Trismo es un término general para la rigidez y el dolor alrededor de los músculos de la mandíbula. La mayor parte del tiempo, proviene de un problema en la articulación temporomandibular (ATM), la articulación principal de la mandíbula. Si bien esto parece aterrador, es un problema común que puedes manejar por tu cuenta. Sin embargo, recuerda que el trismo también es un síntoma del tétano, una enfermedad peligrosa. Esto es mucho más raro que la ATM pero, en caso de que padezcas trismo junto con fiebre, escalofríos, sudoración y espasmos en otros músculos, busca atención médica de emergencia inmediatamente.[1] En caso de que el dolor y la rigidez sean tus únicos síntomas, es probable que el trismo se deba a un simple recrudecimiento de la ATM, en cuyo caso puedes probar con algunos consejos de autoayuda en casa para sentirte mejor.

Método 1
Método 1 de 3:
Aliviar el dolor y la rigidez

En caso de que el trismo se deba a un recrudecimiento de la ATM, es probable que te sientas bastante mal. Entre los síntomas comunes se encuentran el dolor y la rigidez en la mandíbula junto con dolores de cabeza y fatiga. Por lo general, los dentistas recomiendan tomar analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) hasta que pase, aunque también puedes tomar algunas medidas naturales.[2] Prueba con estos consejos para reducir el dolor y el malestar durante un recrudecimiento.

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    Masajéate la articulación y los músculos de la mandíbula para aflojarlos. Esto ayuda a aliviar el dolor y la rigidez durante un recrudecimiento de trismo.[3]
    • Un masaje podría serte de ayuda en caso de que la mandíbula se sienta tensa o de que no puedas abrir mucho la boca.
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    Entumece el dolor usando compresas frías. En caso de que te duela la mandíbula, un tratamiento en frío puede ayudar a reducir el dolor.[4] Sujeta una bolsa de hielo o una compresa fría a un lado de tu rostro cerca de la articulación de la mandíbula por 10 minutos a la vez. Repítelo unas cuantas veces en el transcurso del día de ser necesario.[5]
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    Afloja la mandíbula usando compresas calientes húmedas. Sujeta una almohadilla térmica húmeda contra tu rostro por entre 5 y 10 minutos.[6] Esto podría reducir el dolor e incrementar la flexibilidad en la mandíbula.
    • No hay una regla estricta en cuanto a si debes usar calor o frío para tratar la mandíbula. En general, debes usar el que más te ayude.[7]
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    Llama a tu doctor en caso de que tengas la mandíbula trabada sin poder abrirla o cerrarla. En caso de que tu mandíbula esté completamente trabada sin poder abrirse o cerrarse, esto podría ser un problema médico grave. Evita entrar en pánico, pero toma cartas en el asunto con rapidez. Llama de inmediato al doctor o acude a la sala de urgencias para arreglar el problema.[8]
    • Podría ser necesario que los doctores te manipulen la mandíbula para destrabarla. Si bien esto suena alarmante, deben entumecer la zona de forma que no sientas dolor durante el procedimiento.
    • En caso de que también tengas fiebre, sudoración, presión arterial alta y una frecuencia cardiaca elevada cuando se te trabe la mandíbula, todos son síntomas del tétano. Busca atención médica de emergencia inmediatamente.[9]
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Método 2
Método 2 de 3:
Relajar la mandíbula

Un caso de trismo ejerce una gran cantidad de presión sobre los músculos y las articulaciones de la mandíbula. Una buena forma de tratar el recrudecimiento y evitar problemas posteriores con la mandíbula es relajar esos músculos. Debido a que esto requiere un poco de trabajo en tu vida cotidiana, prueba con estos consejos para no estresar la mandíbula durante un recrudecimiento de la ATM.

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    Come alimentos blandos de forma que no estreses la mandíbula. Toma más trabajo comer los alimentos duros o crujientes (por ejemplo, los pretzels o las frutas duras), y esto podría empeorarte el dolor. Cíñete a los alimentos más suaves (por ejemplo, el yogur, el pudín, el arroz, los huevos, el pescado o el puré de papa). Esto debe evitar que la inflamación empeore.[10]
    • También puedes cocinar al vapor u hornear las frutas y los vegetales de forma que te sea más fácil comerlos.
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    Come bocados pequeños para no tener que estirar las mandíbulas. Si bien no es fácil controlarte durante una comida deliciosa, los bocados grandes podrían estresarte en exceso los músculos de la mandíbula. Come bocados pequeños o bien corta la comida en trozos pequeños para no hacer que el dolor empeore.[11]
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    Evita abrir demasiado la boca al comer, hablar o bostezar. Si bien es fácil entusiasmarse demasiado, relajar la mandíbula es importante durante un recrudecimiento de la ATM. No abras la mandíbula más de lo que te resulte cómodo. De lo contrario, podrías empeorar la inflamación.[12]
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    Mantén los dientes separados a menos que vayas a comer. Los dientes no deben presionarse unos con otros a menos que vayas a masticar. De lo contrario, mantenlos ligeramente separados. Esto mantiene la presión fuera de los músculos de la mandíbula.[13]
    • Es posible que presiones los dientes unos contra otros sin darte cuenta. En caso de que te des cuenta de que lo haces, debes recordarte mantener los dientes separados.
    • Intenta apoyar la lengua sobre la fila inferior de dientes para obligarte a mantenerlos separados.[14]
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    Evita masticar goma de mascar. Esto hace que las mandíbulas trabajen demasiado y podría empeorarte el dolor. Lo mejor es evitar del todo la goma de mascar.[15]
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    No rechines ni aprietes los dientes a lo largo del día. Quizás ni siquiera te des cuenta de que lo haces, pero constituye un detonante importante del dolor en la mandíbula. En caso de que golpetees o rechines los dientes con regularidad, haz tu mejor esfuerzo por abandonar este hábito.[16]
    • Si no puedes dejar de rechinar los dientes durante el día, podrías usar un protector bucal para amortiguar la mandíbula. Conversa con tu dentista en cuanto a mandarte a hacer uno.
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    Reduce el estrés para aliviar los síntomas. Si bien podría parecer que no está relacionado, el estrés de hecho podría desencadenar el dolor en la ATM. Intenta tomar medidas para reducir el estrés en tu vida diaria y así evitar el malestar posterior.[17]
    • Es posible que algunas actividades de relajación (por ejemplo, la meditación o el yoga) te ayuden a reducir el estrés. Intenta separar un tiempo para una de ellas todos los días para ayudar a relajarte.
    • Hacer cosas que te gusten también es bueno para mantener bajo el nivel de estrés.
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    Usa un protector bucal nocturno en caso de que rechines los dientes por la noche. Rechinar los dientes por la noche es un problema común, sobre todo si estás estresado. No es fácil de controlar debido a que estás dormido y, por ende, si tienes un problema con rechinar los dientes, puedes usar un protector bucal nocturno de plástico sobre los dientes para protegerte la mandíbula.[18]
    • Por lo general, tu dentista puede detectar por los rasguños en tus dientes si tienes un problema con rechinarlos. Es probable que te diga si observa indicios de que rechinas los dientes y te sugiera un protector bucal nocturno.
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    Ejercita la mandíbula para fortalecer los músculos. Es posible que algunos ejercicios de estiramiento y fortalecimiento alivien el dolor y la inflamación en la mandíbula. Pídele a tu dentista algunos ejercicios recomendados que podrían serte de ayuda y luego hazlos exactamente como te lo indique.[19]
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Método 3
Método 3 de 3:
Tratamientos alternativos para el dolor

Existen unos cuantos remedios alternativos que también podrían ayudar con la ATM. Si bien no están comprobados con investigación, a algunas personas les son de ayuda. Asimismo, en su mayoría son inofensivos y, por ende, puedes probarlos por ti mismo para determinar si te funcionan.

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    Sométete a tratamientos de acupuntura para aliviar la tensión. Los acupunturistas pueden ayudar a aliviar el dolor crónico como el de la ATM accediendo a puntos de presión para liberar la tensión. Si bien no está garantizado que funcione, puedes probarlo por ti mismo.[21]
    • Acude siempre a un acupunturista licenciado y experimentado de forma que sepas que recibirás un tratamiento profesional.
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    Prueba a tomar suplementos de glucosamina. La glucosamina es un tratamiento popular para la artritis debido a que puede ayudar a respaldar la salud de las articulaciones, lo cual también podría serte de ayuda con la ATM. Prueba a tomar un suplemento diario para ver si te ayuda.[22]
    • Una dosis común de glucosamina para el tratamiento de la artritis es de 1,5 g al día. Sin embargo, debes seguir las instrucciones de la marca que uses en cuanto a la dosis.[23]
    • La glucosamina podría interferir con los anticoagulantes y algunos otros medicamentos. Por ende, no debes tomarla sin antes consultar con tu doctor.
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    Toma suplementos de calcio y magnesio para fortalecer las articulaciones. Si bien no existe una conexión clara entre el calcio, el magnesio y la ATM, algunas personas que tienen problemas con la ATM tienen deficiencias en estos nutrientes.[24] En caso de que no consumas lo suficiente de cada uno en tu dieta regular, prueba con tomar algunos suplementos dietéticos para incrementar la cantidad en tu cuerpo.[25]
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    Incrementa tu consumo de vitamina C. La vitamina C ayuda a respaldar los cartílagos en el cuerpo, y esto podría ser beneficioso para el tratamiento de la ATM. Si bien no hay ningún estudio que lo compruebe, podría serte de ayuda consumir más vitamina C.[26]
    • Entre las buenas fuentes de vitamina C se encuentran las frutas cítricas, los pimientos morrones, los vegetales de hoja, los tomates, las bayas y el melón.[27]
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Consideraciones médicas

Aunque el trismo puede ser alarmante, la mayoría de los casos no son graves. Suele deberse a un recrudecimiento de la ATM, lo que significa que la articulación de la mandíbula está inflamada. Si bien esto suena aterrador, muchas personas lo experimentan y puedes manejarlo desde casa. No olvides que, en casos raros, el trismo podría ser un síntoma del tétano y, por tanto, debes buscar atención médica de emergencia si también tienes fiebre. De no ser así, manejar el dolor y la inflamación en casa debe serte de gran ayuda. En caso de que de todos modos no veas ninguna mejora, conversa con tu dentista para obtener más opciones.

Acerca de este wikiHow

Jennifer Boidy, RN
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Jennifer Boidy, RN. Jennifer Boidy es una enfermera registrada en Maryland. Recibió su título técnico en Ciencias en Enfermería en el Carroll Community College. Este artículo ha sido visto 38 179 veces.
Categorías: Salud alternativa

Descargo de responsabilidad médica

El contenido de este artículo no pretende ser un sustituto del consejo, examen, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Siempre debes comunicarte con tu médico u otro profesional de salud calificado antes de comenzar, cambiar o suspender cualquier tipo de tratamiento de salud.

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