Es normal que las relaciones tengan sus altibajos y que los sentimientos cambien a lo largo del camino. Sin embargo, si sientes que no recibes el respeto o consideración que mereces, tal vez sea momento de conversar sobre tus necesidades y deseos con tu pareja y encontrar una manera de sentirte completamente feliz en la relación.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Evaluar tus deseos y necesidades

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    Prioriza el respeto.[1] Hay una frase que indica “amor es todo lo que necesitas”, pero además de eso, todos necesitan respeto. Si no hay respeto en una relación, ¿puede haber amor? Con frecuencia, el respeto es una responsabilidad compartida: si no se da, no se recibe. Asegúrate de tratar a tu pareja con el mismo respeto que te gustaría que te trate.
    • Lo más importante es que debes respetarte. Trátate con respeto y dignidad. No debes estar en una relación solo porque te sientes solo y no dejes que tu pareja te pase por encima. Para más información sobre cómo respetarte, revisa Cómo respetarte.
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    Evalúa a tu pareja. Es fácil quedarse atrapado en sentimientos, pero también es importante pensar en tu pareja en términos del tipo de persona que es. ¿Cuáles son sus valores o características de personalidad?[2] Piensa en cómo esas cosas te afectan a ti y a tu relación.
    • Si tu pareja trata a tus amigos y familiares de una manera que no te gusta, es probable que tú y tu pareja tengan diferentes valores sobre cómo tratar a los demás. Puede ser difícil llegar a un acuerdo sobre cómo tratarse mutuamente de una manera en que ambos se sientan bien.
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    Reflexiona sobre tus valores. Piensa en lo que valoras en una persona o lo que considera no negociable. Si valoras tener una relación mutua, pero la actual parece desequilibrada, pregúntate si es algo con lo que puedas comprometerte.
    • Piensa en todos los valores que tienes con respecto a una pareja y una relación, después compáralos con tu realidad. ¿A qué puedes comprometerte y qué no puedes tolerar?
    • Es poco probable que conozcas a alguien que cumpla con todos tus requisitos, así que debes estar dispuesto a ceder en ciertas áreas.[3] Recuerda que depende de ti en lo que vayas a ceder.
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    Recuerda que el sexo no es igual al amor. En especial al inicio de una relación, es fácil confundir la atracción y la intimidad física con el amor.[4] Es importante distinguir entre el sexo y el amor.
    • Pregúntate si la relación te satisfice a ti o a tu pareja.
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    Evalúa la compatibilidad. Asegúrate de que tú y tu pareja compartan la misma visión; si uno de ustedes cree que la relación es casual y el otro la considera seria, es probable que se traten de una manera diferente y no se sientan felices a lo largo del camino. Quizás se traten de una forma diferente o esperen que una persona trate a la otra de una manera dependiendo de las expectativas personales.[5] Deben ser claros con respecto a sus intenciones en la relación.
    • Si no tienes muy en claro el tipo de la relación que tienes o los sentimientos de tu pareja, deben conversar al respecto.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Comunicarte con tu pareja

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    Anota los temas sobre los que quieres conversar. Tal vez te sientas abrumado, enfadado o frustrado. Antes de dirigirte a tu pareja, tómate un poco de tiempo para anotar tus preocupaciones. Anotar tus pensamientos y sentimientos puede ayudarte a aclarar lo que es importante para ti, lo que quieres decir y cómo quieres decirlo.
    • Si estás enojado con tu pareja, anota algunos ejemplos de su comportamiento con los que te sientes incómodo. Asegúrate de comprender bien los problemas que te gustaría abordar y cómo quieres abordarlos.
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    Hablen de manera abierta. Sé sincero y honesto sobre lo que sucede, pero hazlo con amabilidad. Tu pareja podría ponerse a la defensiva si percibe una crítica u opinión negativa, así que asegúrate de dirigirte a tu pareja con el corazón abierto. Si no puedes pensar en nada bueno que decir, tal vez quieras reconsiderar seguir con tu pareja.
    • Comunícate de manera abierta y sé amable cuando interactúes con ella.[6]
    • En vez de atacar a tu pareja o ponerla a la defensiva, dile algo que le demuestre que la valoras o elógiala primero. Después, puedes llevar la conversación hacia lo que ambos quieren cambiar.
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    Expresa tus sentimientos. Ten en mente que, si sientes algo, tus sentimientos son válidos. Aunque no hayas estado bien informado o que tus sentimientos vengan de un malentendido, está bien que te sientas de esa forma y que expreses tus sentimientos. No permitas que tu pareja minimice tus sentimientos.
    • Para no culpar a tu pareja, usa oraciones en primera persona.[7] Por ejemplo, en vez de decir “Me ignoras todo el tiempo”, dile “Me siento mal cuando te distancias de mí. Siento que no quieres estar conmigo”.
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    Dile lo que necesitas. Dile lo que esperas de tu pareja y de la relación. Está bien que tengas preferencias y que se las digas.[8] Si reprimes tus necesidades por temor a empezar una discusión, pregúntate si eso te ayuda. ¿Puedes dejarlo pasar o acumulas un resentimiento a medida que evitas conversar al respecto?
    • Si la tardanza de tu pareja en realidad te molesta y te hace sentir que te falta el respeto, díselo. En vez de culparlo, enfatiza cómo te sientes. Dile “En realidad me molesta cuando llegas tarde todo el tiempo. Me hace sentir que no valoras mi tiempo. Me gustaría que te esforzaras más en llegar a tiempo, por favor”.
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    Pídele que te escuche. Si quieres decirle todo sin que te interrumpa, díselo a tu pareja. Para las personas, es fácil interrumpir a los demás o querer defender sus palabras o acciones, pero pídele que te deje terminar. Si sientes que tu pareja no te escucha, tal vez quieras conversar al respecto más tarde.
    • Dile “Quiero escuchar lo que tengas que decir, pero ahora me gustaría hablar y que me escuches. Después, podemos cambiar de roles”.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Seguir con la relación

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    Establece límites. Esto les permite interactuar con respeto y mantener los límites adecuados. Los límites también pueden ayudarles a no suponer nada.[9] Si supones que tu pareja comparte tus sentimientos y pensamientos, puedes terminar con muchos problemas y malentendidos. Puedes establecer un límite para que tu pareja no use un lenguaje profano ni despectivo contigo, ni hable mal de tu familia.
    • También puede ser útil establecer límites con respecto a la hora. Por ejemplo, puedes empezar una conversación seria y después darte cuenta de que debes salir para recoger a tu hermana. Dile “Quiero escuchar lo que tienes que decir y puedo prestarte toda mi atención en cinco minutos”. También podrías decirle “Si colocas todos los platos en el lavabo a las 8 p. m., los lavaré con gusto”.
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    Lleguen a un acuerdo para realizar cambios. Las relaciones funcionan mejor cuando ambas personas aceptan hacer cambios y cooperar.[10] Juntos decidan qué cambios deben realizar y después encuentren formas de convertirlos en realidad. No esperes que las cosas cambien sin ningún esfuerzo; prepara un plan que les ayude a los dos a ceñirse a los cambios.
    • Debes pensar que las relaciones pueden ayudarles a crecer y que llegar a acuerdos y realizar cambios puede ayudarles a ambos a desarrollarse y a satisfacer sus necesidades.[11]
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    Deja los resentimientos de lado. Si le guardas resentimientos a tu pareja por algo que hizo, déjalos de lado.[12] Al final, depende de ti dejar la relación; no es justo que te sientas mal por lo que sucedió y no es justo para ella que se quede esperando hasta que lo superes. Si crees que mereces que te traten bien y no como tu pareja lo hizo, depende de ti seguir con ella o no.
    • Es cierto que uno se siente mal cuando su pareja lo engaña o lastima de alguna manera. Sin embargo, piensa en cómo la tratabas antes de ese acontecimiento. ¿La tratabas bien o con amor? Si no la puedes tratar con respeto ahora, tal vez quieras considerar si vale la pena seguir con la relación.
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    Define algo razonable con respecto a lo que esperas de la relación. Una vez que hayas mencionado lo que te preocupa, piensas y sientes, quizás descubras que tú y tu pareja ven las cosas de una manera diferente. Lo que opinas de tratar bien a alguien en una relación puede ser diferente de lo que opina tu pareja y tendrán que llegar a un acuerdo. Conversen sobre lo que esperan de una relación y cómo llegar a un acuerdo para cumplir con esas expectativas tan importantes.
    • Si ambos le dedican tiempo a la relación, es importante que lleguen a un acuerdo y cooperen en los temas delicados.[13] Por ejemplo, si no están de acuerdo con respecto al tiempo que pasan con su familia política, lleguen a un acuerdo para cumplir con sus deberes con su familia de vez en cuando.
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    Determina si esta relación es para ti. Si te sientes mal, sientes que tu pareja te falta el respeto o no te trata bien, reconsidera si esta es una buena relación para ti. Piensa en por qué reprimes tus sentimientos, a pesar de sentir que algo está desequilibrado. Sé honesto contigo mismo y pasa tiempo pensando en lo que es mejor para ti.
    • Recuerda que no puedes cambiar a alguien. Si esperas a que tu pareja cambie o das excusas para justificar su comportamiento, puede ser una señal de que no es la mejor opción para ti.
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Consejos

  • No converses con él por correo electrónico ni por teléfono. El lenguaje corporal puede serte de gran ayuda.
  • Siempre hablen en privado. No metas a otros en la relación.
  • Confía en tus instintos. Si sientes que algo no va bien, es probable que así sea.
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Advertencias

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Acerca de este wikiHow

Tasha Rube, LMSW
Coescrito por:
Máster en Trabajo Social con licencia
Este artículo fue coescrito por Tasha Rube, LMSW. Tasha Rube es una trabajadora social con licencia con sede en Kansas City, Kansas. Tasha está afiliada al Centro Médico VA Dwight D. Eisenhower en Leavenworth, Kansas. Recibió su maestría en Trabajo Social en la Universidad de Missouri en 2014. Este artículo ha sido visto 36 331 veces.
Categorías: Relaciones personales
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