Chequear los signos vitales es parte esencial de controlar la salud de una persona. Ya sea que seas una enfermera que chequee los signos vitales de una persona en un hospital, un padre que chequea los signos vitales de su hijo o que chequees tus propios signos vitales, la precisión es importante para saber cómo está la persona. Los cuatro signos vitales principales son la temperatura, la frecuencia respiratoria, el pulso y la presión arterial. El dolor subjetivo en una escala del 0 al 10, a menudo se toma en cuenta con los signos vitales, al igual que el peso y la saturación de oxígeno.

Método 1
Método 1 de 4:
Chequear la temperatura

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    Escoge un termómetro. Para tomar la temperatura de una persona, tienes varias opciones cuando se trata de termómetros. Los termómetros de vidrio o digitales se pueden usar vía oral o rectal, y debajo de la axila. Los termómetros especiales se pueden usar en la frente (piel) o en el oído.[1]
    • En el caso de bebés de menos de 3 meses, siempre usa un termómetro digital o de vidrio para obtener una lectura rectal. En el caso de niños menores de 4 años, debes tomar su temperatura debajo de la axila, vía rectal o en su frente.[2]
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    Lávate las manos. Antes de usar un termómetro en ti mismo o en alguien más, debes tener las manos limpias. Lávatelas con jabón y agua tibia corriente, y frótatelas al menos por 20 segundos.[3]
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    Limpia el termómetro. Si no sabes si un termómetro está limpio, empieza lavándolo con agua fría. Aplica alcohol de frotación al termómetro y luego enjuaga el alcohol con agua fría.[4]
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    Usa un termómetro vía oral o debajo de la axila. Luego, tendrás que insertar el termómetro en el paciente, a través del medio que hayas elegido. En el caso de un termómetro oral, insértalo debajo de la lengua y pide al paciente que lo mantenga ahí por al menos 40 segundos. La mayoría de termómetros digitales emitirán una alarma cuando tengan el resultado.[5]
    • En el caso de la axila, la punta del termómetro debe ir en la axila. Debe tocar la piel (no la ropa). Mantenlo ahí por 40 segundos o hasta que suene la alarma.
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    Toma una lectura rectal. En el caso de una lectura rectal, pide al paciente que se recueste boca arriba y que levante los muslos. Aplica un poco de vaselina en el extremo del termómetro antes de introducirlo en el ano. No lo introduzcas a más de 2,5 centímetros (1 pulgada). Medio centímetro (media pulgada) es suficiente. Asegúrate de no empujar el termómetro más allá de cualquier resistencia. Déjalo por 40 segundos o hasta que suene la alarma.[6]
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    Pon el termómetro en el oído o en la frente. En el caso de un termómetro para el canal auditivo, insértalo suavemente en el oído de la persona. Espera hasta que suene la alarma antes de sacarlo para leer la temperatura. Siempre lee el manual que viene con el termómetro, ya que te dará instrucciones especiales acerca de cómo se debe insertar ese termómetro en particular.[7]
    • En el caso del termómetro para la frente, también llamado termómetro de la arteria temporal, enciéndelo y deslízalo a lo largo de la frente del paciente. Debe leer la temperatura inmediatamente.
    • Un doctor debe examinar a cualquier persona con una temperatura por encima de 38 grados Celsius (100,4 grados Fahrenheit).[8]

Método 2
Método 2 de 4:
Tomar la frecuencia respiratoria y el pulso

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    Lee el pulso de la persona manualmente. Para leer el pulso de una persona, coloca los dedos índice y medio en la arteria radial de la persona. Esta arteria está en el interior de la muñeca, más cerca al pulgar. Al presionarla, podrás sentir el latido usando una presión firme pero ligera. Presionar muy fuerte solo complicará la lectura. Cuenta el número de latidos en 30 segundos y multiplícalo por dos para saber la cantidad de latidos por minuto.[9]
    • Si prefieres, también puedes contar los latidos en 60 segundos.
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    Usa otros métodos para tomar el pulso. En vez de sentir el pulso, también puedes escuchar los latidos del corazón con un estetoscopio, contando la cantidad en 30 segundos. Cada "pum pum" del corazón cuenta como un solo latido, no como dos. Además, las máquinas de presión arterial también leen el pulso y la mayoría de las clínicas y hospitales tienen un monitor de dedo que puede chequear el pulso de los pacientes.
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    Cuenta las respiraciones para conocer la frecuencia respiratoria. Para chequear la frecuencia respiratoria, cuenta el número de veces en que la persona respira en un minuto. Un ciclo completo de inhalación y exhalación cuenta como una sola respiración. Si lo haces con alguien más, simplemente puedes contar cuántas veces se levanta su pecho.[11]
    • La respiración normal es generalmente de 12 a 16 respiraciones por minuto para un adulto.
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    Chequea el pulso y la respiración en una emergencia. Si te acercas a una persona en una emergencia, tendrás que chequear si respira y si tiene latidos. Para chequear la respiración, observa el pecho de la persona, pega tu oído a su boca y siente su pecho para saber si respira. Para chequear el pulso, coloca los dedos índice y medio en la arteria carótida, que está en el medio del cuello, entre el músculo del cuello y la tráquea. Mantén los dedos ahí para ver si sientes el pulso.[12]
    • Si la persona no respira o no tiene latidos, tendrás que empezar la RCP. Si la persona no respira y está boca arriba, primero trata de inclinar su cabeza hacia atrás, lo cual puede mover la lengua fuera del camino.

Método 3
Método 3 de 4:
Chequear la presión arterial

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    Pide a la persona que se siente en silencio. Antes de tomar la presión arterial, el paciente se debe sentar por algunos minutos (alrededor de 5) anticipadamente. Las lecturas de presión arterial se deben tomar mientras el paciente esté en reposo y sin cruzar los brazos ni las piernas.[13]
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    Prueba una máquina automática. Coloca la banda en la parte superior del brazo (sobre el codo), ajustándola bien. Una marca en la banda indicará en dónde se debe colocar en relación a la arteria. La parte cableada de la máquina debe estar en el interior del brazo. Si se trata de una banda para la muñeca, colócala de manera que el monitor esté en el interior de la muñeca. Cuando esté segura, enciende la máquina y empieza la lectura. Trata de permanecer quieto o de pedir al paciente que permanezca quieto mientras se efectúa la lectura. Puedes tomar más de una lectura para una mejor precisión.[14]
    • Una lectura de menos de 120/80 se considera normal, pero una un poco más alta se considera prehipertensión (presión arterial alta previa).[15]
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    Coloca una banda manual para la presión arterial. Coloca la banda sobre el codo, ajustándola lo suficiente como para que quepan dos dedos debajo. Desliza el estetoscopio entre la piel y la banda, en el medio de la fosa antecubital o del pozo del codo, y coloca los auriculares en tus oídos. Si tomas tus propias medidas, el medidor de la máquina debe estar en la mano que tiene la banda o, si alguien más toma tus medidas, simplemente puedes sostenerlo.[16]
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    Infla la banda de una banda manual para la presión arterial. Presionan la bomba rápidamente (con la mano opuesta si tú mismo te tomas la presión arterial). Cuando llegues a 30 puntos por encima de tu presión sistólica normal (extremo superior), puedes detenerte. Si trabajas en alguien más, ínflala al rango 160 o 180, aunque si escuchas inmediatamente latidos, tendrás que inflarla más.
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    Libera el aire para leer la presión arterial. Deja salir el aire girando la perilla en sentido antihorario. Solo debe dejar caer el medidor dos o tres puntos por segundo. Asegúrate de que la banda se desinfle constantemente mirando el medidor. Cuando escuches el primer latido, anota en dónde está el medidor, ya que se trata de la presión sistólica. Cuando se detengan los latidos, anota en dónde está el medidor nuevamente, pues es la presión diastólica. Puedes desinflar y quitar la banda.[17]

Método 4
Método 4 de 4:
Chequear otros signos vitales

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    Observa al paciente. No te olvides de observar al paciente mientras tomas las lecturas para ver si parece preocupado. Pídele que se siente en una posición relajada con las piernas sin cruzar. Presta atención para ver si presenta una ansiedad obvia o si tiene algo que le moleste y que sea visible a simple vista.[18]
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    Pesa al paciente. Algunas veces, el peso se incluye en los signos vitales. Para pesar a un paciente, pídele que se suba a una balanza y luego escribe el número. No hagas ningún juicio acerca del peso de la persona, ya sea por medio de un comentario, de una expresión facial o del lenguaje corporal.[19]
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    Discute los niveles de dolor. Para este signo vital, tendrás que preguntar a la persona cómo se siente y pedir que califique su dolor en una escala del 0 al 10. Por supuesto, la escala de dolor de cada persona será distinta, pero si puedes obtener una idea del nivel de dolor que la persona experimenta, eso ayudará a evaluar su condición general.[20]
    • Primero di "¿Sientes algún dolor?". Si la respuesta es "Sí", pregunta "¿Puedes calificar tu dolor en una escala del 0 al 10, siendo 0 ningún dolor y 10 el peor dolor que alguna vez hayas sentido?".
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    Toma una lectura de la saturación de oxígeno. La saturación de oxígeno es la cantidad de oxígeno que hay en tu sangre. Es un indicador importante de si el paciente respira y bombea la sangre al cuerpo apropiadamente. Un dispositivo simple que cabe en la uña del dedo del paciente te dará una lectura de la saturación de oxígeno, que normalmente debe ser 95 o 100 por ciento.[21]

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 5399 veces.
Categorías: Salud