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¿Alguna vez has comprado zapatos que te quedaban pequeños pero era demasiado tarde para devolverlos? Antes de ponértelos y de que tengas ampollas dolorosas, intenta usar hielo para agrandarlos en tu casa. Esta técnica fácil y rápida para agrandar zapatos te dejará ponerte tus zapatos, con un poco espacio para que tus pies respiren, ¡en poco tiempo!
Pasos
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1Llena las bolsas para congelar con agua. Llena dos bolsas plásticas con agua: una bolsa para cada zapato. Usa bolsas de plástico resistentes hechas específicamente para el congelador, así no se rompen cuando el agua se congele. Dependiendo de la zona del zapato que quieras agrandar, la cantidad de agua que uses para llenar las bolsas variará:
- Dedos del pie: 1/4 de la bolsa
- Dedos del pie y empeine: 1/2 bolsa
- Dedos del pie, empeine y zona del tobillo: 1/2 - 1/3 de la bolsa
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2Revisa las bolsas. Asegúrate de que las bolsas estén completamente cerradas y elimina cualquier resto de aire que haya. Esto ayudará a que la bolsa no explote en el congelador, permitirá que el agua se adapte a la forma del zapato sin burbujas y así será más fácil meter las bolsas dentro de los zapatos.
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3Pon las bolsas dentro de los zapatos. Ten cuidado de que las bolsas no se abran o se rompan mientras las pones en los zapatos.
- Trata de meter las bolsas lo más cerca de los dedos del zapato como sea posible (si esa es la zona que quieres agrandar).
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4Coloca los zapatos en el congelador. Deja los zapatos con las bolsas llenas de agua en el congelador por al menos 4 - 8 horas.[1] Esto hace que el agua tenga tiempo suficiente para congelarse.
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5Saca las bolsas congeladas. Deja los zapatos reposar a temperatura ambiente durante 20 minutos antes de que retires las bolsas de hielo. Al dejar que el hielo se derrita te será más fácil sacar las bolsas.[2]
- Si aún dejando las bolsas derretirse no puedes sacarlas de los zapatos, puedes esperar a que se derritan más o intentar romper el hielo para luego sacarlas.
- Estas dos alternativas son mejores que tirar de las bolsas, romperlas y tener bolsas abiertas de agua y hielo en tus zapatos. El agua podría dañar gravemente tus zapatos.
Consejos
- Asegúrate de agrandarlos poco a poco, especialmente los zapatos de cuero. Si los agrandas demasiado, no podrán volver a su forma original.
- Busca roturas o fugas en tus bolsas antes de ponerlas dentro de los zapatos.
Cosas que necesitarás
- Bolsas de plástico para congelar
- Zapatos
- Agua
- Un congelador