Cómo guardar cuero

Coloca papel libre de ácido con tus artículos cuando los guardes. Llena los brazos y piernas de camisas, sacos y pantalones para mantener su forma. Puedes colgar estos artículos y cubrirlos para protegerlos del polvo y elementos del ambiente que los puedan dañar.

Cuelga las prendas de vestir de cuero para protegerlas y evitar las arrugas. Cúbrelas con plástico o utiliza una tela cobertora que permita que el cuero respire. Usa colgadores anchos en lugar de colgadores de fierro que dejan dobleces en las prendas y que pueden malograrlas o incluso destruirlas con el paso del tiempo. Al igual que con los colgadores, las cintas para colgar la ropa que vienen dentro de las prendas pueden desfigurarlas debido al contrapeso del cuero. También hay una posibilidad que debido al peso del cuero, la cinta se rompa y desgarre la tela.

Guarda el cuero en un contenedor ventilado. Los mejores contenedores para cuero son bolsas de tela o maletas de madera. No lo guardes dentro de algo plástico porque el cuero necesita respirar y el plástico evita eso. Es posible que aparezca moho en el cuero si las condiciones son muy húmedas. Deja suficiente espacio alrededor de cada artículo para que pueda respirar y no quede muy apretado.

Aplica acondicionador para cuero para preservar la calidad y retener la humedad.

Coloca el cuero en un ambiente donde puedas controlar el clima. La exposición a elementos como calor, luz solar y humedad pondrán la calidad del cuero en juego.

Contrata los servicios de un profesional para guardar artículos de cuero. Normalmente las lavanderías de tu zona ofrecen este servicio.