-only-bjust-beginning-reveal-secrets-hidden-ancient-manuscripts-180967455/ «Los arqueólogos apenas comienzan a revelar los secretos ocultos en estos antiguos manuscritos». Smithsonian (en inglés). Consultado el 2 de julio de 2018.
  36. Ioannis E. Meïmaris (1985), Κατάλογος τῶν νέων ἀραβικῶν χειρογράφων τῆς ἱερᾶς Μονῆς Ἁγίας Αἰκατερίνης τοῦ Ὄρους Σινᾶ, Ἱερὰ Μονὴ Ἁγίας Αἰκατερίνης (Atenas).
  37. Ioannis C. Tarnanidis (1988), The Slavonic Manuscripts Discovered in 1975 at St Catherine's Monastery on Mount Sinai (Thessaloniki).
  38. Sebastian P. Brock (1995), Catalogue of the Syriac Fragments (New Finds) in the Library of the Monastery of Saint Catherine, Mount Sinai (Atenas).
  39. Panayotis G. Nicolopoulos (1999), The New Finds of Sinai. Holy Monastery and Archdiocese of Sinai (Atenas).
  40. Zaza Alekzidse, M. Shanidze, L. Khevsuriani, M. Kavtaria (2005), The New Finds of Sinai. Catalogue of Georgian Manuscripts Discovered in 1975 at Saint Catherine's Monastery on Mount Sinai (Atenas).
  41. Philothee du Sinaï (2008), Nouveaux manuscrits syriaques du Sinaï (Atenas).
  42. Christa Müller-Kessler, Tres testigos tempranos de la "Dormición de María" en arameo cristiano palestino. Palimpsestos de la Genizah de El Cairo (Colección Taylor-Schechter) y los nuevos hallazgos en el Monasterio de Santa Catalina, Apocrypha 29, 2018, pp. 69-95.
  43. Zaza Alekzidse y Jean-Pierre Mahé, "Découverte d'un texte albanien: une langue ancienne du Caucase retrouvée", Comptes rendus des séances l'Académie des Inscriptions et Belles-Lettres, 141:2 (1997), pp. 512-532.
  44. Zaza Aleksidze y Jean-Pierre Mahé, "Le déchiffrement de l'écriture des Albaniens du Caucase", Comptes rendus des séances de l'Académie des Inscriptions et Belles-Lettres, 145:3 (2001), pp. 1239-1257.

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