¿A quién no le gusta un buen baño en la bañera? Es relajante, terapéutico y una buena oportunidad para ordenar tus pensamientos. Después de un día largo y estresante, un baño puede ser el regalo perfecto para sentirte fresco, limpio y a gusto.

Método 1
Método 1 de 4:
Preparar el baño

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    Limpia la bañera. Para tener el agua del baño limpia, tendrás que frotar la bañera. Todo lo que tienes que hacer es mezclar 3 tazas de agua caliente con 1 taza de detergente para lavadora en una botella con atomizador. Rocía la solución por toda la bañera y frota con una herramienta de limpieza de mango largo que puedes comprar casi en cualquier lugar donde se vendan productos de limpieza. A continuación, hay otros artículos que podrías querer para ayudarte a limpiar.[1]
    • guantes protectores
    • producto de limpieza abrasivo suave
    • fregadora, cepillo o esponja
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    Junta todas las cosas que vas a necesitar o quieres para el baño. Ya que solo quieras recostarte en la bañera o quieras agregar otra actividad relajante como leer, tendrás que tener esos artículos listos antes de meterte en la bañera.
    • Las burbujas del baño son una excelente forma para darle vida a la experiencia del baño y bañarse.
    • Las sales del baño son excelentes humectantes para la piel y también vienen en varios aromas como lavanda que pueden ayudar a relajarte.[2]
    • Una almohada de cabeza para baño sostendrá tu cuello y cabeza mientras te recuestas en la bañera. Son impermeables por lo que no tendrás que preocuparte porque se mojen.
    • Leer un buen libro es una actividad perfecta para la hora del baño.
    • Una taza de enjuagarse.
    • Es importante tener una alfombra de baño, ya que evitará que te resbales una vez que salgas de la bañera.
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    Consigue una toalla limpia. Es posible que quieras tener varias toallas limpias a la mano. Debes tener una toalla más grande que usarás para secarte y envolver alrededor de tu cuerpo, una para tu cabello y otra más pequeña para guardar junto a la bañera en caso de que necesites secarte las manos y la cara durante el baño.
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    Crea un ambiente relajante. Los baños deben ser momentos en los que puedas olvidar las preocupaciones y escabullirte del estrés del día. Prueba encender velas, atenuarlas o poner música suave para relajarte.
    • La música de relajación viene en una amplia gama de variedades entre las que puedes elegir.
    • Si colocas música, asegúrate de que todos los dispositivos electrónicos y cables estén a varios metros de distancia del baño por seguridad.
    • Calienta la temperatura de la habitación.
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Método 2
Método 2 de 4:
Preparar el baño

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    Asegúrate de que el agua esté tibia pero no caliente. El agua caliente trae consigo varios riesgos incluyendo una baja en la presión arterial, mareo y desequilibrio, nausea y vómitos y reseca la piel lo que provoca deshidratación. El agua tibia aún te relajará y te protegerá de peligros potenciales.[3]
    • Si no estás seguro de cómo saber si el agua está demasiado caliente, puedes comprar un pato de goma especialmente diseñado para controlar la temperatura del agua del baño. Tiene un indicador que cambia de color cuando el agua es demasiada caliente. Puedes comprarlo en la mayoría de lugares donde se vende productos para bebés.
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    Agrega soluciones de baño. Si decides agregar productos al baño, échalos mientras llenas la bañera con agua. Esto ayudará a disolverlos y esparcirlos bien en toda el agua de la bañera.
    • Si tienes una piel sensible, asegúrate de leer las instrucciones en los productos de la bañera para ver qué tipo de riesgos existen. Prueba una pequeña cantidad en la mano antes de usarlo en todo el cuerpo.
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    Llena la bañera con la cantidad correcta de agua. No debes rebosar la bañera y terminar con agua en el piso del baño. Recuerda que el agua subirá de nivel al entrar a la bañera, por lo que llenarla a la mitad debe ser suficiente. Además, si vas a usar burbujas, la bañera estará aún más llena a medida que estas se esponjen.
    • También puedes agregar más agua si quieres una vez que estés dentro de la bañera.
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Método 3
Método 3 de 4:
Bañarse

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    Elige un buen champú y jabón. Justo como la solución de baño anteriormente mencionada, si tienes piel la sensible, usa algo que tenga una etiqueta de piel sensible. Puedes usar una barra de jabón o probar un gel de baño líquido. Algunos jabones son más suaves que otros, por lo que es posible que tengas que buscar el tipo que compras para asegurarte de que el producto sea más suave con tu piel.
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    Comienza desde arriba. Al bañarte en una bañera, tendrás que comenzar lavándote el pelo. Mete la cabeza debajo del agua para mojar bien el pelo. Luego, según cuánto pelo tengas, vierte un poco de champú en la palma de tu mano. Saca espuma y masajéalo en el cuero cabelludo.
    • No debes rascarte el cuero cabelludo con las uñas, en lugar de eso trata de usar la punta de los dedos.
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    Déjate el acondicionador. Los baños son excelentes momentos para aprovechar un tratamiento acondicionador profundo que puede requerir entre 5 o 15 minutos de reposo. Después de ponerte el acondicionador, puedes lavarte el resto del cuerpo o solo recostarte y relajarte mientras el pelo está bajo tratamiento.[4]
    • La mejor manera para enjuagar el pelo es tomar una taza y llenarla con agua limpia del grifo. Sigue vertiéndolo en el pelo con la cabeza inclinada hacia atrás para que el champú y el acondicionador no te entren en los ojos.
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    Pasa suficiente tiempo en el baño. Para más relajación, tendrás que pasar al menos 20 minutos en la bañera. Sumérgete en la misma por al menos 10 minutos para deshacerte de la suciedad y eliminar las bacterias. Esto abrirá los poros y suavizará la piel para que puedas limpiarte mejor.[5]
    • Sigue sumergido durante varios minutos para asegurarte de que todo esté limpio.
    • Si bien los científicos indican que es seguro bañarse durante más de una hora siempre que el agua no esté muy caliente, asegúrate de salir antes de cansarte mucho. Dormirse en una bañera puede ser peligroso y provocar ahogos.
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    Usa un exfoliante suave o una toallita para exfoliarte la piel. La exfoliación elimina las células muertas de la piel, dejándola más brillante y suave. Puedes comenzar desde los hombros, usando movimientos circulares y luego baja hasta los pies. No debes frotar muy fuerte la piel porque esto puede provocar irritación. Aplicar una presión suave es todo lo que necesitas para una buena limpieza. Elige los limpiadores exfoliantes que tengan sal marina, azúcar, almendras molidas, nueces, semillas u otros componentes granulados.[6]
    • Hay muchos tipos de herramientas que puedes usar para exfoliar, incluyendo un limpiador exfoliante, esponja, piedra pómez, cepillo corporal o guantes exfoliantes.
    • Sé muy suave cuando te exfolies la cara y el cuello, ya que la piel es muy sensible en esas áreas.
    • No uses un gel de baño en la cara. Usa los geles faciales específicamente diseñados para la cara.
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Método 4
Método 4 de 4:
Salir de la bañera

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    Sal de la bañera lentamente. Es posible que el piso esté tan húmedo como tus pies, por lo que debes tener mucho cuidado para evitar caerte. Además, es posible que la presión arterial esté baja y podría darte un mareo cuando te pongas de pie. Tira del tapón y vierte el agua fría para bajar gradualmente la temperatura corporal y luego levántate lentamente.[7]
    • Si puedes, sostente en algo más estable mientras te paras.
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    Enjuágate con agua limpia. Si tienes la piel seca, es posible que tengas que enjuagarte con agua limpia del grifo para quitar los residuos del jabón de la bañera. Puedes hacerlo al llenar una taza y repetidamente verter el agua sobre el cuerpo. También puedes abrir la ducha para enjuagarte más rápidamente.
    • Si decides usar la ducha, espera hasta que al menos la mitad del agua de la bañera se haya drenado para que el agua no salpique el piso y la bañera no se desborde.
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    Envuélvete el pelo y el cuerpo. Ponte una toalla alrededor para absorber el agua que queda en la piel. Para mantener la cabeza caliente y secar el pelo, toma una toalla y envuélvetela alrededor de la cabeza. Esto ayudará a evitar que gotee más agua al piso y puedas resbalarte.
    • Sécate y échate loción o crema en el cuerpo y la cara para humectar la piel (opcional).
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    Asegúrate de limpiar el baño después. Solo desconecta la bañera, coloca todo de nuevo y limpia cualquier derrame o huella. También puedes rociar un limpiador después del baño que no involucre ninguna limpieza y ayude a mantener limpia la bañera.
    • Los productos de limpieza naturales que no usan químicos son seguros de usar y mejores para el medio ambiente.[8]
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Consejos

  • Usa productos para piel sensible si sabes que tienes una piel sensible.
  • Mientras acondicionas el pelo, puedes ponerte un gorro de baño para asegurarte de que el acondicionador no se escape.
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Advertencias

  • Mantén todos los cables y dispositivos electrónicos varios metros lejos del agua.
  • Asegúrate de no quemarte mientras llenas la bañera.
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Acerca de este wikiHow

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