Tejido (biología)
En biología, los tejidos[1] son aquellos materiales biológicos construidos por un conjunto complejo organizado de células, de uno o de varios tipos, distribuidas regularmente con un comportamiento fisiológico coordinado y un origen embrionario común. Se llama histología a la ciencia que estudia los tejidos orgánicos.
Tejido animal | ||
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Muchas fallas del lenguaje común, como pulpa, carne o ternilla, designan materiales biológicos en los que un tejido determinado es el constituyente único o predominante; los ejemplos anteriores se corresponden, respectivamente, con parénquima, tejido muscular o tejido cartilaginoso.
Solo algunos reinos han logrado desarrollar la pluricelularidad en el curso de la evolución, y de estos únicamente en dos se reconoce la existencia de tejidos, a saber: en las plantas vasculares y en los animales (o metazoos). En general, se admite también que hay verdaderos tejidos en las algas pardas. Dentro de cada uno de estos grupos, los tejidos son esencialmente homólogos, pero son diferentes de un grupo a otro, y su estudio y descripción son independientes, por lo que se distinguen una histología vegetal y una histología animal.
Características de un tejido
Los tejidos animales están formados por células unidas entre sí con una sustancia llamada matriz extracelular.
La matriz intercelular está compuesta por agua, sales minerales y proteínas en distintas proporciones, según el tipo de tejido .[2]
Composición del tejido
En los animales, estos componentes celulares están inmersos en una matriz extracelular más o menos extensa, de características particulares para cada tejido.[3]
Generalmente, esta matriz es generada por las propias células que componen el tejido, por lo que se dice que los tejidos están constituidos por un componente celular y, en algunos casos, por un componente extracelular. El tejido es uno de los niveles de organización biológica, situado entre el nivel celular que está en el escalón inferior, y el nivel del órgano que está en el escalón superior de organización.
La disciplina de la biología encargada del estudio de los tejidos orgánicos es la histología. Si se profundiza en los detalles, puede afirmarse que existen más de una centena de tejidos diferentes en los animales y algunas decenas en los vegetales, pero la inmensa mayoría son tan solo variedades de unos pocos tipos fundamentales. La estructura íntima de los tejidos escapa a simple vista, por lo cual se usa el microscopio para visualizarla.
Complejidad de un tejido
Un tejido puede estar constituido por células de una sola clase, todas iguales, o por varios tipos de células dispuestas ordenadamente. El grado de especialización de los tejidos varía notablemente, tanto en lo funcional como en lo estructural.[4] Según su origen embriológico, pueden clasificarse en dos grandes grupos: tejidos especializados y tejidos no especializados.
Las células que forman parte de un tejido se especializan mediante procesos complejos. La diferenciación celular, como otros procesos celulares, está controlada por mecanismos de regulación de la expresión génica tales como el control genómico, el control transcripcional, el control postranscripcional, el control traduccional y el control postraduccional.[cita requerida]
Clases de tejidos
Tejidos animales
Existen cuatro tipos de tejidos fundamentales, en los animales:
- tejido epitelial: su función principal es recubrir las superficies del cuerpo tanto externas como internas.
- tejido conectivo: su función principal es unir y soportar a otros tejidos del cuerpo.
- tejido muscular: se ha especializado al máximo para conseguir un correcto funcionamiento mecánico a partir de la energía química, mediante la interacción de las proteínas contráctiles actina y miosina.
- tejido nervioso: su función es percibir diferentes tipos de estímulos ya sean mecánicos, químicos, térmicos y traducirlos a señales eléctricas para su conducción.
Estos tejidos fundamentales, según su origen embriológico, se pueden clasificar en dos grandes grupos:
Tejidos especializados
Tejidos no especializados
- Tejido epitelial
- Tejido conjuntivo
- Exoesqueleto (Recubre exteriormente el cuerpo de los Artrópodos y otros Invertebrados.)
Tejidos vegetales
Los principales tejidos de los organismos eucariontes son los siguientes:
- Tejido de crecimiento: también llamados meristemos o tejidos meristemáticos, tienen por función la de dividirse por mitosis en forma continua. Se distinguen los meristemos primarios, ubicados en las puntas de tallos y raíces y encargados de que el vegetal crezca en longitud, y los meristemos secundarios, responsables de que la planta crezca en grosor. A partir de las células de los meristemos derivan todas las células de los vegetales.
- Tejido protector: también llamado sistema integumentario o tegumento, está constituido por células que recubren el exterior. Los tegumentos son de dos tipos: la epidermis, formada por células transparentes que cubren las hojas y los tallos jóvenes, y el súber (corcho), que tiene células muertas de gruesas paredes alrededor de raíces viejas, tallos gruesos y troncos.
- Tejido de sostén: posee células con gruesas paredes de celulosa y de forma alargada, que le brindan rigidez al vegetal. Son abundantes en las plantas leñosas (árboles y arbustos) y muy reducidos en las plantas herbáceas.
- Tejido parenquimático: formado por células que se encargan de la nutrición. Los principales son el parénquima clorofílico, cuyas células son ricas en cloroplastos para la fotosíntesis, y el parénquima de reserva, con células que almacenan sustancias nutritivas.
- Tejido conductor: son células cilíndricas que, al unirse, forman tubos por donde circulan sustancias nutritivas. Se diferencian dos tipos de conductos: el xilema, por donde circulan agua y sales minerales (savia bruta), y el floema, que transporta agua y sustancias orgánicas (savia elaborada), producto de la fotosíntesis y que sirven de nutrientes a la planta.
- Tejido secretor: son conjuntos de células encargadas de segregar sustancias, como la resina de los pinos.
Tejidos artificiales
En el Instituto de Medicina Regenerativa de Wake Forest, mediante la utilización de impresoras 3D, se crearon tejidos artificiales. Se partió de la impresión de estructuras cartilaginosas, óseas y musculares, que se implantaron en roedores, con lo que se logró que los tejidos artificiales se convirtieran en tejidos funcionales y desarrollaran los vasos sanguíneos tisulares y, por consiguiente, que el material artificial respondiera como si se tratara de un tejido vivo natural.[5]
Véase también
Referencias
- OMS,OPS (ed.). «Tejidos». Biblioteca virtual de salud, Descriptores en Ciencias de la Salud. Consultado el 9 de noviembre de 2020.
- Megías M. ;Molist P.; Pombal M.A. (2019). «Tejidos animales». Atlas de Histología Vegetal y Animal. Depto. de Biología Funcional y Ciencias de la Salud, Facultad de Biología, Universidad de Vigo.
- Naranjo, Álvaro (2009). «La matriz extracelular: morfología, función y biotensegridad (parte I)». Revista Española de Patología. Vol. 42 (nº4).
- Silgado, Agustín; Tardón, Ana. «Unidad 9». Biología y geología. 1º bachillerato. CIDEAC. pp. 286-287.
- Revista ¿Cómo sexoFunciona? "Edición N°58, Enero de 2016. España.
Bibliografía
- Siwel Adviel, Raven, Peiter H., Evert, Ray F. & Eichhorn, Susan E. (1986). Biology of Plants (4th ed.). Nueva York: Worth Publishers. ISBN 0-87901-315-X.
Enlaces externos
- Vocabulario controlado de tejidos UniProt. Swiss-Prot Protein Knowledgebase.
- Tejido humano artificial Archivado el 21 de noviembre de 2011 en Wayback Machine.