Una "burbuja de humo" es una burbuja rellena de humo o algún equivalente vaporizado. Se elaboran tradicionalmente con humo de tabaco, pero recientemente se hacen con vapor blanco, o líquidos a base de niebla. Algunas aulas de ciencias utilizan este experimento para demostrar una propiedad de la física.

Método 1
Método 1 de 3:
Crear burbujas de humo con hielo seco

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    Reúne los materiales. Para crear este tipo de burbuja de humo necesitarás algunos materiales, aunque no pondrás en peligro tus pulmones. Necesitarás lo siguiente:
    • hielo seco
    • martillo
    • detergente para platos o líquido para burbujas
    • cilindro graduado o algún contenedor similar
    • guantes de goma gruesos [1]
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    Prepara el recipiente. Llena con agua tibia el recipiente que decidas usar. Añade suficiente agua como para llenarlo justo por debajo de la mitad del contenedor. Una buena alternativa aparte del cilindro graduado es utilizar un florero transparente. El agua no deberá encontrarse hirviendo, pero tampoco deberá estar a temperatura ambiente. Un punto intermedio funcionará bien.
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    Prepara el hielo seco. Colócate los guantes gruesos en las manos antes de manipular el hielo seco. Utiliza un martillo para romper un pedazo grande de hielo seco que pueda caber en el contenedor.[2] Manipula esto sobre una superficie limpia y asegúrate de que los pequeños restos no le caigan al perro de la familia.
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    Agrega el hielo en el agua. Mientras vas rompiendo el hielo seco, agrégalo al recipiente lleno de agua tibia. No añadas todo el hielo seco en la primera prueba.
    • Una vez que agregues el hielo seco, este reaccionará con el agua tibia y producirá humo. El humo se elevará y aparecerá desbordándose fuera del recipiente.
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    Añade el detergente a la mezcla. Ahora, para crear burbujas de humo, añade una porción copiosa (alrededor de un cuarto de taza) de detergente o líquido para burbujas. Ahora, la solución burbujeante desprenderá burbujas reales. Continúa añadiendo el hielo seco mientras se va derritiendo y observa cómo se van formando las burbujas.
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Método 2
Método 2 de 3:
Usar el humo del cigarrillo

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    Elabora el líquido de burbujas. Necesitarás comprar el líquido de burbujas o crear el tuyo propio usando el detergente para platos. Llena un vaso o un tarro pequeño con una solución de agua y detergente con una proporción de 1:1.
    • Mezcla la solución y asegúrate de que esté lista antes de encenderla.
    • También resulta útil contar con una varita de burbujas a mano. Estas vienen, por lo general, junto con el líquido de burbujas.[3]
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    Enciende un cigarrillo. Enciende un cigarrillo con un fósforo o encendedor. Llena tu boca de humo, pero no lo tragues o inhales.
    • Es posible que necesites fumar el cigarrillo un par de veces para asegurarte de que esté completamente encendido.[4]
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    Sumerge el popote o varita. Coloca un popote en la solución líquida de burbujas. Nuevamente, la varita de burbujas creará burbujas más fácilmente que un popote.
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    Sopla en la burbuja. Sujeta el popote entre los labios y sopla lentamente. No liberes el humo como lo harías normalmente ya que este saldrá demasiado rápido y arruinará la burbuja. Se formará una burbuja curva.[5]
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar un narguile

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    Enciende el narguile. Llena el narguile con agua fresca. Esto puede ser un proceso largo por lo que bien podrías comenzar a hacer esto primero. Junta la mezcla de tabaco húmedo en el soporte del narguile y cúbrela con papel de aluminio. Crea unos cuantos agujeros en el centro del papel de aluminio. Pon un carbón en la parte superior de los agujeros y enciéndelo con un mechero.
    • Es posible que tengas que inhalar un par de veces para iniciar el proceso de encendido.[6]
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    Prepara la mezcla de la burbuja. Combina partes iguales de detergente y agua dentro de un recipiente. También podrías utilizar el líquido preparado de burbujas. Revuelve el contenido para asegurarte de que todo esté mezclado.
    • Mezcla los ingredientes usando un popote o varita de burbujas.[7]
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    Reúne el humo del narguile. Inhala el narguile un par de veces para asegurarte de que el humo esté saliendo al máximo. Cuando el humo salga oscuro, lo que significará que está espeso, estárás listo para soplar las burbujas.[8]
    • Toma una gran bocanada de humo del narguile y no inhales ni exhales, y mantenlo en la boca.
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    Forma la burbuja. Toma un extremo del popote y sumérgelo en la solución de burbujas. Asegúrate de que el líquido se forme en el borde del popote. Exhala dentro del extremo seco del popote de forma lenta. Si realizas esto con éxito, se irá formando lentamente una burbuja rellena de humo.[9]
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Advertencias

  • Fumar cigarrillos es una adicción dañina. Nadie que sea adicto a los cigarrillos debería utilizar este método.
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