Existen pocas cosas tan frustrantes como encontrar un perro callejero haciendo sus necesidades en el césped que cuidas con tanta dedicación. Si tienes mascotas, su comportamiento puede cambiar de forma negativa si otro perro marca su territorio ahí. Además, los perros se sienten atraídos por los olores de otros perros, lo que quiere decir que este problema puede incrementarse exponencialmente. Sin embargo, existe una enorme cantidad de soluciones naturales, artificiales e incluso sociales que puedes implementar para cortar el problema de raíz.

Método 1
Método 1 de 3:
Probar remedios caseros

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    Esparce bicarbonato de sodio en los alrededores. Prepara una solución de agua y bicarbonato de sodio; utiliza aproximadamente una taza de bicarbonato de sodio por cada galón de agua. Aplica la solución en el perímetro y en el lugar donde hay orina de perro. Repite este proceso al menos dos veces por semana.
    • El bicarbonato de sodio también protegerá las plantas del daño causado por la orina de perro.
    • El bicarbonato de sodio neutralizará el olor de la orina de perro, lo que será bueno para tu nariz, y detiene la conducta territorial que atrae a los perros al olor de la orina de otros perros.[1]
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    Rocía vinagre en los alrededores. Rociar vinagre sin diluir en el perímetro del césped ayudará a crear una especie de cerca invisible que repele tanto a perros como a gatos. Si un perro deambulante huele el césped, se irá en dirección opuesta. Pero no olvides que tendrás que volver a aplicar el vinagre a diario. Asimismo, intenta aplicarlo en el lugar donde está la orina de perro.
    • El vinagre también sirve como herbicida natural y mata varios tipos de maleza. Sin embargo, es por esta misma razón que debes evitar rociarlo en todo el césped, ya que podría dañar las plantas.
    • El vinagre neutraliza el olor de la orina de perro, lo que será bueno para tu nariz, y detiene la conducta territorial que atrae a los perros al olor de la orina de otros perros.
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    Cambia el fertilizante. Muchos perros tienen reacciones fuertes al olor de la materia orgánica.[2] Intenta utilizar un nuevo fertilizante si el que usas actualmente parece atraer a los perros. Generalmente, el olor de la harina de sangre, de pescado o de huesos los atrae. Por ello, se recomienda que utilices uno a base de plantas.[3]
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    Planta lavanda o arbustos puntiagudos. Por genética, a los perros les molesta el olor a lavanda. En ocasiones, este olor también puede ser desagradable para los humanos.[4] Asimismo, puedes colocar plantas puntiagudas o espinosas en el perímetro del césped para crear una barrera natural contra los perros invasores.[5]
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    Ten cuidado con cualquier otro remedio casero. Existe una gran cantidad de soluciones caseras, sobretodo la pimienta roja o de Cayena, que pueden lastimar a los perros.[6] Asimismo, evita utilizar café molido, mordazas, ajo en polvo, tabaco, amoniaco y detergentes para alejar a los perros.[7]
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Método 2
Método 2 de 3:
Trabajar en conjunto con tus vecinos

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    Sé buen vecino. El primer paso hacia tu objetivo, mantener a los perros fuera del césped, es convencer a los dueños de dichos perros para que cooperen. Sé amistoso con tus vecinos. Demuestra tu descontento con la situación del césped sin culparlos a ellos ni a sus mascotas. Lo ideal es que empiecen a vigilarlos con mayor cuidado si saben que los perros podrían causar problemas.[8]
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    Sugiere que el césped no es seguro. Si no es posible que cooperen de manera amistosa y no tienes problema con ser algo deshonesto, dile a tus vecinos que el césped ha sido tratado con químicos para ahuyentar mapaches o zorrillos y que podría ser peligroso para los perros.[9]
    • Existen muchas razones por las cuales esta no es una solución tan óptima. Podría provocar una reacción negativa. Asimismo, mentir evitará que puedas llevar tu queja ante las autoridades más adelante.
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    Confronta a tus vecinos. Si conoces al dueño del perro responsable del problema, considera comunicarte directamente con esa persona. Sé casual; invítalo a cenar o a tomar unos tragos. En lugar de acusarlo, asume que no tiene conocimiento de la situación y que debes informarle lo que sucede. Si el dueño acuerda hacer algo al respecto, puedes dejar el tema de lado. Por el contrario, si sigues quejándote, podrías empeorar la situación y poner en riesgo cualquier acuerdo al que hayan llegado.[10]
    • Si no pueden acordar algo, envía una queja formal por escrito. Conserva una copia de modo que puedas presentársela a las autoridades como prueba de que intentaste resolver el problema.[11]
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    Reporta a los vecinos. Revisa las ordenanzas locales para ver si hay alguna que requiera que los dueños limpien los desechos de sus perros; por lo general, las hay.[12] Toma una fotografía del perro orinando o defecando en tu jardín y llama al servicio de control animal para reportar la infracción.
    • Por lo general, puedes encontrar las ordenanzas locales en la página de Internet del municipio. Busca la página de tu ciudad para ver qué es lo que dice la ley respecto a esta situación.[13]
    • Otra opción es instalar una cámara de seguridad para probar que el perro está invadiendo el césped. Esto también puede ser útil en caso de que el vecino se torne agresivo y debas probar su comportamiento lamentable a las autoridades.[14]
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Método 3
Método 3 de 3:
Tomar medidas más serias

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    Utiliza un repelente comercial para perros. Por lo general, estos productos suelen ser aerosoles o polvos y los puedes conseguir en tiendas de mascotas y de artículos de jardín. Los fabricantes utilizan una gran cantidad de aromas para repeler a los perros y la mayoría de estos productos contienen ingredientes naturales.
    • Algunos de los repelentes para perros tienen un olor amargo que le desagrada a estos animales. Otros tienen el aroma de la orina de sus depredadores, lo que los asusta y los hace huir.[15]
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    Instala irrigadores activados por movimiento. Estos están diseñados no solo para regar el césped, sino también para ahuyentar a cualquier animal que ingrese, como perros, gatos y mapaches. Coloca los irrigadores en el perímetro del césped o en algún lugar específico donde los perros suelan hacer sus necesidades. Cuando el perro pase frente al irrigador, este activará los sensores y hará que el aparato rocíe agua. Esto será suficiente para asustar a la mayoría de perros y ahuyentarlos.[16]
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    Coloca una cerca. Nada puede repeler a los animales como lo hace una barrera física. Los perros que buscan un lugar para hacer sus necesidades sin problema evitarán un área cercada y se dirigirán a otra que no tenga protección. Asegúrate de mantener la puerta cerrada y vigila el perímetro periódicamente para ver si algún perro persistente ha cavado un agujero.
    • Si ya tienes una cerca, verifica si hay algún agujero que debas reparar. Asimismo, puedes conseguir una cerca eléctrica, pero esa solución es bastante extrema.
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    Utiliza un repelente ultrasónico. Estos también se activan con el movimiento. Puedes colocar el mecanismo en un cobertizo, en un árbol o en una cerca. Conforme el perro se acerque, los sensores se activarán y harán que el repelente emita ondas sonoras sónicas y ultrasónicas cuyo propósito es fastidiar al animal.
    • Aún no se sabe con seguridad cuán efectivos son estos aparatos. Hasta conseguir mayor evidencia que respalde su funcionamiento, probablemente sea mejor que esta sea tu última opción.[17]
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Acerca de este wikiHow

Alexis Toriello
Coescrito por:
Consultora certificada en comportamiento canino
Este artículo fue coescrito por Alexis Toriello. Alexis Toriello es consultora certificada en comportamiento canino, así como fundadora y presidenta ejecutiva de Zen Dog Training en Nueva York. Su tiempo trabajando como especialista en comportamiento canino en varios refugios de animales la ha hecho experta en evaluar, rehabilitar y entrenar perros. Además de ser consultora asociada certificada en Comportamiento Canino (ACDBC), Alexis es entrenadora de perros profesional certificada con conocimiento evaluado (CPDT-KA) y candidata a una maestría en Comportamiento y Conservación Animal en Hunter College. Está certificada por la Cruz Roja Estadounidense en Primeros Auxilios Caninos y RCP, y cuenta con el respaldo de numerosos hospitales y clínicas, así como de la Sociedad Protectora de Animales de Washington. Este artículo ha sido visto 62 600 veces.
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