Convertirte en reverendo te tomará dedicación, tiempo y educación, pero si tienes la vocación de hacerlo, el camino al ministerio te espera. Esto es lo que te espera a medida que sigues tu vocación.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Discernimiento

  1. 1
    Reza y reflexiona. Si crees que Dios te está llamando para seguir una profesión como reverendo ordenado, es absolutamente importante que reces y reflexiones para determinar si el llamado es realmente de Dios y entender exactamente en qué te estarás involucrando.
    • Convertirte en reverendo o seguir un llamado al ministerio no se trata de ti. Por el contrario, estás siendo llamado a servir a Dios y a servir a otras personas de una forma especial. Esto no es una vocación a seguir como un último recurso o como una forma de glorificarte a ti mismo.
    • Considera lo que otras personas te han dicho en el pasado. Si has sido un participante activo de la iglesia y los demás han notado tu dedicación, y te han sugerido que podrías dar el ministerio en algún evento oficial, entonces eso es un buen indicio de que tu llamado es lo suficientemente real para ser visto por los que te rodean. No contar con esta aprobación no es un motivo automático para dejar de tomar en cuenta un llamado espiritual, aunque esta aprobación por sí sola no es suficiente para determinar si realmente estás siendo llamado por Dios.
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    Conoce los requisitos específicos para tu denominación. La mayoría de denominaciones Cristianas siguen el mismo procedimiento básico descrito en este artículo pero algunos pasan por alto o adaptan algunos pasos, mientras que otros pueden tener requisitos adicionales que no se especifican aquí. Antes de comenzar tu viaje debes saber qué se esperará de ti antes de ser ordenado.
    • Existen algunas formas distintas en las que puedes averiguar estos requisitos. La forma más sencilla puede ser simplemente investigar tu denominación por Internet. De otro modo, puedes consultar con un líder joven o adulto de tu iglesia, o hablar directamente con tu pastor sobre qué debes esperar.
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    Habla con tu pastor.[1] La primera persona a la que debes recurrir y que tenga un nivel “oficial” es el pastor de tu iglesia. El querrá saber por qué estás interesado en convertirte en reverendo. Si el pastor considera que tus intenciones son buenas, se lo hará saber a la junta o comité de la iglesia.
    • A menos que hayan señales de advertencia claras que indiquen que no tienes la seguridad de seguir una vocación como reverendo, tu pastor te ayudará y llevará a dar el siguiente paso. La conversación que tengas con el pastor será, por lo general, la entrevista más personal y menos formal que tendrás durante este proceso.
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    Consigue el apoyo de tu iglesia. En la mayoría de los casos, una vez que tengas la aprobación del pastor, necesitarás presentarte ante una junta o comité en tu iglesia local y conversar acerca de tu designación con los miembros allí presentes. Si dicho comité reconoce tus intenciones como verdaderas, es muy probable que te ofrezcan su apoyo mientras avanzas al siguiente nivel.
    • Ten en cuenta que no siempre sucederá esto y dependerá de la denominación que tengas. Si tu iglesia tiene una jerarquía más oficial y patriarcal, en lugar de una estructura pequeña y orientada a la comunidad, la aprobación de tu pastor puede ser todo lo que necesiten antes de pasar al siguiente nivel. En estos casos, es posible que aun así tengas que reunirte con el comité de la iglesia y el grupo de apoyo; sin embargo, ellos estarán ahí principalmente para ayudarte y guiarte, en lugar de decidir si mereces continuar o no.
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    Dirígete a un comité de denominación. Una vez que tu iglesia local reconozca tu deseo, debes convencer a un comité de denominación para que te apoye también. Dicho comité te entrevistará y evaluará en un nivel más profesional para determinar si el trabajo es el adecuado para ti. Si te rechazan en esta etapa, el proceso finaliza, al menos por el momento.
    • El nombre de dicho comité puede variar según tu denominación y puedes escuchar que lo llamen por términos como “diócesis”, “presbiterio”, “sínodo” o “conferencia anual”.
    • El comité regional te entrevistará. Es posible que también te soliciten una evaluación psicológica y un registro de antecedentes penales con buenos resultados.
    • Revela toda la información necesaria posible al comité durante tu entrevista, incluso problemas personales con los que has lidiado y resuelto.
    • Es posible que el comité te rechace si considera que estás utilizando la orden para glorificarte a ti mismo, para crearte una nueva vida o por demandas profesionales, o si considera que no entiendes de lo que se trata el ministerio o no demuestras habilidades personales adecuadas. Es posible que también seas rechazado si tienes antecedentes penales.
    • Si obtienes la aprobación del comité, te aprobarán como seminarista. Esto es obligatorio si esperas ser aceptado en la escuela de seminaristas.
    • A lo largo del proceso académico, es posible que estés obligado a informar a este comité acerca de tu progreso.
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    Busca un mentor. Si tu comité de denominación te aprueba, dicho comité puede o no asignarte un grupo de apoyo o un mentor que te ayude a través de la escuela de seminaristas. Si no se te asigna un mentor, debes considerar buscar uno por tu cuenta.
    • Un mentor o grupo de apoyo puede guiarte a través del proceso y evitar que fracases. Si no crees que podrás lograrlo en algún momento, también te pueden ayudar a retirarte sin muchas complicaciones.
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Educación

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    Obtén un título universitario adecuado. Antes de ingresar a la escuela de seminaristas, debes tener un título universitario de 4 años de una escuela de pregrado. No es necesario que estudies una carrera específica; sin embargo, contar con un título universitario en algún tipo de carrera religiosa a menudo se ve bien en tu solicitud de ingreso a la escuela de seminaristas.
    • Las escuelas bíblicas y privadas afiliadas con una denominación religiosa son las mejores opciones para escoger una escuela pregrado. Asegúrate si la escuela debe estar afiliada a tu denominación particular antes de inscribirte. Por lo general, no debe estarlo.
    • Considera seguir una maestría en estudios bíblicos, teología o ministerio.[2]
    • Prepárate para llevar clases sobre el nuevo y antiguo testamento, así como cursos sobre teología, ética y sociología.
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    Sé activo en el ministerio del campus. Durante tu estancia en la universidad pregrado, asegúrate de involucrarte en cualquier actividad del ministerio del campus que puedas encontrar. Esto te hará conocer mejor el trabajo de un reverendo al mismo tiempo que hace que tu solicitud de seminarista se vea más convincente.
    • Si tu campus no cuenta con grupos de ministerio oficiales, puedes iniciar un grupo pequeño de estudios bíblicos con algunos de tus compañeros. Además, puedes buscar oportunidades para servir y dar el ministerio en las iglesias locales, en caso no hayan muchas oportunidades en tu universidad.
  3. 3
    Prepárate para la escuela de seminaristas. Algunas escuelas de seminaristas tienen prerrequisitos específicos que debes cumplir antes de ser admitido. Estos requisitos pueden ir más allá de tener un título universitario de pregrado y contar con el apoyo del comité de denominación.
    • Elige la escuela correcta. La mayoría de denominaciones te requerirán que elijas un seminario que sea acreditado por la Asociación de Escuelas de Teología. Algunas denominaciones también requieren que vayas a un seminario afiliado con tu denominación, mientras que otras no.
    • También vas a necesitar varias cartas de recomendación. Otro requisito necesario también es completar una solicitud formal de admisión.
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    Asiste a escuelas de seminaristas. Por lo general, te tomará de dos a cuatro años completar tu educación en una escuela de seminaristas. Cuando hayas terminado, lo más probable que recibas será una Maestría en Divinidad, pero también puedes conseguir un Doctorado de Ministro o Doctorado en Divinidad.[3]
    • Prepárate para tomar clases enfocadas en el nuevo y antiguo testamento, interpretación bíblica, predicación, lenguaje bíblico, historia del culto Cristiano, práctica del culto Cristiano, consejería, desarrollo curricular, sociología, historia de la iglesia, ética, teología y administración sin fines de lucro.
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    Participa en pasantías y prácticas. El seminario puede solicitarte que completes una cierta cantidad de pasantías o prácticas antes que recibas tu título. Descubre cuáles son los requisitos y cúmplelos.
    • Durante tu pasantía, a menudo trabajarás con un pastor en una iglesia local, organización caritativa u hospital a medio tiempo.
    • No siempre necesitarás elaborar y sustentar una tesis.
    • Ten en cuenta que el proceso puede tomar hasta ocho años para los estudiantes de medio tiempo.
  6. 6
    Sigue cualquier capacitación complementaria obligatoria. Si bien no siempre es necesario, algunas denominaciones te pedirán que lleves capacitaciones adicionales durante o después de tu estancia en la escuela de seminaristas. Estas capacitaciones te prepararán en aspectos legales y civiles de la carrera.
    • Las capacitaciones adicionales a menudo son sobre temas como abuso sexual, cuidado pastoral clínico o acoso. Dichas capacitaciones son, por lo general, un requisito de la compañía de seguro de responsabilidad de la denominación. Con dicho fin, es posible que también rindas evaluaciones psicológicas y de personalidad.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Pasos finales

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    Redacta un documento de ordenación. Después de haber cumplido los requisitos educativos, deberás redactar un documento de ordenación que describa tu experiencia y llamado. Este documento se presentará a tu comité de denominación.
    • La extensión de tu documento puede variar, pero necesitarás cubrir, completamente, tu viaje académico, social y espiritual a lo largo del proceso que has recorrido hasta ahora. También deberás demostrar tu convicción y dedicación personal al llamado.
  2. 2
    Programa tu entrevista de ordenación final. El comité de denominación querrá entrevistarte una última vez antes de decidir si estás listo para ser ordenado. Si has seguido todos los pasos, es muy probable que pases la entrevista, pero aun así, deberías hacerlo seriamente.
    • Tu documento de ordenación será analizado en tu entrevista. El comité también te puede hacer preguntas para aclarar o describir algunos aspectos que no se hayan explicado detalladamente en tu documento.
    • En tu primera entrevista, debes responder honestamente y de manera detallada. No omitas información.
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    Asiste a un servicio de ordenación. Una vez que tu comité de denominación determine que eres apto para ser un reverendo, se establecerá un servicio de ordenación para insertarte en el ministerio.
    • Muchos servicios de ordenación se llevan a cabo individualmente, mientras que otros se desarrollan para grupos de personas que buscan ser ordenados como reverendos al mismo tiempo. Averigua qué se realizará en tu denominación de antemano.
  4. 4
    Ingresa a un período de prueba. Algunas denominaciones te permitirán llegar directamente a la vida de reverendo o pastor; sin embargo, otros te requerirán servir bajo la tutela de otro pastor durante un período de prueba para determinar si tienes la capacidad de operar por cuenta propia.
    • Durante este período de prueba, tendrás una ligera mayor responsabilidad en comparación con la que tuviste mientras estabas en una pasantía, pero aun así le rendirás cuentas a un pastor o reverendo de la iglesia que tenga un puesto de mayor responsabilidad que el tuyo.
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    Averigua si necesitas una licencia estatal. Si bien no es necesario contar con una licencia estatal para simplemente predicar en una iglesia, si planeas convertirte en reverendo que también puede oficiar ceremonias de matrimonio, es posible que necesites obtener una licencia formal emitida por el estado antes de hacerlo.
    • Si ya has pasado el proceso y recibido la aprobación de tu denominación, obtener una licencia estatal no será complicado. Simplemente necesitarás presentar o completar formularios.
    • Comunícate con un secretario del condado o estado para saber cuáles son los requisitos.
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    Consigue un trabajo. Al igual que en cualquier otro campo, una de las partes más complicadas de convertirte en reverendo puede ser conseguir un trabajo. Muchas denominaciones asignan reverendos a determinadas iglesias o, al menos, llevan reverendos a las iglesias que los necesitan.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Atajos y alternativas

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    Conoce las desventajas de tomar un atajo. Si solo tienes la intención de convertirte en un reverend para una pequeña iglesia no afiliada con ninguna denominación, puede resultarte útil un atajo. Si planeas trabajar para una iglesia más grande o dentro de una determinada denominación, no esperes ser tomado con seriedad si tomaste un atajo a través del proceso de ordenamiento.
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    Obtén una orden en línea. El atajo más común que las personas toman para convertirse en reverendos ordenados es solicitar una orden en línea. Estos servicios a menudo requieren que hagas un pago y completes algunos formularios cortos antes de recibir tu “licencia” para actuar como reverendo.
    • Si tomas este camino, trata de encontrar un servicio que al menos te proporcione una copia física de tu certificado en lugar de un documento en línea que debas imprimir.
  3. 3
    Busca una iglesia independiente que otorgue órdenes de inmediato. Aunque parezca raro, algunas iglesias Cristianas sin denominación e independientes emiten órdenes a personas con poca o sin ninguna capacitación. Como máximo, te pedirán que llevar una o dos clases antes de ser ordenado.
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Categorías: Ocupaciones | Religión
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