Casi todos consideran a la clase de gimnasia como su clase favorita. El juego “quemados” es salvaje y trepar a la soga es imposible, pero cambiarte en los vestidores en frente de tus compañeros de clase quizá sea lo que te cause mayor ansiedad. Si tener que hacerlo te da vergüenza o te incomoda, lee las siguientes pautas que te servirán de ayuda.

Método 1
Método 1 de 3:
Evita cambiarte frente a los demás

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    Cámbiate en un área privada. Aunque en este artículo se mencionan métodos alternativos que te ayudarán a cambiarte frente a otros, es posible que te sientas más cómodo si puedes evitar esta situación. La mayoría de vestidores tiene cubículos con baños privados o algunos incluso tienen cubículos de ducha con cortinas donde puedes cambiarte.
    • Posiblemente te des cuenta de que si lo haces, los demás harán lo mismo. Es evidente que no serás la única persona que preferirá un poco de privacidad.
    • Sin embargo, también es posible que llames la atención si todos se cambian afuera y eres el único que lo hace en privado, lo cual podría ocasionar que los demás se burlen de ti.
    • Aunque debes tomar en cuenta este aspecto, lo más importante es que te sientas cómodo, así que escoge el método que funcione mejor para ti.
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    Usa ropa que también puedas usar como ropa de gimnasio. Si tu escuela no tiene un uniforme específico que solo debas usar en la clase de gimnasia, puedes vestirte en tu casa los días que tengas clase de educación física.
    • Por ejemplo, las mallas gruesas y las camisetas largas son muy populares actualmente entre las chicas. Puedes usar mallas en la escuela con botas altas y un par de camisetas bonitas. Una vez que entres al gimnasio, solo tendrás que cambiarte las botas por zapatos deportivos y quitarte la camiseta que llevas encima de la otra.
    • Generalmente tanto los chicos como las chicas pueden arreglárselas usando pantalones cortos deportivos o pantalones con una camiseta o una sudadera en las clases regulares.
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    Usa ropa de gimnasia debajo de tu ropa de calle. Por ejemplo, si tu escuela no tiene un uniforme específico o si debes usar pantalones cortos y una camiseta incluso en invierno, puedes ponerte la ropa de gimnasia debajo de tu ropa de calle.
    • Por ejemplo, si tu atuendo para la clase de gimnasia es una camiseta blanca con pantalones cortos de color negro, puedes usar pantalones cortos más ceñidos debajo de tu falda o pantalones y una camiseta blanca con un suéter, cárdigan, una camiseta con botones, etc., sobre ella.
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Método 2
Método 2 de 3:
Cámbiate rápida y discretamente frente a los demás

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    Cámbiate la camiseta. Cambiarte de camiseta rápidamente sin exponerte por mucho tiempo es bastante fácil. Para comenzar, siéntate en una banca con la camiseta de gimnasia sobre tu regazo (con la parte frontal de la camiseta boca abajo y el cuello hacia las rodillas).
    • También puedes realizar este movimiento mientras estés de pie frente a tu casillero, si tienes uno. La puerta de tu casillero puede proteger parte de tu cuerpo: en lugar de colocar la camiseta sobre tu regazo, colócala en la parte inferior de tu casillero para luego realizar los siguientes pasos.
    • Luego, saca los brazos fuera de la camiseta. Si esta tiene el estilo de un pulóver, retira tus brazos pero no te quites completamente la camiseta. Mantén tu cabeza en la abertura del cuello de la camiseta mientras esta cubre tu cuerpo. Si usas una camiseta con botones, desabotónala completamente y saca tus brazos mientras la camiseta cubre tus hombros.
    • Coloca tus manos arriba a través de la parte inferior de la abertura de la camiseta de gimnasia y dentro de la abertura de los brazos. Luego, levanta los brazos y quítate la camiseta anterior a medida que deslices la nueva sobre la cabeza. La camiseta debe caer detrás de ti mientras levantes los brazos.
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    Cambia las prendas que uses por pantalones o pantalones cortos de gimnasia. Si quieres llamar menos la atención al cambiarte los pantalones de calle, intenta este truco para cambiarte rápidamente. Comienza colocando los pantalones de gimnasia a tu lado sobre una banca (al lado correcto con los cordones afuera, etc.). También asegúrate de quitarte los zapatos antes de comenzar.
    • Afloja tus prendas regulares (desabotona, baja la cremallera o desabrocha tus jeans, pantalones o falda) y comienza a deslizarlos hacia abajo.
    • Siéntate una vez que te hayas bajado las prendas hasta las caderas. Hacerlo minimizará la cantidad de tiempo que estarás de pie con la ropa interior expuesta.
    • Una vez que te sientes, desliza tu trasero más allá de la rodillas y fuera de los pies. Mientras aún estés agachado, estírate, sujeta tus pantalones o pantalones cortos de gimnasia y mete los pies en ellos.
    • Jala tus pantalones de gimnasia hacia arriba hasta tus rodillas mientras aún estés sentado y ponte de pie para deslizarlos sobre tus caderas.
    • También puedes jalar los pantalones de gimnasia mientras estés sentado en lugar de en pie: presiona hacia abajo con tus piernas mientras estés sentado de manera que tus caderas fuera de la banca y súbete los pantalones de gimnasia.
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    Cámbiate de ropa interior. Es buena idea cambiarte de ropa interior fresca después de la clase de gimnasia. Si lo haces, el procedimiento es básicamente el mismo que usarías para cambiarte los pantalones (explicado anteriormente).
    • Comienza colocando tu ropa interior cerca de ti. No querrás buscar ropa interior limpia en tu bolso de gimnasia después de quitarte la sucia.
    • Afloja tus pantalones de gimnasia y deslízalos junto con tu ropa interior. Siéntate una vez que la deslices fuera de tus caderas.
    • Sitúate lejos de tu ropa sucia, sujeta tu ropa interior limpia y mete los pies dentro de ella. Una vez que coloques tus pies en la abertura, desliza la ropa interior hacia arriba rápidamente. Podrás deslizar tu ropa interior hacia arriba y sobre tus caderas mientras estés sentado sin tener que estar de pie todo el tiempo.
    • Probablemente sea mejor si te dejas la camiseta puesta mientras lo haces, así te sentirás menos expuesto.
    • También puedes envolver tu regazo con una toalla mientras te cambies de ropa interior.
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    Cámbiate el sostén. Si debes usar un sostén deportivo para la clase de gimnasia, simplemente puedes usar uno en la escuela y no cambiarte. Sin embargo, usarlo todo el día puede ser incómodo o no lucir bien con tu ropa de calle. Si ese es el caso, podrás cambiártelo en los vestidores fácilmente sin llamar demasiado la atención. Comienza quitándote la camiseta y colocándote el sostén deportivo sobre el sostén que uses regularmente.
    • Luego, sujeta el sostén deportivo por debajo para desabrochar el sostén que uses regularmente.
    • Desliza la tira correcta del sostén sobre tus hombros y saca tu brazo.
    • Repite el procedimiento en el lado izquierdo y quítate el sostén regular jalándolo hacia afuera desde el frente (sujeta la parte inferior del sostén deportivo y jala el sostén que uses regularmente hacia afuera).
    • Ten lista tu camiseta para deslizarla rápidamente una vez que termines de hacerlo. Probablemente sea un poco difícil hacerlo con la camiseta puesta aunque puedes practicar en casa para ver si es posible.
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Método 3
Método 3 de 3:
Lidia con la vergüenza y la incomodidad

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    Prepárate para los problemas relacionados con la menstruación. Si tu período comenzó (o comenzará pronto), es posible que te preocupe cambiarte en los vestidores. La mejor estrategia es estar preparada: asegúrate de tener toallas higiénicas, protectores o tampones a la mano todo el tiempo en tu bolsa de gimnasia o casillero.
    • Si tienes tu periodo, considera usar ropa interior negra o pantalones y prendas de color negro en la parte inferior.
    • Si te preocupa usar toallas higiénicas, especialmente en la clase de gimnasia cuando tienes más actividad, es posible que quieras estar más cómoda usando tampones, los cuales son más discretos.
    • Pregunta si puedes ver a la enfermera de la escuela si sientes calambres o mareos. Puedes decirle a tu maestro que no te sientes bien (sé un poco discreta). Luego, cuéntale a la enfermera tu situación.[1]
    • Recuerda que no eres la única a la que le sucede este problema y la mayoría de chicas está dispuesta a ayudarse entre sí cuando a una de ellas necesita una toalla o comienza su período de manera inesperada. En realidad, ¡a veces esa es una forma de desarrollar un vínculo!
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    Ten en cuenta que puedes tener una erección. Los vestidores de varones tienen sus propios problemas. A muchos chicos les preocupa tener una erección y que los demás hagan comparaciones. Si eres un chico, es posible que también te preocupe tener una erección inesperada o en un momento inoportuno.
    • Puedes prevenir este problema evitando tener pensamientos sexuales tanto como sea posible. Por ejemplo, piensa en el juego de baloncesto que se avecina en lugar de la cita que tendrás después en la noche.
    • También puede resultarte útil usar ropa interior más ajustada, como calzoncillos o calzoncillos tipo bóxer, en lugar de bóxeres sueltos. Si sigues este consejo puedes hacer que la erección sea menos notoria.[2]
    • Nunca esta demás taparte la entrepierna con una toalla cuando te cambies o te pongas los pantalones.
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    Conoce tus derechos como persona trasgénero. Si eres transgénero, es muy probable que enfrentes problemas únicos. Es importante que conozcas tus derechos y encuentre personas que te defiendan y te apoyen. Entre los derechos más importantes está el derecho de sentirte a salvo, cómodo y no amenazado en la escuela.
    • En muchos estados y distritos escolares de los Estados Unidos, este aspecto incluye el derecho a cambiarte en los vestidores en los que te sientas más cómodo (ya sea en los vestidores del género con el que te identifiques o los que se relacionen con el sexo con el que naciste).
    • Si no estás seguro de dónde cambiarte, eres víctima de bullying o acoso sexual, es importante que busques ayuda de un adulto alguien en quien confíes: un padre, un profesor, el consejero de la escuela, el director, etc. No debes enfrentarte a los bravucones solo.
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    No compares tu cuerpo con el de los demás. Es difícil mirar alrededor del vestidor sin notar las diferencias entre tus compañeros de clases y tú. Este aspecto es especialmente difícil si te sientes inseguro sobre tu cuerpo.
    • Ten en cuenta que todos los demás (o casi todos) también tienes problemas para aceptar su cuerpo. Aunque saberlo no hará que te sientas mejor con tu cuerpo automáticamente, comprender este aspecto puede ayudarte a no perder la perspectiva.
    • Si tienes problemas para aceptar tu cuerpo o sientes demasiada ansiedad con la idea de cambiar en frente de otros, no dudes en hablar con alguien, ya sea un padre, un maestro o un consejero. También lee este artículo sobre cómo aceptar tu cuerpo.
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Consejos

  • Practica estas estrategias para cambiarte en casa y en la privacidad de tu habitación. Usa el borde de tu cama o una banca y un espejo para que puedas seguir los movimientos correctamente.
  • Si eres muy tímido, practica colocarte una toalla mientras te cambies.
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Advertencias

  • Si te acosan, se burlan de ti o eres víctima de bullying, habla con un adulto inmediatamente. Si tu maestro de gimnasia ignora tus preocupaciones, no dejes de buscar a alguien que te escuche y te comprenda: acude al consejero de la escuela, un maestro en el que confíes, tus padres, etc. No debes enfrentarte a los bravucones solo.
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Categorías: Adolescentes | Vida escolar
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