Si parece que tus amigos siempre se burlan de ti, quizás debas analizar las cosas un poco más de cerca para determinar si en verdad son tus amigos. Esto es diferente en el caso de los acosadores, los cuales esperan hacer que te molestes. Un verdadero amigo no querrá hacer nada que te moleste mucho. Molestarse un poco es común entre los amigos, pero si siempre parece que las burlas provienen de una sola persona, o si ocurren todo el tiempo, no tienes que soportarlo. Si puedes aprender la manera de desviar las burlas, no tendrás que lidiar tanto con ellas.

Método 1
Método 1 de 4:
Lograr que te molesten menos

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    Aprende a reírte de ti mismo. Podrías tener muchas dificultades para lograrlo si te sientes avergonzado o cohibido, pero es un paso muy importante. Los chicos pueden ser muy crueles en ocasiones y, en comparación con los adultos, suelen ser menos considerados en las relaciones entre ellos. Si es evidente que estás molesto, esto hará que algunas personas actúen con crueldad y te molesten incluso más.
    • Es de mucha importancia que aprendas a reírte de ti si has cometido un error público evidente, como derramar una bebida, tropezarte con algo o soltar algo que llevabas.
    • Observa la forma en la que un chico popular lidia con esta situación. Por lo general, se burlará de ello de inmediato (“¿Qué me ocurre hoy? ¡Me estoy tropezando con todo!”). Es probable que sus amigos lo molesten por distraído. Esto también ocurre en los grupos de “chicos geniales”. Luego de un minuto, moverá los ojos con desdén y les dirá a sus amigos que se detengan, y empezarán a hablar sobre otra cosa.
    • Olvídate de ello. Todos hacemos algo vergonzoso de vez en cuando. Intenta dejar de pensar en ello y haz un esfuerzo verdadero por olvidarlo. Esto les indicará a las personas que te rodeen que ya no es algo importante.
    • Al inicio se sentirá poco natural, así que solo debes forzarte a hacerlo. ¡Se volverá más fácil con un poco de práctica!
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    Actúa de forma segura. No tienes que sentirte seguro en todo momento, pero haz tu mejor esfuerzo para lucir así. Si luces más seguro, será menos probable que se burlen de ti. Las personas consideran que la seguridad es intimidante. Si no pueden predecir lo que vas a decir, no se arriesgarán a molestarte, ya que saben que lucirán como tontas si les respondes de forma ingeniosa.
    • Intenta disminuir la velocidad con la que hables. Al sentirnos nerviosos, solemos hablar con más rapidez; por ello, si hablas con más lentitud, lucirás más seguro.[1]
    • Observa tu lenguaje corporal. Podría parecer algo trillado, pero trata de pararte erguido con los hombros hacia atrás y el mentón levantado. Esto no solo te hará lucir más seguro, también sentirás más seguridad de verdad.[2]
    • Inicia una conversación con tu vecino de edad avanzada de al lado, un amigo de tu mamá o el hermano pequeño de tu amigo. Conversa con personas que sepas que no te molestarán, y cuando tus amigos no estén cerca para ponerte nervioso. Mientras más practiques, mayor será la facilidad con la que hables con las personas en situaciones más estresantes.
    • Ten en cuenta que es probable que las personas no te presten tanta atención como crees. Todos los chicos que te rodeen (incluidos los más populares) están totalmente obsesionados con sí mismos. En lugar de prestarte mucha atención, estarán demasiado ocupados preocupándose por no decir algo tonto cerca de la persona que les guste, o por si sus amigos notarán que su cabello luce mal. Por ello, no te preocupes de forma automática pensando que todos te mirarán al ingresar a una habitación. En la mayoría de los casos, no lo harán.
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    Saca provecho de ello. En ocasiones, puedes emplear las burlas a tu favor, si se trata de algo que no te molesta mucho o si sospechas que te molestan por envidia. Un ejemplo grandioso de ello es cuando los chicos se burlan de un amigo por su ropa, en particular si creen que intenta impresionar a una chica. En lugar de molestarse, tan solo puede sacar provecho de ello al decir algo como “Sí, es un sombrero nuevo, está bien... ¡y también me hace lucir bien!”.
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    Ignóralo. Existe un truco para este método, pero si puedes dominarlo, será muy eficaz en muchos tipos diferentes de situaciones sociales incómodas. Cuando se burlen de ti, mantente relajado y luce un poco molesto, pero no furioso. Repite en tu mente algo como “Está bien chicos. Ya basta de bromas, maduren”.
    • No ignores sus charlas por completo, o lucirás como si estuvieras molesto y te tomaras las cosas con demasiada seriedad.
    • No estés de acuerdo con ellos ni te denigres; de lo contrario, los animarás a ser más crueles.
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Método 2
Método 2 de 4:
Responder a las burlas

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    Aprende a responder a las burlas. Una habilidad importante para la vida consiste en responder a las bromas de los demás sin ser demasiado cruel. Burlarse un poco es algo normal en la vida. Si puedes bromear un poco y tratar a los demás tal como te tratan, no te molestarán tanto.[3]
    • Algunas personas molestan a sus amigos y su pareja por afecto. En verdad creen que están siendo divertidas. Te admirarán si puedes responder a sus burlas sin molestarte.
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    Devuélveles la broma de manera divertida. Por ejemplo, si un amigo ha empezado a molestarte de forma repentina con un chico, podrías decirle algo como “¿Por qué ha empezado a interesarte tanto mi vida amorosa de un momento a otro?”. Por otro lado, si te han molestado por tu nuevo look, podrías decir algo como “¿Desde cuándo mi peinado se ha vuelto el tema más fascinante sobre el cual este grupo tiene que conversar?”.[4]
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    Toma nota. Presta atención cuando estés cerca de alguien que sea bueno para desviar las críticas y pueda responder con sus ocurrencias cuando lo molesten. Observa la forma en la que lidia con ello, el tipo de cosas que dice y la reacción que obtiene. Cuando te molesten, puedes pensar algo como “¿Qué haría esta persona en esta situación?”.
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    Emplea el método de responder afirmativamente y agregar más información. Tus amigos podrían molestarte porque sienten que estás cambiando y temen que los dejes atrás. Se burlarán de ti porque es más fácil que evolucionar contigo, ya que el cambio puede ser muy aterrador. Si puedes igualar su broma llevando las cosas incluso más allá, esto les demostrará que sigues siendo la misma persona por dentro y que no es necesario que se sientan amenazados.[5]
    • Tu amigo puede burlarse si usas una chaqueta de cuero nueva diciéndote algo como “¿Esa chaqueta nueva es la de Fonzie?”. Puedes decirle “Sí, y... eso no es todo. Mañana saltaré sobre un acuario lleno de tiburones con mi motocicleta”.
    • Cuando usas una nueva bufanda, tu amigo podría decirte algo como “¡Amigo! ¿Es la bufanda de tu novia?”. Puedes responderle diciendo “¡Así es! Y... también estoy usando su ropa interior”.
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Método 3
Método 3 de 4:
Mejorar tus amistades

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    Diles si una broma te molesta. Es normal que los amigos se molesten un poco; no obstante, si ocurre con tanta frecuencia que te molesta, es probable que se haya salido de control. Quizás tus amigos ni siquiera sepan cuánto te molesta. Asegúrate de confrontar a cada amigo por separado, lejos del grupo. Si intentas callarlos mientras la burla ocurre, esto solo podría hacer que te molesten más.
    • Sé claro con tus expectativas. ¿Ha habido un incidente en particular que te haya molestado? ¿Qué podría haber hecho diferente esta persona que podrías haber considerado aceptable?
    • Ten en cuenta que algunas personas se burlan de otras porque forma parte de su personalidad. Es probable que tu amigo no pueda evitar molestarte de nuevo en algún momento. No intentes obligarlo a que te haga una promesa que sabes que no podrá cumplir. Ambos terminarán resentidos el uno con el otro.
    • Intenta ser específico. Si hay un tema específico que te gustaría que no tocará, pregúntale si podrá evitar molestarte con ello. Por otra parte, si tienes un amigo que siempre parece incitar a uno de tus amigos, pregúntale a este último si alguna vez lo ha notado. Pídele que le preste atención en el futuro.
    • No le eches la culpa a tu amigo, ya que solo harás que se ponga a la defensiva. No preguntes algo como “¿Por qué siempre eres tan cruel conmigo?”. En lugar de ello, di algo como “Me molesta mucho que las personas se burlen de mí por mi peso, ¿podrías apoyarme cuando todos empiecen a hacerlo?”.
    • Indícale que lo pasarás por alto durante el tiempo en el que intenten resolver las cosas. Di algo como “Hemos sido amigos por mucho tiempo, ¿no es así? Esto es lo único que me molesta. Si simplemente puedes tratar de prestarle atención en el futuro, todo estará bien entre nosotros”.
    • Si sabes que a veces reaccionas de forma exagerada a las burlas o tienes dificultades para reírte de las cosas cuando sabes que deberías hacerlo, dile a tu amigo que estás esforzándote para mejorar. Di algo como “Sé que a veces puedo ser muy sensible, y estoy tratando de cambiarlo. ¿Puedes molestarme menos hasta que sea menos susceptible a las bromas?”.[6]
    • Sin embargo, no ignores sus bromas si se comporta como un patán. En ocasiones, las personas encubren su acoso al decirle a la víctima algo como “Oye, ¡tómatelo con calma!” o “¿No tienes sentido del humor?”. Si este es tu caso, no te culpes.
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    Pregúntale si algo le molesta. Algunas personas se burlan de otras porque tienen un problema contigo y no son lo suficientemente valientes como para confrontarte sobre ello. Ellas intentarán mencionarlo en la conversación fingiendo que es una broma. Si crees que este es el caso, conversa con tu amigo a solas y pregúntale si hay algo de lo que quiera hablarte. Dile que últimamente sus burlas se han vuelto algo crueles, y que te gustaría conocer el motivo.[7]
    • Emplea este método con los amigos que de pronto hayan empezado a molestarte, o si sus bromas ligeras se han vuelto crueles.
    • Es probable que haya una mala comunicación entre ustedes, y luego de aclararlo, las burlas podrían detenerse por completo.
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    Determina el motivo por el que lo hace. En ocasiones, tus amigos te molestan porque se sienten amenazados por ti, si consideran que te estás volviendo más popular que ellos. Ellos tan solo intentan obtener la atención del grupo, incluso si es negativa. Ellos pensarán que si te denigran, lucirán mejor.[8]
    • Si de un momento a otro te molestan más de lo habitual y no puedes determinar el motivo, esto podría deberse a que las personas están empezando a considerarte más atractivo o seguro de lo que solías ser. En este caso, anímate, ¡ya que podría ser algo bueno!
    • Reflexiona si ha ocurrido algo en la vida de tu amigo que podría hacer que se sienta inseguro. Podría atacar verbalmente para desviar la atención lejos de él. Esto podría no guardar relación contigo en lo absoluto.
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    Debes estar dispuesto a olvidarlo. No armes un problema por ello y no exijas una disculpa. Un buen amigo se disculpará sin que se lo pidan, cuando se dé cuenta de que en verdad estás molesto. No obstante, si intentas obligarlo a sentirse mal cuando considera que no es un gran problema, solo se resentirá contigo por ello. Si quieres que sigan siendo amigos, dile que las cosas estarán bien entre ustedes siempre y cuando te moleste menos.
    • Si sigue molestándote luego de haber aceptado cambiar, podrías tener que culminar la relación. Si cuentas con personas tóxicas en tu vida, esto te generará mucho estrés innecesario.
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Método 4
Método 4 de 4:
Lidiar con los acosadores

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    Ve a la ofensiva. Tal como indica el dicho, “La mejor defensa es un buen ataque”. Una manera de evitar las burlas es detenerlas antes de que empiecen, si crees que puedes lograrlo. Por ejemplo, si en cuarto grado siempre te molestaba una persona determinada, intenta hablarle justo cuando te sientes. Emplea un tono humorístico casual y dile algo como “Oh, está bien, son las 2:00, debe ser el momento de hablar nuevamente de mi cabello”. El truco consiste en hacer que la persona que te atormenta luzca aburrida y predecible.
    • Si puedes hacer que sus amigos se rían contigo, podrás desviar sus burlas hacia ella. Las personas que molestan a otros suelen estar en grupos en los que también se molestan el uno al otro.
    • Lo último que un acosador desea es verse avergonzado frente a sus amigos.
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    Toma el control de la situación. Si te sientes seguro de poder lidiar con una táctica más agresiva, puedes tratar de recuperar el control de la conversación. Podrías ser capaz de tranquilizar a la persona si puedes identificar el motivo subyacente por el que hostiga. Asimismo, si puedes descubrir el motivo por el que te acosa, es probable que puedas encontrar otra forma de solucionar las cosas sin tener que pelear.[9]
    • Siempre que el acosador te haga una pregunta, respóndele pidiéndole que se explique. Di algo como “¿Por qué piensas así?” o “¿Qué te hace creer que he hecho algo así?”.
    • Procura no perder los papeles o lucir como alguien sarcástico, ya que esto solo enfurecerá más a la persona.
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    Nunca te burles de nadie. Perderás la autoridad moral de inmediato si te descubren molestando a otras personas, incluso si se trata de los amigos que se burlan de ti de la peor forma. Si empiezas a molestarlos, creerán que formas parte del juego. Algunos chicos en realidad disfrutan burlándose de los demás, y no les importará hacer burlas o recibirlas. Estas suelen ser las chicas rudas que tienen cuatro hermanos mayores. Te volverás parte del juego tan pronto como empieces a burlarte de otras personas. Defiéndete, pero no seas cruel.
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    Acúsalos. Si la situación se vuelve demasiado mala y no puedes encontrar una manera de controlarla, podrías tener que hablar con un padre o profesor. Es probable que ellos puedan encontrar una manera de abordar la situación sin que nadie sepa que eres tú quién los ha acusado.[10]
    • Debes tener cuidado con este método, ya que si el acosador descubre que lo has acusado, te tratará incluso peor.
    • Tu seguridad y bienestar mental son más importantes que tu reputación. Si crees que un acosador podría volverse violento, debes acusarlo por tu propio bien y el de los demás chicos que sean víctimas de abuso.
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Acerca de este wikiHow

Katie Styzek
Coescrito por:
Consejera escolar profesional
Este artículo fue coescrito por Katie Styzek. Katie Styzek es consejera escolar profesional en las Escuelas Públicas de Chicago. Obtuvo una licenciatura en educación primaria con especialización en matemáticas de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Se desempeñó como maestra de matemáticas, ciencias y estudios sociales en la escuela secundaria durante tres años antes de convertirse en consejera. Tiene una maestría en educación en Consejería Escolar de la Universidad DePaul, además de una maestría en Liderazgo Educativo de Northeastern Illinois University.También tiene una licencia de consejera escolar de Illinois (Personal de servicio tipo 73), una licencia de directora de Illinois (anteriormente tipo 75) y una licencia de enseñanza de educación primaria de Illinois (tipo 03, K - 9). También tiene una certificación de la Junta Nacional en Consejería Escolar a cargo de la Junta Nacional de Estándares de Enseñanza Profesional. Este artículo ha sido visto 35 827 veces.
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