Ahorrar electricidad cumple la doble función de detener el calentamiento global y al mismo tiempo ahorrar dinero a la hora de pagar las cuentas. Mira a tu alrededor en tu casa y en tu oficina: cualquier aparato eléctrico puede ser más eficiente en el aprovechamiento de energía. Aislar térmicamente la casa y cambiar los hábitos de todos los días también son formas efectivas de reducir la cantidad de electricidad utilizada.

Método 1
Método 1 de 4:
Iluminación

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    Aprovecha la luz natural. Abre las cortinas y llena tus espacios de luz natural. Aprovechar la luz natural siempre que te sea posible en vez de utilizar luz artificial puede reducir notablemente la cantidad de electricidad que consumes durante el día.[1] Sucede lo mismo trabajes en una oficina o pases la mayor parte de tu tiempo en tu casa. La exposición a la luz solar además aumenta la felicidad,[2] lo cual debe motivarte a levantar las persianas.
    • Intenta acomodar tu espacio de trabajo de manera tal que la luz natural ilumine tu escritorio. Siempre que puedas, mantén apagadas las luces del techo. Cuando necesites iluminación extra, utiliza una lámpara de escritorio de bajo consumo.
    • Compra cortinas o persianas que al mismo tiempo que te permitan tener privacidad, permitan que ingrese la luz del sol.
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    Cambia las bombillas. Cambiar las bombillas de luz convencionales por otras fluorescentes compactas o de LED es una gran forma de ahorrar electricidad. Las bombillas incandescentes liberan la mayor parte de su energía por calentamiento, mientras que las fluorescentes y las de LED son más eficientes y duran más tiempo.[3]
    • Las bombillas fluorescentes compactas fueron la primera alternativa para las bombillas incandescentes y, en comparación, consumen ¼ de la electricidad que estas. Contienen pequeñas cantidades de mercurio, por lo que debes ser cuidadoso cuando se quemen y debas tirarlas.
    • Las luces de LED fueron las últimas en aparecer. Son más caras que las fluorescentes compactas, pero duran más y no contienen mercurio.
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    Apaga las luces. Esta es la forma más sencillas y más común de ahorrar electricidad, y es realmente efectiva. Comienza a prestar atención a la cantidad de luces que hay prendidas al mismo tiempo en tu casa. Piensa en cuántas verdaderamente necesitas tener encendidas al mismo tiempo. Siempre que te vayas de un ambiente de tu casa, habitúate a apagar las luces.
    • Usa bombillas que no necesiten "calentar" en aquellos lugares donde se use la luz por periodos cortos de tiempo. Esta información generalmente está escrita en el envase de las bombillas.
    • Si quieres hacer un cambio profundo, promueve entre las personas con quienes convives el pasar la noche en un mismo ambiente de la casa, en vez de estar cada uno en una habitación con todas las luces encendidas.
    • ¡Para el ahorro máximo, usa velas! No por anticuadas las velas han dejado de ser un método efectivo para tener luz por la noche. Además, aportan una atmósfera romántica o pacífica muy agradable. Si no te parece práctico utilizar velas todas las noches, establece 1 o 2 días a la semana para encenderlas. Ten cuidado si hay niños en la casa. Asegúrate de que todos los miembros de tu familia sepan qué cuidados tener cuando hay velas encendidas.

Método 2
Método 2 de 4:
Aparatos eléctricos

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    Desenchufa todos los aparatos que no utilices. ¿Sabes que aunque estén apagados todos los aparatos enchufados siguen consumiendo electricidad? Un electrodoméstico tan pequeño como una cafetera sigue consumiendo electricidad mientras permanece enchufada una vez que ya la has usado y apagado.
    • Los enchufes múltiples (regletas) con un interruptor hacen que esto sea más fácil. En vez de desenchufar 5 dispositivos, solo tendrás que presionar un interruptor.
    • Apaga y desenchufa tu computadora al terminar el día. Las computadoras consumen mucha energía, y si las dejas enchufadas estarás desperdiciando electricidad y dinero.[4]
    • No dejes el televisor enchufado todo el tiempo. Puede parecer incómodo tener que desenchufarlo cada vez que lo apagas, pero lo que podrás ahorrar haciéndolo hace que la molestia valga la pena.
    • Desenchufa tu equipo de música y tus parlantes. Estos son de los aparatos que más energía consumen por más que no sean utilizados.
    • Tampoco te olvides de pequeños aparatos como cargadores de teléfono, electrodomésticos, secadores de cabello y cualquier otro aparato eléctrico que haya en tu casa.
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    Reemplaza los aparatos viejos por otros más nuevos. Los artefactos más viejos no fueron diseñados pensando en el ahorro de electricidad. Los modelos nuevos fueron diseñados con la idea de reducir el consumo eléctrico de estos así como también la huella de carbono. Si tienes un refrigerador, lavavajillas, horno o secador viejo, puedes intenta cambiarlos por modelos nuevos más eficientes.
    • Busca la calificación "Energy Star" de los aparatos que compres. La certificación "Energy Star" permite saber cuánta energía consume el aparato. Muchos de los aparatos más eficientes son más caros que los que no contemplan el cuidado del medio ambiente, pero recuperarás el dinero que pagues al comprarlo porque ahorrarás en tu cuenta de luz.
    • Si no puedes considerar la alternativa de cambiar tus viejos aparatos, existen muchas otras formas de modificar tu rutina y utilizar la menor cantidad de electricidad posible.
      • Llena el lavavajillas antes de ponerlo a andar, en vez de encenderlo con media carga.
      • No abras el horno mientras estás cocinando, ya que perderás el calor dentro del horno y necesitarás más electricidad para recuperar la temperatura.
      • No te quedes frente al refrigerador con la puerta abierta mientras decides qué comer. Ábrela y ciérrala lo más rápido posible. También debes verificar que los burletes de las puertas estén en buenas condiciones y cambiarlos en caso de que estén deteriorados.
      • Llena el lavarropas antes de ponerlo a andar.
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    Reduce tu dependencia de estos aparatos. Antes, la gente no los necesitaba para las tareas del hogar. Focalízate en utilizar solamente lo que verdaderamente necesitas. Utilizar menos aparatos puede hacer que algunas tareas se hagan más largas, pero si toda tu familia se compromete, verás que no es un gran trastorno y el cambio es positivo.
    • La mayoría de las personas lavan la ropa más de lo necesario. Intenta lavar menos ropa en el lavarropas.
    • Coloca un tendedero en el jardín para secar tu ropa al aire libre en vez de utilizar la secadora.
    • Lava los platos a mano (utilizando la técnica de ahorro de agua) en vez de utilizar el lavavajillas.
    • Planifica hornear todo lo que desees un día a la semana, mientras el horno está caliente, en vez de encenderlo y apagarlo muchas veces a la semana. Así no tendrás que calentar el horno cada vez que vayas a utilizarlo.
    • Deshazte de los pequeños aparatos que no necesitas realmente, como los purificadores de aire. Mejor que eso, ¡abre las ventanas!

Método 3
Método 3 de 4:
Calefacción y refrigeración

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    Aísla térmicamente tu hogar. Asegurarte de que tus puertas y ventanas cierran bien es una forma excelente de ahorrar. Un buen aislamiento evita que el aire fresco se filtre de tu casa durante el verano y que el aire cálido no permanezca dentro en el invierno.
    • Contrata a un especialista para que vea tu casa y te recomiende formas de aislamiento para tu sótano, ático y otras partes de la casa. Quizás sea necesario renovar el sistema de aislamiento de tu casa.
    • Aísla tu casa utilizando burletes y masilla en los marcos de tus puertas, ventanas y aires acondicionados. También puedes comprar láminas plásticas para poner en las ventanas durante el invierno.
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    Utiliza menos el agua caliente. Calentar agua requiere mucha energía. No es necesario que te bañes con agua fría, pero tener en cuenta cuánta agua utilizas y saber cómo ese agua se calienta puede llevarte a ahorrar mucha electricidad y dinero.
    • Asegúrate de que tu calentador de agua esté bien aislado para que el agua no pierda temperatura.
    • Considera la posibilidad de conseguir un calentador de agua que no quede siempre encendido en piloto.
    • Toma duchas en vez de baños de inmersión. Los baños de inmersión requieren un mayor consumo de agua que una ducha rápida.
    • Toma baños más cortos. Si pasas 20 minutos para una ducha, estás desperdiciando demasiada electricidad.
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    Utiliza menos el aire acondicionado. A veces encender el aire acondicionado es inevitable, pero no hay razón alguna para dejarlo encendido desde que empieza la primavera hasta que termina el verano. Busca otras formas de refrescarte siempre que sea viable.
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    Mantén tu casa fresca durante el invierno. Si mantienes tu casa algunos grados por debajo de lo normal ahorrarás mucha electricidad y dinero en el invierno. Si sientes frío, abrígate en vez de subir la temperatura del termostato.

Método 4
Método 4 de 4:
Fuentes de energía

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    Utiliza fuentes de energía renovables. Fíjate si puedes contratar un proveedor de electricidad que utilice fuentes de energía renovables, como pueden ser la energía solar o eólica. Muchas de las empresas que ofrecen estos servicios son pequeñas, por lo que será necesario que investigues un poco. El cambio puede resultar caro en un principio, pero a largo plazo estarás ahorrando dinero.[5]

Consejos

  • Comprende que estas formas de ahorrar electricidad no están restringiendo tus libertades, sino que estás siendo justo contigo, la naturaleza y el resto del mundo.

Acerca de este wikiHow

Natalie Kay Smith
Coescrito por:
Escritora de moda sostenible
Este artículo fue coescrito por Natalie Kay Smith. Natalie Kay Smith es una escritora de moda sostenible que ha escrito sobre moda sostenible y vida ecológica durante 5 años. Ha trabajado con más de 400 marcas conscientes en todo el mundo en un esfuerzo por mostrar a los lectores que la moda puede existir de manera responsable. Este artículo ha sido visto 45 678 veces.