Comer con elegancia tiene que ver más con tu actitud general hacia la experiencia culinaria que con seguir un conjunto de reglas arbitrarias. En otras palabras, no es el fin del mundo si utilizas el tenedor equivocado por accidente o derramas una gota de vino sobre tu camisa siempre y cuando tanto tú como tus acompañantes se diviertan. Aun así, es comprensible que desees evitar cualquier paso en falso o violar las normas sociales. Si buscas ayuda en este sentido, ¡aquí la encontrarás!

Método 1
Método 1 de 14:
Coloca la servilleta sobre tu regazo

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    Coloca la servilleta sobre tus muslos al momento de sentarte. No la metas en tu cuello ni la dejes sobre la mesa porque aún no llega la comida. Este es un gesto pequeño, pero sirve para demostrar que estás familiarizado con las convenciones. Si los cubiertos están enrollados en la servilleta, coloca el tenedor a tu izquierda y el cuchillo a tu derecha.[1]
    • Si los cubiertos ya se encuentran en su lugar, déjalos donde están y simplemente coloca la servilleta sobre tu regazo.
    • La excepción a esta regla son las patas de langosta y cangrejo, pero solo si planeas comerlas con las manos.
    • Esta acción solo se aplica a las comidas formales en las que ya se colocaron servilletas de tela para cada cubierto. Si asistes a una cena en casa de alguien y ves una pila de servilletas de papel en el centro de la mesa, entonces no te preocupes por este detalle.
    • Aunque este gesto es principalmente una cuestión de etiqueta, ¡también evitarás arruinar tus pantalones! Si estás comiendo algo como sushi y un rollo se te cae al levantarlo con los palillos, te alegrará saber que la servilleta se encuentra en su lugar.
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Método 2
Método 2 de 14:
Familiarízate con la ubicación de los cubiertos

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    Respira profundamente si todo esto te resulta demasiado abrumador. Cuando se trata de tenedores, cuchillos y cucharas, la regla general es que “avances de afuera hacia adentro”. Entonces, si tienes un plato de sopa, toma la cuchara que se ubica completamente a la derecha. Si ves un cuchillo y un tenedor pequeños ubicados en la capa externa, estos están destinados a los aperitivos. Utiliza los cubiertos más cercanos al plato a la izquierda y a la derecha para el plato principal.[2]
    • En caso de duda, solo espera a ver lo que hacen los demás invitados. Siempre puedes seguir el ejemplo de otra persona si olvidas para qué sirve un cubierto o un plato.
    • Si ves cubiertos encima del plato, estos son para el postre.
    • Si ves un plato pequeño encima de un plato llano o al lado de los cubiertos, este es para el pan o los aperitivos.

Método 3
Método 3 de 14:
Tómate tu tiempo y diviértete

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    Ten en cuenta que este podría ser el componente más importante de una comida elegante. Una comida es una experiencia compartida y no una oportunidad de llenarse la panza lo más rápido posible. Debes tomártelo con calma, conversar con tus amigos y relajarte. Come despacio y disfruta el momento. Suelta el tenedor para conversar entre bocados, inclínate hacia la mesa durante las conversaciones y sobre todo diviértete.[3]
    • ¡El objetivo es saborear la comida, no saciarte! Imagínate la diferencia entre alguien que come un sándwich lo más rápido posible mientras camina hacia el trabajo y una persona relajada sentada frente a un café en la acera saboreando lentamente unas aceitunas. La diferencia es el deleite.
    • Está bien sentirte un poco ansioso por seguir las normas durante una comida formal. Concéntrate en los sabores de la comida, el gusto del vino y el aroma de los alimentos recién servidos. Saboréalos. Si logras hacerlo, entonces ya has recorrido el 90 % del trayecto en lo que respecta a “comportarse adecuadamente”.
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Método 4
Método 4 de 14:
Agrupa los bocados con cuidado

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    Tómate tu tiempo para agrupar los bocados en platos con múltiples componentes. Este es un gesto pequeño, pero marcará una gran diferencia en cuanto a elegancia y diversión se refiere. Si tienes algo como una ensalada picada, debes utilizar las puntas del tenedor para tomar con cuidado varios ingredientes y que cada bocado sea equilibrado en sabor. Para un pato asado sobre zanahorias caramelizadas, trata de tomar un poco de zanahoria y pato con el tenedor en cada bocado.[4]
    • Esta es una señal para los demás de que respetas la buena cocina. Un chef preparó estos platos para que los sabores se equilibren entre sí, y al adherirte a ese código indicas que aprecias su trabajo. Este no es un contexto de “hamburguesas y papas fritas” en el que la comida debe tomarse por separado.
    • Si te sirven un plato con guarnición, como un ojo de costilla con papas al horno, debes intercambiar entre ambos componentes mientras comes.
    • La comida también se volverá más dinámica y sabrosa al hacerlo.
    • Si hay algo que no planeas comer, debes empujarlo hacia el borde exterior del plato para evitar que se destaque. No importa si omites uno o dos ingredientes, pero trata de no rechazar directamente la comida en una cena.

Método 5
Método 5 de 14:
Toma bocados más pequeños

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    Toma bocados más pequeños para ayudarte a mantener el ritmo dado que la velocidad es importante. Cuanto más grande sea el bocado, más probable es que luzcas poco elegante. Los bocados grandes requieren movimientos más amplios de la mandíbula, lo que no luce particularmente refinado. Además de eso, es difícil notar que disfrutas la comida si priorizas la cantidad que te llevas a la boca en lugar de degustar los sabores.[5]
    • Este detalle es esencial para comidas más complicadas. Es más probable que derrames una cucharada gigantesca que un pequeño bocado miniatura. Además, el jugo de una sandía definitivamente te salpicará sobre la barbilla si le das un mordisco grande.[6]
    • Si deseas un consejo sobre las donas glaseadas, puedes dividirlas en trozos más pequeños con la mano sobre una servilleta y comértelos de forma individual. De esta manera, no terminarás con azúcar glas por toda la camisa.[7]
    • Esta técnica también ayuda al cuerpo a procesar los alimentos a un ritmo más constante, lo que debería evitar que te llenes. En una comida de varios tiempos, es una buena idea experimentar cada plato (tanto desde la perspectiva de la etiqueta como del deleite).
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Método 6
Método 6 de 14:
No te inclines por encima del plato

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    Siéntate derecho y utiliza los cubiertos para llevarte la comida a la boca. Lleva el tenedor o la cuchara a la boca y toma los bocados desde la postura adecuada. Colocarte por encima de la comida con la barbilla sobre el plato hace que parezca que estás planeando hacer un desastre. Avanza despacio y llévate cualquier cubierto a la boca para tomar un bocado.[8]
    • Si crees que estás a punto de derramar la comida, puedes levantar la mano izquierda para ayudarte. Cúbrete la boca o atrapa la comida que se derrame con la mano izquierda. Cuantos menos movimientos bruscos hagas en estos casos, mejor.
    • Si comes con un tenedor y un cuchillo, no sueltes el cuchillo para “cambiar de mano” con el tenedor. Puede tomarte uno o dos segundos de práctica, pero deberías ser capaz de llevarte la comida a la boca con la mano no dominante.

Método 7
Método 7 de 14:
Haz el menor ruido posible mientras comes

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    Mantén la boca cerrada mientras masticas y no hagas ruido. Esta es otra razón por la que tomar bocados más pequeños es una buena idea. A nadie le gusta el sonido de otra persona masticando. Mantén la boca cerrada mientras masticas, no hagas ruido mientras comes, evita escupir la comida y no sorbas la sopa.[9]
    • Al pedir comida en una cena formal, evita escoger algo que sea difícil de comer en silencio. Las ostras, las mazorcas de maíz y las alitas con salsa picante son las comidas ruidosas más comunes (aunque es posible que un restaurante elegante no los ofrezca).
    • Este detalle no es tan importante si se trata de una comida íntima entre amigos en la casa de alguien. Si el anfitrión prepara algo complicado para comer, sería de mala educación evitarlo. Tan solo debes comer despacio, tomarte tu tiempo y utilizar una servilleta con gracia.
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Método 8
Método 8 de 14:
Aborda los alimentos más complicados de forma lenta y estratégica

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    Piensa antes de comer cuando se trata de alimentos que son intrínsecamente complicados. Los sándwiches de carne picada, los burritos y las mazorcas de maíz son extremadamente difíciles de comer con elegancia, así que tómate tu tiempo y analiza cada bocado antes de tomarlo. Cuando comes algo con pasión y te olvidas del desorden, te quedas cubierto de salsa, grasa o jugo. Debes hacer una pausa entre bocados para que tengas tiempo de evaluar tu próximo paso.[10]
    • En lugar de las alitas con salsa picante, puedes optar por muslos, ya que tienden a ensuciar menos. Utiliza solo el índice y el pulgar para sostener los extremos con ambas manos y tomar pequeños bocados.[11]
    • Siempre puedes comerte la comida con un tenedor, incluso si no está destinada para comerse de esta manera. Esta técnica resulta útil para cosas como papas fritas con chile y queso y manzanas acarameladas.
    • Un consejo profesional sobre sándwiches picantes y perritos calientes es no soltarlos, ya que se desmoronan y se desordenan rápidamente cuando los sueltas y los ingredientes se separan del pan.
    • La sopa puede resultar una pesadilla si tratas de comer con elegancia en una cena formal. Recoge la sopa moviendo la cuchara en dirección opuesta a ti y no la introduzcas por completo en tu boca. Utiliza el costado de la cuchara y no la parte frontal.[12]

Método 9
Método 9 de 14:
No te estires por encima de la mesa

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    Pide que te alcancen las cosas en lugar de tratar de tomarlas mientras comes. Si tienes que colocar la mano o el antebrazo por encima del plato, vaso o fuente de otra persona para alcanzar la sal, pídele que te la pase. Esta regla se aplica a platos compartidos, servilletas adicionales, pimienta, queso rallado y cualquier otra cosa que se comparta en la mesa.[13]
    • No es necesario ningún truco. Simplemente di lo siguiente: “Disculpe, ¿sería tan amable de alcanzarme la sal?”.
    • No sientas que estás molestando a nadie al hacerlo. Es muy común en restaurantes de comida gourmet pedirle a alguien que te alcance alguna cosa.
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Método 10
Método 10 de 14:
Espera la venia para continuar con la comida

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    Deja que el camarero traiga el postre, no lo llames para preguntar al respecto. Ya sea que te encuentres en un restaurante elegante o en una cena, recuerda que no estás a cargo. Como tal, es mejor que esperes a que alguien más tome la iniciativa. Incluso si realmente deseas una botella de vino, o te mueres por deshacerte de esa ensalada y comenzar con el plato principal, siempre es más elegante esperar.[14]
    • Si te presentas a una fiesta, espera a que te inviten a sentarte. En un restaurante, deja que el anfitrión te guíe hasta donde debes ubicarte. No comiences a deambular ni te sientes sin que alguien te lo indique.
    • Si continúas con el cronograma por tu cuenta, darás el mensaje de que estás tratando de acelerar las cosas, lo que implica que no te estás divirtiendo. Además, lucirás un poco goloso, ya que parecerá que no estás satisfecho y no puedes esperar.

Método 11
Método 11 de 14:
Evita contestar el teléfono

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    Configura el teléfono en modo silencioso con anticipación y mantenlo así. Se considera de mala educación tomar el teléfono para responder mensajes de texto o revisar notificaciones mientras comes, entre otras cosas. Si te encuentras en un local de comida rápida, a nadie le va a importar, pero si asistes a una cena formal y deseas derrochar elegancia, debes mantener el teléfono en silencio y fuera de la vista.[15]
    • Parte de esto se debe a que tomar el teléfono implica que estás atento a la hora, lo que podría significar que no te estás divirtiendo. Con esta intención, debes evitar consultar el reloj si es posible. Una mirada rápida está bien, pero levantar la muñeca hasta la altura de los ojos para ver la hora se considera de mal gusto.
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Método 12
Método 12 de 14:
Conversa con todos en algún momento de la noche

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    Comienza por hablar con la gente que está sentada a tu lado durante una gran comida. Existe un elemento de elegancia que tiene que ver con la amabilidad y la comodidad. Si se trata de una cena formal en la que no conoces muy bien a los invitados con los que estás sentado, debes hablarles primero para demostrar tu amabilidad. De esta manera, también demuestras que te sientes cómodo contigo mismo, ya que puede dar un poco de miedo hablar con extraños. Se considera torpe ignorar a las personas que se ubican a tu derecha e izquierda.[16]
    • Haz tu mejor esfuerzo por interactuar con todos durante la comida al menos una vez si es posible.
    • Esta es una antigua convención social diseñada para evitar que las cenas se conviertan en competencias de gritos de un lado a otro de la mesa. ¡Lo más elegante es mantener el volumen de la conversación a un nivel razonable!
    • Trata de escoger temas de conversación en los que todos puedan participar.[17]

Método 13
Método 13 de 14:
Pide la especialidad de la casa

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    Confía en el chef y ordena su especialidad si planeas salir a comer. Pide un bistec en un restaurante especializado en carnes, el pato rostizado que está de oferta en un restaurante francés y sushi en un restaurante japonés. Todo esto por dos razones: por un lado, demuestras que tienes un paladar desarrollado y que no hay nada fuera de tu menú. Por otro lado, demuestras un deseo por los platos más exquisitos. Si un lugar es conocido por uno, ordénalo para mantener las cosas elegantes.[18]
    • Ahora, si tienes alergia o desprecias por completo cualquier cosa por la que el restaurante es conocido, siéntete libre de pedir otra cosa. Solo trata de mantener este plato en una categoría relativa de las razones por las que el lugar es conocido. No pidas pad thai en un local de moda de la nueva era tailandesa y evita las hamburguesas en un restaurante especializado en carnes.
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Método 14
Método 14 de 14:
Haz preguntas si las tienes

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    Ten presente que nadie te va a juzgar por tener preguntas. Si no sabes ubicar un plato en el menú, puedes preguntárselo al camarero. Si no estás seguro de cuál tenedor debes utilizar, inclínate hacia la persona a tu derecha o izquierda y consúltale. Nadie espera que seas una fuente de conocimiento sobre la buena cocina. Además, no hay nada de malo en hacer una pregunta.[19]
    • Nadie te va a juzgar o menospreciar por pedir más información. De hecho, puedes poner de manifiesto tu seguridad, ya que se necesitan agallas para admitir que no sabes algo.

Consejos

  • No sujetes los utensilios con todo el puño. En su lugar, sostenlos con el índice y el pulgar, y luego coloca el dedo medio debajo. Al tomar el cuchillo, utiliza el índice para aplicar presión hacia abajo desde arriba.[20]
  • Si te han invitado a una cena, ¡lleva un regalo! Una buena botella de vino siempre es una apuesta segura.[21]
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Acerca de este wikiHow

Tami Claytor
Coescrito por:
Coach de etiqueta
Este artículo fue coescrito por Tami Claytor. Tami Claytor es asesora de etiqueta, consultora de imagen y propietaria de Always Appropriate Image and Etiquette Consulting en Nueva York. Con más de 20 años de experiencia, Tami se especializa en impartir clases de etiqueta a personas, estudiantes, empresas y organizaciones comunitarias. Tami ha pasado décadas estudiando culturas a través de sus extensos viajes por los cinco continentes y ha creado talleres de diversidad cultural para promover la justicia social y la conciencia intercultural. Tiene una licenciatura en Economía con especialización en Relaciones Internacionales de la Universidad de Clark. Estudió en la Ophelia DeVore School of Charm y en el Fashion Institute of Technology, donde obtuvo su Certificación de Consultora de Imagen.
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