Limpiar la manguera del extractor de leche puede ser un fastidio, pero es necesario para proteger a tu bebé de gérmenes y bacterias. Lávala a mano o en el lavavajillas después de alimentar al bebé. También es importante esterilizarla cada 24 horas para matar gérmenes y bacterias. Asegúrate de secarla cuidadosamente antes de usarla de nuevo. Con unos simples pasos, puedes mantener la manguera limpia y segura para tu pequeño pedacito de alegría.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Lavar la manguera

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    Retira la manguera del extractor de leche. Apaga el extractor y desconéctalo de la fuente de alimentación. Desconecta la manguera de las copas para los pechos.[1]
    • Lee el manual del fabricante si no estás seguro de cómo retirar la manguera.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Rebecca Nguyen, MA

    Rebecca Nguyen, MA

    Consultora internacional de lactancia certificado por el colegio oficial
    Rebecca Nguyen es una consultora certificada en lactancia y educadora de parto. Dirige Family Picnic en Chicago con su madre, Sue Gottschall, donde imparte enseñanzas a los nuevos padres sobre el parto, la lactancia materna y el desarrollo desde el preescolar hasta el tercer grado de primaria durante 10 años. Recibió su maestría en Educación Infantil en la Universidad de Illinois en 2003.
    Rebecca Nguyen, MA
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    Consultora internacional de lactancia certificado por el colegio oficial

    La manguera del extractor de leche está diseñada para durar. La consultora en lactancia Rebecca Nguyen comenta: "Si la limpias de la manera adecuada, no deberías necesitar reemplazar la manguera del extractor de leche a menos que consigas un extractor que alguien más ya haya utilizado, o si la succión parece haber disminuido".

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    Enjuágala bajo el chorro de agua. Coloca la manguera en un lavabo o cuenco. Deja caer agua dentro de ella para eliminar residuos. Sigue enjuagando hasta eliminar toda la leche.[2]
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    Remoja la manguera en agua tibia con jabón. Llena el cuenco o el lavabo con agua tibia y unas gotas de jabón para platos. Elige un jabón lavavajillas suave sin humectantes o uno formulado especialmente para limpiar biberones, tazas y juguetes. Déjala remojar durante 2 o 3 minutos.[3]
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    Enjuágala cuidadosamente con agua corriente tibia. Sostén la manguera bajo el chorro de agua tibia para eliminar el jabón. Enjuágala varias veces y deja correr el agua dentro de la manguera durante 10 o 15 segundos.[4]
    • Asegúrate de que no quede jabón antes de dejarla secar.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Esterilizar la manguera

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    Coloca la manguera en agua hirviendo para esterilizarla. Déjala en una olla con agua hirviendo durante 5 minutos. No le agregues jabón o limpiadores al agua ya que se le podrían meter a la manguera.[5]
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    Usa el lavavajillas como una opción fácil y rápida. Coloca la manguera en la rejilla superior del lavavajillas y enciéndelo en el ciclo de agua caliente y el secado caliente. El calor matará todas las bacterias y los gérmenes.[6]
    • Asegúrate de que la manguera sea apta para el lavavajillas.
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    Esteriliza la manguera en el microondas si tienes prisa. Algunos extractores de leche vienen con una bolsa para el microondas que puedes usar para esterilizarla. Llena la bolsa con un poco de agua y coloca la manguera adentro. Después, sella bien la bolsa. Colócala en el microondas y enciéndelo a temperatura alta durante 3 minutos.[7]
    • Sigue las instrucciones del fabricante que vienen al reverso de la bolsa para asegurarte de usarla correctamente.
    • Ten en cuenta que las bolsas para microondas no cumplen con los estándares de esterilización de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos en USA), pero puedes usarlas si tienes prisa.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Secar la manguera

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    Cuélgala y déjala secar al aire. Deja la manguera sobre la rejilla para platos para que se seque al aire. Asegúrate de que no toque ninguna otra cosa y que los extremos estén abiertos para dejar pasar el aire.[8]
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    Déjala secar sobre una toalla si tienes más tiempo. Otra opción es colocar la manguera sobre una toalla limpia para que se seque durante la noche. Esto tomará más tiempo, probablemente entre 8 y 12 horas.[9]
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    Sujeta la manguera al extractor de leche y enciéndelo durante 3 o 4 minutos para que se seque rápido. Para asegurarte de que la manguera se seque completamente por dentro, sujétala al extractor de un lado y enciéndelo. Hazlo por varios minutos para ayudar a secar el agua condensada dentro de la manguera.[10]
    • También puedes dejar encendido el extractor durante unos minutos después de haberlo usado para eliminar la condensación. Esto hará que la limpieza sea más sencilla.
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    Guarda la manguera con las otras partes del extractor de leche una vez que se haya secado por completo. No la guardes mientras aún esté mojada porque esto podría propiciar la formación de bacterias y moho. Déjala secar por completo y guárdala con las otras partes del extractor para que puedas armarlo fácilmente cuando lo necesites.[11]
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Consejos

  • Si notas que la manguera tiene muchos residuos o acumulación a pesar de lavarla con regularidad, podría ser hora de reemplazarla. Contacta al fabricante del extractor de leche para que te diga en dónde puedes comprar otra.
  • No compres mangueras o extractores de leche usados porque esto podría provocarle problemas de salud a tu bebé.
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Acerca de este wikiHow

Rebecca Nguyen, MA
Coescrito por:
Consultora internacional de lactancia certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Rebecca Nguyen, MA. Rebecca Nguyen es una consultora certificada en lactancia y educadora de parto. Dirige Family Picnic en Chicago con su madre, Sue Gottschall, donde imparte enseñanzas a los nuevos padres sobre el parto, la lactancia materna y el desarrollo desde el preescolar hasta el tercer grado de primaria durante 10 años. Recibió su maestría en Educación Infantil en la Universidad de Illinois en 2003. Este artículo ha sido visto 10 586 veces.
Categorías: Bebés
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