Una cara fresca y lavada nunca pasará de moda. Si estás empezando a maquillarte o simplemente quieres probar algo nuevo, el look natural será perfecto para ti. Por supuesto, incluso un maquillaje con efecto natural requiere algo de tiempo y práctica. ¡Continúa leyendo el artículo para empezar!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Aplicar maquillaje sobre el rostro

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    Lávate la cara antes de aplicarte maquillaje. Empapa una bola de algodón en agua o en loción desmaquillante. Frótate el rostro con movimientos circulares o dando toquecitos suaves con la bola de algodón para eliminar cualquier resto de maquillaje. Averigua cuál es tu tipo de piel y utiliza productos adecuados para lavar, tonificar e hidratar tu rostro dos veces al día. Si tienes problemas cutáneos, como puntos negros o granos, exfolia tu piel.
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    Hidrátate la cara. Vierte en tu mano una pizca (equivalente a un guisante) de loción hidratante sin aceites y sin perfume y extiéndetela por la cara con un suave masaje. Las lociones con perfume y con aceites pueden producir brotes de acné.
    • Si quieres conseguir un efecto más natural, en lugar de utilizar fondo de maquillaje aplícate una loción hidratante con color. Por lo general, las lociones hidratantes con color se funden de forma natural con el tono de la piel unificándolo, además de aportar protección solar. Las chicas afortunadas sin imperfecciones obtendrán un resultado más fresco y natural utilizando hidratante con color.
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    Aplica corrector para tapar las ojeras. Al aplicar el corrector antes que la base, solo necesitarás usar una cantidad mínima de base de maquillaje. Asegúrate de utilizar el color exacto de tu piel. Cuando te apliques corrector, hazlo solo sobre la zona que quieras cubrir y no alrededor. De esta forma, evitarás el efecto "aureola" alrededor de los ojos y disimularás mejor las ojeras. Si quieres, puedes fijar el corrector con polvos sueltos de color beige.[1]
    • Ten cuidado de no aplicar corrector en exceso; utiliza la cantidad mínima que necesites para atenuar las imperfecciones.
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    Aplica un fondo de maquillaje en polvo sobre las zonas más grasas del rostro. Antes de empezar, lo mejor será que compruebes si realmente estás utilizando el color apropiado de fondo de maquillaje. Elige un tono claro natural y pruébalo para averiguar si es el color apropiado para tu piel. Aplica unos cuantos toques de producto sobre la mejilla y observa tu rostro desde distintos ángulos para ver si el tono del maquillaje se funde con el de tu piel.[2]
    • Utiliza los dedos o una esponja para aplicarte la base de maquillaje dando toquecitos y extendiéndola hasta que quede uniforme y se confunda con el tono natural de tu piel. No te olvides de la zona que hay bajo la línea del mentón; si aplicas el maquillaje sólo hasta llegar al contorno del rostro, se diferenciará claramente una línea bajo el mentón y parecerá que llevas una máscara puesta.
    • Si tienes bolsas o manchas bajo los ojos, aplica 3 toquecitos de base de maquillaje a lo largo del contorno de las ojeras. Extiéndelo suavemente con el anular.
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    Aplícate bronceador. Algunas personas prefieren aplicarse los polvos bronceadores o el colorete después de haberse maquillado los ojos. El bronceador es un producto excelente para aportar buen color. Aplícate una pequeña cantidad de polvos bronceadores con una brocha por todo el rostro (o solo por los pómulos y por la zona T para conseguir un efecto de bronceado natural). Sin embargo, ten en cuenta que el bronceador puede resultar artificial si se aplica incorrectamente sobre un rostro pálido. Practica en casa con los polvos bronceadores para comprobar si te favorecen antes de salir a la calle. Si no te gusta el resultado, prescinde de este producto y obvia este paso.
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    Aplícate colorete. Si no te convence el bronceador, puedes aplicarte colorete en su lugar. El colorete en crema suele dar mejor resultado que el colorete en polvo porque crea un efecto jugoso sobre las mejillas y es más duradero. Utilizando el anular, aplícate colorete en crema de color champán sobre los pómulos y extiende bien el producto. Ten en cuenta que no debes aplicarte colorete y bronceador a la vez; elige uno de los dos productos.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Maquillar los ojos

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    Perfila la línea superior de las pestañas con un lápiz de ojos de color marrón, gris o negro. Algunas mujeres prefieren no utilizar lápiz de ojos, ya que el resultado es menos natural que aplicando solo máscara de pestañas. Sin embargo, muchos maquilladores recomiendan resaltar los ojos utilizando un perfilador en gel de color tostado. El efecto del lápiz de ojos es menos natural que el de los perfiladores líquidos o en gel (la fórmula en gel es más fácil de extender). Perfila dos tercios de la línea superior de las pestañas y un tercio de la línea inferior externa. Utiliza un bastoncillo de algodón para difuminar la línea.
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    Utiliza un perfilador de ojos blanco para agrandar los ojos. Perfila las esquinas interiores de los ojos con sombra blanca o con perfilador blanco para iluminar y agrandar los ojos.
    • Hay a quien también le gusta añadir un poco de perfilador blanco o de sombra blanca bajo el hueso de las cejas para iluminar los ojos y avivar la mirada.
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    Considera la posibilidad de utilizar sombra de ojos. Utiliza dos tonos de sombra de ojos para conseguir un resultado profesional. Debes elegir tonos dorados, tostados, marrones o plateados, dependiendo de tu color de piel y del maquillaje que utilices en el resto del rostro. Aplica un tono claro y neutro por toda la superficie del párpado superior, evitando que se acumule el producto entre los pliegues, y utiliza un color ligeramente más oscuro para resaltar sutilmente el borde superior de las pestañas y dar profundidad. Para obtener un resultado natural, recuerda que debes difuminar bien los colores.
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    Rízate las pestañas y aplícate una capa de máscara. Al rizarte las pestañas conseguirás una mirada más viva y luminosa aún. Si quieres que las pestañas contrasten con el color de tu piel, aplícate una capa de la máscara de pestañas que más te guste.[3]
    • Si utilizas máscara de pestañas, evita que se formen grumos de producto utilizando un peine para separar las pestañas o un cepillo para las cejas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Aplicar maquillaje sobre los labios

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    Utiliza un color natural de labios con acabado satinado. Evita utilizar barras de labios de acabado mate (efecto tiza) y brillos llamativos. El tinte labial suele dar mejor resultado, ya que colorea los labios con un efecto natural y muy duradero. Utiliza un tono parecido al color natural de tus labios.
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    Aplica unos toquecitos de colorete con partículas brillantes en el centro de los labios. Prueba este paso en casa antes de salir a la calle (a algunas personas no les gusta el resultado de aplicar colorete en el centro de los labios). Elige lo que más te favorezca y más te guste.
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    Disfruta de tu aspecto fresco, natural y radiante.
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Consejos

  • Relájate. Si te miras constantemente en el espejo y te preocupas en exceso por tu aspecto, no disfrutarás del día a día. Sonríe y ten confianza en ti misma.
  • Intenta utilizar un color parecido de colorete y barra de labios. De esta forma, resaltarás tus rasgos naturales.
  • No utilices demasiado maquillaje. Recuerda que el propósito del maquillaje debe ser destacar tus rasgos naturales, no esconderlos.
  • Maquíllate con la luz a la que vayas a estar expuesta; por ejemplo, hazlo con luz potente si vas a pasar el día al aire libre, y con una luz más tenue si vas a salir de noche a algún club o discoteca.
  • Utilizar maquillaje con ingredientes naturales es más sano para la piel y puede ayudar a atenuar las imperfecciones. De hecho, el fondo de maquillaje a base de minerales no obstruye los poros y es beneficioso para la piel, por lo que tal vez te interese invertir en una marca de calidad.
  • Pídele a algún amigo de confianza que te diga si te has maquillado en exceso.
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Categorías: Maquillaje
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