Con frecuencia, adquirir un préstamo, independientemente de que sea para uso personal o comercial, puede salvar el día o ayudarte a aprovechar una oportunidad nueva. En caso de que estés corto de dinero, quizás un préstamo sea justo lo que necesitas para tener un mejor futuro. Sin embargo, a la hora de solicitar un préstamo, es necesario que tengas cuidado y precaución y sigas las pautas que establezcan los prestamistas. Si eres considerado en cuanto a la forma de buscar un préstamo, podrás encontrar y adquirir el que sea perfecto para tus necesidades particulares.

Parte 1
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Prepararte para solicitarlo

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    Optimiza tu informe crediticio. Tu historial crediticio constituye el registro de tu comportamiento en relación con la forma como pidas dinero prestado y lo pagues. Tu informe crediticio es el principal factor determinante en tu capacidad para conseguir un préstamo.
    • Asimismo, en tu informe crediticio figura información sobre tu registro de empleo, la cantidad de veces que hayas solicitado un préstamo y a qué prestamistas, los recuentos de cobranza y las sentencias.
    • Las oficinas de crédito son las que recolectan y mantienen la información sobre tu historial crediticio, la cual incluye tus nombres y números de cuenta, los tipos de cuenta, las fechas de apertura o cierre, los límites de crédito, los saldos, los saldos altos, los pagos mensuales y los pagos tardíos.
    • Solicita una copia de tu informe crediticio. Dependiendo del lugar en donde vivas, quizás puedas solicitar una copia gratuita de tu informe crediticio. Ponte en contacto por teléfono o en línea con las oficinas locales de crédito para consultar al respecto.
    • Debido a que es posible que algunas oficinas de crédito reporten información diferente de otras, podría ser importante conseguir un informe crediticio de todas las oficinas de crédito disponibles en el lugar en donde vivas.
    • Examina tu informe crediticio para detectar elementos negativos, entre ellos pagos tardíos, saldos por encima del límite, cobranzas y sentencias.
    • Arregla los elementos negativos en tu informe crediticio. Para ello, quizás simplemente debas informar a la oficina de crédito sobre una equivocación o tengas que pagar una cobranza o una sentencia.
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    Consigue tu calificación crediticia. Es recomendable no solo conseguir tu informe crediticio sino también tu calificación crediticia. En general, esta se considera por encima del promedio si es de 640 en adelante, por lo que, en este caso, no tendrás problemas al momento de solicitar un préstamo. En caso de que tu calificación sea menor a 640, quizás te cueste trabajo conseguir un prestamista que no vaya a cobrarte una tasa alta de interés o imponer otras condiciones en cuanto a tu idoneidad.
    • Debes poder pedirles a los prestamistas un rango de calificaciones crediticias requeridas para un préstamo en particular. Luego, si tu calificación se encuentra dentro de ese rango, sabrás que por lo menos tienes una posibilidad de recibir una aprobación para el préstamo. Si el rango es muy superior a tu calificación crediticia, se te dificultará mucho más calificar para el préstamo.
    • En caso de que quieras mejorar tu calificación crediticia, es posible tomar determinadas medidas, como tener una mejor proporción de deuda a crédito, pagar los préstamos pendientes, reducir tu nivel general de deuda y abrir más de una línea de crédito (bueno).
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    Establece una fuente de ingresos estable. Al momento de conseguir un préstamo, tus ingresos jugarán un papel tan importante como tu crédito, ya que, para recibir la aprobación para un préstamo, será necesario que tengas no solo una fuente actual de ingresos sino también antecedentes estables de que obtienes ingresos.
    • Cuando vayas a presentarte a solicitar el préstamo, lleva contigo un talón reciente de pago de tu empleo, ya que quizás los prestamistas quieran tener pruebas de tus ingresos.
    • Tendrás mejores posibilidades de conseguir un préstamo con condiciones favorables (por ejemplo, una tasa de interés baja) mientras más estables sean tus antecedentes de ingresos.
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    Reúne documentación. Si quieres recibir la aprobación para un préstamo, será necesario que pruebes que tienes la capacidad y la disposición para pagarlo, por lo que deberás brindar evidencia que respalde estas cualidades. Esta puede ser un informe crediticio (el prestamista puede conseguirlo), estados bancarios, talones de pago o formularios de impuestos sobre la renta.
    • Debes recolectar estos documentos y guardarlos en un lugar seguro de forma que estén listos para cuando encuentres el préstamo perfecto que quieras solicitar.
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    Determina cuánto dinero necesitas pedir prestado. Puedes ayudar a reducir tus opciones en cuanto a los prestamistas según el monto del préstamo que necesites. Asimismo, es necesario saberlo para determinar si puedes costear los pagos para un préstamo del monto que necesites.

Parte 2
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Elegir un préstamo

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    Investiga los tipos de préstamos. Puedes solicitar un préstamo ya sea asegurado o no asegurado. Cualquiera de estas opciones tendrá un efecto sobre cómo debas proceder. Por lo general, podrías recibir una mayor cantidad de dinero con un préstamo asegurado que con uno no asegurado, además de que los asegurados suelen conllevar tasas de interés más bajas que los no asegurados. La tasa de interés será más baja mientras mejor sea tu historial crediticio.
    • Si solicitas un préstamo asegurado, en algunos casos, los prestamistas podrían requerir que compartas el riesgo del préstamo para poder conseguir la aprobación, lo que quiere decir que quizás debas proporcionar una garantía, que suele ser una nota (por ejemplo, un título de una vivienda o un automóvil). Algunos ejemplos de préstamos asegurados son las hipotecas y los préstamos para autos. En caso de que incumplas un préstamo asegurado, el prestamista tendrá derecho a embargar la garantía. Por ejemplo, si un prestatario incumple los pagos de una hipoteca, el prestamista podría poner la vivienda bajo ejecución hipotecaria y obligar al prestatario a salir de allí.
    • Entre los tipos comunes de préstamos asegurados se encuentran los préstamos para autos, barcos y otros vehículos recreativos; las hipotecas; y los préstamos y las líneas de crédito sobre el valor de una vivienda.
    • Por lo general, los préstamos no asegurados son de menor cantidad que los préstamos asegurados y no será necesario que presentes una garantía para recibir la aprobación. En este caso, cuando un prestatario incumple con el préstamo, el prestamista no podrá embargar nada y, en cambio, deberá recurrir a esfuerzos de cobranza. No se asocia ninguna garantía a los préstamos no asegurados, por lo que el monto para el cual califiques se basa en gran medida en tu historial crediticio y tus ingresos al momento de solicitar el préstamo. Asimismo, los préstamos no asegurados suelen conllevar tasas de interés más altas que las de los préstamos asegurados.
    • Entre los ejemplos de los préstamos no asegurados se encuentran los préstamos personales, las líneas de crédito personales, los préstamos estudiantiles y las tarjetas de crédito o de las tiendas por departamento.
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    Determina si deberías conseguir una "línea de crédito" que puede estar asegurada o no. En la práctica, los préstamos de este tipo se asemejan a las tarjetas de crédito, ya que el prestatario tiene un saldo máximo permitido y puede pedir prestado hasta ese monto, aunque no es necesario que pida prestado el monto en su totalidad.
    • Los pagos mensuales oscilan entre un porcentaje del saldo en el caso de algunas líneas de crédito y pagos sobre el interés en el caso de otras. Un prestatario puede pagar más del monto mínimo mensual y también puede pagar todo el saldo al mismo tiempo.
    • Asimismo, en algunos casos, las líneas de crédito vienen con verificaciones, mientras que, en otros, pueden vincularse a la cuenta bancaria principal del prestatario.
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    Determina si un préstamo para pequeñas empresas podría ser adecuado para ti. En caso de que vayas a pedir un préstamo para tu negocio, podrías optar por un préstamo para pequeñas empresas o un préstamo comercial de otro tipo. Si quieres solicitar un préstamo comercial, el mejor lugar para ello es un banco, ya que estas instituciones suelen ofrecerte las tasas de interés más bajas y las condiciones más favorables.
    • Para conseguir la aprobación para un préstamo comercial, la clave es demostrar que tu negocio ha sido rentable en el pasado y que, junto con tus socios, tienes planes concretos para tener éxito en el futuro.
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    Ten mucho cuidado con los prestamistas de créditos contra el sueldo. Los créditos contra tu sueldo te brindan préstamos personales, por lo general (aunque no siempre) durante varias semanas antes de que te paguen tu sueldo. Por desgracia, en su mayoría, los créditos contra el sueldo no están asegurados y, en muchos casos, los prestamistas ponen en práctica tácticas predatorias, por lo que se te podría llegar a cobrar desde el 300 hasta el 750 % en intereses por la duración del préstamo.
    • Debido a esta alta tasa de interés, tendrás que pagar una cantidad significativamente mayor en intereses que en el caso de un préstamo de otro tipo. Por ejemplo, quizás anticipes razonablemente pagar $14 por un adelanto de $500 sobre tu tarjeta de crédito, por lo cual la TAE para ese adelanto sería de alrededor del 6 %. Sin embargo, en el caso de un crédito contra tu sueldo, podrías llegar a pagar $105 por un adelanto de $500 de dos semanas, por lo que la TAE sería de alrededor del 400 %.
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    Consigue un prestamista. Puedes conseguir un préstamo en distintos lugares. Evalúa las siguientes opciones y toma en cuenta tus necesidades en cuanto al préstamo:
    • La mayoría de las veces, las instituciones financieras constituyen el mejor lugar para conseguir un préstamo. Puedes conseguir una gran cantidad de préstamos de distintos tipos en los bancos y las uniones de crédito, entre ellos préstamos personales, tarjetas de crédito, préstamos para auto, hipotecas y préstamos para pequeñas empresas. Si bien podrías necesitar mayores cualificaciones para conseguir un préstamo de una institución financiera que por otros métodos, tendrás la opción de solicitar un préstamo por una mayor cantidad.
    • Empresas de adelantos de sueldo. Estos son prestamistas que te brindan un proceso rápido y fácil de aprobación para un préstamo. Sin embargo, como se mencionó más arriba, solo ofrecen préstamos por montos relativamente bajos con tasas de interés muy, muy altas. Por tanto, no optes por un préstamo de adelanto de sueldo sin considerar dos veces si realmente lo necesitas y si vale la pena el pago de una gran tasa de interés.
    • Tus amigos y parientes. Quizás no sea necesario que solicites un préstamo a una empresa o institución. Podrías considerar a las personas que conozcas que tengan la capacidad para ayudarte financieramente a cambio de un acuerdo de pago formal.

Parte 3
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Solicitar un préstamo

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    Opta por una institución prestamista y solicita el préstamo únicamente allí para empezar. Ten en cuenta que, en realidad, solicitar un préstamo puede perjudicar tu calificación crediticia y esto, a su vez, puede perjudicar tu capacidad para conseguir un préstamo. Esto se debe a que, cada vez que presentas una solicitud para un préstamo, el prestamista verificará tu calificación crediticia y, cada vez que esto ocurre, tu calificación puede disminuir. Si tu calificación es más baja, te costará más trabajo conseguir un prestamista y las tasas que conseguirás no serán tan buenas. Sin embargo, el efecto sobre tu calificación crediticia no durará más de un par de meses.
    • Antes de presentar la solicitud, debes tratar de hacerte una idea en cuanto a las tasas de interés del prestamista. En algunos casos, los prestamistas ofrecen procesos de preaprobación mediante los cuales puedes recibir un estimado del préstamo que podrías conseguir sin que el prestamista verifique tu informe crediticio. El prestamista te preguntará por tu crédito y debes ser honesto, ya que el estimado que recibirás del prestamista se basará en la información que le brindes.
    • Por supuesto que el prestamista podría decirte que, para que te den una oferta personalizada, es necesario que presentes una solicitud. De ser el caso, puedes decirle que no tienes ningún problema con solicitar un préstamo en otro lugar si es que no puede brindarte una cifra estimada en cuanto a las tasas de interés sobre un préstamo. En caso de que las tasas sean prohibitivamente altas, no querrás presentar una solicitud allí en un principio.
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    Solicita un préstamo. Gran parte del proceso de adquirir un préstamo es preparatorio, lo que viene antes del proceso de solicitud en sí. Después de que establezcas tu capacidad para pagar un préstamo y te decidas en cuanto al prestamista, este te brindará información específica sobre la documentación necesaria que debas proporcionar y el tipo de papeleo que debas firmar.
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    Espera a que el prestamista te responda. Todo el proceso no debería tomar más de entre 5 y 10 días antes de que sepas si fuiste aprobado o rechazado, aunque esto dependerá de la velocidad a la que se lleve a cabo la verificación crediticia y de los estándares de suscripción del prestamista.[1] Debes estar preparado para responder preguntas y quizás brindarle información personal al prestamista de forma que pueda tomar las decisiones de suscripción correctas.
    • En caso de que el prestamista no se comunique contigo en el espacio de esos 10 días, siempre puedes comunicarte por teléfono y hablar con quien hayas hablado originalmente en cuanto a la solicitud del préstamo.
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    Paga las tarifas de originación necesarias, de haberlas. Al adquirir un préstamo personal, se suelen añadir tarifas de originación al principal y a los intereses que debas pagar. Estas tarifas varían según el prestamista, pero debes estar preparado para pagar entre el 0,5 y el 5 % dependiendo de tu solvencia.

Parte 4
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Pagar el préstamo

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    Cumple con todos los plazos de pago. Una vez que termina la parte difícil, empieza la otra parte difícil. Si bien podrías pensar que estás libre una vez que recibas el préstamo y que puedes hacer prácticamente lo que desees, esto no es así. Es muy importante que pagues el préstamo y te ciñas a lo planeado con el prestamista.
    • Si pagas a tiempo, podrás evitar que tu calificación crediticia baje.
    • En caso de que quieras calificar para un préstamo en el futuro, se examinarán los antecedentes de los préstamos y de los pagos de estos. Si mucho después de la cobranza aún no has pagado el préstamo, esto perjudicará tu calificación crediticia y tendrá un efecto negativo sobre tu capacidad para adquirir un préstamo en el futuro.
    • En muchos casos, las personas consideran que no necesitarán un préstamo en el futuro pero, en algún momento, así será. Por tanto, evita sabotear tu capacidad para conseguir un préstamo más adelante solo porque consideres que no volverás a necesitar uno o porque seas ocioso en cuanto a los pagos.
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    Sé proactivo en caso de que tengas dificultades para realizar los pagos. Si empieza a costarte pagar el préstamo, puedes conversar directamente con el prestamista. Habla con él de una forma franca sobre tus dificultades para pagar el préstamo. La mayor parte del tiempo, por ley, los prestamistas deben tratar a los prestatarios de una manera justa y paciente.[2]
    • El prestamista debería trabajar en conjunto contigo para desarrollar un plan de pago, ya que le conviene que le pagues aunque sea una parte del préstamo en lugar de nada.
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    Refinancia el préstamo en caso de que logres que te den una mejor oferta más adelante. Esto es de particular importancia si es que la tasa de interés del préstamo inicial era muy alta.
    • Puedes refinanciar un préstamo de distintas formas, una de las cuales es modificando la duración del préstamo para hacer pagos mensuales más bajos pero los hagas por un tiempo más largo.

Advertencias

  • Ten en cuenta que este artículo tiene fines únicamente informativos. En caso de que tengas preguntas adicionales, debes consultarlo con un profesional financiero o legal.

Acerca de este wikiHow

Michael R. Lewis
Coescrito por:
Asesor financiero
Este artículo fue coescrito por Michael R. Lewis. Michael R. Lewis es un ejecutivo corporativo jubilado, empresario y asesor de inversiones en Texas. Tiene más de 40 años de experiencia en negocios y finanzas, incluso como vicepresidente de Blue Cross Blue Shield de Texas. Tiene una licenciatura en Administración de Empresas en Gestión Industrial de la Universidad de Texas en Austin. Este artículo ha sido visto 7393 veces.
Categorías: Finanzas y negocios