Crear un ecosistema dentro de una botella es una forma divertida de entender la forma en que las plantas y los animales interactúan con su medio ambiente. Puedes vigilar tu propio ecosistema y llevar un registro de los cambios que notes diariamente. Para hacerlo, puedes tratar de crear un ecosistema simple basado en plantas, uno un poco más complejo basado en agua y plantas, o uno acuático.

Método 1
Método 1 de 3:
Crear un ecosistema simple a base de plantas

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    Corta la parte superior de la botella. Para crear un ecosistema en una botella, necesitas una botella de plástico de 2 L (2 cuartos de galón). Es mejor usar plástico transparente para poder observar lo que sucede adentro. Corta la parte superior de la botella, justo debajo del cuello.[1]
    • Para asegurarte de que el corte sea recto, puedes poner un poco de cinta de pintor alrededor del cuello y usarla como guía para cortar.[2]
    • Puedes usar una tijera o una navaja multiusos para cortar la botella.
    • Guarda la parte que acabas de cortar para usarla después.
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    Añade tierra a la botella. Usa una pala de jardinería pequeña para llenar de 5 a 8 cm (2 a 3 pulgadas) de tierra al fondo de la botella. Presiona suavemente la superficie con tu mano para que se asiente. Procura no aplicar demasiada presión para evitar compactar la tierra.[3]
    • Si deseas, puedes añadir una capa de 1 cm (1/2 pulgada) de piedras pequeñas en el fondo de la botella para que mejore el drenaje. Debes hacerlo antes de rellenar la tierra, pero es opcional.
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    Crea agujeros pequeños para plantar las semillas. La profundidad de los agujeros dependerá de qué tipo de semilla quieras usar. Se recomienda sembrar frijoles verdes para empezar, ya que crecen rápido. Lee las instrucciones del paquete de semillas para saber qué tan profundos deben ser los agujeros. Luego, presiona la tierra con un dedo o un lápiz.[4]
    • Si vas a plantar frijoles, los agujeros deberán tener de alrededor de 2,5 cm (1 pulgada) de profundidad.
    • Haz los agujeros cerca del borde de la botella. Así podrás ver cómo crecen las raíces.
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    Coloca las semillas en los agujeros. Una vez que los agujeros estén listos, pon una semilla en cada uno. Debes poder colocar de 5 a 6 plantas. Luego, cubre las semillas con tierra.[5]
    • Además de frijoles, puedes plantar otros tipos de hierba, como menta, albahaca y orégano.[6]
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    Rocía semillas de césped encima. Toma dos pizcas de semillas de césped y échalas sobre la tierra. Cúbrelas con un poco de tierra adicional. Si deseas, puedes añadir gusanos e insectos al ecosistema.[7]
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    Riega las semillas. Antes de sellar el ecosistema, recuerda que debes regar las semillas. Rocía agua en la botella. La idea es que la tierra quede húmeda pero no empapada o inundada. Permite que absorba el agua y luego echa un poco más de líquido. Asegúrate de que impregne toda la tierra.[8]
    • Si inclinas la botella y el agua corre por los lados, significa que echaste demasiado.
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    Dale la vuelta a la parte superior e introdúcela en la base. Toma la parte que cortaste junto con la tapa y voltéala. Colócala dentro de la botella de tal manera que el pico quede a pocos centímetros de la tierra.[9]
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    Pega los bordes con cinta adhesiva. Utiliza cinta para mantener la parte superior en su lugar y sellar el ecosistema. Esto sujetará ambas partes.[10]
    • Ya no tendrás que volver a echarle agua a tu ecosistema
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    Coloca el ecosistema en donde le caiga el sol. Una vez que esté sellado, ponlo en un área soleada. Por ejemplo, el marco de una ventana es un buen lugar. Ten en cuenta que el lugar elegido debe recibir luz solar la mayor parte del día.[11]
    • También puedes colocar una etiqueta en la botella con la fecha y un número de identificación. De esta manera, podrás llevar un registro y comparar la información con la de otros ecosistemas.

Método 2
Método 2 de 3:
Construir un ecosistema complejo

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    Corta una botella de 2 L (2 cuartos de galón) justo por encima de la base. Puedes usar una navaja multiusos para cortar la botella de plástico transparente, justo a 2,5 cm (1 pulgada) de la base. El plástico de dicha área suele ser más grueso, por lo que es muy difícil de cortar solo con una tijera.[12]
    • Puedes deshacerte de la base pequeña, ya que no volverás a usarla.
    • Guarda la parte superior con la tapa para usarla luego.
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    Corta otra botella de 2 L (2 cuartos de galón) justo por debajo del pico. Toma otra botella igual y córtala justo debajo del cuello. Puedes usar una tijera o una navaja multiusos para hacerlo.[13]
    • Guarda ambas partes de la botella. La base será el cuerpo del ecosistema, mientras que el pico servirá para sellarlo.
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    Haz un agujero en la tapa de la primera botella. Quítale la tapa a la primera botella que cortaste. Colócala en una tabla para picar y sujétala en su lugar con un alicate o una prensa de mano. Con cuidado, taladra un agujero en el centro de la tapa.[14]
    • Si eres un niño pequeño, pídele ayuda a un adulto para taladrar.
    • Utiliza gafas protectoras cuando uses el taladro.
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    Pasa una cuerda o pabilo a través del agujero. Atraviesa la abertura con una cuerda de algodón o un pedazo largo de pabilo. Puedes conseguir el pabilo en una tienda de manualidades. Necesitarás de 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) para este proyecto.[15]
    • Vuelve a enroscar la tapa en la botella.
    • Pon a un lado esta parte para continuar usándola luego.
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    Vierte agua en la base. Ahora necesitarás la base de la otra botella. Llénala con agua. Quizá tengas que hacer varias pruebas hasta conseguir la cantidad exacta que debes usar. Si echas demasiada agua, la tapa quedará sumergida, y si echas muy poco, el pabilo no tocará el agua.[16]
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    Coloca la otra botella al revés adentro de la base. Asegúrate de que el pabilo esté sumergido sin que la tapa toque el agua. Este ayudará a mantener la tierra húmeda. De esta manera, las plantas que siembres recibirán el agua.[17]
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    Vierte tierra en la botella. Ahora llena de 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de tierra en la botella. Asegúrate de que el pabilo quede completamente cubierto por la tierra.[18]
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    Siembra algunas semillas. Puedes plantar una gran variedad de semillas en tu ecosistema. Por ejemplo, puedes usar frijoles verdes, albahaca, menta, orégano, pimientos, entre otras. Lee las instrucciones del empaque para saber exactamente cuán profundo deben quedar las semillas. La mayoría de ellas se colocan a 2,5 cm (1 pulgada) de profundidad. Coloca cada variedad en su propio espacio y toma nota de dónde está cada una. De esta manera, podrás hacerles seguimiento mientras crecen.[19]
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    Riega las semillas. Una vez que termines de sembrar, tendrás que regarlas para que puedan crecer. En este ecosistema, normalmente recibirán agua de la base, pero es buena idea darles un poco de agua también al inicio.[20]
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    Pega ambas partes con cinta adhesiva para sellar el ecosistema. Toma la última parte de las botellas, el pico, y colócala sobre el ecosistema. Pega los bordes con cinta para sellarlo y sujetarlo en su lugar. Asegúrate de que la tapa quede bien ajustada.[21]
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    Coloca el ecosistema bajo el sol. Una vez que esté sellado, ponlo en un lugar donde reciba luz del sol. Lleva un registro de lo que suceda cada día.

Método 3
Método 3 de 3:
Hacer un ecosistema acuático

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    Llena la botella a ¾ de capacidad con agua. Usa una botella de plástico de 2 L (2 cuartos de galón) y llena 3/4 con agua. Puedes usar agua de un estanque o riachuelo de tu localidad, o simplemente del grifo de tu casa. Es preferible que sean de fuentes naturales, ya que de esta manera también conseguirás microorganismos acuáticos.[22]
    • Si vas a usar agua del grifo, asegúrate de dejarla reposar en un envase abierto por lo menos 24 horas antes de usarla para tu ecosistema. El cloro que contiene podría matar a las plantas o animales que coloques en la botella.
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    Añade piedras pequeñas. Luego, agrega una capa de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de piedras. Es mejor lavarlas antes de colocarlas en el ecosistema. Así te desharás de cualquier elemento contaminante.
    • En este punto, también puedes añadir una hoja muerta. Esta sirve como alimento para los microorganismos del agua.
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    Coloca plantas acuáticas. Puedes comprar plantas acuáticas en cualquier tienda de mascotas. Cuando las introduzcas en el agua, asegúrate de separarlas y ponerlas una por una.[23]
    • Otra opción es recoger plantas acuáticas de un estanque natural.
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    Pon caracoles en la botella. Puedes conseguir caracoles de agua en una tienda de mascotas. También puedes encontrarlos en un estanque de tu localidad. Asegúrate de que sean pequeños para que quepan por la abertura de la botella.[24]
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    Espera 24 horas antes de colocar la tapa al ecosistema. Una vez que termines de colocar todos los elementos deseados, tendrás que esperar aproximadamente 24 horas para sellarlo. De esta manera, permitirás que se asiente. Pasado este periodo, puedes enroscar la tapa nuevamente.
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    Pon el ecosistema bajo el sol. Coloca tu ecosistema acuático en un lugar soleado. La botella debe recibir luz solar indirecta a lo largo del día.[25]

Cosas que necesitarás

  • 1 o 2 botellas de plástico de 2 L (2 cuartos de galón)
  • tijera
  • cinta adhesiva
  • taladro
  • gafas de seguridad
  • tabla para picar
  • alicate o prensa de mano
  • tierra
  • semillas
  • agua
  • cuerda o pabilo
  • piedras pequeñas
  • plantas acuáticas
  • caracoles

Consejos

  • Lleva un registro diario del ecosistema y compártelo con tus amigos o compañeros de clase.
  • Trata de hacer varios ecosistemas y compara los resultados.
  • Considera la posibilidad de añadir insectos y gusanos al ecosistema para ver cómo interactúan con las plantas.

Advertencias

  • Cuando trabajes con una tijera, siempre asegúrate de tener la supervisión de un adulto.
  • Si vas a añadir insectos o animales pequeños al ecosistema, asegúrate de tener cuidado y tomar solo lo necesario de su hábitat natural.[26]

Acerca de este wikiHow

Bess Ruff, MA
Coescrito por:
Científico ambiental
Este artículo fue coescrito por Bess Ruff, MA. Bess Ruff es estudiante de doctorado en Geografía en la niversidad de Florida State. Recibió su maestría en Ciencias y Gestión Ambiental en la Universidad de California, Santa Bárbara en 2016. Ha realizado trabajos de encuestas para proyectos de planificación de espacio marino en el Caribe y ha brindado apoyo de investigación como becaria de posgrado del Sustainable Fisheries Group. Este artículo ha sido visto 48 468 veces.
Categorías: Biología