Preocuparte por el medioambiente puede parecerte abrumador, pero hay medidas que puedes adoptar para ayudar a conservar el mundo natural. Para empezar, busca maneras de proteger la superficie terrestre y las vías marítimas en tu comunidad y vecindario. También es importante que reduzcas tu huella de carbono y elijas alimentos sostenibles. Puedes maximizar tus acciones al crear consciencia sobre las dificultades ambientales de la localidad entre tus amigos y familiares, o unirte a otros activistas para generar presión en torno a políticas que protejan a la naturaleza.

Método 1
Método 1 de 4:
Conservar tu entorno local

  1. 1
    Deja de podar tu césped. Las hierbas y malezas echarán semillas, y les darán refugio a insectos y aves. Las flores silvestres florecerán y les darán nutrientes a las abejas. Si mantienes un jardín de césped estándar, privarás a estas criaturas de su entorno natural.[1]
    • Podrías reservar una parte de tu jardín para no podarla o podrías optar por podar caminos en las áreas de hierba más altas.
    • Prepárate para compartir tus motivos con tus vecinos, quienes al principio podrían no haber notado los beneficios de la hierba alta.
  2. 2
    Participa en limpiezas de playas o ríos. Cuando las personas arrojan basura a la calle, esta suele llegar a las vías marítimas locales, destruyendo el hogar natural de las aves, los peces y otras criaturas de humedal. Ayuda al unirte a otras personas en eventos de limpieza de playas o riberas.[2]
    • Si no hay un evento de limpieza en tu área, considera organizar uno. Todo lo que necesitarás son bolsas de basura, guantes de goma y un equipo de voluntarios con una mentalidad similar.
    • Puedes elegir cualquier lago, río, arroyo, pantano, ciénaga, playa o humedal que prefieras ayudar a limpiar.
  3. 3
    Deja de usar pesticidas. En lugar de rociar pesticidas tóxicos que son peligrosos para las personas, las mascotas, los peces y las aves, modifica el entorno del jardín de una manera que haga que las plagas se alejen. Esta es una solución más segura para el medioambiente.[3]
    • Usa a los insectos beneficiosos que puedan controlar a la población de plagas o pesticidas naturales que se hayan desarrollado para hacer que las plantas tengan un sabor desagradable para las plagas. Puedes conseguirlos en la tienda de jardinería local o en internet.[4]
    • Los pesticidas comprenden a los insecticidas, los herbicidas, los biocidas, los fungicidas y los nematicidas.
  4. 4
    Planta árboles y arbustos nativos. Si plantas árboles y arbustos que sean nativos de tu área, trabajarás a favor del ecosistema local en lugar de hacerlo en su contra. Consulta con el vivero local o la agencia de extensión cooperativa de tu estado para aprender más sobre las variedades de plantas nativas que podrían desarrollarse en tu propiedad.
    • Si tienes plantas nativas, esto ayudará con la conservación del agua. Una vez establecidas, la mayoría de las plantas nativas bien colocadas requerirán poca irrigación o ninguna en lo absoluto.
    • Aumentarás la biodiversidad local, estableciendo hábitats para polinizadores y aves cantoras nativos en tu patio.
  5. 5
    Recolecta el agua de lluvia. Una capa de 1,5 cm (½ pulgada) de agua en un techo de 90 m2 (1000 pies cuadrados) produce alrededor de 280 galones de agua que luego podrás usar para irrigar tu jardín y limpiar los objetos alrededor de tu casa. La mayoría de las personas usan un barril para agua de lluvia con el fin de recolectarla hasta que la usen para la irrigación. Puedes colocar el barril justo debajo de tu canaleta o puedes instalar un desviador que se alimente de tu sistema de drenaje de agua.[5]
    • El agua de lluvia no es segura para beber; solo debe usarse para irrigar y limpiar.
    • Guardar el agua de lluvia ayuda a proteger la naturaleza al prevenir que las escorrentías de agua pluvial transporten basura, nutrientes y otros contaminantes a los lagos y arroyos locales.
  6. 6
    Planta flores que les gusten a las abejas. Las plantaciones diversas y pequeñas que florecen por varias estaciones ayudarán a mantener a la población de abejas de la localidad. Hay muchos motivos por los que las abejas son vitales para el ecosistema local, incluida la polinización de los árboles frutales y los cultivos de alimentos.[6]
    • Entre las favoritas de las abejas tenemos a la borraja, las cleome, las cosmos, las monarda, la verbena y la zinnia.
    • Las hierbas que las abejas frecuentan comprenden al romero, el tomillo, la menta, la albahaca y todos los tipos de salvia.

Método 2
Método 2 de 4:
Unirte a otras personas

  1. 1
    Únete a una organización activista en favor del medioambiente. Puedes maximizar el impacto de tus acciones al unirte a otras personas que quieran conservar la naturaleza. Ser parte de una organización activista te ayudará a mantenerte al tanto de toda legislación ambiental o los cambios en las amenazas legales a los entornos naturales.[7]
    • Ten en cuenta que hay organizaciones con nombres que parecen ambientales, pero que en realidad desmantelan la protección legal para los espacios naturales. Investiga sobre la organización de forma minuciosa antes de participar en sus acciones.
    • Por ejemplo, The Center for Whale Research investiga a las orcas en el Noroeste del Pacífico, pero el Institute for Cetacean Research es un grupo fachada para operaciones japonesas de caza de ballenas.
  2. 2
    Pasa tiempo trabajando como voluntario. La mayoría de las comunidades tienen organizaciones ambientales sin fines de lucro que dependen de voluntarios para hacer su trabajo. Busca organizaciones en tu área que realicen el tipo de trabajos de preservación de la naturaleza que esperas realizar.[8]
    • Las prácticas y las oportunidades internacionales también están disponibles para las personas que puedan viajar.
    • Podrías notar que tu trabajo voluntario conduce a nuevas acciones y oportunidades. Incluso si este empieza con colocar volantes o ingresar datos, tus acciones ayudarán a fomentar la protección del medio ambiente.
  3. 3
    Crea consciencia sobre las amenazas a la naturaleza. Debes compartir las noticias sobre las amenazas al medioambiente, tanto dentro como fuera de tu comunidad. Sigue las campañas de las redes sociales y comparte sus publicaciones. Escribe cartas a los periódicos locales y los blogs comunitarios. Considera unirte a marchas y protestas si puedes hacerlo.
    • Conéctate con otros activistas en las redes sociales.
    • Comparte información por videos, fotos y hechos. Crea encuestas en línea que sean rápidas de compartir con amigos para recopilar información.
  4. 4
    Firma o crea una petición en respuesta a una amenaza en particular. Si bien las investigaciones son poco claras en torno a los efectos legislativos de firmar una petición, estas suelen servir para crear consciencia de los problemas particulares y captar el interés de las personas. Hay una variedad de organizaciones en línea que hacen que sea muy fácil crear y compartir tu propia petición.[9]
    • Podría ser de utilidad saber que las investigaciones muestran que las personas que firman peticiones en línea son más propensas a realizar otros tipos de activismo, en comparación con las que las firman en formato físico.[10]
    • Toma acciones en la vida real luego de realizar la petición, como llamar a legisladores, organizar una marcha y conversar con tus amigos para que hagan lo mismo.

Método 3
Método 3 de 4:
Reducir tu huella de carbono

  1. 1
    Conserva el agua en tu casa. Espera hasta tener toda una carga de ropa sucia antes de usar la lavadora. No enciendas el lavaplatos hasta que esté lleno y deja que los platos se sequen al aire en lugar de usar el secado automático.[11] Si minimizas la cantidad de agua potable que uses para otros fines, ayudarás a proteger los recursos de agua locales que están en riesgo en muchas otras áreas.
    • Si tomas duchas más cortas o cierras el agua mientras te enjabonas, ahorrarás agua y dinero. Programa un temporizador si es necesario.
    • Usa grifos, cabezales de ducha e inodoros ahorradores de agua. Cierra el grifo mientras te cepillas los dientes o te afeitas.
  2. 2
    Apaga las luces innecesarias. Cuando salgas de una habitación, asegúrate de que las luces estén apagadas. Tener las luces programadas con un temporizador podría ayudarte a reducir el tiempo que las dejas prendidas. Si usas luces al aire libre, asegúrate de que tengan un sensor de movimiento, de modo que no las dejes encendidas.[12]
    • Usa la luz natural siempre que sea posible y considera instalar tragaluces o túneles de luz para iluminar las áreas más oscuras de la casa.
    • Empieza a usar bombillas de eficiencia energética. Si usas menos electricidad, la compañía de energía emitirá menos gases de efecto invernadero en el entorno.
    • Desconecta los cargadores cuando no los uses. Los cargadores de los dispositivos electrónicos usan energía de forma constante, incluso cuando estos están desconectados. Si reduces tu consumo de electricidad, esto beneficiará al medioambiente y podrá ahorrarte dinero.
  3. 3
    Usa productos de limpieza biodegradables. Recuerda que lo que vaya a tus drenajes con el tiempo terminará en los arroyos locales. Si usas productos biodegradables o biocompatibles, esto tendrá menos impacto en la vida silvestre local.
    • Por lo general, los productos biodegradables incluirán esta información en sus etiquetas. Busca esta designación.
    • Evita los productos que se clasifiquen como “antibacterianos” o “antibióticos”, ya que sus ingredientes pueden afectar el medioambiente de manera negativa.
    • También evita los productos con aroma, el blanqueador, el boro o bórax, el blanqueador con cloro, o los ingredientes con la palabra sodio (como el hipoclorito de sodio).
  4. 4
    Considera tus opciones de transporte. Antes de volar, considera la opción de conducir. Si puedes conducir, considera compartir un auto comunitario o tomar el tren o el transporte público. Si tienes el hábito de conducir o volar, podrías estar usando combustibles fósiles innecesarios y afectando el medioambiente de manera negativa.[13]
    • Si vas a volar, trata de hacerlo sin escala, ya que así se usará menos combustible.
    • Considera caminar hacia todo lugar que esté a menos de 1,5 km (una milla). Maneja bicicleta para ir a tus destinos cercanos. Considera trabajar a distancia de vez en cuando para conservar energía.
  5. 5
    Reduce la huella de carbono de tu hogar. Conserva energía en tu casa al usar burletes y sellador en todas las ventanas, así como aislamiento en los techos y los pisos. Compra aparatos con eficiencia energética; busca la designación de “estrella energética”.[14]
    • Usa un termostato programable para conservar la energía cuando seas menos activo.
    • Asegúrate de que tus sistemas de calefacción y ventilación estén bien cuidados y que operen de forma eficiente.

Método 4
Método 4 de 4:
Optar por comer de manera sostenible

  1. 1
    Asegúrate de que los alimentos que consumas se cultiven de forma sostenible. Comer de forma sostenible consiste en consumir alimentos que fomenten tu propia salud y la sostenibilidad del medioambiente. Si vas a comer mariscos, asegúrate de que no corran el riesgo de que los pesquen en exceso y que no los obtengan de una manera que dañe el medioambiente.[15]
    • Trata de comprar a través de los productores locales siempre que sea posible. Los productores locales suelen emplear prácticas de cultivo sostenibles.
    • Lee las etiquetas de tus productos alimenticios. Si no reconoces más de ⅓ de las palabras en ellas, busca algo menos procesado.
  2. 2
    Consume alimentos de escalones más bajos de la cadena alimenticia. Esto implica comer menos carne de res, la cual está en un nivel más alto de la cadena, y consumir más raíces, vegetales y frutas. Los peces más pequeños (como las anchoas) suelen ser mejores para comer que los peces grandes (como el atún), los cuales están en un nivel más alto en la cadena alimenticia y suelen tener más mercurio. Los alimentos de origen vegetal requieren menos energía para producirse. Adoptar un estilo de consumo más centrado en los alimentos vegetales ralentizará la deforestación que la producción de carne nacional requiere.[16]
    • Las pautas dietéticas saludables señalan que un mínimo del 50 % de tu dieta diaria debe consistir de frutas y vegetales.
    • Si comes carne, considérala como una guarnición en lugar del plato principal. Ten en cuenta que la carne de fábrica se produce de maneras que contribuyen con la emisión de gases de efecto invernadero y la degradación ambiental. Aprende a cazar ciervos como una fuente de carne más natural.
  3. 3
    Busca alimentos cultivados a nivel local. Evitarás la energía que se requiere para transportar los productos desde lugares lejanos. Además, conocer a los productores de alimentos locales te ayudará a entender la manera en la que se cultiva y cosecha tu alimento.[17]
    • La mayoría de los peces frescos deben transportarse por aire, si no son locales. Incluso los peces congelados fuera de temporada serán más sostenibles que los frescos que se traigan volando.[18]
    • Dado que el valor nutricional de los alimentos disminuye con el tiempo, comer alimentos generados a nivel local aumentará la cantidad de nutrientes que recibas.[19]
  4. 4
    Compra a distribuidores de confianza. Muchos productores de alimentos internacionales usan prácticas ambientales no reguladas o bajo regulaciones insuficientes. Los productos cultivados en Norteamérica no siempre son perfectos, pero suelen producirse con prácticas más sostenibles. Dedica un tiempo a investigar sobre los productos que compras con frecuencia.[20]
    • Los buenos distribuidores estarán bien informados sobre la manera en la que sus vendedores practican la sostenibilidad.
    • Si sabes más sobre los productores locales y las fuentes de alimento a través de los distribuidores, esto puede ayudarte a fomentar los negocios locales, los cuales buscan proteger y preservar el medioambiente.

Acerca de este wikiHow

Bess Ruff, MA
Coescrito por:
Científico ambiental
Este artículo fue coescrito por Bess Ruff, MA. Bess Ruff es estudiante de doctorado en Geografía en la niversidad de Florida State. Recibió su maestría en Ciencias y Gestión Ambiental en la Universidad de California, Santa Bárbara en 2016. Ha realizado trabajos de encuestas para proyectos de planificación de espacio marino en el Caribe y ha brindado apoyo de investigación como becaria de posgrado del Sustainable Fisheries Group.
Categorías: Conciencia ambiental