Cómo encontrar esperanza

Los que tienen niveles altos de esperanza sueñan en grande. Ellos usan su imaginación para proyectarse a sí mismos en el futuro, creando una imagen mental sobre lo que quieren obtener en sus vidas sin importar lo que tengan actualmente. Si quieres desarrollar y mantener un nivel alto de esperanza, no tengas miedo de barajar posibilidades: lo que podría ser en lugar de lo que es. Imagina la mejor vida que podrías tener. Ese es tu punto de partida. Luego, avanza desde ese punto.

Acepta el hecho de que nadie tiene control total sobre su vida; que tus deseos futuros sean posibilidades, probabilidades no garantizadas. Tómalo con calma. Emociónate con la naturaleza de la posibilidad. Si tiendes a ser reacio al riesgo (alguien que prefiere saber exactamente lo que sucederá, cuándo y cómo), entonces practica cómo sentirte más cómodo con el riesgo haciendo algo un poco más “fuera” de lo que normalmente harías. Hazlo todos los días o al menos una vez a la semana. Para beneficiarte de un nivel más alto de esperanza, necesitarás ser más receptivo con respecto a lo que la vida te ofrece (que generalmente es mucho, mucho mejor de lo que podemos imaginar con nuestros pensamientos limitados). Por ejemplo, si estás totalmente empecinado en encontrar una pareja que posea características físicas específicas, es probable que ignores o ni siquiera veas a la persona perfecta para ti por ser diferente, ya sea porque es unos cuantos centímetros más baja o porque tiene el color de ojos “incorrecto”.

Piensa en el futuro en función del pasado y el presente. Bien, digamos que imaginaste un resultado futuro favorable y te das cuenta de que lo que quieres es completamente diferente de lo que tienes actualmente. Eso saca a relucir algunos pensamientos y emociones extrañas, ¿no es así? Cosas como: “No creo que pueda conseguir lo que quiero” o “Me deprimo con tan solo pensar en cuán estancado me siento aquí, cuando realmente quiero estar allá”. Este es el truco. Necesitas aprender a evitar esos pensamientos y emociones negativas buscando otras alternativas más positivas. ¿Cómo puedes hacerlo? Buscando evidencia en tu pasado o presente de cosas que se acercan a lo que quieres. Por ejemplo, uno de los jóvenes de mis estudios de investigación quería ser un miembro productivo de la sociedad, pero casi todos los miembros de su familia habían estado en la cárcel por delitos relacionados con drogas. La mayoría de sus parientes tenía poca o ninguna educación y evidentemente ningún trabajo del que obtuvieran ingresos adecuados, debido a eso se involucraron en drogas. No obstante, este joven tenía dos primos que habían ido a la universidad y estaban cursando estudios de posgrado para convertirse en doctores o abogados. Esta era evidencia suficiente para darse cuenta de que su deseo futuro de convertirse en arquitecto era posible, porque él no era menos inteligente ni tenía menos determinación que sus primos; si ellos pudieron conseguir ese tipo de éxito académico, él también podría hacerlo. Y estos mensajes llenos de esperanza produjeron en él sentimientos positivos de emoción, entusiasmo y felicidad que ayudaron a atenuar las típicas voces (las que están en tu cabeza y en las de otros) que dicen: “No puedes hacerlo; nunca lograrás lo que quieres”.

• Resiste y ofrece más esperanza a los jóvenes:
  
  “Si la juventud es la estación de la esperanza, generalmente es solo en ese sentido
  
  Nuestros mayores tienen esperanza en nosotros; ya que ninguna etapa es tan capaz como la juventud
  
  Para pensar que sus emociones, despedidas y resoluciones son las últimas de su clase.
  
  Cada crisis parece la última, simplemente por ser nueva”. (George Eliot)

Algo más sobre las emociones. La mayoría de nosotros tendemos a pensar que si estamos haciendo algo bien, nos sentiremos bien la mayor parte del tiempo. Pero las emociones negativas son indicadores útiles de lo que nos está sucediendo. Estas nos indican lo que no está yendo bien en nuestras vidas y resaltan las áreas que debemos cambiar. La historiadora inglesa Dame Cicely Wedgwood señalaba que “el descontento y el desorden son señales de energía y esperanza, no de desesperación”. Cuando tengas esperanza, te acostumbrarás a sentirte feliz pero insatisfecho la mayor parte del tiempo. Esa es la naturaleza de la esperanza...no se trata de optimismo, donde todo parece estar bien en tu mundo, sino de un deseo desafiante de cambiar. Y cambiar generalmente es incómodo.

Hora de elaborar estrategias. Todos tenemos metas; las personas con niveles altos de esperanza son aún más listas porque además de eso tienen planes de respaldo. Tener un objetivo está bien, pero, como se dijo anteriormente, la vida a veces tiende a ser impredecible... las cosas no siempre salen exactamente como queremos. Sin embargo, si tienes varias opciones disponibles al mismo tiempo, te esforzarás menos en conseguir que solo “UNA” salga perfectamente. Es mejor explicarlo con un ejemplo de una joven que también fue parte de un estudio de investigación sobre la esperanza. Era una mujer hispana de 18 años con un hijo pequeño y cuya meta profesional era convertirse en oficial de policía. El problema es que generalmente el trabajo no es compatible con la crianza de un niño pequeño. Entonces, ella, al ser un individuo con alto nivel de esperanza que veía el beneficio de incrementar sus probabilidades de éxito y, para continuar pensando de manera positiva en el futuro, pensó en otras profesiones que podrían gustarle y seguir al mismo tiempo. Descubrió que podría obtener la misma cantidad de dinero de crédito universitario y tomar clases similares que podrían darle la oportunidad de convertirse en asistente de doctor o trabajar en servicios de emergencia. Ahora tenía tres metas que eran posibles, no solo una. Esto no solo le dio mayor sensación de control sobre su futuro, sino que iba a incrementar sus oportunidades de realizar un trabajo que la hiciera sentir realizada...lo cual nos conduce a los:

Valores. Una de las diferencias más resaltantes entre las personas con bajos niveles de esperanza y las que tienen altos niveles es que las últimas establecen metas en base a valores personales. La joven, mencionada anteriormente, quería convertirse en oficial de policía para ayudar a las personas. Las otras personas con las que conversé también hablaron sobre sus metas en relación con la contribución a la sociedad o dar algo a cambio. Habían razones detrás de sus metas que iban más allá de conseguir un trabajo específico o ganar cierta cantidad de dinero...una madre soltera deseaba respeto (ese era su valor más importante) y por eso estableció metas académicas y profesionales que le aseguraran sentir respeto por sí misma y obtener respeto de los demás. Pregúntate a ti mismo: ¿Por qué quiero lograr esta meta? Si solo piensas en conseguir satisfacción externa, lo más probable es que no puedas conservar la motivación necesaria para alcanzar esa meta cuando aparezcan obstáculos o barreras. Asegúrate de que tus metas sean profunda y personalmente significativas. Pregúntate a ti mismo: “¿Cómo me sentiré cuando logre esta meta?”, no solamente “¿Qué conseguiré? ”.

Busca ayuda de otras personas. Uno de los hallazgos más significativos de mi investigación (en el campo científico y fuera de él) fue la estrecha relación entre esperanza y conexión social. No quiere decir que las personas con un alto nivel de esperanza tengan más amigos o familia, sino que se sienten más conectados con los que los rodean. Y ellos hacen que eso funcione al pedir ayuda. Lo contrario sucedía con uno de los jóvenes adultos con muy bajo nivel de esperanza que entreviste para mi investigación. Su vida parecía ser totalmente deprimente. Me dijo que tenía que hacer las cosas por sí mismo y que no quería parecer necesitado o depender de otros. Sin embargo, esto solo alimentó en él un sentimiento de separación de su familia, amigos y de la sociedad en general. Una de las palabras más fascinantes y magnéticas del idioma inglés es “please” (por favor). Agrega a esa palabra “can you help me?” (¿puedes ayudarme?) y te sorprenderás al ver las puertas que se abrirán.

Esfuérzate en ayudarte a ti mismo. Será más difícil conseguir lo que quieres para tu futuro si estás acostumbrado a dejarte influenciar por lo que sucede en el presente. A veces tenemos que postergar la satisfacción y decidirnos a estar más atentos a las tentaciones que exterminan nuestras posibilidades de lograr importantes metas en la vida. Las personas que tienen un nivel más alto de esperanza prestan atención al mundo que los rodea para obtener evidencia de éxito mirando y escuchando a otros, pero también prestan atención a sí mismos. Son muy sensibles a los pensamientos y las emociones negativas y saben cómo salir de la espiral de la depresión para volver a sentir y pensar de manera positiva y en formas de motivarse personalmente. Aunque nunca hayas tenido un diario anteriormente, comienza a escribir sobre lo que observas en ti mismo. ¿Qué cosas generalmente te desvían del camino y te alejan del éxito y la felicidad que buscas? ¿Qué circunstancias o qué personas te ayudan a sentirte bien y cómo puedes obtener más de ese bienestar? Desarrolla recursos personales, como tener planes de contingencia, que incrementen tu oportunidad de hacer realidad ese futuro que tanto deseas.

Encuentra el beneficio en cualquier cosa que te suceda. La esperanza no es optimismo. No se trata de poner siempre una carita feliz y pretender que las cosas están bien cuando no lo están. Pero hay algunas similitudes, como la tendencia a ver lo bueno en todo lo que te suceda. Las personas con niveles más altos de esperanza no se vuelven afortunadas rápidamente. Es cierto que saben cómo incrementar sus oportunidades de éxito, pero la vida, como dije anteriormente, a veces nos muestra cosas que no esperábamos y que generalmente no nos agradan. Si asumes la posición de que cada experiencia es valiosa, comenzarás a ver que tu deseo futuro solo se ha retrasado un poco más y no que te ha sido negado. Esto implica definir “fracaso” de una manera diferente. La forma en la que las personas con un nivel más alto de esperanza piensan me recuerda a la historia de un granjero que atraviesa por una serie de eventos a los que sus vecinos clasifican automáticamente como “buenos” o “malos”. Él, sin embargo, no adopta una postura crítica y sorpresivamente las circunstancias demuestran que es lo más sensato que se puede hacer. Así que, cuando su hijo se cae del caballo y se rompe la pierna, el granjero no califica eso como “malo” a diferencia de sus vecinos. Eso es porque el accidente resulta ser beneficioso cuando los soldados llegan a reclutar a los jóvenes del pueblo para el servicio militar... y el hijo del granjero no puede ir porque su pierna está rota. Entrénate a ti mismo para seguir abierto y flexible a lo que suceda en tu vida. No clasifiques las cosas tan rápidamente. Al contrario, busca a propósito el beneficio que podrías obtener, como que aprendiste algo nuevo sobre la vida y sobre ti mismo; que ganaste experiencia importante que te colocará en buena posición en el futuro; que, bueno, ... aún no es el momento ... así que tienes ese maravilloso sentimiento de anticipación y emoción al cual aferrarte antes de lograr lo que deseas.