Los perros que se portan bien saben que el humano está al mando. Para tener un perro que haga lo que quieres debes establecer el control. Existen muchas formas positivas para hacerlo. Nunca establezcas el control lastimando a un perro.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Recompensar al perro cuando te escucha

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    Dale al perro un premio u otra recompensa positiva cuando haga lo que quieres. De esta forma establecerás que tú eres quien manda y por lo tanto quien decidirá si el perro recibe o no una recompensa.
    • Prueba con premios de alimento como un hueso para perro, una galleta o pequeños trozos de salchicha. Averigua con qué alimento responde mejor el perro, ya que puede variar entre animales.
    • Algunos perros responden mejor a refuerzos positivos que no son alimentos, como juguetes, una caricia en la barriga o una caminata rápida. Averigua qué funciona mejor para tu propio perro.
    • Es importante no usar refuerzos negativos que puedan dañar al perro. La fuerza física y la crueldad pueden ser ilegales y además, no funcionarán bien con un perro. Ellos responden ante el amor y las recompensas, no ante los gritos y la intimidación.
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    Sé muy consistente con las reglas y las recompensas. Es importante que el perro sepa qué esperar. No puedes esperar que un perro piense que tienes el control si constantemente modificas las expectativas. Para un perro los cambios constantes de reglas denotan debilidad.
    • Asegúrate de que todas las personas en casa sigan las reglas y el régimen de recompensas para que el perro no se confunda. No le des señales contradictorias.
    • Debes ser paciente y comprender que puede tomar un tiempo entrenar al perro apropiadamente. Es más fácil hacerlo cuando el perro es joven, pero de cualquier forma, llevará algún tiempo. Usa órdenes repetitivas (por ejemplo, decirle al perro “sentado” y usarlo varias veces al día).
    • El perro necesita saber que no hay “comida gratis". Por ejemplo, no debe recibir alimento antes de obedecer una orden. Dale al perro una estructura clara y consistente. [1]
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    Sé muy firme tanto al felicitar como al desaprobar su comportamiento. Permite que el perro sienta tu dominio incluso al felicitarlo. Puedes hacerlo colocando las manos firmemente sobre el perro y abrazándolo. No lo felicites con timidez. Demuestra fortaleza amablemente.
    • El perro deberá aprender a obedecerte a la primera orden. Si terminas repitiendo sin cesar, el perro no lo percibirá como firmeza o fortaleza y perderás el control.
    • Siempre termina las órdenes que le das a un perro. Si dudas o haces excepciones, el perro aprenderá que no eres tan firme después de todo. Perder la paciencia y el control con el perro denota debilidad.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Hacerle saber al perro quién manda

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    Asegúrate que el perro sepa que su lugar no está en la parte más alta del grupo familiar. Algunos comportamientos humanos pueden alentar a un perro a pensar que es quien domina en la casa.
    • Haz que el perro espere por su comida después de que los humanos hayan comido y no lo alimentes en la mesa.[2]
    • Controla todos los aspectos de los hábitos alimenticios del perro. El perro comerá cuando tú digas que coma. El perro comerá cuando lo sueltes para comer aunque sea un bocado. El perro debe trabajar para ganarse el alimento.[3]
    • También controla los juguetes del perro. El perro obtendrá únicamente uno o dos juguetes al día y tú los elegirás. El perro debe observarte controlando los objetos, guardándolos y sacándolos. Si el perro intenta guardar el juguete, lo perderá por un día.
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    Haz que el perro se quite de tu camino varias veces al día. Si realmente eres quien domina la situación, no caminarás alrededor de un perro que está dormitando en medio del pasillo.
    • El perro debe tratarte como a un padre, no como a un hermano. Mantén el control y la calma, pero continúa siendo dominante. Camina hasta el perro y arrastra los pies hasta que se levante y se aparte del camino.
    • En ocasiones, el silencio puede ser más dominante para un perro. Usa órdenes verbales cuando realmente las necesites. Mantén la calma en todo momento. Mantén el mando de forma tranquila y silenciosa.[4]
    • Asegúrate de controlar el acceso a las puertas. Tú estás al mando de la casa, no el perro.
    • No permitas que el perro salte salvajemente sobre ti cuando llegues a casa. Salúdalo al último e ignóralo si salta de arriba abajo.
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    No permitas que el perro esté en lugares más altos que tú. Esta es una forma en que los perros adquieren una sensación de poder. Por ejemplo, no deben estar en la parte superior del sofá mirándote hacia abajo. [5]
    • Esto significa que no es buena idea permitir que el perro duerma en la cama, ya que asociará el lugar más cómodo para dormir con la jerarquía. Si debes tener al perro en la cama, haz que duerma al pie de la cama y no sobre la almohada. Mejor aún, ponle una cama en el suelo.
    • No luches con el perro en el suelo de manera juguetona, ya que si el humano está a su nivel pensará que es igual o menos que él.[6]
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    Usa el tono de voz para permitir que el perro sepa cuando desapruebas su comportamiento. Los perros no necesariamente saben lo que significan las palabras humanas, pero comprenden los sonidos y el tono.
    • Si estás feliz con el perro, indícaselo variando el tono de voz a uno más agudo. Sin embargo, cuando quieras darle una orden o indicarle desaprobación si no obedece, usa un tono de voz más grave.
    • Usa gestos con las manos para enfatizar las órdenes verbales.
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    Utiliza el contacto visual con el perro para establecer el dominio. Los perros usan el contacto visual para determinar quién tiene el control. Si apartas la mirada primero, pierdes.
    • Desviar la mirada reforzará el dominio del perro. No hagas competencias de miradas con el perro, solo míralo a los ojos firmemente cuando le des una orden.[7]
    • Nunca querrás estar en una situación en la que el perro ocupe una posición más alta y que tú desvíes la mirada. Esa es la receta para perder el control rápidamente.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Controlar al perro con técnicas de entrenamiento

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    Intenta entrenar al perro con una correa. Una forma de controlar a un perro es llevándolo a dar largas caminatas con una correa. Cuando lo hagas, asegúrate de establecer el control o no servirá de nada.
    • Mantén al perro con la correa corta y permanece delante de él o a su lado. Tú eres quien manda, no el perro. Si el perro no está entrenado, no permitas que corra salvajemente sin correa. El perro debe aprender que el humano está al mando. Usa órdenes para detener al perro varias veces durante las caminatas.
    • Intenta jugar a “luz roja, luz verde” con el perro. Llévalo a caminar con correa. Cuando corra o camine hacia adelante hasta el punto de tirar del extremo de la correa, di luz roja y detente por completo. Espera. Cuando el perro deje de tirar, llámalo. Cuando regrese, dile “sentado” y dale un premio cuando lo haga. Reanuda la caminata.[8]
    • Usa premios para recompensar al perro por caminar a tu lado e intenta caminar rápido. Cada par de segundos que el perro permanezca caminando a tu lado, ponle un premio en la boca. Si se aleja mucho hacia adelante, al costado o detrás, no obtendrá un premio. El perro no tendrá tantas oportunidades para alejarse.[9] .
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    Usa una jaula para entrenar al perro. Elige una jaula en la que el perro pueda estar de pie y moverse un poco. Puedes usar la jaula para reforzar los métodos de entrenamiento que le mostrarán al perro que tú tienes el control.[10]
    • Pon un juguete nuevo o un premio dentro de la jaula y deja la puerta abierta. Espera a que el perro entre a la jaula para recogerlo. Acarícialo y recompénsalo cuando salga. Repite el proceso. Cierra la puerta de la jaula y no abras la puerta hasta que haya estado tranquilo por algunos minutos.[11]
    • Haz un horario y cúmplelo. Cuando abras la jaula, saca al perro y llévalo a hacer del baño inmediatamente. Con el tiempo, el perro entenderá que solo puede ir al baño en cierto lugar.
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    Intenta adiestrar al perro con un clicker. Puedes usar un pequeño clicker para controlar al perro. Los venden en muchas tiendas para mascotas. [12]
    • El clicker es una pequeña caja de plástico que puedes sostener con la mano. Cuando quieres que el perro haga algo lo presionas y emitirá un sonido de click.[13]
    • Cuando el perro siga la orden recompénsalo con un premio. Con el tiempo, el perro considerará el clicker casi como un lenguaje, aprenderá que seguir las órdenes (el click) tendrá como resultado una recompensa positiva.
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    Consigue ayuda de una persona capacitada para controlar perros. Si el perro se ha vuelto muy agresivo y muestra señales de peligro, como gruñidos o recursos de defensa, es importante que actúes pronto.
    • Contacta al veterinario local y pídele referencias de entrenadores de perros o clases de adiestramiento confiables. Ten claro cuándo necesitas ayuda.
    • Si el perro es un peligro para los niños o para otros, necesitas contactar a Humane Society enseguida. Está mal poner a otros en peligro porque no puedes controlar al perro.
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Consejos

  • Vale la pena repetirlo, nunca seas cruel con un perro ni trates de controlarlo infringiéndole dolor físico.
  • Al mismo tiempo, mantente al mando. No es cruel hacerle saber al perro que debe obedecer lo que le dices.
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Advertencias

  • Es posible que el perro no entienda las órdenes. Si parece confundido cuando le das una orden, no lo regañes. Solo continúa trabajando con él hasta que aprenda la orden. No debes castigar a un perro por no hacer algo que no sabe cómo hacer.
  • Nuevamente, si tienes que lidiar con un perro muy agresivo, debes actuar de inmediato. Pídele una referencia al veterinario local y llama enseguida al entrenador de perros. Ten claro cuándo necesitas ayuda.
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Acerca de este wikiHow

Toni Woods
Coescrito por:
Adiestradora de perros profesional
Este artículo fue coescrito por Toni Woods. Toni Woods es una adiestradora canina profesional y propietaria de Spot on Dog Training en Washington DC. Con más de 15 años de experiencia, Toni se especializa en mejorar las relaciones entre los perros y sus familias, así como en aliviar el sufrimiento de los perros que experimentan ansiedad por separación. Tiene una licenciatura en biología de la Universidad de Wittenberg y ha impartido la materia de Biología por nueve años. Actualmente dedica su vida a ayudar a perros que sufren ansiedad por separación.
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