Los cangrejos ermitaños marinos pueden ser mascotas maravillosas, pero pueden requerir más trabajo que sus contrapartes terrestres. Para cuidarlo con éxito, tendrás que preparar un acuario marino totalmente funcional en el que pueda vivir. También tendrás que darle una dieta variada compuesta por carnes y comida en gránulos. Si entiendes las necesidades de la especie específica que tengas, podrás mantener a tu cangrejo feliz y saludable en los próximos años.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Alistar el acuario

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    Consigue un acuario con una capacidad mínima de 40 L (10 galones) para el cangrejo. Estos cangrejos son pequeños, pero aun así necesitarán mucho espacio para deambular y explorar. Si planeas conseguir más de 2 cangrejos, debes considerar un acuario con una capacidad de 114 a 151 L (de 30 a 40 galones).[1]
    • Uno de vidrio o acrílico te dará la vista más clara del cangrejo, o puedes usar un acuario de plástico como una opción más económica.[2]
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    Coloca el acuario en un lugar alejado de la luz directa del sol. Nunca lo dejes en un alféizar o un punto de la habitación que reciba la luz directa del sol. El sol podría calentar el acuario y hacer que el cangrejo se sobrecaliente.[3]
    • Coloca el acuario en un punto de fácil acceso y en donde no obstaculice el paso, como en un soporte en la sala o el dormitorio.
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    Llena el fondo con un substrato seguro para cangrejos. El substrato consiste en todo material usado para cubrir el fondo de un acuario. A los cangrejos ermitaños les encanta enterrarse; por ello, la capa de substrato debe ser lo suficientemente profunda como para que pueda enterrarse por completo en ella, a una profundidad aproximada de 7,5 a 10 cm (3 o 4 pulgadas). La arena y la fibra de coco son dos substratos fantásticos que puedes usar en su acuario. Usa uno de ellos o combínalos en el acuario.[4]
    • No uses arena de playa o de otro lugar al aire libre. Esta podría contener insectos u otros organismos que podrían lastimar al cangrejo.[5]
    • Ve a la ferretería local para conseguir una bolsa de arena de juego, la cual podrás usar como substrato económico.[6]
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    Convierte su acuario en un hábitat de agua salada. Tienes que incluir rocas con bacterias vivas y algas macroalgas vivas para mantener el acuario filtrado. Consulta con un empleado de la tienda de mascotas local sobre los productos que puedas agregarle al acuario del cangrejo, para salinizarlo de forma apropiada.[7]
    • Puedes conseguir paquetes de sal para acuarios (para preparar tu propia agua salada) y recipientes con agua salada previamente mezclada en la tienda de mascotas local.[8]
    • También necesitarás un termómetro y otros medidores para revisar los niveles de diferentes elementos del acuario y hacer ajustes según sea necesario.
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    Preséntale al cangrejo su nuevo hogar de forma gradual. Colócalo en una bolsa (con agua en la que haya estado viviendo) y déjala flotar en su nuevo acuario. En intervalos de unos minutos, agrégale un poco de agua del acuario nuevo a la bolsa para que el cangrejo se adapte a ella poco a poco.
    • Una vez que la cantidad de agua en la bolsa sea el doble, arroja la mitad de ella.
    • Repite el proceso hasta que toda el agua de la bolsa sea la del nuevo acuario. Luego podrás soltarlo en su nuevo hogar.[9]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Alimentarlo

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    Dale comida en gránulos una vez al día. Puedes conseguirla en internet o en la tienda de mascotas local. Tan solo echa la comida en su acuario para que se hunda hacia el fondo, en donde podrá encontrarla.[10]
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    Dale otros alimentos para mantener su dieta variada. Los cangrejos ermitaños son carroñeros en la naturaleza, y les gusta comer diferentes cosas cada día. Complementa su dieta con alimentos que puedas conseguir en el supermercado, como pescado y camarón crudos. También puedes comprarle algas marinas y kril liofilizado en internet. Experimenta con diferentes alimentos para determinar cuáles son sus favoritos.[11]
    • Antes de darle alguna carne, córtala en pedazos pequeños. Solo dale un poco cada vez. Los pedazos sobrantes de carne pueden podrirse y hacer que el acuario huela mal.[12]
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    Busca la comida sin comer cuando limpies su acuario. A estos cangrejos les gusta almacenar el alimento para comerlo más tarde, pero a veces no lo comen. Cuando limpies su acuario, observa las conchas vacías o los escondites para determinar si hay comida vieja. Retírala para que el acuario no desarrolle mal olor.[13]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantenerlo feliz y saludable

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    Dale un área con “tierra” si la necesita. Averigua qué especie de cangrejo ermitaño tienes e investiga de qué parte del mundo proviene. Lee sobre su hábitat natural para determinar si su especie tiene acceso a tierra en la naturaleza. Si es así, haz que la línea de agua del acuario sea un poco más baja y agrega rocas con bacterias vivas que sobresalgan de la superficie, para que pueda treparlas.[14]
    • Consulta con un empleado de la tienda de mascotas local si no sabes con certeza qué especie tienes.
    • Si aún no estás seguro de la especie que tienes, realiza una búsqueda de internet con algunos de sus rasgos principales. Revisa los resultados en busca de una foto de un cangrejo que se parezca al tuyo.
    • Por ejemplo, puedes buscar “especie de cangrejo ermitaño grande con franjas horizontales negras y anaranjadas”.
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    Imita la temperatura de su entorno natural en el acuario. Una vez que conozcas su especie y de dónde proviene, podrás averiguar cuál es el ciclo de temperatura en dicha región. Usa un calentador de acuario y un termómetro para modificar la temperatura de su acuario a lo largo del año para imitar los cambios que experimentaría en la naturaleza.[15]
    • Por ejemplo, si proviene de una región costera en la que la temperatura del agua se encuentra entre 24 y 29 °C (75 y 85 °F) en el verano, y 10 y 16 °C (50 y 60 °F) en el invierno, debes tratar de replicar estas fluctuaciones en la temperatura a lo largo del año.
    • Haz ajustes en la temperatura de forma gradual, para no estresar al cangrejo. Nunca cambies la temperatura en más de - 16 °C (4 °F) en un periodo de 24 horas.[16]
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    Dale muchas conchas para cuando mude. Los cangrejos ermitaños mudan varias veces a lo largo de su vida. Cuando el tuyo mude, crecerá un poco y necesitará una concha de mayor tamaño. Deja varias conchas (cada una un poco más grande que su concha actual) en el acuario para que tenga opciones de las cuales elegir.[17]
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    Investiga antes de presentarle un nuevo compañero. No todas las especies de cangrejo ermitaño son receptivas con otros cangrejos de este tipo o especies marinas, por lo que es importante que averigües antes de agregarle un nuevo animal a su acuario. Algunas especies se comerán a los peces o incluso otros cangrejos ermitaños en su acuario. Si no estás seguro, pídele recomendaciones a un empleado de la tienda de mascotas local.[18]
    • También puedes investigar en internet para conseguir información sobre el temperamento de tu cangrejo.
    • Podrías buscar “¿Mi cangrejo ermitaño de rayas delgadas puede estar en un acuario con otros cangrejos ermitaños y peces?”.
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Cosas que necesitarás

  • acuario de 40 L (10 galones)
  • substrato
  • rocas con bacterias vivas
  • macroalgas
  • implementos para acuario de agua salada
  • comida en gránulos para cangrejos ermitaños
  • alimentos frescos como camarones y kril
  • termómetro
  • calentador de acuario
  • conchas adicionales

Acerca de este wikiHow

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Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

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Categorías: Cangrejos
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