El olmo chino (Ulmus parvifolia) se encuentra entre los bonsáis más fácilmente disponibles y los más flexibles de trabajar, lo que los convierte en una gran opción para principiantes. Para cuidar de él adecuadamente, mantén al árbol caliente y al suelo húmedo. Pódalo, guíalo y cámbialo de maceta solamente según sea necesario.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Ambiente

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    Mantén al bonsái en una ubicación cálida. Idealmente, debe mantenerse a temperaturas entre 15 y 20 grados Celsius (60 y 70 grados Fahrenheit).[1]
    • Durante el verano, generalmente puedes mantener el bonsái al aire libre. Tendrás que llevarlo adentro una vez que las temperaturas empiecen a caer por debajo de los 15 grados Celsius (60 grados Fahrenheit) durante el día y los 10 grados Celsius (50 grados Fahrenheit) durante la noche.
    • Durante los meses de invierno, puede ayudar al bonsái si se lo mantiene consistentemente entre temperaturas de 10 a 15 grados Celsius (50 a 60 grados Fahrenheit). Estas temperaturas son lo suficientemente bajas como para hacer que el bonsái entre en su periodo de dormancia, pero lo suficientemente altas como para evitar que muera.
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    Proporciona bastante luz solar en la mañana. Coloca el bonsái en un lugar que reciba luz solar directa en la mañana y luz solar indirecta o sombra en la tarde.
    • La luz solar matutina no es muy intensa, pero la luz solar directa en la tarde puede ser demasiado fuerte y quemar las hojas del bonsái, sobre todo durante los meses de verano.
    • Si decides trasladar a un bonsái del interior al aire libre, deja que se aclimate a la luz solar directa lentamente para evitar que las hojas se quemen. Mantenlo al sol por periodos más largos de tiempo día tras día hasta que parezca lo suficientemente fuerte como para pasar un día entero al sol.
    • La luz solar también estimula a las hojas del olmo chino a mantenerse más pequeñas.
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    Mantén una buena circulación de aire. Mantén el olmo chino en un área interior o al aire libre que reciba bastante flujo de aire.
    • Al mantener al bonsái en el interior, colócalo frente a una ventana abierta o coloca un pequeño ventilador cerca de él para incrementar la cantidad de aire que fluye.
    • Si bien la circulación de aire es buena para el bonsái, también debes tomar nota de que las corrientes y vientos fríos pueden ocasionarle daños. Cuando lo mantengas al aire libre, colócalo detrás de una planta o estructura más alta para ayudar a protegerlo contra ráfagas molestas.[2]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cuidado diario

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    Permite que la superficie de la tierra se vuelva ligeramente seca. Introduce tu dedo hasta 1,25 cm (0,5 pulgadas) dentro de la tierra. Si está seca a esta profundidad, debes darle un poco de agua.[3]
    • Es probable que tengas que regar el bonsái cada uno o dos días durante la primavera y el verano, pero esta frecuencia probablemente disminuya durante finales del otoño y los meses de invierno.
    • Cuando riegues el bonsái, llévalo al lavabo y deja que le caiga agua desde arriba. Deja que el agua se drene varias veces a través de los agujeros de drenaje en la parte inferior.
    • En general, los bonsáis tienen el hábito de secarse rápidamente debido al suelo grueso y el recipiente poco profundo en el que crecen.
    • Toma nota de que los horarios de riego específicos variarán individualmente, así que debes probar la sequedad de la tierra en lugar de depender de un solo horario.
    • También debes considerar rociar el bonsái suavemente una o dos veces a la semana. Hacerlo mantendrá la tierra húmeda. Sin embargo, esta rutina no debe reemplazar los riegos regulares.
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    Abona el bonsái una que otra semana. Durante la temporada de crecimiento, aplica un abono formulado para bonsáis.
    • Toma nota de que la temporada de crecimiento es de la primavera al otoño.
    • Espera hasta después de que el bonsái empiece a producir brotes nuevos color verde claro antes de empezar a abonarlo.
    • Aplica abono que contenga nitrógeno, fósforo y potasio en la misma proporción, indicada por su número de fórmula (ejemplo: 10-10-10).
    • Si vas a usar abono líquido, aplícalo cada dos semanas. Si vas a usar abono en gránulos, aplícalo cada mes.
    • Sigue las instrucciones en el empaque del abono para determinar la cantidad adecuada que debes usar. La mayoría de abonos debe aplicarse cuando la planta se esté regando.
    • Reduce la frecuencia de las aplicaciones de abono una vez que el crecimiento se haga más lento desde mediados hasta finales del verano.
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    Protege el bonsái contra las pestes. Los bonsáis de olmo chino son afectados por las mismas pestes que cualquier planta de interiores puede enfrentar. Trata al árbol con un pesticida orgánico ligero apenas notes signos de un problema de pestes.
    • El bonsái puede tener un problema si notas una caída anormal en las hojas o una adherencia en el follaje. Los insectos visibles son, por supuesto, otro signo revelador.
    • Mezcla una solución de 1 cucharadita (5 ml o 0,17 onzas) de detergente lavavajillas y 1 litro (1 cuarto de galón) de agua tibia. Rocía esta mezcla sobre las hojas del bonsái y luego enjuágala con agua limpia. Repite este procedimiento cada cierto número de días hasta que el problema desaparezca.
    • También puedes usar aceite de nim en aerosol en lugar de una solución de detergente, si deseas.
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    Ten cuidado con las enfermedades micóticas. Los olmos chinos son especialmente propensos a una enfermedad micótica conocida como la enfermedad del punto negro. Trata esta o cualquier otra enfermedad con un fungicida apropiado lo más pronto posible.
    • La enfermedad del punto negro aparece como manchas negras en las hojas del bonsái. Rocía con un fungicida según las instrucciones en la etiqueta, luego retira las hojas que estén dañadas en más de la mitad. No rocíes el bonsái durante este tiempo.
    • Dependiendo de la severidad de la infección, es posible que tengas que tratar al bonsái múltiples veces.
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    Mantén el área limpia. Retira las hojas muertas de la tierra a medida que el bonsái las pierda naturalmente.
    • También debes mantener el polvo fuera de las hojas para promover una buena circulación de aire.
    • Mantener el bonsái limpio es una buena forma de mantenerlo saludable y protegerlo tanto contra las enfermedades como contra las pestes.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cuidado a largo plazo

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    Guía el crecimiento usando alambres. Si quieres que el bonsái crezca de una forma específica, tendrás que guiar las ramas envolviendo alambre alrededor de ellas y del tronco del olmo chino.
    • Espera a que los nuevos brotes se vuelvan ligeramente más leñosos. No los envuelvas con alambre mientras aún estén nuevos y verdes.
    • Puedes envolver el olmo chino con alambre en la mayoría de estilos de bonsái, pero se recomienda la forma clásica de paraguas, sobre todo si este es tu primer bonsái.
    • Para guiar a un bonsái:
      • Envuelve un alambre de calibre pesado alrededor del tronco. Envuelve un alambre delgado y liviano alrededor del tallo o las ramas. En esta etapa, las ramas aún deben estar plegables.
      • Envuelve el alambre a un ángulo de 45 grados y no lo envuelvas muy ajustadamente.
      • Dobla el alambre y sus ramas correspondientes en la forma que desees darle al bonsái.
      • Reajusta el alambre cada seis meses. Una vez que las ramas ya no estén plegables, puedes retirar el alambre.
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    Recorta los nuevos brotes hasta dejar solo uno o dos nudos. Espera a que los nuevos brotes se extiendan hasta tres o cuatro nudos, luego recorta los brotes hasta dejar solo uno o dos nudos.
    • No dejes que las ramas crezcan mucho más allá de cuatro nudos a menos que estés tratando de fortalecerlas o hacer que sean más gruesas.
    • La frecuencia con la que debes podar el bonsái variará individualmente. Para mejores resultados, no dependas de un programa estricto y simplemente poda el bonsái apenas pierda su forma.
    • Podar los nuevos brotes permitirá que se dividan, creando en última instancia un bonsái más abundante y frondoso en lugar de uno delgado y desgarbado.
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    Retira los serpollos de las raíces. Los serpollos aparecen en la base del tronco y deben cortarse al nivel de la tierra a medida que aparecen.
    • Los serpollos crecen de la raíz y privan de nutrientes a la planta principal.
    • Sin embargo, si quieres hacer que crezca una rama o tronco secundario en el área del serpollo, puedes dejar que crezca en lugar de retirarlo.
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    Realiza una poda intensa un mes antes de cambiarlo de maceta. Hacerlo le dará al bonsái suficiente tiempo para recuperarse del choque de la poda antes de pasar por el choque del cambio de maceta.
    • Toma nota de que también se realiza una poda importante generalmente cuando el bonsái se encuentra en su estado más fuerte. Esto quiere decir a principios de la primavera o del verano.
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    Cambia el bonsái de maceta cuando los capullos empiecen a crecer. Es posible que los bonsáis más jóvenes tengan que cambiarse de maceta cada año, mientras que los más viejos generalmente necesitan cambiarse de maceta cada dos a cuatro años.
    • Cambia al bonsái de maceta durante finales del invierno o principios de la primavera. Colócalo en un tiesto ligeramente más grande con tierra de la misma calidad que la que usaste en su recipiente actual.
    • Considera esparcir una capa de guijarros en la parte inferior del recipiente antes de cambiar al bonsái de maceta. Estos guijarros pueden evitar que las raíces se asienten en la tierra, evitando también de esta forma la podredumbre de las raíces.
    • Puedes podar las raíces al cambiar al bonsái de maceta, pero evita cualquier poda intensa de las raíces. El olmo chino puede entrar en shock si las raíces se podan demasiado.
    • Después de colocar el bonsái en su nueva maceta, riega la tierra minuciosamente. Mantén al bonsái en un lugar sombreado durante dos a cuatro semanas.
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    Propaga nuevos bonsáis a partir de esquejes. Puedes cultivar nuevos bonsáis de olmo chino a partir de esquejes de 15 cm (6 pulgadas) tomados en el verano de bonsáis establecidos.
    • Toma los esquejes usando tijeras afiladas y limpias.
    • Coloca un esqueje nuevo en un vaso de agua. Las raíces deben desarrollarse en el espacio de unos días.
    • Cambia este esqueje a un tiesto que contenga la mitad de marga, un cuarto de musgo de turba y un cuarto de arena. Riega regularmente hasta que la planta se establezca.

Cosas que necesitarás

  • Ventilador pequeño
  • Rociador de agua
  • Lavabo o regadera
  • Abono balanceado (10-10-10)
  • Pesticida orgánico (aceite de nim en aerosol o solución de detergente lavavajillas)
  • Fungicida
  • Tijeras afiladas y limpias
  • Macetas o tiestos limpios
  • Guijarros
  • Tierra gruesa
  • Vaso de agua
  • Marga
  • Musgo de turba
  • Arena
  • Alambre para arreglos florales de calibre pesado
  • Alambre para arreglos florales de calibre liviano

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Categorías: Cultivo de árboles