Las relaciones románticas duraderas pueden ser uno de los aspectos más gratificantes que ofrece la vida, dándonos la oportunidad de crecer y compartir nuestro viaje con alguien más. Sin embargo, casi siempre toma tiempo y esfuerzo encontrar a la persona correcta en el momento adecuado, y hacer que esa relación funcione. Saber lo que quieres, respetarte y mantener una actitud positiva es importante para encontrar una pareja y poder conservarla.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Eliminar los obstáculos para tener una relación

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    Pregúntate qué es lo que quieres de una relación. Aunque muchas personas piensan que quieren tener una relación para poder conseguir algo (amor, sexo, gratificación), las relaciones saludables se construyen cuando las personas desean compartir amor, vida e intimidad.[1]
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    Respétate a ti mismo. En las relaciones surgen muchos problemas si no tienes amor y respeto propio ante todo. Estos sentimientos también pueden dañarse fácilmente por relaciones pasadas fallidas, heridas no curadas de la niñez, etc.
    • El respeto propio significa aceptar quién eres y también perdonarte por los errores cometidos. Cuando aprendas a hacerlo, también aprenderás a amar, aceptar y perdonar a tu pareja.
    • Si te respetas a ti mismo, también sabrás cómo quieres que los demás te traten, lo cual es vital para evitar relaciones agresivas.
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    Lidia con el pasado. Lo último que se quiere en una relación nueva es traer al presente temas pendientes de una relación o matrimonio pasado. Trabajar en los motivos por los cuales no funcionó tu última relación, también puede ayudarte a evitar repetir los mismos errores.
    • Un terapeuta puede ayudarte a tener un panorama más claro de los patrones de relación que tienes y a elaborar un plan constructivo para resolver cualquier dificultad.[2]
    • Nunca es demasiado tarde para cambiar un patrón de conducta. Si sientes que no puedes mantener una relación profunda y duradera, recuerda que siempre puedes cambiar eso con tiempo y la orientación adecuada.[3]
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    No inicies una relación solo por querer tener una. A veces la presión social nos hace sentir que necesitamos tener una relación a cualquier precio, pero en realidad es un mito. Recuerda que ninguna relación es mejor que una relación mala. Asegúrate de tener un interés genuino en tu futura pareja.[4]
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    Recuerda que la atracción puede alcanzarse con el tiempo. El amor a primera vista suena muy bonito, pero no es el caso en muchas relaciones. Si no te sientes atraído de inmediato por una persona, no significa que ella sea una mala opción para ti: el amor duradero es algo que crece con el tiempo y los amigos pueden llegar a convertirse en amantes. Cuando tengas en mente a una posible pareja, no te obsesiones demasiado con su apariencia. Las cualidades personales como la amabilidad, el humor y la curiosidad valen mucho más a la larga y por ello tal vez te sientas muy atraído por esta persona.[5]
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    No pretendas cambiar a tu pareja. Es fácil pasar por alto ciertas cosas que no te gustan al principio con la idea de que con el tiempo harás que esta persona cambie. Sin embargo, las personas solo cambian por sí mismas, si así lo quieren. Si hay algo que simplemente no puedes tolerar, piensa muy bien antes de llegar a tener una relación con esa persona.
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    No te obsesiones con detalles pequeños. Aunque algunos patrones, como la bebida, la conducta agresiva o irresponsable, son inaceptables, puede haber otros detalles más pequeños que te erizan la piel, como masticar con la boca abierta, un estilo de vestir cuestionables o un gusto distinto por la música. Si es una persona en la que realmente estás interesado, no permitas que esto se convierta en una excusa para evitar tener una relación con ella.
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    Infórmate sobre lo que hace a una relación saludable. Reconocer las dinámicas de una relación saludable frente a las de una tóxica puede ser muy difícil, sobre todo si has crecido rodeado de relaciones tóxicas. Por suerte, puedes encontrar mucha información en línea sobre las relaciones saludables. Utiliza esta información para crear límites saludables antes de buscar una relación.
    • Por ejemplo, ten en cuenta lo que podrás y no podrás tolerar en una pareja. Defiende tu postura en caso de que alguien trasgreda dichos límites.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Salir y tener citas

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    Averigua a dónde puedes ir a conocer gente con intereses similares. Si has tenido problemas para conocer a alguien, haz una lista de las cosas que te gusta hacer. Los intereses mutuos pueden ser de gran ayuda en tu relación.[6]
    • Considera la idea de unirte a un club en donde puedas practicar uno de tus pasatiempos favoritos como caminar, leer o bailar.
    • Haz voluntariado por causas que te apasionen, como recolección de alimentos, refugio de animales o campaña política.
    • Toma clases. Revisa lo que ofrece la universidad local o el centro comunitario. Las clases de cocina, idiomas o arte son en sí gratificantes y también pueden ser una buena oportunidad para relacionarte socialmente.[7]
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    Toma los servicios de citas con cautela. Para algunas personas, las citas por Internet también pueden funcionar, aunque para otros representa mucha presión o falta de espontaneidad. Si aceptas tener una cita por Internet, recuerda que a pesar de la supuesta fórmula creada para encontrar a tu pareja perfecta, toma mucho tiempo conocer a alguien y que eso tiene que hacerse en persona.[8]
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    Conoce a las personas a través de conexiones compartidas. Podrías conocer a la pareja perfecta a través de tus amigos, familiares, vecinos o compañeros de trabajo. Mantente abierto a conocer a personas nuevas y asiste eventos a los que te inviten. Si ves a alguien que llama tu atención, habla con esa persona o pídele a su conexión compartida que los contacte.
    • También podrías conocer a estas personas por intermedio de las redes sociales, como cuando ambos comentan la publicación de un amigo.
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    Ten una cita casual. Si acabas de conocer a alguien que te interesa, siéntete libre de dar el primer paso e invítale a hacer algo sin mucha presión. Salir a tomar un café es casi siempre la opción más viable. Otras opciones dependen de las circunstancias en las que se conocieron; por ejemplo, si ambos están en el club, puedes invitarle a caminar con algunos de tus amigos. Si a ambos les gusta la música, averigua si le gustaría ir a un concierto.
    • Es muy buena idea sugerir una salida en un lugar público en donde haya más gente. Así ambos tendrán cierta seguridad de que pueden llegar a un ambiente seguro y neutral.
    • Una salida casual también deja de lado la presión que implica una invitación más formal.
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    Aprende a aceptar el rechazo. El rechazo es una parte inherente del proceso de citas y tienes que aprender a lidiar con ello de manera positiva.
    • No te tomes el rechazo como algo personal. Las personas tienen todo tipo de motivos para no querer tener una relación y es algo que tú no puedes controlar.
    • Adopta una actitud constructiva. Si te han rechazado varias veces, da un paso al costado y pregunta si hay algo en tu acercamiento que debes cambiar. Tal vez te estás moviendo demasiado rápido o estás escogiendo a personas que en realidad no comparten ninguno de tus intereses. De cualquier modo, no te mortifiques por el rechazo, sino mantén una actitud positiva y sigue adelante.
    • No ignores tus sentimiento. Algunos rechazos pueden ser particularmente difíciles. Si te sientes triste o molesto, acepta estos sentimientos en vez de reprimirlos. Así podrás avanzar más rápido y superarlo por completo.[9]
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    Evita el sexo anticipado en el proceso de citas. Compartir demostraciones íntimas con alguien que acabas de conocer puede arruinar el inicio de tu relación. Si te gusta esa persona, lo más probable es que haya emociones relacionadas con el sexo que ambos aún no puedan manejar. Uno o ambos podrían no tomar medidas responsables que tengan que ver con asuntos como la prevención de las ITS o el embarazo. Peor aún, la otra persona podría simplemente desaparecer después.[10]
    • Aunque tu pareja tal vez muestre interés en tener sexo, nunca debe presionarte. Déjale claro que el motivo de tu actitud no es un rechazo, sino que es precisamente porque te gusta y quieres esperar hasta el momento adecuado. Si no lo entiende, pon cierta distancia, ya que podría ser una señal de que es posesivo o agresivo.
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    Analiza cómo ambos se comportan frente a los amigos y la familia. A medida que vayan teniendo más salidas, probablemente vayas conociendo a algunas personas cercanas a tu pareja y esta empiece a conocer a los tuyos. Fíjate lo cómodos que están ambos en estas situaciones, ya que podría ser la clave de cómo va la relación.[11]
    • A veces uno o ambos podrían no sentirse del todo cómodos. Está bien, lo importante es que se están esforzando por pasar tiempo juntos y conocer a los seres amados de cada uno de ustedes.
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    Conserva tus lazos con la familia y los amigos. Algunas relaciones nuevas podrían consumir demasiado tu tiempo, pero evita desaparecer de la faz de la tierra por estar con tu pareja nueva. Establece momentos para mantenerte en contacto con tus amigos y familia, dándote tiempo para llamarlos y verlos con frecuencia. No olvides que el romance va y viene, y que por el contrario estas personas estarán ahí para ti siempre.[12]
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    Presta atención a las señales de alarma. Estas son señales de que la relación no está tomando un camino saludable. Aprende a hacerle caso a tu instinto, prestando atención a cómo la otra persona te hace sentir. Si te sientes subestimado, inseguro o avergonzado, lo mejor será terminar la relación a tiempo y dedicarte a buscar algo más duradero.
    • Salir con alguien que depende del alcohol: ambos se comunican solo cuando han bebido.
    • Falta de compromiso: en ocasiones a las personas les cuesta mucho comprometerse por algo que les ocurrió en el pasado, como un hogar dividido o la incapacidad de confiar.
    • Comunicación no verbal deficiente: la persona debería mostrar interés con su lenguaje corporal, como el contacto visual y el contacto físico; de no ser así, tal vez esté demasiado desconectado.
    • Celos: si a tu pareja no le gusta que pases tiempo en otras cosas importantes como pasatiempos, con los amigos o la familia.
    • Conducta controladora: si quiere decirte lo que tienes que hacer, pensar o sentir.
    • Relación exclusivamente sexual: si el único momento en el que están juntos es en la cama.
    • Sin tiempo solo para los dos: si la otra persona no está interesada en pasar tiempo a solas contigo (solo en la cama).[13]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Alimentar una relación nueva

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    Encuentra cosas que puedan hacer juntos. Cuando la emoción inicial del romance ha desvanecido un poco, ambos tienen que comprometerse a pasar tiempo juntos e invertir en la relación. Conversen sobre lo que a ambos les gusta hacer y elabora un plan para hacer cosas divertidas de manera regular, sin importar lo ocupados que estén.[14]
    • Los estudios han demostrado que la emoción por hacer cosas nuevas juntos incrementa la excitación y los acerca más.[15]
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    Comuníquense continuamente. Hablar juntos de forma amable y honesta es vital para su relación. Su relación se fortalecerá a medida que vayan compartiendo sus sentimientos, pensamientos, temores y deseos el uno con el otro.[16] [17]
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    Desarrolla confianza compartiendo tus vulnerabilidades en dosis pequeñas. Requiere tiempo desarrollar confianza en una relación. Ser vulnerable con la otra persona puede ayudar a desarrollar confianza, pero no debes hacerlo todo de una vez. Más bien, cada uno debe compartir partes pequeñas de sí mismos. Con el tiempo, esto creará una conexión de confianza profunda.
    • Por ejemplo, podrías decir en un principio de la relación que no siempre has tenido una Buena relación con tu hermana. Con el tiempo, puedes brindarle más detalles sobre la razón por la que no se llevan bien. No obstante, evita explicarle toda una vida de quejas durante las primeras citas.
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    Conserva tu independencia. Aunque podría ser algo difícil balancear la relación y la realización personal, este último de hecho es muy importante para tu vida amorosa. La independencia mutua significa que ambos continúan creciendo como individuos, haciendo lo que les gusta. Así no solo se alejan de patrones de relación poco saludables como la codependencia (cuando uno de los dos depende del otro por su autoestima e identidad)[18] ; también puede ser estimulante y renovador permitiéndose ver que ambos están haciendo lo que les gusta y que lo están haciendo bien.[19]
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    No le temas al conflicto. A medida que avance la relación, los desacuerdos casi siempre son inevitables. Es importante sentirte seguro para expresar cosas que te molestan sin temer las consecuencias. Lucha por escuchar las dos partes y esfuérzate por remediar el problema en nombre de la relación.[20]
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Consejos

  • Si piensas que necesitas terapia para trabajar en algunos aspectos de tu relación, pero te preocupa el costo, considera la terapia grupal. Podría ser una opción asequible y efectiva.[21]
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Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 17 856 veces.
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