Muchas mujeres compran sostenes si dedicar demasiado tiempo a elegirlos. Sin embargo, utilizar la talla y el modelo adecuados puede hacer maravillas por tu aspecto y por tu autoestima. Encontrar el sostén idóneo para ti puede requerir algo de tiempo, pero recuerda que merecerá la pena. Aquí tienes una guía para encontrar el sostén adecuado para ti.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Averiguar tu talla de sostén

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    Averigua la talla de la banda. Utiliza una cinta métrica suave alrededor de tu caja torácica justo debajo del busto, donde se ubicaría normalmente la banda del sostén. Mantén la cinta ajustada alrededor del pecho. Redondea las medidas, y suma 10 cm (4 pulgadas) si es un número par y 13 cm (5 pulgadas) si es impar.[1]
    • Por ejemplo, si mediste 79 cm (31 pulgadas), la talla de la banda sería 36.
    • Esta medida debe tomarse de manera ajustada porque quieres que la banda del sostén quede muy fija.
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    Mídete el contorno del busto por la zona más voluminosa, a la altura de los pezones.
    • No tires en exceso de la cinta métrica.
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    Resta el tamaño de la banda del tamaño del busto para determinar el tamaño de la copa. Los tamaños de copa se basan en la diferencia entre el tamaño de la banda y del busto en lugar de únicamente en el tamaño de tus senos. Por cada diferencia de 2,5 cm (1 pulgada), aumenta un tamaño de copa. Por ejemplo:[2]
    • Una diferencia de 0 cm (0 pulgadas) es una copa AA.
    • Una diferencia de 2,5 cm (1 pulgada) es una copa A.
    • Una diferencia de 5 cm (2 pulgadas) es una copa B.
    • Una diferencia de 7,5 cm (3 pulgadas) es una copa C.
    • Una diferencia de 10 cm (4 pulgadas) es una copa D.
    • Si tu copa es más grande que una D, diferentes fabricantes la clasificarán de manera distinta, por lo que probablemente debas probar diferentes tamaños de copa al probarte sostenes.[3]
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    Ten en cuenta que, al cambiar la talla de la copa, también cambia la de la banda. Es importante saber que la talla de la copa aumentará de forma proporcional a la de la banda, y viceversa. Por ejemplo, la copa de un sostén de la talla 95C (36C en EE. UU.) es más grande que la de un sostén de la talla 90C (34C en EE. UU.). Por lo tanto:
    • Si quieres probarte una talla más pequeña de banda, tendrás que compensarla con una talla más grande de copa. Por ejemplo, si ves que un sostén de la talla 95B (36B) te queda demasiado suelto por encima del busto, elige una 90C (34C) en su lugar.
    • Si quieres probarte una talla más grande de banda, necesitarás una copa más pequeña. Por ejemplo, si la banda de un sostén de la 90B (34B) te queda demasiado apretad, pruébate una 95A (36A).

Parte 2
Parte 2 de 4:
Utilizar la técnica adecuada para elegir tu talla

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    Abróchate el sostén a la altura de la cintura y, después, tira hacia arriba solo por la parte de delante. Tira de la parte de delante hacia arriba todo lo que puedas, sin que llegue a deslizarse por encima del busto.
    • De esta forma, te asegurarás de que la parte de atrás se mantenga baja, ofreciendo una buena sujeción.
    • De esta forma, te asegurarás de que el sostén tire hacia arriba por la parte de delante, que es lo que te interesa.
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    Recoloca el busto suavemente hacia delante, dentro del sostén. Empieza justo por detrás de las axilas y empuja el busto todo lo que puedas hacia dentro de la copa.
    • El tejido de esta zona es blando, y si el sostén es de la talla y la forma adecuadas, el busto deberá permanecer firme dentro de la copa una vez que lo coloques.
    • Agarra la parte delantera del sostén y sacúdela ligeramente para que todo quede en su sitio.
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    Ten en cuenta la altura del torso a la que deberá quedar el busto una vez puesto el sostén. Con el sostén adecuado, la parte más abultada del busto deberá quedar, aproximadamente, a la misma distancia del codo que del hombro.
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    No te aprietes demasiado los tirantes ni el cierre de atrás. Si lo haces, el sostén te resultarán incómodo, lo cual puede afectar a tu postura y a tu estado de ánimo.
    • Nunca te aprietes tanto los tirantes que notes la presión en los hombros. Esto hará que te encorves.
    • Nunca te aprietes los tirantes de forma que tiren del sostén por la parte de atrás. Es importante mantener la parte de atrás bien baja para obtener una buena sujeción por delante.
    • Cuando te pruebes un sostén, abróchatelo en los ganchos que queden más cerca del extremo de la banda. De esta forma, podrás apretarte más el sostén cuando la banda dé de sí con el tiempo.
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    De vez en cuando, comprueba tu talla con asesoramiento profesional. El tamaño y el contorno del busto varía de vez en cuando, coincidiendo con otros cambios que puedan tener lugar en tu cuerpo.
    • Comprueba cuál es tu talla siempre que pierdas o ganes más de 4,5 kg (10 libras) o que experimentes cambios hormonales causados, por ejemplo, por un embarazo o un tratamiento hormonal.[4]
    • Muchos departamentos y tiendas de lencería ofrecen asesoramiento profesional para elegir la talla y el modelo adecuados de sostén.
    • ¡No tienes por qué avergonzarte! Estas mujeres suelen ser muy profesionales y amables, y están acostumbradas a ayudar a las clientas a diario.[5]
    • Intenta elegir tu sostén en una tienda que cuente con una gran variedad de marcas, modelos y tallas. De lo contrario, el asesoramiento que recibas podría estar condicionado por los artículos que se vendan en la tienda.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Comprar el sostén

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    Busca una buena tienda especializada. Aunque es fácil encontrar sostenes en cualquier tienda o centro comercial, en muchos sitios solo tienen tallas estándar. Busca una tienda especializada, o una marca concreta que disponga de sostenes adecuados para tu tipo de busto.
    • Si no encuentras lo que buscas en un centro comercial, considera la posibilidad de ir a una tienda especializada de lencería o comprar tu sostén a través de Internet.
    • No te sientas obligada a comprar en ninguna tienda, o a un vendedor que te haya asesorado. ¡Hay muchas opciones entre las que puedes elegir!
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    Fija un presupuesto previamente. Los sostenes pueden ser bastante caros, aunque es importante no renunciar a comprar el modelo adecuado por gastar algo menos de dinero.
    • No merece la pena comprar un sostén que no te quede bien. Te acabará resultando incómodo, tanto física como psicológicamente.
    • Opta por tener menos sostenes en el armario si es necesario. Compra sostenes versátiles, como los modelos "convertibles" o con tirantes de quita y pon. Intenta comprar sostenes que combinen con los colores de tu ropa.
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    Pruébate siempre el sostén antes de comprártelo. La talla es solo el punto de partida, ya que puede variar ligeramente dependiendo del fabricante y del modelo. Tómate tu tiempo para probártelo en la tienda y asegúrate de que te quede realmente bien.
    • Cuando salgas a comprarte un sostén, mentalízate para dedicar bastante tiempo en la tienda a probarte modelos y elegir el adecuado. No te sientas frustrada si no encuentras la talla y el modelo adecuados inmediatamente.
    • Si compras a través de Internet, asegúrate de que la tienda tenga una buena política de devolución.
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    Averigua qué modelos te favorecen más. La forma de cada busto y cada torso es única. Dependiendo de tus proporciones, unos modelos te favorecerán más que otros.
    • El sostén te quedará mejor si es favorecedor para todo el torso en conjunto. Lo ideal es que el ancho de los hombros parezca, aproximadamente, el mismo que el de las caderas.
    • Si tienes los hombros anchos, intenta encontrar un sostén con tirantes más finos y escote pronunciado en el centro.
    • Si tienes los hombros estrechos, busca un sostén que trace una línea horizontal y marcada sobre el torso.
    • Si tienes el torso corto, un sostén con escote pronunciado por el centro puede alargarlo.
    • Ten en cuenta la forma de tu busto. Hay una gran variedad de formas y tamaños de busto. Para tener una idea de cómo clasificar el tuyo, puedes consultar alguna guía de referencia en Internet.
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    Intenta moverte para asegurarte de que el sostén se mantenga en su sitio. Coloca los brazos sobre la cabeza y gira el torso hacia la derecha y hacia la izquierda.
    • El sostén no debe deslizarse hacia arriba ni molestarte al realizar este movimiento. Si la banda se desliza, prueba con una talla más pequeña. Si te aprieta demasiado, es señal de que necesitas una talla más grande.
    • Si te pruebas un sostén deportivo, corre en el sitio o salta y agáchate para comprobar si realmente controla el "rebote" del busto y te resulta cómodo.
    • Inclina el torso hacia delante. Si se te salen los bustos, el sostén no te queda bien.
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    Modifica el sostén si es necesario. Hay muchos accesorios que puedes añadir a tu sostén para hacerlo más cómodo.
    • Todas las mujeres tienen un busto más grande que el otro. Reajusta cada tirante para corregir el largo, y considera la posibilidad de ponerte relleno en una de las copas.
    • Si la banda del sostén te aprieta demasiado, considera la posibilidad de comprar un extensor.
    • Si los tirantes te hacen daño porque te aprietan demasiado sobre los hombros, puedes usar almohadillas protectoras para los tirantes.
    • Si los tirantes se te caen de los hombros, considera la posibilidad de utilizar un gancho para mantenerlos unidos por la parte de atrás.
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    Haz las paces con tus bustos. Si no te gusta tu cuerpo, comprar un sostén puede ser una experiencia realmente desagradable. Sin embargo, es importante recordar que el cuerpo de cada mujer es único, pero que los sostenes se fabrican en masa. No hay ningún sostén que favorezca a todo el mundo.
    • Recuerda que, incluso teniendo un cuerpo perfecto (si es que existe algo así), cualquier sostén que no sea de tu talla o no te favorezca puede jugar muy en contra de tu aspecto.
    • Si algo no te queda bien, recuerda que siempre podrás usar otra cosa. Evita juzgarte y echarle la culpa a tu cuerpo.
    • Recuerda que el hecho de que te cueste mucho trabajo encontrar un sostén no quiere decir que seas fea o tengas un cuerpo raro. Simplemente quiere decir que eres diferente de la media

Parte 4
Parte 4 de 4:
Identificar problemas corrientes a la hora de elegir la talla

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    Conoce las partes del sostén.[6] Para saber si un sujetador te queda bien o no, debes conocer sus distintas partes.
    • La copa: es la parte que envuelve los bustos. Suele estar hecha de tejido elástico y puede llevar hasta tres costuras.
    • La banda: es la parte elástica que rodea todo el contorno del torso por debajo del busto.
    • El ala: es la parte de la banda que va desde el extremo de la copa hasta el centro de la espalda.
    • El tirante: pasa sobre el hombro, suele ser ajustable y, a veces, está acolchado.
    • El cierre: suele constar de un juego de ganchos en el centro de la espalda. Sin embargo, también puede estar delante, entre las copas. Hay sostenes sin cierre, incluso.
    • El puente: es la parte que hay por delante, entre las copas.
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    Cuenta tus bustos. Si parece que tienes cuatro, es un efecto causado por el sostén.
    • Esto indica que las copas son demasiado pequeñas y que no hay suficiente sitio dentro.
    • Esto se notará más si te pones la camiseta sobre el sostén cuando te lo pruebes.
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    Comprueba si el sostén se desliza hacia arriba sobre el busto. Si esto sucede, significa que la banda te queda demasiado suelta.
    • Intenta elevar los brazos e inclinar el torso hacia delante para comprobar si esto pasa.
    • Recuerda que cuando aumentes la talla de la banda tendrás que reducir la de la copa.
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    Asegúrate de que el centro del sostén quede plano por delante. Si no es así, es que el sostén no te queda bien.
    • Esto puede ocurrir cuando la forma no es la adecuada para tu busto.
    • También puede ser señal de que la talla de la copa es demasiado grande o demasiado pequeña.
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    Asegúrate de que la banda no se suba hacia arriba de la espalda ni te apriete demasiado por los costados. Debes ser capaz de pasar los dedos bajo el borde de la banda.
    • Si puedes tirar de la banda alejándola de la espalda más de 5 cm (2 pulgadas), es señal de que te queda demasiado suelta.
    • Si la banda te aprieta en los costados hasta el punto de causarte dolor después de quitarte el sostén, es señal de que es demasiado pequeña.
    • Si la banda se desliza hacia arriba, prueba a aflojar los tirantes. Si esto no funciona, es señal de que es demasiado grande.
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    Ten en cuenta que los pliegues de la espalda, algo de lo que se quejan muchas mujeres, es normal. Esto no siempre es señal de que la banda resulte demasiado apretada.
    • Si quieres evitar los pliegues en la espalda, busca sostenes que tengan la banda más ancha o un body que estilice tu figura.
    • Si la banda no te hace daño, no pruebes con una talla más grande, ya que no te ofrecerá suficiente sujeción.
    • Esto también puede ser señal de que la talla de la copa es demasiado pequeña.[7]
    • Otra solución consiste en llevar una prenda interior especialmente diseñada para estilizar la figura.
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    Asegúrate de que las copas no se arruguen ni hagan hueco por arriba. Esto puede ser señal de que la talla de la copa es demasiado grande, de que el modelo no es el adecuado o de que no te has colocado el sostén correctamente.
    • Prueba a recolocar tus bustos para asegurarte de que estén bien centrados dentro de la copa.
    • Esto también puede ser señal de que el sostén no es el adecuado para la forma de tu busto.
    • Si tienes el busto más voluminoso por debajo que por arriba, tal vez necesites un modelo diferente (por ejemplo, un sostén de media copa o estilo "balconette").
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    Asegúrate de que los tirantes no se te claven en los hombros. Esto puede causar dolor, entre otros problemas.
    • Si los tirantes ejercen demasiada presión sobre los hombros, pueden causar problemas a largo plazo, como: dolor de cabeza, dolor de espalda, marcas permanentes e, incluso, daño en los nervios.
    • Busca sostenes con tirantes anchos y acolchados, especialmente si tienes el busto grande.
    • El dolor de hombros también puede ser señal de que la banda es demasiado grande y no ofrece una buena sujeción. La sujeción debe proceder de la banda, no de los tirantes.
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    Asegúrate de que los tirantes no se te caigan de los hombros. Si llevas los tirantes ajustados y, aun así, se te siguen cayendo, pruébate otro sostén.
    • Las mujeres pequeñas o con hombros caídos suelen encontrarse con este problema.
    • Asegúrate de que los tirantes estén suficientemente juntos y de que sean totalmente ajustables.
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    Asegúrate de que el aro sea cómodo. Los aros, si son del tamaño adecuado, no deben causar ningún dolor ni incomodidad.
    • Si la copa es demasiado pequeña, es probable que el aro no se adapte cómodamente alrededor de tu busto.
    • Además, tu busto no tiene por qué tener la misma forma que los aros elegidos por el fabricante.
    • Si tienes la caja torácica alta, es posible que encuentres problemas a la hora de llevar aros.
    • No se recomienda el uso de sostenes con aros en mujeres embarazadas o recientemente sometidas a cirugía.
    • El uso de aros también está contraindicado en el caso de ciertas enfermedades.
    • Los sostenes sin aros pueden ofrecer la misma sujeción, aunque tengas bustos grandes, siempre que sean de la talla y la forma adecuadas.

Consejos

  • Antes de comprar un sostén, pruébatelo bajo la camisa para comprobar si se marcan las costuras o si no te convence la forma.
  • Una vez que te hayas probado los sostenes, es muy probable que uno de ellos sea tu favorito. Anota los modelos y las marcas que más te gusten para encontrarlos fácilmente la próxima vez que tengas que comprar un sostén.
  • Busca sostenes con forro de algodón para evitar la irritación de la piel.

Advertencias

  • Ten en cuenta que los sostenes pueden contener materiales a los que seas alérgica y que, tal vez, no lo sepas en el momento de hacer la compra. Si experimentas hinchazón (por ejemplo, en forma de ronchas) o picor excesivo, es posible que seas alérgica al níquel o a los materiales plásticos del sostén. Recuerda la zona en la que haya aparecido la reacción y el material con el que haya estado en contacto, y tenlo en cuenta la próxima vez que decidas comprarte un sostén. Mientras tanto, puedes tomar difenhidramina para calmar los síntomas o, en casos extremos, acudir a urgencias.

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