A muchos bebés les gusta estar envueltos en mantas, especialmente cuando están durmiendo. Esto los calma, quizá porque les hace recordar al espacio estrecho del vientre materno donde estuvieron nueve meses. Sin embargo, al final tendrás que dejar ese hábito y ayudar a que tu bebé aprenda a vivir sin este. Después de unos meses los bebés necesitan poder moverse para explorar el mundo que los rodea. Mantenerlos dentro de esas cobijas calentitas puede afectar aquella exploración.

Método 1
Método 1 de 2:
Parte 1: Prepárate para cambiar el hábito de envolver a tu bebé en una manta

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    Toma en cuenta la seguridad. Por lo general envolver a los bebés recién nacidos en mantas es completamente seguro. Sin embargo, muchos bebés empiezan a voltearse a alrededor de los tres a cuatro meses y en esta etapa no pueden controlar su cabeza muy bien. Además, un bebé más grande puede caerse o voltearse sobre su abdomen y terminar boca abajo sobre la cama u otra superficie, lo cual puede presentar un riesgo de asfixia.
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    Observa el comportamiento de tu bebé. Cuando esté listo para dejar la manta (usualmente entre los cuatro y seis meses de edad) te dará algunas señales como las que se mencionan a continuación:
    • Llora cuando lo envuelven en la manta.
    • Intenta deshacerse de la manta.
    • Se deshace de la manta con frecuencia mientras duerme. Si esto sucede cuando tu bebé está aún pequeño, ten mucho cuidado; recuerda que las mantas y otros cobertores pueden presentar riesgo de asfixia.
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    Espera a que desaparezca el reflejo de sobresalto. Los bebés nacen con lo que se conoce como el “reflejo de Moro” o “reflejo de sobresalto”; cuando tienen un sobresalto (y a veces sin ninguna razón en particular) estiran sus brazos hacia los costados. Los recién nacidos tienden a sobresaltarse fácilmente y a agitar sus brazos y piernas bastante; hacer esto los calma para seguir durmiendo bien. Para mejores resultados, espera hasta que el reflejo de Moro desaparezca antes de quitarle la manta a tu bebé, a menos que ya haya empezado a voltearse y su seguridad se haya convertido en una preocupación.
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    Planifica la transición. Cuando creas que tu bebé está listo, piensa cómo harás la transición: ¿Empezarás en la siesta o en la noche? ¿Cuándo empezarás? ¿Cómo manejarás las dificultades que surjan?
    • Considera destinar un fin de semana u otro momento oportuno para intentar retirarle la manta a tu bebé. Date cuenta de que tendrás que sacrificar algunas de sus horas de sueño habituales para hacerlo. Sería ideal que tu pareja te ayude; pueden turnarse para observar las preferencias del bebé y tratar de calmarlo sin envolverlo en la manta.
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    Sigue tus rutinas. Planea mantener en lo posible muchas rutinas cuando dejes de envolver a tu bebé en la manta. Si sigues las mismas rutinas para hacerlo dormir (luces tenues, canciones de cuna y cualquier otra actividad que usualmente hagas), es más probable que acepte dormir sin la manta.

Método 2
Método 2 de 2:
Parte 2: Pasa gradualmente a retirarle la manta a tu bebé

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    Sé consciente de que el método de "dejar el hábito de golpe" no funcionará bien. Por lo general, sacarle toda la manta a tu bebé de golpe no funciona muy bien ya que puede sentirse incómodo y tener dificultad para dormir. Si tu bebé es muy activo y ha dejado la manta por sí solo, puedes emplear este método. De no ser así, es mejor optar por un método que se aplique de manera más gradual.
    • Si decides retirarle la manta a tu bebé "de golpe", hazlo primero en la siesta; de esa manera no tendrás que sacrificar muchas horas de sueño en caso de no que no funcione.
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    Intenta destapar las piernas del bebé. Muchos bebés aceptan dormir sin manta con más facilidad si empiezas de a poco. Trata de mantener envueltas las manos y los brazos pero no las piernas. Puedes usar productos para envolver diseñados especialmente para este propósito o puedes improvisar con sábanas, pañales de tela y cosas parecidas.
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    Comienza por las manos. Como alternativa, puedes empezar por destapar las manos y los brazos del bebé y dejar cubiertas las piernas como siempre. Para mejores resultados, deja una sola mano libre primero, luego las dos.
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    Continúa paulatinamente. Conforme el bebé acepte cada etapa del retiro de la manta, prosigue hasta que duerma sin esta.
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    Presta atención a las señales de tu bebé. Si no puede dormir, se despierta frecuentemente o está fastidiado, no sigas. Espera hasta que acepte la primera etapa (no cubrir un brazo o las piernas) antes de retirarle la manta.
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    Establece intervalos de tiempo. Si a tu bebé le encanta bastante estar envuelto en la manta, puedes empezar a retirársela solo durante la siesta o las primeras horas de la noche (es decir, hasta que se levante para amamantarlo). Aumenta poco a poco las horas sin la manta.
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    Ayuda a tu bebé a calmarse sin estar envuelto en la manta. Si no puede dormirse sin esta, cógele las manos suavemente apoyados en su pecho. Esto puede tranquilizarlo y ayudarlo a que se quede dormido.
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    Experimenta con bolsas de dormir para bebés. Existen muchos productos con forma de bolsas de dormir en el mercado para ayudar a los bebés a mantenerse calentitos y calmados sin necesidad de envolverlos en una manta ajustada. Si el bebé se siente cómodo en una de estas, úsalas. Puedes desajustar la bolsa poco a poco para que tu bebé pueda moverse con más facilidad.
    • Además de las bolsas de dormir, existen también arneses para bebés disponibles en el mercado para envolver a los bebés más grandes y que se sientan cómodos. Si tu bebé no puede dormir sin su manta habitual, podrías considerar usar uno de estos productos temporalmente.
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    Calma a tu bebé sin envolverlo en la manta. Si se despierta y llora con más facilidad sin esta, intenta usar otras técnicas para arrullarlo, como por ejemplo:
    • Cantarle una canción de cuna
    • Ponerle una música suave
    • Ponerlo en un canguro y hacerlo caminar
    • Mecerlo
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    Sé persistente. Arrulla a tu bebé cuando sea necesario, pero apenas se calme regrésalo a la cuna para que vuelva a dormir. Cada bebé es diferente y al tuyo puede tomarle un poco de tiempo aceptar estos nuevos hábitos para dormir.

Consejos

  • Si tu bebé está muy angustiado, no le hará daño que lo envuelvas en una manta durante un tiempo más. Consulta con tu pediatra, pero no sientas que debes apresurar a tu bebé en este proceso.
  • Toma las cosas con calma. Haz que tu bebé se acostumbre a que le quites la manta de manera parcial o a que duerma sin esta durante periodos cortos antes de dejarlo sin manta por periodos más largos.
  • Recuerda que los bebés son únicos; tienden a seguir sus propios patrones y tienen necesidades distintas. A algunos bebés no les gusta estar envueltos en mantas mientras duermen; otros soportan dormir con estas por un tiempo prolongado. Comprende que no existe un patrón único para todos.

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Categorías: Bebés