La mayoría de las personas asumen que desechar las piezas de plástico roto es menos molesto que arreglarlas. No obstante, trabajar con plásticos es más sencillo de lo que te imaginas. La clave para arreglarlo sin dejar rastro alguno es convertir el plástico sólido en líquido, de modo que pueda mezclarse con la superficie intacta y desarrollar un enlace más resistente. Si un pegamento para plástico estándar no basta para arreglarlo, podrás usar un soldador con el fin de derretir los bordes del artículo roto. Un disolvente químico fuerte (como la acetona) incluso podrá disolver algunos tipos de plástico por completo, lo que te permitirá aplicarlo en la pieza dañada siempre que sea necesario.

Método 1
Método 1 de 3:
Arreglar las piezas pequeñas con pegamento

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    Compra un pegamento para plástico de fórmula fuerte. Si quieres arreglar un borde quiñado o volver unir una parte de un objeto grande, un pegamento fuerte podría ser lo que necesites. Los pegamentos para plástico tienen fórmulas especiales que crean enlaces a nivel molecular entre las superficies plásticas. Busca un producto que esté diseñado para el tipo de plástico que quieras arreglar.[1]
    • La mayoría de los pegamentos extrafuertes comunes también pueden aplicarse en los plásticos y brindar buenos resultados.
    • Podrás conseguir una gran variedad de pegamentos para plástico, pegamentos extrafuertes y adhesivos similares para manualidades en la ferretería o centro de mejoras para el hogar de tu localidad.
    • Tendrás que comprar una cantidad suficiente como para llevar a cabo el proyecto sin que se te agote.
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    Extiende el pegamento en los bordes del pedazo roto. Para garantizar que se adhiera de forma segura, deberás aplicar el producto en todo punto que vayas a unir al objeto grande. Sostén el envase con la mano dominante y apriétalo con cuidado para que expulse un poco de pegamento cada vez que lo hagas. De este modo, no tendrás que preocuparte por usar demasiado por accidente o crear un desastre en el área.[2]
    • Usa guantes de goma al usar pegamento para plástico, así evitarás que este llegue a tu piel.
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    Presiona el pedazo de plástico contra el área en donde vayas a pegarlo. Alinea los bordes con cuidado, ya que el pegamento se secará con rapidez, por lo que quizás solo tengas una oportunidad. Una vez que el pedazo esté en su lugar, deberás ejercer una presión constante durante 30 a 60 segundos. Esto evitará que se salga mientras el pegamento empiece a fijarse.[3]
    • Podría ser de utilidad que lo pegues con cinta o que coloques un objeto pesado sobre él a fin de mantenerlo firme.
    • Una abrazadera tipo C puede ser útil para mantener unidos los elementos con formas extrañas.
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    Deja que el pegamento se seque. Cada tipo de pegamento tendrá un tiempo de secado diferente. No obstante, la regla general es esperar como mínimo 1 o 2 horas antes de manipular el objeto que acabes de arreglar. De lo contrario, es probable que el pedazo roto se suelte y tengas que volver a pegarlo.[4]
    • Algunos tipos de pegamento podrían requerir hasta 24 horas para secarse por completo.
    • Sigue las instrucciones de secado brindadas en el envase del producto para así conocer los consejos adicionales que el fabricante brinde.

Método 2
Método 2 de 3:
Unir plásticos con un soldador

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    Pega el pedazo roto en su lugar. Primero tendrás que volver a unir las superficies separadas y asegurarlas con un adhesivo fuerte para plásticos. Deberás tener ambas manos libres para usar de forma segura las herramientas necesarias para sellar el área dañada.[5]
    • Solo usa una cantidad suficiente como para mantener los pedazos unidos. El calor del soldador podría reaccionar a determinados tipos de adhesivos y generar así una decoloración.
    • Si vas a lidiar con una grieta, pedazos partidos o una clara ruptura, quizás la única manera de volver a unirlos sea derretir el plástico.
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    Calienta el soldador. Toma un soldador y configúralo en la temperatura más baja. Podrás empezar alistando los demás componentes mientras el elemento calefactor calienta la herramienta. Este proceso puede tomar varios minutos.[6]
    • No calientes el soldador a una temperatura mayor a los 205 a 260 °C (de 400 a 500 °F). En el caso del plástico, no se requerirá tanto calor como con los metales.
    • Antes de empezar, deberás limpiar la punta de la herramienta con una esponja húmeda a fin de eliminar todo residuo de proyectos anteriores.[7]
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    Derrite los bordes del plástico con el soldador. Pasa la punta del soldador por la unión en la que se conectarán ambas superficies. El calor intenso hará que el plástico suave en los dos lados se derrita de forma instantánea, lo que hará que se unan y se endurezcan. La unión resultante será mucho más duradera que el pegamento.[8]
    • Suelda los pedazos para unirlos en la parte trasera siempre que sea posible, así la soldadura será menos visible desde adelante.
    • Siempre tendrás que colocarte gafas protectoras para usar un soldador, ya que esto garantizará tu seguridad. Asimismo, será una buena idea que uses un respirador o una mascarilla protectora, y que trabajes en un área bien ventilada para así no inhalar los gases perjudiciales del plástico.[9]
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    Parcha los agujeros grandes con pedazos de plástico sobrantes. Si al objeto que intentas arreglar le falta toda una sección, determina si puedes conseguir una pieza de reemplazo con un color, una textura y un grosor similares. Deberás unir esta sección tal como lo harías con una grieta normal. Para lo cual, tendrás que pasar la punta del soldador en los bordes del nuevo pedazo hasta que se funda con la superficie grande.[10]
    • Lo ideal es que el pedazo sobrante sea del mismo tipo de plástico que el resto del objeto. No obstante, en la mayoría de los casos podrás unir pedazos de plástico diferentes con éxito.[11]
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    Lija la soldadura resultante para difuminarla. Usa una lija de grano alto (aproximadamente, grano 120) para lijar el borde en el que los dos pedazos se unan, hasta que las imperfecciones más visibles desaparezcan. Al terminar, deberás limpiar el objeto con un paño húmedo a fin de eliminar todo polvo generado.
    • Podrás obtener un acabado incluso más uniforme si usas una lija básica para desgastar las partes desiguales más grandes (como las protuberancias o líneas elevadas), y luego una de grano ultradelgado (de grano 300 o más) para emparejar la superficie.

Método 3
Método 3 de 3:
Unir los plásticos con acetona

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    Llena un recipiente de vidrio con acetona. Toma un vaso, un frasco o un tazón profundo con una abertura grande, y vierte una capa de 7,5 a 10 cm (3 o 4 pulgadas) de acetona pura. Este deberá estar lo suficientemente lleno como para sumergir por completo varios pedazos de plástico. Elige un recipiente que no te importe arruinar, por si tienes dificultades para retirar hasta el último rastro de plástico cuando termines el proyecto.[12]
    • Será vital que el recipiente que uses esté hecho de un material como el vidrio o la cerámica. Tendrás que disolver el plástico que quieras arreglar, no el recipiente que lo contenga.
    • La acetona emite gases potentes, por lo que deberás realizar este proyecto en un lugar con buena ventilación.[13]
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    Coloca algunos pedazos de plástico sobrante en la acetona. Bate los pedazos con un mondadientes para hacer que se asienten. Estos deberán estar totalmente sumergidos en el fondo del recipiente. Si es necesario, podrás agregar un poco más de acetona para cubrir la parte superior de los pedazos con dimensiones irregulares.[14]
    • Podrás darle un aspecto más natural al objeto arreglado si consigues un plástico del mismo color.
    • No toques la acetona. Esta puede provocar una irritación leve si entra en contacto con tu piel.[15]
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    Deja que el plástico se disuelva durante toda la noche. A medida que se remoje en la acetona, este se descompondrá con lentitud para formar una pasta viscosa y espesa. El tiempo exacto que esto tome variará según el tipo de plástico que intentes arreglar y la cantidad que derritas. Ve por lo seguro y déjalo reposar por un mínimo de 8 a 12 horas.[16]
    • Podrías acelerar el proceso si cortas o rompes el plástico en pedazos pequeños. Mientras más superficie tenga, mayor será la rapidez con la que la acetona actuará en él.[17]
    • La pasta necesitará una consistencia cremosa y uniforme, y no deberá tener grumos o trozos antes de usarla para unir otras piezas.
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    Elimina el exceso de acetona. Luego de haber disuelto por completo el plástico más pesado, este se separará de la acetona y se asentará en el fondo del recipiente. Drena el líquido en el lavabo de modo que solo quede la pasta de plástico. Luego deberás usarla como relleno para arreglar el objeto.[18]
    • No hay problema si quedan cantidades pequeñas de acetona en el recipiente. Esta se evaporará con rapidez por sí sola.
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    Aplica la pasta en el área dañada. Introduce un pincel delgado o un hisopo en el plástico líquido, y pásalo por el espacio que haya entre los pedazos rotos. Trata de aplicarla en la unión lo más profundo que puedas. Repite este proceso hasta llenar todas las grietas y los espacios.[19]
    • Si es posible, aplica la pasta en la parte posterior o inferior del pedazo de plástico, así no será tan visible.
    • Usa la cantidad que necesites para sellar con éxito el área dañada (es probable que te sobre una cantidad abundante).
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    Espera a que el plástico se endurezca. En unos minutos, los últimos restos de acetona se evaporarán y la pasta formará un enlace químico con el plástico a su alrededor. No toques los pedazos unidos durante este tiempo. El artículo lucirá casi como nuevo cuando el nuevo plástico se haya solidificado.[20]
    • La nueva unión tendrá el 95 % de la fuerza que poseía el plástico original.[21]

Consejos

  • Antes de dedicar tiempo y esfuerzo a una reparación complicada, deberás determinar si esta valdrá la pena. Los artículos de plástico baratos podrán remplazarse y esto evitará que tengas que pegarlos o soldarlos.
  • Siempre que sea posible, deberás usar rellenos y parches del mismo tipo de plástico que el del objeto que quieras arreglar.
  • Los sujetacables plásticos son una fuente fantástica de material sobrante para los proyectos más complicados. Estos incluso estarán disponibles en diversos colores, lo que puede ser de utilidad para conseguir uno más similar al plástico original.

Advertencias

  • Siempre deberás seguir las precauciones de seguridad al usar un soldador. Si no sabes cómo usarlo, tendrás que pedirle ayuda a alguien con experiencia.
  • No fumes cerca de la acetona ni la manipules cerca de una llama abierta. Tanto el líquido como sus gases son muy inflamables.

Cosas que necesitarás

  • pegamento para plástico o extrafuerte
  • soldador de baja potencia
  • acetona pura
  • recipiente de vidrio
  • pincel o hisopo
  • mascarilla o respirador
  • guantes de goma
  • lija de grano alto
  • esponja
  • cinta
  • mondadientes
  • abrazadera tipo C (opcional)

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