La coprofagia (consumo de heces) canina es un problema frecuente en los perros mascota. Nadie conoce con certeza las razones por las que los perros lo hacen. Algunos asumen que los perros podrían obtener algunos nutrientes mediante este hábito; sin embargo, es probable que esto no sea cierto en los perros bien alimentados. Es más probable que esto sea un mal hábito que busca saciar la necesidad de comer. Es difícil lograr que un perro deje de hacerlo, pero puede conseguirse. Existen algunas técnicas que puedes usar para detener este problema asqueroso que puede ser peligroso.

Método 1
Método 1 de 3:
Descartar las condiciones médicas

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    Determina si este comportamiento es normal. Existen algunos casos en el los que es normal que los perros coman heces.[1] Por ejemplo, las perras con crías necesitan lamer el trasero de sus cachorros para estimularlos y lograr que defequen; y deben hacerlo hasta que cumplan aproximadamente las 3 semanas de edad. A lo largo de este proceso, la madre consumirá las heces de los cachorros con el fin de mantener limpia el área de la camada y evitar que los depredadores la encuentren y lastimen a los cachorros.
    • Asimismo, cuando los cachorros sean jóvenes, estos consumirán de vez en cuando sus propias heces y las de otros perros. Se cree que este es un comportamiento de investigación, ya que los perros exploran su entorno con el hocico.[2] Con frecuencia, los cachorros que lo hagan abandonarán este hábito a la edad de 6 meses. Este se considerará un comportamiento anormal si persiste después de esta edad o si un perro adulto empieza a realizarlo.
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    Lleva a tu perro a un veterinario para que descarte los problemas médicos y te brinde algunos consejos. Por lo general, la coprofagia es un problema de comportamiento y no de salud. No obstante, es probable que algunos perros sean malnutridos por consumir una mala dieta, que consuman una cantidad inadecuada de calorías o que tengan un problema intestinal llamado malabsorción. Este ocurre cuando una parte del tracto intestinal o su totalidad no pueden absorber los nutrientes de manera adecuada, ya que la comida pasa por todo el tractor intestinal. Deberás acudir al veterinario para determinar si la coprofagia se debe a alguno de estos problemas.
    • Si no existe una causa médica, esta práctica desagradable se deberá a un problema de comportamiento.
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    Dale a tu perro 2 o 3 comidas pequeñas que sean nutritivas y bien equilibradas. Revisa detenidamente la comida que le des a tu perro. Revisa la parte trasera de la etiqueta de la comida para perros, y cerciórate de que la carne (no sus productos derivados) sea el primer o segundo ingrediente principal. Los productos derivados de la carne son buenos, pero deben encontrarse en una parte más inferior de la lista de ingredientes, ya que estos figuran en ella según su cantidad en la comida.
    • Si la comida cuenta con muchos productos de granos, ten en cuenta la opción de comprar una comida elaborada con más carne.
    • Si le das una comida de alta calidad a un perro que come heces, a veces esto puede detener su comportamiento o al menos disminuirlo. Con las comidas de alta calidad, el cuerpo absorbe una mayor cantidad de nutrientes, en lugar de que estos vayan a las heces.
    • Asimismo, si le das su alimento a tu perro en 2 o 3 comidas al día (en lugar de una), esto podrá mantenerlo satisfecho y hacer que no tenga hambre y busque heces que comer.
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Método 2
Método 2 de 3:
Entrenar a tu perro para que no coma heces

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    Bríndale mucha estimulación física y mental a tu perro. En algunos casos, un perro aburrido elegirá comer heces para llenar el vacío.[3] Si tu perro come heces, asegúrate de que se ejercite mucho. Un buen inicio es pasearlo por 20 minutos 3 o 4 veces al día. Si practican juegos como traer el objeto o el tira y afloja, esto también le brindará a tu perro una estimulación física y mental. Jueguen por 15 minutos o hasta que alguno de los dos se canse. Un perro cansado no tendrá energías para comer heces.
    • Los paseos harán que el perro tenga una oportunidad de contemplar nuevos paisajes, sonidos y olores. No obstante, ten cuidado con las heces de otros perros, ya que algunos se comerán las heces de otros canes.
    • Otra manera de mantener entretenido al perro es comprar un juguete dispensador de golosinas de goma dura (los juguetes Kong son un ejemplo), así lo mantendrás estimulado a nivel mental mientras encuentra una manera de sacar las golosinas del juguete. Tendrás que colocar pedazos de comida para perro, golosinas pequeñas o incluso mantequilla de maní en los agujeros del juguete. Esto hará que el perro tenga el desafío de “encontrar” su comida, lo que a veces lo mantendrá ocupado por una hora mientras intenta obtener la comida.
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    Retira todas las heces de la vista del perro. Cuando empieces a corregir el problema, tendrás que limpiar el área en la que el animal haya estado comiendo heces. Lo más probable es que se trate de tu patio. Toma una pala, un recogedor o bolsas pequeñas, y recoge todas las heces que encuentres. Con suerte, ya sabrás que debes limpiar a tu perro cada vez que defeque, ya que las heces de estos animales pueden ser un peligro para la salud pública, sin mencionar que pueden atraer a las moscas y otros insectos.
    • Cada vez que el perro defeque, tendrás que recoger sus heces con rapidez, antes de que tenga la oportunidad de comérselas. Es probable que tengas que colocarle una correa a tu perro o seguirlo cuando busque un lugar para defecar, así podrás llevártelo antes de que tenga la oportunidad de comerse sus heces. Luego de recoger las heces, deberás desecharlas de manera adecuada en un tacho de basura con una tapa hermética.
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    Haz que tu perro aprenda la orden de entrenamiento de obediencia “aléjate”.[4] Si tu perro aún no conoce esta orden, este será un momento grandioso para enseñársela. Practícala en tu casa usando golosinas pequeñas deliciosas. Vayan a una habitación sin distracciones, muéstrale al perro la golosina en tu mano y luego cierra el puño de esa mano. Deja que el perro la olfatee y luego dile “aléjate”. Es probable que el perro intente conseguirla lamiéndote la mano o empujándola con la pata. Si se detiene y voltea, di “sí” y dale la golosina. Hazlo las veces que sean necesarias hasta que tu perro se aleje del puño cerrado.
    • Ahora sostén la golosina con la mano, muéstrasela al perro y dile aléjate”. Si te mira, di “sí” y dale la golosina. Esta es la manera en la que aprenderá a mirarte cuando digas “aléjate” y a esperar hasta que digas “sí” para tomar el objeto que desee. Esto requerirá tiempo y mucha practica; por ello, tu perro deberá aprender bien esta pista antes de poder brindarle acceso a los lugares en los que pueda haber heces de perro.
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Método 3
Método 3 de 3:
Disuadir a tu perro para que no se coma las heces

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    Haz que las heces tengan un mal sabor para el perro. Si bien puedes considerar que estas ya cuentan con un mal sabor, los perros no lo creen así. Los elementos disuasivos como los aerosoles, las hojuelas de pimienta roja o la salsa tabasco pueden aplicarse de manera abundante en las heces que ya se encuentren en el suelo. Tendrás que aplicar estas substancias en las heces con frecuencia (a diario), así el perro probará una cantidad adecuada del elemento disuasivo y, con suerte, empezará a sentir repulsión por las heces.
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    Compra un suplemento (como CoproBan) que puedas agregarle a la comida. Este hará que las deposiciones tengan un sabor horrible cuando el perro las coma. Todos los animales de la casa (al menos aquellos cuyas heces consuma el perro) tendrán que consumir este suplemento con frecuencia.
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    Si el caso es grave, dale medicamentos a tu perro. En algunos casos, el hábito de comer heces se vuelve compulsivo; es decir, se convierte en un comportamiento obsesivo. En estos casos graves, el comportamiento negativo puede neutralizarse con medicamentos como Clomicalm.[5] Consulta con el veterinario para determinar si este medicamento es adecuado para tu perro.
    • Los medicamentos de este tipo tendrán que administrarse por unas semanas antes de notar los resultados. Además, para lograr eliminar el hábito con la mayor eficacia, se requerirán otras medidas como enseñar la palabra “aléjate” y recoger las heces todos los días.
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Consejos

  • Sé constante y nunca dejes que tu perro coma heces, tendrás que eliminar el hábito.
  • Ralla un calabacín en lazos delgados y blanquéalo en agua hirviendo. Déjalo enfriar y agrégalo a la comida de tu perro. Si tu perro lo considera desagradable, agrégale caldo de carne de res o yogur. El sabor amargo del calabacín disuadirá a los perros para que no coman sus heces.
  • También se les puede dar piña a los perros para tratar de hacer que sus heces tengan un mal sabor.
  • No le des comida para personas a tu perro; esto podría hacer que las heces tengan un mejor sabor.
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Advertencias

  • Si tu perro se come sus propias heces, también podría comerse las de otros animales. Tu perro puede contraer parásitos y virus de estas heces, y enfermarse por ello.
  • Si tu perro come heces, cerciórate de mantener sus vacunas al día. También conversa con el veterinario sobre las desparasitaciones frecuentes para eliminar todos los parásitos.
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Acerca de este wikiHow

Lauren Novack
Coescrito por:
Consultora certificada en comportamiento canino
Este artículo fue coescrito por Lauren Novack. Lauren Novack es consultora certificada en comportamiento canino en Behavior Vets NYC, donde ayuda a las mascotas temerosas, ansiosas y agresivas, así como a sus dueños. Ha completado los cursos de su maestría en Análisis de Conducta Aplicado en Hunter College. La investigación de Lauren explora la intersección entre las prácticas de entrenamiento y el bienestar animal. Actualmente, forma parte del Consejo Asesor Editorial de Daily Paws y ha aparecido en Fox & Friends, Rachel Ray además de en varios medios de comunicación junto a su perro Grayson. Este artículo ha sido visto 44 084 veces.
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