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Los baños de esponja (también conocidos como baños de cama) sirven para bañar a las personas que están postradas o que son incapaces de bañarse por cuenta propia debido a problemas de salud. Dado que un baño de cama involucra lavar y enjuagar todo el cuerpo una sección a la vez mientras el paciente permanece recostado, es importante reunir todos los materiales necesarios antes de comenzar para que no tengas que dejarlo desatendido. Un buen baño de cama dejará a la persona sintiéndose limpia y cómoda.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Prepararse para dar el baño
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1Llena dos cuencos o tinas con agua caliente. Uno de ellos servirá para el lavado y el otro para el enjuague. La temperatura del agua debe estar a 46 °C (115 °F) o menos. Deberá sentirse agradable al tacto, pero no demasiado caliente.
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2Elige un jabón que sea fácil de enjuagar. La mayoría de los jabones en barra son adecuados. Los jabones líquidos también son aceptables siempre y cuando no dejen ningún residuo. Podrías agregar jabón a uno de los recipientes para crear agua jabonosa y caliente o dejarlo aparte y aplicarlo directamente sobre la piel del paciente.
- Evita utilizar un jabón que contenga perlas exfoliantes u otras sustancias que podrían permanecer en la piel del paciente y provocarle irritación.
- Los jabones sin enjuague están disponibles en las farmacias. Son una solución práctica para una limpieza más rápida, pero dejan un residuo, por lo que aún necesitas enjuagar el cuerpo del paciente de vez en cuando.
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3Prepara el champú. Si planeas aplicar champú en el cabello del paciente, necesitarás uno que sea fácil de enjuagar (como los de bebé) y un cuenco especial diseñado para lavar el cabello en la cama. Puedes conseguir uno en una tienda de suministros médicos y te será de gran utilidad cuando llegue el momento de lavar el cabello, ya que evitará que derrames agua por todos lados.
- Si no tienes este tipo de cuenco, puedes hacer uno al colocar una o dos toallas extras debajo de la cabeza del paciente para impedir que la cama se moje.
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4Prepara una pila de toallas y paños limpios. Por lo menos necesitarás tres toallas grandes y dos paños, pero se aconseja tener más en caso de que se derrame agua o los materiales se ensucien.[1]
- Es conveniente apilar las toallas, los paños, los cuencos con agua y el jabón en un carrito portátil, como los que se usan para poner la televisión, de modo que puedas tener todo lo que necesitas cerca de la cama.
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5Coloca dos toallas debajo del paciente. Esto evitará que la cama se moje y mantendrá al paciente cómodo durante el baño. Para colocar las toallas debajo del paciente, debes levantarlo y ponerlo de lado y deslizar la toalla por debajo, luego bájalo y haz lo mismo por el otro lado.
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6Cubre al paciente con una sábana o una toalla limpia. Hacerlo ayudará a que permanezca caliente durante el baño y además le brindará un poco de privacidad. La sábana o la toalla deberá permanecer sobre el cuerpo del paciente en todo momento.
- Si es necesario, asegúrate de ajustar la temperatura de la habitación para evitar que el paciente sienta frío.
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7Quítale la ropa al paciente. Dobla la sábana o la toalla hacia abajo descubriendo la parte superior del cuerpo y quítale su camisa. Vuelve a colocar la sábana a su posición original para luego doblarla nuevamente en la zona de sus piernas y quitarle el pantalón junto con la ropa interior. Finalmente, vuelve a cubrirlo.[2]
- Trata de mantener cubierta la mayor área del cuerpo posible mientras le quitas la ropa al paciente.
- Ten en cuenta que este proceso puede ser vergonzoso para algunas personas, así que hazlo rápidamente y con una actitud decidida
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Parte 2
Parte 2 de 3:Lavar la cabeza, el pecho y las piernas
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1Utiliza el mismo método de limpieza y enjuague para todo el cuerpo. Primero aplica jabón o agua jabonosa sobre la piel del paciente. Con la ayuda de un paño, frótalo con suavidad para eliminar la suciedad y las bacterias, y luego coloca el paño en el agua jabonosa. Remoja un segundo paño en el cuenco del enjuague y úsalo para enjuagar el jabón del cuerpo. Seca el área aplicando toques suaves con una toalla.
- No olvides rotar ambos paños: usa uno para frotar la solución jabonosa y el otro para enjuagar. Si ambos se ensucian, cámbialos por otros nuevos.
- Reemplaza el agua del cuenco según sea necesario.
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2Comienza con el rostro del paciente. Lava suavemente el rostro, las orejas y el cuello del paciente utilizando agua jabonosa. Enjuaga el jabón con otro paño. Seca el área con una toalla.
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3Lava el cabello del paciente. Levanta su cabeza con suavidad y colócala en el cuenco para aplicarle el champú. Moja el cabello vertiendo agua sobre la cabeza y teniendo cuidado de que no caiga en los ojos. Aplica el champú y luego enjuágalo. Utiliza una toalla para secarle el cabello con toques suaves.
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4Lava el brazo y el hombro izquierdo del paciente. Dobla la sábana por el lado izquierdo del cuerpo hasta la cadera. Coloca una toalla debajo del brazo expuesto. Lava y enjuaga el hombro, la axila, el brazo y la mano del paciente. Seca toda el área con una toalla.
- Seca muy bien las zonas que lavaste, sobre todo la zona de la axila, para evitar que se irrite y que crezcan bacterias.
- Vuelve a cubrir el cuerpo del paciente con la sábana para mantenerlo caliente.
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5Lava el brazo y el hombro derecho del paciente. Dobla la sábana para exponer el lado derecho. Coloca la toalla debajo del otro brazo y repite el proceso de lavado, enjuague y secado del hombro, la axila, el brazo y la mano del lado derecho.
- Seca completamente las zonas que lavaste, sobre todo la zona de la axila, para evitar que se irrite y que crezcan bacterias.
- Vuelve a cubrir el cuerpo del paciente con la sábana para mantenerlo caliente.
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6Lava el torso del paciente. Dobla la sábana hasta la altura de la cintura, lava con cuidado y enjuaga el pecho, el estómago y los costados. Asegúrate de lavar con cuidado entre los pliegues de la piel, ya que las bacterias tienden a quedarse atrapadas ahí. Seca la zona con cuidado, sobre todo entre los pliegues.
- Vuelve a cubrir el cuerpo del paciente con la sábana para mantenerlo caliente.
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7Lava las piernas del paciente. Descubre la pierna derecha del paciente hasta la altura de la cintura y lava, enjuaga y seca tanto la pierna como el pie. Vuelve a cubrirla y luego descubre la pierna izquierda, repitiendo el mismo proceso de lavado, enjuague y secado. Vuelve a cubrir la mitad inferior el cuerpo.Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 3:Lavar la espalda y las partes privadas
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1Vacía los cuencos de agua y vuelve a llenarlos con agua limpia. Ahora que casi la mitad del cuerpo del paciente está limpia, es un buen momento para cambiar el agua.
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2Pídele al paciente que gire hacia un lado en caso de que pueda hacerlo. Es posible que tengas que ayudarlo. Asegúrate de que no quede demasiado cerca del borde de la cama.
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3Lava la espalda y las nalgas del paciente. Dobla la sábana para exponer todo el lado posterior del paciente. Lava, enjuaga y seca la espalda, el cuello, las nalgas así como la parte posterior de las piernas que quizás te falte.
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4Lava la zona de los genitales y el ano. Colócate unos guantes de látex si lo deseas. Levanta la pierna del paciente y lava desde adelante hacia atrás. Utiliza un paño limpio para enjuagar el área. Asegúrate de limpiar bien entre los pliegues y de secar completamente el área.
- En el caso de los hombres, debes lavar bien detrás de los testículos. En el caso de las mujeres, lava los labios de la vulva, aunque no es necesario limpiar la vagina.[3]
- Debes lavar esta parte a diario, aun cuando no bañes todo el cuerpo.
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5Vuelve a vestir al paciente. Al terminar, viste al paciente con ropa limpia o con una bata. Primero vuélvele a colocar la camisa, manteniendo la sábana sobre sus piernas. Luego quita esta última y vuelve a colocarle la ropa interior y el pantalón.
- La piel de las personas ancianas tiende a resecarse, así que es posible que debas aplicar una loción en los brazos y las piernas antes de volver a ponerle la ropa al paciente.
- Peina el cabello del paciente y aplica algún cosmético u otros productos corporales de acuerdo a sus preferencias.
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Consejos
- No es necesario lavar a diario el cabello de un paciente postrado en cama. Pero si así lo deseas, hay productos diseñados para limpiar el cabello sin necesidad de aplicar agua.
- Si el paciente tiene heridas abiertas, se recomienda que uses guantes desechables todo el tiempo mientras realizas el baño.
Cosas que necesitarás
- Cuenco o tina
- Agua caliente
- Sábana
- Manta
- Jabón suave
- 6 paños (2 para el rostro, 2 para el cuerpo, 2 para la zona genital)
- 2 toallas grandes (1 para el cuerpo, 1 para la zona genital)
- Guantes desechables
- Productos de aseo tales como desodorante y loción