Los abusadores vienen en todas las formas y tamaños, y la mayoría de nosotros tenemos que lidiar con ellos en algún momento u otro, con más frecuencia cuando somos niños. Las estadísticas recientes han demostrado que 1 de cada 4 niños lidian con el abuso.[1] Sin embargo, el abuso es un problema serio, no solo en las escuelas, sino también en el trabajo, en casa, en la milicia, en el patio de juegos e incluso en los asilos. Es necesario lidiar con estos tipos de abuso con cuidado y así detener el ciclo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Desarrollar mecanismos de afrontamiento

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    Demuestra una reacción mínima ante los abusos. No les demuestres a los abusadores que te sientes herido y que ha logrado afectarte; solo sigue tu camino. Los abusadores obtienen satisfacción al hacer que otros se sientan mal o incómodos, así que reaccionar ante ellos solo los animará a seguir.[2] El abusador quiere obtener atención y si le demuestras que te hiere emocionalmente, obtendrá más satisfacción al hacerlo.
    • Esta estrategia podría ser contraproducente dependiendo del abusador, así que interpreta la situación con cuidado. Algunos abusadores se sentirán seguros al atormentarte (ya que disfrutan de la acción en sí) si notan que no sufres con lo que hacen.
    • No puedes tener una conversación lógica con una persona irracional. Aléjate con dignidad, diciendo que tienes mejores cosas que hacer con tu tiempo. Si continúa, defiéndete. Sin importar si continúa o no, asegúrate de defender a otros que sufran de abuso.
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    Siente tu fortaleza interior. Todos tienen una fortaleza interior a la que pueden recurrir; el problema con el abuso es que muchos abusadores intentan hacerte sentir débil y que debido a eso, eres menos persona. Pues no es cierto; ten cuidado con el intento deliberado de menospreciarte y hacer que te sientas débil.
    • En ocasiones, pensamos que los abusadores pueden despojarnos de todo lo que tenemos como personas. Confía en que eres más fuerte que ellos, porque en el fondo es así. Eres más fuerte que lo que alguna vez ellos podrán llegar a ser.
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    Soluciona el problema con los abusadores. Intenta evitarlos en la escuela y en situaciones sociales. Si tomas la misma ruta que ellos, prueba con una diferente; si no pueden encontrarte, no podrán abusar de ti. Haz tu mejor esfuerzo por evitarlos, pero no lo hagas evidente. Generalmente, interpretarán eso como miedo o éxito y, como resultado, abusarán de ti aún más.
    • Siempre camina con un amigo; es más fácil si estás acompañado. La mayoría de abusadores se verán disuadidos si no están con sus amigos cerca. No quieren meterse en problemas y si tus amigos están alrededor, eso podría pasar.
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    No hagas bromas a tus expensas para tratar de demostrar que no hay nada que el abusador pueda hacer para herir tus sentimientos. Esto solo lo complacerá y a menudo contribuirá con sus propios comentarios ridículos y humillantes para disminuir tu autoestima. Solo te rebajas a su nivel y el objetivo sigues siendo tú.
    • Abusar de alguien no tiene nada de gracioso y estar de acuerdo con el abusador, ya sea que se trate de ti o de alguien más, solo exacerba el problema. Los chistes no son apropiados en esta situación, incluso si parecen aliviar la tensión. Solo alimentan el fuego.
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    Refleja un insulto de vuelta al atacante verbal. Si lo haces en público, puede provocar las risas de las personas alrededor o de las víctimas del abusador. Esta es la peor pesadilla de un abusador, ya que es destronado de su posición de poder sobre ti. Recuerda que no debes darle al abusador la atención que exige, ya que esto le dará la satisfacción de herir emocionalmente a los demás.
    • Evita insultar al abusador si antes ha abusado físicamente de ti, ya que eso da lugar a un conflicto que no puedes ganar. En lugar de exacerbar la situación, aléjate. Infórmaselo a una autoridad si crees que estás en peligro.
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    Sé más inteligente que el abusador. Los abusadores generalmente no son muy inteligentes o listos, así que puedes usar eso a tu ventaja. Estas son algunas ideas que puedes intentar:
    • Ríete de todo lo que diga y mientras más te insulte, más fuerte debes reír. Intenta pensar en eso como en algo realmente gracioso y ríe de verdad. Esto sin duda es algo frustrante para los abusadores, porque su objetivo es hacerte llorar, no reír.
    • Grítales una cita a la cara lo más fuerte que puedas. Solo debes hacer esto cuando te hayan insultado o básicamente cuando estén haciendo algo molesto. Hay muchas citas que puedes decir, como la del primer verso del Jabberwocky, cantos que no muchos recuerden (“Yo soy yo, don Quijote, señor de La Mancha”) o inventa una frase propia (“¡Preferiría un dólar para poder comprar un pez!”). En este caso, las palabras sin sentido son la clave. El abusador podría sorprenderse tanto que puedes hacerlo reír o, por lo menos, que se aleje. ¡Si piensa que estás loco, está bien!

Parte 2
Parte 2 de 3:
Desarrollar tu propia fuerza

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    Toma clases de artes marciales. Considera la posibilidad de practicar karate, kung-fu, taekwondo o un deporte similar. Esto aumentará tu confianza, mejorará tu estado físico y te permitirá ganar habilidades de combate o defensivas. A los abusadores les gusta aprovecharse de aquellos que perciben como más débiles que ellos, por lo que desarrollar un aura de batalla puede servir para disuadirlos. Las habilidades en artes marciales también te ayudarán a aprender a no parecer un blanco fácil.
    • No necesitas verte como un luchador, solo luce como una persona sensata con un aura que diga que no deben meterse contigo. Es mejor estar listo para luchar y no necesitarlo que estar lleno de moretones y desear haberte defendido adecuadamente.
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    Sé inteligente y consciente de todo. Estudia los alrededores para establecer posibles rutas de escape, lugares de reunión, zonas de combate, zonas seguras y límites territoriales. Mantente al tanto de los patrones del abusador, incluyendo sus posibles conexiones, ya que la mayoría de ellos cuentan con un grupo de subordinados. Conocer al enemigo y los alrededores podría ser muy útil cuando quieras evadirlo pero, aún más importante, cuando tengas una confrontación directa con él.[3]
    • Camina con confianza. Camina con una confianza resuelta y con una actitud que indique a los demás que no se deben meter contigo. Camina con la cabeza en alto mirando al frente en la dirección hacia la que te diriges y usa tu visión periférica para estar al tanto de las personas a tu alrededor. Sin importar qué tan falso te sientas, actúa con confianza y mantente erguido. Nadie se dará cuenta.
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    Aprende algunos movimientos defensivos. Esto es muy importante en caso de que tengas que pelear (lo cual, con suerte, no pasará). No necesitas ser cinturón negro, solo basta con conocer algunos consejos sobre defensa propia. Hazlo con toda tu fuerza y sin dudar.
    • Una pata rápida en la entrepierna hará que la persona se sienta aturdida y se avergüence el tiempo suficiente para que puedas escapar. Los abusadores no siempre están acostumbrados a que los demás hagan su mejor esfuerzo para defenderse.
    • Si la patada en la entrepierna no funciona, intenta golpear el plexo solar (justo debajo de las costillas) o patéalo en una rodilla para hacer que se caiga.
    • Lo creas o no, si el abusador te sujeta o te empuja, te brinda una ventaja. Haz tu mejor esfuerzo por mantener el equilibrio, sujeta uno de sus brazos con tu mano izquierda y golpea su codo con la otra mano, luego utilizando esta misma mano, aleja su otro brazo.
    • Luego, cuando tengas tu primera oportunidad, corre hacia un lugar seguro y pide ayuda.
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    Desarrolla una profunda comprensión de ti mismo (y de lo genial que eres). Conoce tus fortalezas, debilidades y metas. Ten en cuenta lo que quieres y de lo que eres capaz. Esta seguridad en ti mismo puede ser útil cuando lidies con un abusador verbal, ya que sus insultos no te afectarán. Los abusadores verbales generalmente hacen uso de una audiencia cuando reparten sus insultos y sus palabras rara vez se basan en lo que es cierto, sino más bien en lo que es pegadizo.
    • Intenta superar los rumores: diles a todos que no son ciertos y que lo único que el abusador quiere es llamar la atención. Redirige la atención de vuelta hacia el abusador. Señala sus tendencias de abuso y lo increíblemente inseguro e infeliz que debe ser tener que meterse con otros.
    • Estos insultos y la manera en la que la persona te trata no tienen ninguna relación con la realidad ni contigo ni con ella misma. Esta es únicamente una muestra de su inseguridad e infelicidad. Cuando el abusador termine contigo, probablemente irá a molestar a alguien más.
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    No intentes responder con abusos. Lo último que quieres hacer es rebajarte al nivel del abusador. Si bien debes señalar definitivamente la razón del accionar del abusador y encontrar vacíos en sus argumentos, nunca recurras a un comportamiento como el suyo. Esa es solo otra forma de darle poder y te hace tan malo como él.
    • Y si en caso lo haces, te meterás en casi tantos problemas como él. Si las cosas se salen de control y las autoridades correspondientes se involucran, nadie sabrá quién es realmente el abusador, si tú o él.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Evitar el ciclo de abuso

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    Reconoce el tipo de abuso con el que tú y los demás lidian. Los abusadores pueden recurrir a diferentes tipos de abuso, algunos de forma física o verbal, o incluso pueden jugar juegos mentales y emocionales contigo. Muchos abusadores hacen uso de una combinación de estas estrategias. Sin importar cuál sea el tipo de abuso, te será útil entender el método que usan.
    • ¿Esta persona abusa de ti físicamente? A los abusadores agresivos les gusta golpear, patear y jalar del cabello. Lo harán sin dudarlo. Este tipo de abusador no está lejos de empezar una pelea física solo para culparte de todo o llorar afirmando que está herido y que tú iniciaste la riña.
    • ¿A esta persona le gusta poner sobrenombres?, ¿es alguien que te insulta verbalmente? Algunos abusadores prefieren abusar de manera verbal (poniendo sobrenombres, haciendo bromas, burlándose, etc.).[4]
    • ¿Esta persona finge ser tu amiga, luego te hace bromas en frente de otros sin advertírtelo? Este es solo un tipo de abuso emocional. Otros tipos incluyen el amenazarte con hacerte daño o con romper algo que te importa, hacer algo que te ridiculice (como colocarte una señal de “patéame” en la espalda) o decirles mentiras acerca de ti a otras personas y tratar de que te odien. Los abusadores indirectos, conocidos a veces como traidores o chismosos, esparcen rumores, excluyen a otros y acosan a sus víctimas siempre que les sea posible.
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    Entiende que el ciberacoso es tan real como el abuso frente a frente o en la vida real. Los ciberacosadores hostigan a otras personas a través de mensajes instantáneos, correos electrónicos y otros medios electrónicos. La mejor manera de lidiar con ellos es eliminar sus mensajes y no leer nada de lo que digan. También asegúrate de bloquearlos.
    • Si esto te sucede a ti, es algo tan legítimo como el abuso frente a frente. No dudes en contarles tu situación a tus padres, a tu jefe o a la policía de ser necesario. No está bien y no debes tolerarlo
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    Informa todo tipo de abuso a una figura de autoridad. Ten en cuenta a tus padres, al consejero estudiantil, al director, a tu jefe, a la policía o a alguien más que pueda lidiar o castigar al abusador y protegerte tu seguridad. Es importante que hables con alguien acerca de tu problema para ponerle fin. Esto no es una acción cobarde de tu parte, ya que se requiere de valor para salir al frente y hacerte ver vulnerable.
    • No te preocupes por las represalias que el abusador podría tomar si informas el incidente; de cualquier manera te hará daño y apaciguarlo no resuelve tu problema o el de nadie más que también sea objeto de sus abusos. También podrías hablar con un buen amigo, quien pueda defenderte así como tú a él.
    • Si hay una encuesta sobre abuso en tu escuela, siempre escribe tu nombre debajo de la hoja. No te sientas avergonzado. Probablemente te pedirán que hables con alguien que tiene mucha experiencia y podría serte de mucha ayuda. Es posible que te sientas disminuido pero en realidad, eres más grande que el abusador.
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    Ayuda a otros que pasan por la misma situación. Los abusadores son personas que intentan verse bien. Todo lo que quieren es recibir atención y probablemente hayan aprendido sus acciones abusivas de amigos o de familiares. ¡Quítales eso y no tienen nada! ¡Dado que has experimentado el problema, sabrás lo que duele y también cómo puedes ayudar a otros!
    • Una de las formas más sencillas de ayudar a los demás a sentirse mejor a pesar del abuso es cambiar su comprensión de eso. Resáltales que los abusadores son personas infelices y frustradas, y que intentan tener el control de sus sentimientos para finalmente sentirse bien consigo mismos. Es algo triste si piensas en eso.
    • Si alguien que está en una situación similar a la tuya se acerca a ti, acompáñalo a que informe su problema. Se beneficiará enormemente del apoyo moral. Si no tiene una fortaleza propia, puedes darle un poco de la tuya.
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    Cuéntales a los demás acerca del problema. El abuso es un problema real y no es algo que deba hacerse a un lado y con lo que se pueda lidiar en silencio. Toma tus problemas y habla acerca de ellos. Pídele a tu escuela que organice charlas o seminarios en los que toquen el tema estableciéndolo como un asunto prioritario. Haz que todos sean conscientes de que esto es algo que sucede a diario. Solo cuando las personas lo buscan, se puede hacer algo al respecto.
    • Podrías pensar que estás solo o que no conoces a nadie que haya pasado por algo similar, pero probablemente eso se deba a que aquellas personas son demasiado tímidas como para hablar al respecto. Si rompes el hielo, podrías sorprenderte con la cantidad de gente que se une a tu lucha.

Consejos

  • Mantén la calma en todo momento, ya que esto confundirá y frustrará a un abusador típico en sus intentos por provocar una reacción negativa.
  • Algunos abusadores podrían estar celosos de ti. Solo abusan de ti porque tienes un gran talento que ellos envidian, así que siéntete orgullo de lo que haces. Poner sobrenombres no es divertido. En realidad lo que hay en el interior de los abusadores es la frustración de no tener las agallas para hacer lo que mismo que tú.
  • Sin importar lo que hagas, no comiences una pelea con el abusador a menos que te encuentres en serio peligro de recibir una lesión.
  • Cuéntaselo a alguien en el momento en que te sientas amenazado. Si has leído alguna historia aterradora acerca de personas abusadas durante 8 años, te darás cuenta de que el principal problema es la falta de comunicación.
  • Si tu escuela no reacciona frente a los informes de abuso, intenta pedirle a tus padres que te pongan en una escuela privada o en una chárter que se encargue de expulsar o suspender a los abusadores.
  • Recuerda que los abusadores no pueden hacerte daño. Ellos solo quieren demostrar su fortaleza, aun cuando solo demuestren lo contrario: que son unos cobardes. Las personas realmente fuertes demuestran su fortaleza en otras maneras, no humillando a quienes son más “débiles” que ellas. Demuéstrales que no les tienes miedo.
  • No tomes en serio nada de lo que te digan los abusadores; ¡no son dignos de tus lágrimas! ¡No dejes que sus palabras te impidan lograr tus metas! Demuestra confianza y enséñales que sus palabras no tienen ningún efecto en ti.
  • Ignóralos y aléjate; es lo mejor que puedes hacer. Todo lo que ellos quieren es atención.

Advertencias

  • A muchos niños se les enseña que los abusadores no les harán un daño físico si solo se dedican a burlarse. Esto no siempre es verdad, ya que el abuso siempre puede escalar. Ten cuidado cuando te enfrentes a un abusador, siempre quédate en lugares públicos o entre otras personas (especialmente alrededor de figuras de autoridad) cuando se meta contigo.
  • Una vez más, no tomes en serio nada de lo que te diga. No te dejes engañar por él. Si se comporta amable contigo y parece hacerlo en serio, dale una oportunidad. Si parece fingido, ignóralo.
  • Si el abusador es un adulto o un adulto joven y te amenaza o te hace daño, eso ya está considerado como abuso. Habla con alguien de inmediato o comunícate con un centro de ayuda infantil.
  • Siempre cuéntaselo a una autoridad (un maestro, un policía o un adulto) y no te detengas hasta que seas escuchado. La ignorancia es una buena forma de combatir el abuso, pero hacer que te oigan es una mucho mejor.

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Categorías: Bullying