Los pug son una raza amigable y afectuosa que adora la atención casi tanto como las personas aman sus rostros arrugados. No obstante, estos perros requieren un cuidado especial para mantenerse felices y saludables. Bríndale una rutina constante para las comidas, la hora de juego y los momentos tranquilos, así como limpiezas frecuentes, cortes de uñas y baños. Esto puede requerir un poco más de trabajo, pero con un poco de atención, podrás encargarte de todas las necesidades únicas de tu perro.

Método 1
Método 1 de 4:
Acicalar a un pug

  1. 1
    Dales una limpieza semanal a sus pliegues faciales. Estos pueden retener comida, saliva, tierra y otros residuos que podrían generar un mal olor e irritación. Usa un hisopo remojado en agua tibia para limpiarlos. Pasa el hisopo por los pliegues en la nariz y los ojos del animal, y evita que entre en contacto con los ojos, las fosas nasales o el hocico.[1]
    • No los dejes húmedos, ya que esto podría provocar una mayor irritación. Sécalos con una toalla o un hisopo seco.
    • Esto se recomienda como una rutina de una vez a la semana, pero podrás hacerlo con la frecuencia necesaria si notas que el perro empieza a oler mal.
  2. 2
    Cepíllalo 1 o 2 veces a la semana. Los pug mudan de pelo y no hay forma de evitarlo. Podrás mantener su pelaje saludable si lo cepillas 1 o 2 veces a la semana con un cepillo de dientes metálicos delgados o uno especial para muda de pelo.[2]
    • Si lo cepillas con frecuencia, también evitarás que el pelo se le caiga por toda la casa.
  3. 3
    Límpiale las orejas con una solución especial una vez a la semana. Las orejas pequeñas y lindas de los pug tienen la forma adecuada para retener la tierra y los residuos. Por ello, deberás limpiarlas con frecuencia usando una solución diseñada específicamente para orejas de perro. Aplícales la solución y luego limpia su interior con un pedazo de algodón.[3]
    • No introduzcas los pedazos de algodón en el canal auditivo ni uses hisopos, ya que esto podría lastimar las orejas del perro.
    • Tendrás que consultar con el veterinario si encuentras obstrucciones de cerilla profundas.
  4. 4
    Báñalo una vez al mes. Sin importar si está sucio o huele mal, será recomendable que lo bañes una vez al mes. El agua deberá ser poco profunda, lo suficiente como para que pueda pararse. Usa un champú diseñado para perros, el cual podrás conseguir en la mayoría de las tiendas de mascotas de tu localidad.[4]
    • Deberás enjuagarlo bien luego de aplicarle el champú. Sus pliegues retendrán el jabón, por lo que deberás verificar de forma minuciosa que lo hayas enjuagado por completo. Tendrás que cubrirle los ojos sensibles mientras lo enjuagas.
  5. 5
    Córtale las uñas según sea necesario. Los pug no desgastan sus uñas tal como lo hacen los perros más activos, por lo que será importante que se las cortes con frecuencia. Podrás llevarlo a un peluquero de mascotas o al veterinario para que se encarguen de ello. Si decides cortárselas en casa, tendrás que usar cortaúñas diseñados para perros, así no las quebrarás ni las partirás. Siempre corta por debajo del centro suave de la uña, al cual se le conoce como matriz.
    • Las lesiones en la matriz pueden ser muy dolorosas para los pug. Si no puedes verla porque el animal tiene las uñas oscuras u opacas, lo mejor será que un profesional se encargue de cortárselas.[5]

Método 2
Método 2 de 4:
Alimentarlo

  1. 1
    Dale porciones adecuadas para su tamaño. Los pug adoran comer, por lo que es común que sufran de sobrepeso. Tendrás que supervisar su dieta de forma minuciosa para así controlar sus porciones apropiadamente. Aliméntalo de forma consistente una o dos veces al día, según las recomendaciones del fabricante en torno a las porciones.[6]
    • Recuerda que los envases de las comidas indican la cantidad máxima que el animal deberá comer al día. Si lo alimentas dos veces al día, tendrás que dividir la porción máxima a la mitad para así brindarle una cantidad adecuada de comida.
    • Aprende a identificar sus costillas. Lo ideal es que puedas sentir sus costillas empleando una presión mínima, pero que no puedas verlas. Si no pueden sentirlas con facilidad, el pug podría sufrir de sobrepeso.
  2. 2
    Dale una comida adecuada para su edad. Elige una comida seca de bocados pequeños y de buena calidad que sea adecuada para la edad del perro. Si es un cachorro, deberá consumir comida diseñada para cachorros. Si es un perro adulto, tendrá que comer la que sea adecuada para dicha edad. Si es mayor, deberás darle una comida especial para los perros mayores.
    • Asimismo, hay comidas especiales diseñadas para problemas de salud específicos, como las comidas bajas en proteínas y fósforo para los perros con enfermedades renales. Consulta con el veterinario para determinar si una dieta especial es adecuada para tu pug.[7]
  3. 3
    Vuelve a evaluar su dieta luego de un tiempo. Consulta con el veterinario si sigues las recomendaciones del fabricante en torno a las porciones y notas que el perro sube de peso de forma poco saludable. Él podrá ayudarte a modificar las porciones o elegir comidas más adecuadas para tu mascota.[8]
    • La cantidad adecuada que deba comer dependerá en gran medida de su cuerpo, y del nivel de ejercicio y actividad que realice.
  4. 4
    Limita las golosinas. Estas pueden ser una parte importante del entrenamiento, así como una manera de premiar al pug por su buen comportamiento. Sin embargo, deberás incluirlas en su consumo diario de comida. El exceso de golosinas puede causarle un aumento de peso poco saludable, lo que podría generar o agravar los problemas respiratorios o en las articulaciones.[9]
    • Solo deberás darle golosinas pequeñas, como las de entrenamiento. Aquellas que estén diseñadas para perros grandes deberán partirse o cortarse en pedazos pequeños.
    • Usa las golosinas de forma consistente para 1 o 2 comportamientos, como dárselas después de una caminata o ir al baño. No le des golosinas adicionales fuera de estos momentos, así podrás limitar su consumo de calorías.

Método 3
Método 3 de 4:
Mantenerlo activo

  1. 1
    Bríndale varias sesiones breves de ejercicio a lo largo del día. Los pug son activos, pero por lo general en momentos breves, ya que su nariz plana les causa dificultades para refrescarse cuando corren y juegan. Ayúdalo a ejercitarse brindándole 1 o 2 paseos moderados durante el día, junto con los periodos de juego (p. ej., al jugar a traer el objeto, el tira y afloja o las perseguidas en la casa o el patio).[10]
    • Lo ideal es que un pug adulto tenga 2 paseos diarios de 15 a 20 minutos, así como periodos de juego más breves con juguetes a lo largo del día. Si el tuyo tiene problemas de salud, los paseos podrían tener que ser más cortos.
  2. 2
    Mantenlo alejado del clima extremo. A estos perros les va mejor cuando los mantienen en temperaturas y condiciones climáticas moderadas. En las áreas o las estaciones cálidas, tendrás que modificar los paseos, de modo que no salga durante las horas más calurosas del día. En los climas o las estaciones fríos, podrías colocarle un saco antes de sacarlo.
    • No lo pasees en los días con mucho viento o demasiada lluvia, ya que esto puede causarle problemas oculares.
    • Los pug son propensos a sufrir golpes de calor si el clima es muy cálido. Nunca deberás mantenerlo al aire libre bajo el calor durante un día muy caluroso, y tendrás que verificar que esté hidratado cuando lo ejercites.
  3. 3
    Colócale un arnés. Debido a sus hocicos pequeños, a veces estos perros tienen dificultades para respirar. No le coloques un collar cuando lo pasees, ya que esto podría limitar más su respiración. En lugar de ello, une la correa a un arnés.
    • Podrás conseguir arneses para perros en todas las tiendas de mascotas y en internet.
  4. 4
    Entrénalo. Estos suelen ser perros pequeños e inteligentes que responden bien al entrenamiento básico. A ellos les gusta complacer a su dueño; por ello, enseñarles las órdenes básicas con golosinas y refuerzo positivo suele dar buenos resultados. Deberás ser constante con el horario del entrenamiento, y dedicar un tiempo diario a entrenar con él. Esto hará que cuidarlo sea más sencillo a largo plazo, y también fortalecerá la relación que tengan.
    • Si le enseñas a sentarse, quedarse quieto, echarse e ir a ti; esto puede ser muy útil para las interacciones cotidianas con él. Esto puede ser mucha utilidad en especial si tu objetivo es disuadir los malos comportamientos, como morder las cosas o comportarse de forma agresiva.
    • Quizás también quieras enseñarle a jugar algunos juegos, como traer el objeto. Si tu pug es muy hábil para responder a tus órdenes, puedes enseñarle a correr en una pista de obstáculos pequeña.
  5. 5
    Inscríbelo en una clase de obediencia. Sin importar si es un cachorro o un perro mayor rescatado, inscribirlo en una clase de entrenamiento será una parte importante del vínculo que desarrollen. Esto les ayudará a aprender un conjunto de órdenes compartidas y les brindará un tiempo designado cada semana para que puedan entablar un vínculo entre ambos.[11]
    • Los pug (en especial los jóvenes) son enérgicos y tienen muchas ansias por complacer a su dueño. Si lo inscribes en un entrenamiento, esto le ayudará a aprender la manera de canalizar dicha energía en comportamientos constructivos y hará que aprendas la forma de controlar sus tendencias destructivas.

Método 4
Método 4 de 4:
Mantenerlo cómodo

  1. 1
    Crea un espacio especial para él en casa. Estos perros requieren atención, pero también deberán tener un espacio propio en el cual se sientan cómodos cuando su dueño no esté en casa o esté ocupado. Dale un área propia que incluya una cama y mantas, algunos juguetes, y un acceso rápido a la comida y el agua.[12]
    • Puedes brindarle un rincón de un área transitada de la casa. De este modo, no se sentirá solo, incluso si no puedes prestarle atención por un momento.
    • Recuerda que estos perros son sensibles al calor elevado y los cambios rápidos en la temperatura. No les brindes un espacio en áreas que reciban la luz directa del sol de forma continua, o que estén cerca de los conductos de calefacción y ventilación.
  2. 2
    Sé constante en tu horario diario. Estos perros son propensos al nerviosismo y la ansiedad. Podrás ayudarlos a calmarse si eres constante en la rutina diaria. Esto consiste en programar las comidas, los paseos, los periodos de juego y los momentos tranquilos para la misma hora todos los días (en la medida de lo posible).[13]
    • Tu horario personal podría cambiar, pero es importante que no modifiques el del pug. Pídele a un amigo o vecino que te ayude con su hora de comer y los paseos en las noches en las que vayas a llegar tarde a casa.
  3. 3
    Haz que el veterinario lo evalúe. La fisiología particular de esta raza la vuelve propensa a sufrir diversos problemas de salud, como los respiratorios y en las articulaciones. Por ello, será importante que programes una consulta con el veterinario tan pronto como lleves a tu nuevo pug a casa.[14]
    • Él podrá identificar las complicaciones comunes en la salud de estos perros y brindar recomendaciones para su cuidado, como la comida que debas darle a tu nueva mascota.
  4. 4
    Haz que el veterinario lo revise 2 veces al año. Será importante que el veterinario lo revise de forma constante, así podrá brindarle atención veterinaria preventiva. Esto garantizará que el perro esté al día con sus inmunizaciones y medicamentos preventivos, y que los problemas de salud emergentes puedan tratarse con rapidez.[15]
    • Conversa con el veterinario sobre un cronograma de control adecuado.
    • Los pug más jóvenes podrían tener que ir al veterinario con más frecuencia hasta que los esterilicen o los castren, y hayan culminado su primer tratamiento de vacunas.
    • El veterinario podrá ayudarte a desarrollar un cronograma de atención preventiva para los aspectos como las vacunas anuales, los tratamientos contra el dirofilaria immitis, la desparasitación, otras vacunaciones, la aplicación de un microchip y las limpiezas dentales. Todos estos tratamientos serán una parte importante del cuidado de la salud del animal.
  5. 5
    Comunícate con tu mascota de forma eficaz. Si quieres que esté cómoda, tendrás que conocer la manera en la que se comunique y la forma de responderle apropiadamente. Si no tienes mucha experiencia con los perros, deberás informarte sobre sus métodos de comunicación, así podrás interpretar su lenguaje corporal y responder según corresponda.
    • Esto será vital si tienes niños en la casa. Enséñales a detectar si el perro está ansioso o temeroso, así sabrán que deben alejarse.
    • Por ejemplo, si un invitado lo está acariciando y tiene la cola entre las patas, es probable que esté asustado o incómodo. Podrás hacer que se sienta cómodo si le pides a tu invitado con amabilidad que se aleje un poco de él, se agache a su altura y mantenga la mano extendida, de modo que el perro pueda acercársele.

Consejos

  • No dejes solo a un cachorro. Los pug son animales curiosos y podrían meterse en problemas en tu ausencia.
  • La reproducción inapropiada puede causarles una mala salud con facilidad, por lo que deberás informarte y adoptar a un pug rescatado o uno mestizo en lugar de apoyar a los criadores de mala reputación.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 68 092 veces.
Categorías: Artículos destacados | Perros