Algunos zapatos pueden causar dolor al usarlos, pero no siempre tiene que ser así. Antes de someterte a la tortura de sentir tus pies adoloridos, irritados y con ampollas, pon en práctica algunos de los consejos y trucos descritos en este artículo. Sin embargo, ten en cuenta que algunos zapatos pueden estar mal hechos y posiblemente no puedas arreglarlos completamente. Lee este artículo para aprender a evitar que los zapatos te causen dolor en los pies o al menos a reducir esa sensación.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar molesquín, plantillas ortopédicas y plantillas comunes

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    Evita ampollas, irritación y cortes en los pies pegando pedazos de molesquín dentro de tus zapatos. Compra un poco de molesquín en una tienda de zapatos (o la sección de reparación de calzado de una farmacia) y toma una lámina. Colócala detrás de la correa que causa dolor o el talón adolorido y delinéala con un lápiz. Recorta la forma con unas tijeras y despega la parte trasera. Pega el molesquín sobre la correa o el talón.[1] [2]
    • Este procedimiento también puede ser útil en otras áreas que causan irritación. Si el área se encuentra dentro de tu zapato, corta un círculo u óvalo pequeño ligeramente más grande que el área irritada. Despega la parte trasera del molesquín y pégalo sobre el área afectada.
    • También puedes pegar el molesquín directamente sobre tu pie y despegarlo al final del día.
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    Evita la fricción y las ampollas aplicando un producto antifricción en barra sobre tus pies. Puedes comprar uno en la farmacia. Aplica el ungüento directamente sobre tu piel, donde generalmente aparecen las ampollas y la irritación.
    • Probablemente no debas aplicar este ungüento en ampollas existentes. En lugar de eso, considera comprar algunos tratamientos para ampollas. Estos tratamientos lucen como curitas de forma ovalada que se colocan sobre las ampollas para proporcionarles soporte, mantenerlas limpias y evitar que se infecten.
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    Considera usar un antitranspirante en barra para reducir la transpiración. La irritación produce sudor y humedad, que a la vez pueden causar ampollas o empeorarlas. Los antitranspirantes reducen la humedad, lo cual puede disminuir la aparición de ampollas.
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    Mantén tu pie en su lugar, y evita que se irrite y tenga moretones usando una plantilla. Cuando tu pie se desliza de un lado a otro, las ampollas pueden aparecer a lo largo de la parte frontal o trasera de tu pie, donde el material se frota contra tu piel. Si te das cuenta de que tus pies se mueven alrededor cuando usas tacones de cuña o zapatos de un estilo similar, coloca una plantilla de gel o acolchada dentro de ellos para reducir el movimiento.
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    Alivia el dolor en la parte anterior de la planta del pie con algunas almohadillas diseñadas para esa zona. Si sientes dolor en la parte anterior de la planta del pie al final del día, es posible que tus zapatos sean demasiado duros. Esto sucede especialmente con los tacones altos. Compra un paquete de almohadillas para la parte anterior de la planta del pie y pégalas en la parte frontal de tus zapatos, justo donde se sitúa la parte anterior de la planta del pie. Generalmente, las almohadillas tienen forma de óvalo o de huevo.
    • Si tienes un par de sandalias con tacones y una correa entre los dedos, considera conseguir una almohadilla en forma de corazón. Las partes redondas del corazón encajarán en cualquier lado de la correa del dedo.[3]
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    Usa bolas de gel de silicona o cinta adhesiva de espuma para aliviar la presión excesiva en áreas más pequeñas. Puedes comprar ambos productos en las tiendas de zapatos o las farmacias. Las bolas de gel de silicona son transparentes y fáciles de ocultar, mientras que la cinta adhesiva de espuma puede cortarse a la medida y el tamaño adecuados.
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    Usa almohadillas de silicona para talones o plantillas de soporte para el arco del pie a fin de aliviar los talones adoloridos. Si te duelen los talones, es posible que el área de la parte trasera o del tacón de tus zapatos sea demasiado dura. También es posible que tus zapatos no proporcionen suficiente soporte al arco de tus pies. Prueba con una almohadilla de silicona para talón o una plantilla de soporte para el arco del pie. Ambos productos te permiten recortarlos del tamaño adecuado y tienen adhesivo en la parte trasera para que no se resbalen.
    • Las plantillas de soporte para el arco del pie generalmente tienen ese nombre en la etiqueta. Si tienes problemas para encontrarlas, busca algo que sea más grueso y colócalo en medio de la plantilla, justo donde se situaría el arco de tu pie.
    • Colocar una plantilla en un zapato ajustado podría hacer que tus pies se sientan muy estrechos e incómodos. Si esto sucede, prueba con una plantilla más delgada.
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    Evita que tus dedos permanezcan apretados cuando uses tacones altos pidiéndole a un reparador de calzado que recorte los tacones de tus zapatos. A veces, el ángulo entre el talón y la parte anterior de la planta del pie es demasiado grande, lo cual causa que tus pies se deslicen hacia adelante y tus dedos se aprieten contra la parte frontal de los zapatos. Puedes arreglar este problema reduciendo la altura del tacón. No intentes hacerlo por tu cuenta. Busca a un reparador de calzado para que lo haga por ti. Un reparador de calzado puede recortar la mayoría de tacones hasta 3 cm (1 pulgada).[4]
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Método 2
Método 2 de 3:
Arreglar la talla

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    Ten en cuenta cómo una talla incorrecta de zapatos puede causar dolor y qué puedes hacer para solucionarlo. Los zapatos demasiado grandes pueden causar dolor al igual que los zapatos demasiado pequeños. Los zapatos grandes no ofrecen suficiente soporte a tus pies y hacen que se muevan demasiado alrededor, lo cual puede causar irritación y hacer que tus dedos se sientan apretados. Los zapatos demasiado pequeños hacen que tus pies se sientan apretados y te duelan al final del día. Afortunadamente, es posible estirar los zapatos un poco o rellenarlos para hacerlos más pequeños.
    • Ten en cuenta que algunos materiales son más fáciles de estirar que otros.
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    Coloca una plantilla en tus zapatos si estos son demasiado grandes. La plantilla proporcionará acolchonamiento adicional a tus zapatos y evitará que tus pies se bailen demasiado.
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    Usa un sujetador de talón si tus zapatos son demasiado grandes y tus pies se deslizan demasiado hacia adelante. Un sujetador de talón es una almohadilla de forma ovalada que tiene un adhesivo en uno de sus lados. Este objeto puede estar hecho de gel o espuma cubierto con molesquín. Simplemente despega la parte trasera del sujetador de talón y pégalo sobre la parte interior de tus zapatos, justo donde se sitúa el talón. Al hacerlo, agregarás soporte adicional a la parte trasera de tus zapatos, lo cual evitará que tu talón se irrite y mantendrá tus pies en su lugar.
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    Rellena el espacio demasiado grande de las puntas de tus zapatos con lana de cordero. Si tus mocasines nuevos o los zapatos que usas para trabajar son demasiado grandes, tus dedos se deslizan hacia adelante y están apretados, rellena el área de los dedos con un poco de lana de cordero. Este material transpirable y ventilado es más cómodo y es menos probable que se enrolle, como sí lo haría un papel tisú. También puedes usar algunas bolas de algodón.
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    Estira tus zapatos con una horma de zapatos. Una horma de zapatos puede mantener la forma de tus zapatos o estirarlos, dependiendo de cuán larga o ancha sea. Inserta la horma en tus zapatos entre puestas. Esta técnica funciona mejor con cuero y gamuza, pero no con hule o plástico.
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    Estira tus zapatos usando un estirador de zapatos. Rocía tus zapatos con un aerosol para estirar zapatos. Luego, introduce el estirador dentro de ellos. Todos los estiradores de zapatos son un poco diferentes, aunque la mayoría tiene un mango y una perilla. La perilla ajusta el largo y el mango, el ancho. Continúa girando el mango y la perilla hasta que el material de los zapatos se ajuste. Luego, deja el estirador en los zapatos durante seis a ocho horas. Una vez que el tiempo haya acabado, gira el mango y la perilla hacia otra dirección (para reducir el tamaño del estirador de zapatos) y retira el estirador de tus zapatos. Esta es un excelente opción para mocasines demasiado grandes y zapatos de trabajo.
    • Existen varios tipos diferentes de estiradores de zapatos disponibles, incluyendo los estiradores para tacones altos. Quizá el más útil sea el estirador de doble sentido porque puede estirar el ancho y largo de tus zapatos.
    • Algunos estiradores de zapatos tienen accesorios para enfermedades como los juanetes. Inserta estos accesorios antes de usar el estirador de zapatos.
    • Los estiradores de zapatos solo pueden ablandar los zapatos y aflojarlos para que no se sientan tan ceñidos o apretados. Estos objetos no pueden agrandar la talla completa de tus zapatos.
    • Los estiradores de zapatos funcionan mejor con materiales naturales, como el cuero y la gamuza. Es posible que funcionen con ciertos tipos de tela, pero no serán muy efectivos en telas sintéticas ni plásticas.
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    Pídele a un reparador de calzado que estire tus zapatos por ti. Al hacerlo, tus dedos tendrán más espacio para moverse, lo cual podría reducir la sensación de ajuste y dolor en todo el pie. Sin embargo, el estiramiento solo funciona con los zapatos de cuero y gamuza. Esta es una buena alternativa si tienes un par de zapatos caros que no quieres arruinar estirándolos tú mismo.
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    Usa hielo para estirar zapatos que estén demasiado ajustados en el área de los dedos. Puedes hacerlo llenando parcialmente con agua dos bolsas de plástico con cierre hermético y sellándolas firmemente para que no quede aire en ellas y el agua no se derrame. Deja caer cada bolsa en la parte de los dedos de cada zapato y colócalos en el congelador. Deja los zapatos en el congelador hasta que el hielo los congele. Luego, sácalos del congelador. Retira las bolsas de los zapatos y colócatelos. Los zapatos se acomodarán a la forma de tus pies a medida que se calienten.[5]
    • Este procedimiento ayuda a estirar zapatos hasta cierto punto porque el agua se expande a medida que se congela.
    • Este método solo funcionará en materiales naturales, como el cuero, la gamuza y la tela. Es posible que no sea muy efectivo en plásticos o cuero artificial.
    • Ten en cuenta que, si tus zapatos de cuero o gamuza se mojan, es posible que se manchen. Considera envolver tus zapatos con una toalla para protegerlos.
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Método 3
Método 3 de 3:
Solucionar otros problemas

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    Compra algunos calcetines especiales. A veces, usar el tipo correcto de calcetines con tus zapatos es todo lo que necesitas para arreglar los zapatos que te causan dolor. Estos tipos de calcetines ofrecen soporte para tus pies, absorben la humedad, ayudan a evitar la irritación y las ampollas. Estos son algunos tipos de calcetines especiales que puedes encontrar y lo que pueden hacer por ti:[6] [7]
    • Los calcetines deportivos son más ajustados en el área del arco del pie. Esta característica ofrece soporte al arco y hace que sean ideales para zapatos deportivos o para correr.
    • Los calcetines que absorben la humedad te ayudarán a quitar el sudor alrededor del pie. Este tipo de calcetines mantendrá tus pies secos y sin ampollas.
    • Los calcetines para correr tienen un acolchado adicional en la parte inferior. Esta característica ayuda a absorber el impacto que tus pies reciben cuando corres.
    • Los calcetines con dedos separados son como guantes, pero para los pies. Estos calcetines cubren cada dedo por separado y pueden ayudar a prevenir las ampollas entre los dedos.
    • Ten en cuneta el material. Algunos materiales, como el algodón, absorben el sudor demasiado rápido, lo cual puede producir ampollas. Los calcetines de acrílico, poliéster y polipropileno ayudan a retirar el sudor y dejan tus pies secos.
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    Evita sentir dolor al usar sandalias protegiendo la parte de la correa. Las sandalias pueden ser cómodas y fáciles de usar. Sin embargo, estas pueden causar mucho dolor cuando la correa comienza a hundirse entre tus dedos. Estos son algunos trucos que puedes intentar para que las sandalias te causen menos dolor:
    • Usa plantillas ortopédicas de silicona para sandalias. Este tipo de plantillas tiene la forma de las almohadillas para la parte anterior de la planta del pie, excepto que tienen un cilindro pequeño que se pega cerca de la parte frontal. Coloca la plantilla ortopédica en la parte frontal de la sandalia y luego desliza la parte de la correa dentro del cilindro. Este cilindro te ayudará a evitar que la correa se hunda entre tus dedos.
    • Envuelve el área de la correa con un poco de molesquín adhesivo. Este procedimiento será especialmente útil con las sandalias de plástico o goma. Además, este método brindará soporte a tu pie y suavizará cualquier borde áspero.
    • Envuelve un poco de tela alrededor de la correa. Incluso puedes continuar envolviendo las correas con la tela para añadir un toque colorido y personal. Asegura ambos extremos de la tela al zapato con una gota de pegamento para zapatos.
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    Aprende a tratar zapatos que causan dolor en los pies y huelen mal. Puedes usar plantillas de microgamuza para absorber el sudor que causa mal olor o colocar algunas bolsas de té dentro de los zapatos mientras no te los pongas. Las bolsas de té absorberán el olor. Arroja las bolsas de té a la basura al día siguiente.
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    Considera la posibilidad unir el tercer y cuarto dedo del pie usando un esparadrapo de color piel. Este procedimiento ayudará a reducir el dolor en la parte anterior de la planta del pie. La razón por la que este método funciona es porque hay un nervio entre esos dos dedos. Ese nervio se separa cuando usas tacones y ejerces presión sobre él. Pegar esos dedos juntos reduce parte de esa tensión.[8]
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    Ablanda zapatos rígidos usándolos durante períodos cortos de tiempo. Si sientes dolor en los pies porque tus zapatos son demasiado rígidos, puedes suavizarlos usándolos alrededor de la casa. Asegúrate de tomar descansos con frecuencia y quitarte los zapatos cuando los pies te duelan demasiado. Con el tiempo, estos zapatos se aflojarán y será más cómodo usarlos.
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    Usa un secador de cabello para estirar y amoldar zapatos rígidos. Escoge la opción de calor más baja de un secador de cabello y apunta la boquilla dentro del zapato. Calienta el zapato desde el interior durante unos cuantos minutos y luego apaga el secador de cabello. Colócate dos pares de calcetines y desliza tu pie dentro del zapato. A medida que el zapato se enfríe, se adaptará a la forma de tu pie. Este método funciona mejor con zapatos hechos de materiales naturales. No se recomienda utilizarlo con zapatos de plástico u otros materiales sintéticos ya que podrían estropearse.
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Consejos

  • Camina alrededor de la casa con tus zapatos nuevos antes de usarlos para salir. Al hacerlo, podrás ablandarlos e identificar cualquier problema posible antes de que hagan que tus pies te duelan demasiado.
  • Remoja tus pies adoloridos en agua caliente después de quitarte los zapatos. El calor aliviará el dolor y posiblemente haga que tus pies se sientan mucho mejor.
  • Sujeta un protector de talón transparente o negro a la parte inferior de los tacones delgados cuando vayas a caminar sobre terreno inestable. Los protectores de talón crean un área más uniforme, lo cual reduce la probabilidad de que tu talón sienta dolor.
  • Si tus pies tienen ampollas, remójalos durante 10 minutos en té verde tibio. El té astringente mata las bacterias, reduce el mal olor y minimiza las probabilidades de desarrollar una infección. El calor también ayudará a aliviar el dolor.
  • Si sufres de juanetes, busca zapatos que tengan la etiqueta “ancho”. Algunos zapatos están disponibles en tallas angostas, normales o regulares y anchas.
  • Considera cambiar de zapatos a lo largo del día. Si vas a caminar hasta tu centro de trabajo o un evento, usa zapatos cómodos. Ponte los zapatos de vestir una vez que llegues al trabajo o al evento.
  • Ten en cuenta que los pies cambian de tamaño. Se hinchan más cuando hace calor y se adelgazan cuando hace frío. Además, los pies pueden cambiar de tamaño a medida que envejeces. Puede resultar útil hacer que un especialista tome la medida de tus pies en una tienda de zapatos cada cierto tiempo.
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Advertencias

  • A veces no es posible arreglar algunos zapatos que causan dolor, ya sea por su estructura, talla o calidad. En ese caso, quizá debas considerar comprar zapatos diferentes.
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Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, 14 personas, algunas anónimas, han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 307 219 veces.
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