Los zapatos que rechinan pueden ser una molestia, tanto para ti como para quienes se encuentren a tu alrededor. El rechinido podría deberse a errores de manufactura, desgaste o humedad dentro del zapato. Hay muchos remedios caseros para repararlos, pero, si el problema se debe a un componente interno, tendrás que llevarlos a un zapatero.

Método 1
Método 1 de 3:
Probar con los remedios sencillos

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    Ubica el problema. Camina hacia adelante y hacia atrás con los zapatos, luego mece los pies hacia adelante y hacia atrás, y finalmente de izquierda a derecha. Cuando encuentres el movimiento que causa el rechinido, busca las partes del zapato que se flexionan durante este.
    • De ser posible, pídele a un amigo que se agache y que escuche cuidadosamente mientras caminas.
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    Rocía talco. Una vez que sepas qué parte del zapato rechina, espolvorea el área con talco para bebé, fécula de maíz o polvo de hornear. Esto absorberá la humedad ruidosa y reducirá el rechinido producido por dos partes del zapato que se frotan entre sí. Las siguientes son algunas de las áreas problemáticas y los métodos para arreglarlas:
    • Si el interior del zapato rechina, levanta las plantillas y espolvorea el talco a lo largo de la costura interna.[1] Si las plantillas no son removibles, frota el talco para que penetre por el borde de la base del zapato.
    • Espolvorea talco en la lengüeta del zapato, debajo de las agujetas, si esta rechina.
    • Si la base del zapato rechina, probablemente se deba a que tiene cámaras de aire. Frota el talco para que penetre en la base a lo largo de la costura o sobre la burbuja de aire.[2]
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    Frota con WD-40 o silicona en aerosol. Estos productos son más efectivos para eliminar los rechinidos que los productos para cuero, pero es recomendable que los apliques con cuidado a fin de evitar daños en los zapatos. Rocía uno de estos lubricantes sobre un hisopo o bola de algodón. Frótalo sobre la costura externa del zapato, sobre el área que rechina o a lo largo de todo el borde.[3]
    • No uses productos con base de aceite sobre la gamuza, porque podrías destruir la capa aterciopelada.
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    Frota con un acondicionador para cuero. Si tus zapatos son de cuero, mantenlos lubricados frotándolos con un acondicionador y pasándoles luego un trapo seco.[4] Asegúrate de comprar un acondicionador para gamuza para los zapatos de este material, no utilices uno para todo tipo de zapatos de cuero.

Método 2
Método 2 de 3:
Arreglar un zapato con un rechinido persistente

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    Lee las políticas de devolución antes de usar estos métodos. Si estás intentando arreglar un zapato nuevo, el rechinido podría deberse a un defecto de fábrica que te permita solicitar la devolución de tu dinero o un reemplazo de los mismos. Ten presente que usar pegamento u otros materiales fuertes podría invalidar la garantía.
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    Prueba con jabón de calabaza. El jabón de calabaza es controversial entre los dueños de zapatos finos de cuero. Algunos afirman que seca el cuero, mientras que otros lo encuentran inofensivo. Si estás dispuesto a correr el riesgo, aplica jabón de calabaza en pequeñas cantidades sobre el área problemática y quita el sobrante con un trapo seco. Este producto podría ser particularmente efectivo para tratar las lengüetas que rechinan.[5]
    • Nunca uses jabón de calabaza sobre la gamuza.
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    Pega los tacones flojos. Es aconsejable que hagas esto solo si ninguna de las soluciones rápidas anteriores funciona, dado que el exceso de pegamento puede dañar o manchar los zapatos con mucha facilidad. Si el tacón del zapato está flojo, usa una pequeña gota de pegamento rápido o de caucho para fijarlo firmemente, presiona el tacón contra el zapato varios segundos, hasta que el adhesivo comience a pegar.[6]
    • Esto no funcionará con los zapatos de uretano.
    • Lleva los zapatos caros de tacón a un zapatero a fin de evitar el riesgo de dañarlos.
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    Llena las suelas dañadas con sellador de silicona. Compra un tubo de sellador de silicona con una punta de presión o un producto de silicona especial para la reparación de zapatos. Introduce la punta del tubo en un espacio abierto entre el zapato y la suela y aprieta lentamente hasta que el espacio se haya llenado. Mantén ambas partes del zapato juntas con banditas elásticas, peso o abrazaderas y déjalo secar toda la noche.
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    Lleva los zapatos con un zapatero. Lleva los zapatos con un zapatero o a una tienda de reparación de calzado y pide asesoría o contrata a alguien que los pueda arreglar. Considera que alrededor de la mitad de los zapatos que rechinan tienen el cambrillón suelto o algún otro problema estructural que debería ser solucionado por un profesional.[7]

Método 3
Método 3 de 3:
Secar los zapatos mojados

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    Revisa la causa del rechinido en tus zapatos mojados. Muchos zapatos rechinan solo cuando están mojados. En ocasiones esto se debe al sonido que hace la goma de las suelas sobre el linóleo, madera u otros materiales pulidos del piso. Otros zapatos se hinchan o desarrollan problemas estructurales que causan el rechinido cuando se mojan, puedes tratarlos con otras opciones que se explican en este artículo. De cualquier manera, los métodos para secarlos que se incluyen en esta sección te dirán cómo secar tus zapatos rápida y efectivamente, sin dañarlos.
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    Quita las plantillas. Si tus zapatos tienen plantillas removibles, quítalas y sécalas por separado a fin de acelerar el proceso.
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    Rellena los zapatos con papel periódico. Arruga el papel periódico seco y mételo en los zapatos. Presiona el primer trozo para que se acomode en la punta del zapato, a fin de lograr la absorbencia máxima.
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    Utiliza una horma de zapatos de cedro, si es posible. Una horma de zapatos es un objeto compuesto por varias partes articuladas que se inserta dentro del zapato en lugar del papel periódico. Tiene la finalidad de conservar la forma del calzado mientras se seca. Una horma hecha de cedro será especialmente efectiva, ya que la madera absorberá la humedad del interior zapato.[8]
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    Deja los zapatos sobre uno de sus lados a temperatura ambiente. Acomoda los zapatos sobre un lado o apóyalo contra una pared a fin de que las suelas queden expuestas al aire mientras se secan. Sécalos en una habitación cálida, pero no los acerques a ninguna fuente de calor.[9]

Consejos

  • Si los zapatos que rechinan son nuevos, tal vez puedas devolverlos en la tienda y obtener el reembolso de tu dinero o una reparación sin costo.

Advertencias

  • Ten presente que secar los zapatos con una fuente de calor fuerte puede causar deformaciones y otros daños.

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Categorías: Zapatos