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Las cerraduras de las puertas proporcionan seguridad y tranquilidad, pero también se pueden convertir en una molestia cuando no funcionan bien o si olvidas accidentalmente las llaves dentro de casa. Recuerda, antes de intentar derribar la puerta o forzarla con una ganzúa, debes estar completamente seguro de que no tienes otra opción. También necesitas tiempo para dominar la mayoría de los métodos expuestos en este artículo.
Pasos
Método 1
Método 1 de 6:Utiliza una llave bumping
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1Utiliza el método bumping para abrir la cerradura. El método bumping es una técnica sencilla y rápida para forzar cerraduras que es útil en caso de que se tenga que abrir una puerta que ha estado cerrada por mucho tiempo (por ejemplo, la cerradura de una propiedad familiar que nadie ha utilizado) o si necesitas irrumpir en la propiedad de un familiar para asegurarte de que la persona se encuentra bien.[1]
- Para hacerlo necesitas algo de práctica, especialmente en las cerraduras baratas, ya que puedes dañarlas, así que no utilices este método a menos que no tengas otra opción.
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2Consigue una llave bumping. Una llave bumping es una llave que encaja en la cerradura que quieres forzar, pero que no la abre por sí misma. Siempre que la llave encaje en la cerradura, se puede convertir en una llave bumping llenando cada corte hasta la profundidad mínima aceptable.
- La mayoría de cerrajeros de prestigio no fabrican este tipo de llaves, pero puedes comprar una a través de internet. Para hacer una por tu cuenta, necesitas paciencia y herramientas para trabajar el metal.
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3Encaja la llave bumping en la cerradura hasta el último pistón. Las cerraduras de pistón y las cerraduras de giro están hechas de un segmento redondo que gira cuando se alinean todos los pistones, desbloqueando el movimiento de la puerta. Cada chasquido que escuches a medida que introduces la llave es un pistón que se levanta por un diente de la cerradura y que luego cae en el corte debajo de esta. Empuja la llave hasta que solo quede un pistón por levantar.
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4Golpea y gira la llave bumping. Utiliza un mazo de goma pequeño o un objeto similar para golpear la llave y dale vuelta de inmediato cuando lo hagas. Ya que los pistones dentro de la cerradura se encuentran divididos en dos secciones, el golpe transfiere fuerza a la sección baja (que descansa contra el seguro), que luego transfiere la fuerza a la sección superior (que evita que el seguro se mueva). Si levantas todos los pistones de la parte superior de esta forma, podrás abrir la cerradura.
- Tal vez necesites varios intentos para lograrlo, así que sigue intentado hasta que lo consigas.
Método 2
Método 2 de 6:Utiliza un kit de ganzúas
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1Fuerza la cerradura con un kit de ganzúas de tensión. Es una habilidad especializada que necesita de mucha práctica y normalmente solo se enseña a los cerrajeros de buen corazón. La venta de este tipo de kit se limita a las personas con credenciales adecuadas, pero con un poco de creatividad, puedes crear herramientas similares.
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2Haz tus herramientas. Para cerraduras débiles, un par de clips deberían ser suficiente; para cerraduras más fuertes tal vez necesites horquillas, un corta alambre y un alicate. La clave es utilizar un metal lo suficientemente firme para crear la ganzúa y la llave de tensión, los dos componentes de la herramienta.[2]
- El acero elástico es el mejor material que puedes utilizar porque no se agrieta con facilidad y puedes moldearlo fácilmente. Puedes conseguir este tipo de metal de una sierra para metales. Considera el grosor de la cuchilla porque este restringe el tamaño de las cerraduras al que podrá entrar la ganzúa.
- La llave de tensión tiene forma de "L" y se utiliza para aplicar tensión en la parte inferior de la cerradura. Puedes crear la llave de tensión, aplanando una llave Allen.
- La ganzúa en si misma se hace con un extremo mucho más corto, como una "r" minúscula. Se utiliza para empujar los pistones de la cerradura para que pueda rotar.
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3Inserta la llave de tensión. Presiónala contra la parte inferior de la cerradura y aplica tensión constante todo el tiempo mientras trabajas con la ganzúa. Si no lo haces, tardarás más tiempo y tal vez te toque empezar de nuevo.
- Si no estás seguro de hacia qué dirección girar la llave de tensión, colócala en la cerradura y gírala a un lado. Saca la ganzúa rápidamente y escucha de cerca el sonido que produce la cerradura. Si giras la llave de tensión en la dirección correcta, deberías escuchar caer los pistones.
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4Inserta la ganzúa por encima de la llave de tensión. Utiliza el extremo corto de la ganzúa para encontrar y empujar cada pistón contra la cerradura. Cuando hayas movido todos los pistones, la cerradura debería abrir. Como se dijo anteriormente, necesitas mucha práctica para dominar esta habilidad, así que compra cerraduras baratas para practicar.
Método 3
Método 3 de 6:Utiliza una llave hexagonal en una puerta de interiores
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1Abre puertas de interiores con una llave hexagonal. La mayoría de puertas de interiores hechas en las últimas décadas utilizan un tipo especial de pomo que permite abrir la puerta en el caso de que se cierre por accidente. Si la manija de la puerta tiene un agujero pequeño y redondo en el centro, tiene ese tipo de pomo.[3]
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2Busca o compra un kit de llaves hexagonales. Las llaves hexagonales, también conocidas como "llaves Allen" son muy económicas y se encuentran disponibles en la mayoría de ferreterías y tiendas de artículos para el hogar. Son piezas pequeñas de metal con forma de "L" que vienen en una gran variedad de tamaños.
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3Encaja el extremo largo de la llave hexagonal en el agujero de la manija de la puerta. Tal vez debas probar uno o dos tamaños diferentes para encontrar el tamaño correcto, pero por lo general se puede determinar a simple vista. La llave tiene que encajar bien, pero no tienes que raspar o atascar la llave dentro de la manija. Si empujas la llave de forma recta mientras empujas ligeramente hacia atrás y adelante, deberías sentir que engancha algo.
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4Gira la llave para abrir la puerta. Cuando encajes la llave en la manija, deberías poder abrir la puerta con un giro sencillo. No necesitas mucha fuerza.
Método 4
Método 4 de 6:Utiliza una tarjeta de crédito
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1Abre una cerradura simple con una tarjeta de crédito. Este truco aunque es bastante popular no es muy efectivo con puertas modernas, pero todavía funciona con puertas antiguas, si es que algún día olvidas las llaves.
- Las tarjetas laminadas funcionan mejor. Necesitas una tarjeta flexible (como una tarjeta de regalo) que puedas dañar. La tarjeta de crédito se puede dañar en el proceso de forma que quede inservible, así que si puedes utiliza otro tipo de tarjeta.
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2Inserta la tarjeta de crédito en el lado de la puerta. Desliza el extremo largo de la tarjeta de crédito en medio del marco de la pared y la cerradura de la puerta, justo por encima donde la cerradura toca el marco.
- Inclina la tarjeta hacia abajo y sitúala detrás del pestillo de la cerradura. Asegúrate de que la tarjeta esté perpendicular a la puerta.
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3Despacio pero con firmeza empuja la tarjeta hacia ti mientras giras la manija. Si tienes suerte, la tarjeta de crédito se deslizará en medio del lado biselado del pestillo y el marco de la puerta, permitiendo sacar el pestillo del marco. La puerta se abrirá, siempre que mantengas la tarjeta en medio del pestillo y el agujero.
- Obviamente, este truco no funciona si la puerta tiene seguro. Al cerrar el pestillo no se puede alcanzar el lado biselado del mismo. Por suerte, es imposible ponerle seguro a la puerta desde afuera si no tienes las llaves.
Método 5
Método 5 de 6:Abre la puerta de un auto
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1Utiliza una herramienta especial para abrir la puerta del auto. Aunque las ganzúas "Slim Jim" (herramientas de metal especiales para abrir la puerta cerrada de un auto) son ilegales, puedes crear una herramienta similar con una percha de abrigos de metal. Si olvidaste tus llaves en el auto y un amigo o una tienda tiene una percha de abrigos a mano, te puedes ahorrar la molestia de llamar al cerrajero o al servicio de asistencia en carretera.
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2Desenreda y endereza la percha. Puedes dejar quieta la sección superior, pero desengánchala en el "cuello" del gancho y endereza el resto del mismo, así obtienes una herramienta larga de metal con un extremo de gancho.
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3Levanta el burlete de la parte inferior de la ventana del conductor. Presiona el extremo de la percha a través del burlete hasta la parte inferior de la ventana. La percha ahora se encuentra dentro de la pared de la puerta.
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4Mueve la percha hasta que sientas un pestillo. El pestillo no debe estar a más de algunos centímetros por debajo de la ventana, cerca de donde se encuentra el cierre interior.
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5Engancha y jala el pestillo. Engancha la manija alrededor del pestillo y jálala hacia la parte trasera del auto. Con este método deberías poder abrir la puerta de cualquier auto con cierre manual.
- Si la puerta tiene un mecanismo eléctrico de cierre, también puedes deslizar el extremo largo de la percha desde la parte superior de la ventana y utilizarlo como si fuera tu dedo para presionar el botón.
Método 6
Método 6 de 6:Utiliza la fuerza bruta
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1Derriba la puerta. En una situación de emergencia, en ocasiones la única opción es forzar la fuerza físicamente. Ten en cuenta que al hacerlo queda destrozado el marco de la puerta, la cerradura y a menudo la puerta en sí. También compromete tu integridad física, así que utilízalo solo como último recurso.
- Adapta una postura sólida. Mira la puerta de frente con tus pies separados por la distancia de los hombros y las rodillas ligeramente dobladas. Si puedes, apoya las manos o los brazos contra una pared, mueble o cualquier otro objeto firme.
- Levanta tu pierna dominante a la altura de la rodilla. Levanta la rodilla junto con la parte baja de tu pierna. Mantén tus pies mirando hacia la puerta. No mires a un lado ni hagas nada absurdo.
- Golpea la cerradura de la puerta con la parte inferior de tu pie. Este tipo de patada se llama "patada de choque". Lanza tu pierna hacia el frente de forma directa para que la parte plana de tu pie golpee la puerta donde se encuentra el mecanismo de cierre.
- Es más seguro patear la puerta. Los pies están diseñados para absorber impactos fuertes y los zapatos actúan como protección adicional. No golpees la puerta con tus hombros; tienes más probabilidad de dislocarte un hombro que de abrir la puerta.
- Continúa pateando hasta desprender la cerradura del marco. Con suficiente fuerza, este método funciona en casi cualquier puerta de madera.
- Si no ves resultados después de algunos minutos, puede que la puerta o marco estén reforzados. Descansa y trabaja en periodos alternos para que tus patadas no pierdan fuerza.
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2Derriba puertas difíciles con un ariete. Si por alguna razón prefieres utilizar un ariete en lugar de llamar a un cerrajero para que abra la puerta, puedes hacer uno razonablemente efectivo con un martinete manual de construcción, del tipo que se utiliza para insertar postes en el suelo.
- Compra un martinete manual de construcción. Debe ser medianamente largo, con asas largas a ambos lados.
- Llena el martinete en parte o completamente de cemento. Asegúrate de que el cemento esté completamente seco antes de utilizarlo.
- Utiliza un lanzamiento lateral para golpear la puerta en el mecanismo de cierre. Empuja el martinete hacia atrás con ambas manos mientras te paras perpendicular a la puerta, luego inclínate y golpe la puerta con el martinete. La puerta debería abrir después de algunos golpes.
- Ten en cuenta que probablemente destroces la puerta por lo que tendrás que reemplazarla.
Consejos
- Si puedes, llama a un profesional. No hay mejor que un cerrajero (o un conserje con una llave maestra) si pierdes tus llaves. La forma más segura de abrir una puerta cerrada es llamar a un profesional que tenga el entrenamiento adecuado para abrir la puerta.
- Utiliza primero el método menos invasivo. Si puedes abrir la puerta con una tarjeta de crédito, no hay necesidad de forzar el cierre ni utilizar un ariete casero.
- Practica. Si quieres tener la capacidad de abrir cerraduras con una llave bumping o con una ganzúa y una llave de tensión, necesitas practicar hasta adquirir la habilidad suficiente. No hay mejor maestro que la experiencia.
Advertencias
- No dispares a ningún tipo de cerradura para abrir una puerta. El rebote del disparo puede resultar fatal. También puedes atascar la cerradura de forma permanente, debido a la abolladura que puedes crear.
- En algunos lugares, es ilegal llevar equipo para abrir puertas si no tienes pruebas de que eres un cerrajero. Dependiendo del estado de ánimo del oficial que te arreste, podrías pasar varios días en la cárcel. No utilices tales objetos a menos que de verdad los necesites.
- Irrumpir en propiedad privada es invasivo e ilegal. No lo hagas.
- Si perdiste las llaves de una propiedad rentada, llama al propietario, gerente o conserje antes de intentar forzar la puerta. Lo más probable es que una de esas personas tenga una llave que puedan utilizar para abrir la puerta, además irrumpir en una propiedad rentada resulta ambiguo frente a la ley, especialmente si causas daño a la propiedad.
- No intentes derribar una puerta con el hombro. Solo funciona en las películas.
Referencias
Acerca de este wikiHow
Para abrir una puerta cerrada sin una llave, primero determina si la cerradura es de resorte. Una cerradura de resorte está inclinada y es parte del mango. En ese caso, desliza una tarjeta de crédito que no te importe dañar entre la cerradura y el marco de la puerta. Dobla la tarjeta hacia el marco para forzar la cerradura. Si no hay espacio entre la cerradura y el marco, desliza la tarjeta entre el espacio ubicado sobre la cerradura, y la puerta y el marco. Inclina la tarjeta hacia el marco. Luego, deslízala rápidamente hacia abajo. Para abrir una puerta de interiores cerrada con llave usando un destornillador, presiona este último lo más que puedas dentro del orificio en el pomo de la puerta. Luego, simplemente gíralo hasta que encaje en una ranura y la cerradura se abra haciendo un clic. Este método también funciona si usas un clip aplanado o un cuchillo para mantequilla muy pequeño. Si quieres aprender más al respecto, como la forma de abrir la cerradura con ganzúas o usar una llave bumping, ¡sigue leyendo este artículo!