Los peces son mascotas hermosas y entretenidas. Sin importar si eres un principiante o un experto, hay algunas reglas básicas importantes sobre el cuidado de peces que deberás seguir. Escoge los que te gusten no solo por su apariencia, sino también por su personalidad. Consigue un acuario del tamaño adecuado y agrega las plantas y los adornos apropiados, así garantizarás que se sientan cómodos y saludables. Los peces pueden vivir por un largo tiempo; por lo tanto, si implementas una rutina de limpieza y alimentación, esto hará que tenerlos como mascotas sea más divertido y menos estresante.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Escoger los peces

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    Escoge peces de agua dulce o tropicales. Los peces de agua dulce son la mejor opción para los principiantes, ya que su acuario requerirá un menor mantenimiento. Por lo general, ellos también tendrán menos problemas de salud en los acuarios caseros. Los peces tropicales necesitarán acuarios con agua salada y será más difícil cuidarlos, pero son muy hermosos.[1]
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    Escoge peces de raza pequeña. En muchos casos, los peces pequeños son de raza tranquila. Ellos también requerirán un menor espacio, lo que los vuelve una buena opción para los dueños principiantes. El tetra neón, el pez cebra y el gurami enano son muy buenas opciones. Ten en cuenta que algunos peces que suelen considerarse excelentes para los niños (como el pez dorado) en realidad pueden crecer mucho.
    • Si escoges una especie que prefiere vivir en cardúmenes (como los tetra), deberás comprar como mínimo 5 de ellos de una sola vez.
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    Escoge un compañero con cuidado. Al escoger los peces que colocarás en el acuario, no solo tendrás que enfocarte en el color y la apariencia; en lugar de ello, deberás tener en cuenta los comportamientos. Por lo general, tendrás que colocar los peces agresivos o los no agresivos con otros que se comporten igual. Si combinas los tipos, los agresivos generalmente atacarán a los demás (por ejemplo los mollys y los pez angel no se llevan).[2]
    • Por ejemplo, los peces danio, los guppy y el pleco tigre son peces amigables que pueden vivir juntos en armonía.
    • Los peces ángel y los cíclidos son dos especies agresivas que, por lo general, pueden vivir en un acuario juntos sin lastimarse el uno al otro.
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    Compra en un distribuidor o una tienda de buena reputación. Si los adquieres en una tienda de mascotas, tendrás la seguridad adicional de ver a los peces que vayas a comprar. Asimismo, la mayoría de ellas suelen devolver el dinero si los peces mueren antes de una determinada fecha. Si compras en internet, no podrás elegir a los peces de forma individual, pero tendrás más razas de las cuales escoger.[3]
    • Si decides comprar en línea, deberás escoger un distribuidor que brinde una comunicación clara con servicio al cliente por medio del correo electrónico o el teléfono. También deberás verificar que tenga revisiones positivas en internet. Por lo general, podrás obtener esta información en los foros de dueños de peces.
    • Cerciórate de que el animal luzca saludable tan pronto como lo recibas si lo compras por internet o antes de comprarlo si vas a conseguirlo en una tienda física. Este tendrá que estar activo y nadar a un ritmo constante. Verifica que no haya residuos o mucosidad en sus ojos o branquias, y que sus escamas estén intactas y sin raspaduras.[4]

Parte 2
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Instalar el acuario

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    Consigue uno del tamaño adecuado. Mientras más crezca el pez o mayor sea su número, mayor será el tamaño adecuado para el acuario. Como regla general, un pez de agua dulce que llegue a medir 2,5 cm (1 pulgada) de largo deberá tener 4,5 L de agua en el acuario. Uno de agua salada de la misma medida deberá tener 2,5 L de agua. Multiplica estas cifras por la cantidad total de peces que tengas para así determinar qué acuario comprar.
    • Si tienes dudas, lo mejor será que compres uno un poco más grande, ya que el hacinamiento puede provocarles diversos problemas de salud a los peces. Esto incluso puede causarles la muerte debido a que el agua tendrá una mala calidad.
    • Asegúrate de basar tus cálculos en el tamaño total del pez en su adultez, no sus medidas actuales.
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    Coloca el acuario en un buen lugar. Los acuarios para peces pueden ser muy pesados, por lo que tendrás que conseguir un soporte de buena calidad y evitar moverlos con mucha frecuencia una vez que los hayas colocado en su posición final. Mantelo lejos de la luz directa del sol. Asimismo, deberás colocarlo a la altura del suelo para evitar la posibilidad de que se vuelque. Por lo general, tus peces tendrán un entorno más tranquilo si los colocas en una habitación más silenciosa, sin televisiones y poco transitada.[5]
    • También es una buena idea que no fumen en esta habitación, ya que esto puede dañar la calidad del aire.
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    Instala un calentador. La mayoría de los peces requieren que el agua del acuario se mantenga a una temperatura específica; por lo general, entre los 22 y 28 °C (72 y 84 °F). Tendrás que colocar un calentador en el agua para mantener la temperatura controlada y constante. Algunos de estos dispositivos se colocan debajo de la gravilla o cualquier otro substrato, pero otros se cuelgan en un lado del acuario. Sigue las instrucciones de instalación brindadas en el envase.[6]
    • Será importante que coloques el acuario cerca de un tomacorrientes que funcione, ya que lo necesitarás para conectar los dispositivos como el calentador y el filtro.
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    Instala el sistema de filtrado. El filtro mantendrá el agua limpia y eliminará todo contaminante, como la materia fecal. Hay filtros mecánicos que atraparán los residuos en trampas que podrás vaciar. También existen filtros químicos que absorberán los contaminantes con carbón activado. Por último, encontrarás filtros biológicos que emplearán bacterias activas con el fin de equilibrar los químicos del agua.[7]
    • Los filtros mecánicos suelen ser la mejor opción para los principiantes, ya que son muy básicos y requieren un horario de limpieza frecuente.
    • Algunos filtros tendrán que colocarse debajo de la gravilla del acuario, mientras que otros colgarán de la parte posterior del mismo.[8]
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    Coloca el substrato. Una buena regla general es usar 450 g (1 lb) de arena, piedras o gravilla por cada 4 L (1 galón) de agua en el acuario. Antes de colocarlo, tendrás que enjuagarlo bien con agua de grifo para así eliminar todo polvo. Luego viértelo cuidadosamente con una leve inclinación en la parte delantera.[9]
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    Escoge los adornos y colócalos en el acuario. Escoge aquellos que les brinden un escondite seguro, como los barcos piratas seguros para acuarios. Al principio, lo mejor será solo usar un adorno grande, así evitarás el hacinamiento. Enjuaga todo objeto con agua de grifo antes de colocarlo en el acuario.[10]
    • Trata de lograr un equilibrio en los adornos colocando los más largos o grandes en la parte posterior del acuario. Esto también te permitirá ver a los peces con más facilidad.
    • No compres adornos que puedan ser peligrosos, como la madera flotante o los corales naturales. Asimismo, cerciórate de que no tengan bordes afilados, pedazos de plástico o pintura que puedan desprenderse.[11]
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    Escoge las plantas y colócalas en el acuario. Muchos optan por usar plantas de plástico, ya que son fáciles de limpiar y vienen en una gran variedad de colores vivos. No obstante, las plantas vivas brindan el beneficio de aumentar los niveles de oxígeno en el acuario. Estas también pueden brindar una apariencia más natural. Enjuaga las plantas de plástico o naturales con agua de grifo antes de colocarlas en el acuario. Tendrás que asegurarlas a la base de forma parcial con un poco de substrato para así evitar que se muevan mucho.[12]
    • Si optas por usar plantas vivas, deberás tener en cuenta sus necesidades de iluminación. La mayoría de ellas requerirán como mínimo 12 horas de luz natural o artificial.
    • La espada amazónica, la juncia real y el helecho de Java son algunas plantas vivas resistentes fantásticas para los acuarios de principiantes.
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    Acondiciona el agua y llena el acuario. Vierte agua en las cubetas que sean necesarias para llenar el acuario. Trata el agua con un agente declorador y espera a que surta efecto por completo. Podrás encontrar las instrucciones en el envase. Una vez que el agua esté lista, tendrás que verterla en el acuario.[13]
    • Lo mejor será que la dejes reposar y realices un “ciclado” entre 1 y 6 semanas. Esto brindará un tiempo suficiente para que las bacterias del acuario alcancen niveles seguros y naturales.
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    Coloca todo nuevo pez en el acuario dentro de la bolsa en la que te lo hayan vendido. Al llegar a casa, tendrás que mantenerlo en su bolsa y dejarlo en el acuario por 10 a 15 minutos. Agrégale ¼ de taza de agua de acuario a la bolsa, vuelve a cerrarla y deja que siga flotando por otros 5 minutos. Luego viértela con cuidado en el agua y observa cómo el pez se aleja nadando.[14]
    • No omitas este paso, ya que ayudará al pez a adaptarse a la nueva temperatura del agua y disminuirá el riesgo de que sufra un choque.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantener al acuario y a los peces

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    No los alimentes en exceso. Por lo general, basta con darles de comer dos veces al día. Consulta con el veterinario o el personal de la tienda de mascotas sobre la cantidad de alimento que deberías brindar por pez, pero también podrás adaptarla teniendo en cuenta el alimento que dejen. Lo ideal es que quede poco o nada en lo absoluto al final del día.[15]
    • Las sobras pueden provocar todo tipo de problemas, incluida la obstrucción del filtro y el desarrollo de algas.
    • También será importante que les brindes el tipo adecuado de comida. La mayoría de los peces podrán consumir hojuelas sin problemas, pero algunos que se alimentan en el fondo del agua necesitarán los gránulos que se hunden.
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    Mide los niveles de pH una vez a la semana. Consigue un kit de medición de agua y sigue las indicaciones para recolectar el agua del acuario y medir su pH, el cual deberá estar en un rango aceptable. En el caso de los peces de agua dulce, este rango suele ser entre 6,6 y 7,8. Si el pH no se encuentra entre estos valores, podrías solucionar el problema con un cambio de agua parcial o completo.[16]
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    Limpia las áreas sucias del acuario una vez a la semana. Consigue una esponja de algas o un cepillo, y restriega los lados interiores del acuario. Hazlo hasta eliminar las capas de color verde o blanco opaco, y lograr que el vidrio vuelva a lucir transparente. Luego usa un sifón de gravilla para eliminar del 10 al 20 % del agua del acuario. Intenta extraer todo residuo o heces del fondo. Vuelve a llenar con agua tratada cuando termines.
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    Cambia el filtro todos los meses. El filtro puede atorarse con residuos si lo dejas demasiado tiempo en el agua. La mayoría de ellos tendrán que extraerse por completo y reemplazarse con uno nuevo. No obstante, en algunos casos podrás enjuagarlo con agua tratada. Tendrás que revisar las instrucciones del filtro.
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    Haz cambios de agua parciales una vez al mes. En el caso de los acuarios de agua dulce, tendrás que cambiar aproximadamente del 15 al 20 % del agua. En los de agua salada, deberás elevar este porcentaje al 20 a 25 %. Usa una varilla de succión para extraer el agua y los residuos del substrato al mismo tiempo. Mantén cerca algunas cubetas adicionales con agua fresca y tratada, y viértelas.[17]
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    Trata todo problema de salud en los peces. Obsérvalos para garantizar que naden de forma activa y mantengan una coloración saludable. Deberán respirar con libertad y sin jadear. Observa sus escamas con mucha atención para garantizar que no tengan manchas y que no se desprendan. Si notas que uno de tus peces luce enfermo, tendrás que aislarlo en otro acuario o en una pecera para poder supervisarlo.[18]
    • Tendrás que retirar todo pez muerto de inmediato.

Consejos

  • Busca un veterinario de peces en tu área tan pronto como decidas comprarte un pez. Él podrá ayudarte si uno de tus peces se enferma.[19]
  • Cerciórate de que el acuario reciba luz por un máximo de 12 horas diarias. Una mayor exposición puede fomentar el desarrollo de moho y hongos.[20]
  • Si vas a hacer que alguien cuide tus peces mientras estás de viaje, indícale detalladamente la cantidad de comida que deberá darles y la manera de identificar los signos de enfermedad.[21]
  • Si un pez va a tener crías debes molerlo a otra pecera ya que los demás pueden comerlos.

Advertencias

  • No limpies el acuario con químicos fuertes, ya que pueden dejar residuos que dañarán a los peces.[22]
  • Mantente atento a tus peces, ya que pueden desarollar enfermedades y hongos como el ich (punto blanco).

Cosas que necesitarás

  • peces
  • acuario
  • comida para peces
  • substrato (arena o gravilla)
  • filtro
  • calentador
  • luz y cubierta
  • acondicionador para el agua
  • kit de medición de agua
  • termómetro de agua
  • cubetas
  • sifón de gravilla

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Categorías: Salud de los peces